Arañas Vasculares


Arañas Vasculares
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Son dilataciones de vasos capilares del árbol venoso más periférico

Arañas vasculares. También llamadas telangiectasias son dilataciones de vasos capilares del árbol venoso más periférico y que se localiza inmediatamente debajo de la piel. No tienen importancia clínica pero tienen un alto componente estético.

Aparición

Cuando aparece un ramillete de telangiectasias, se debe a que la vena reticular que se divide en los vasos capilares suele estar fallando por una insuficiencia valvular a dicho nivel y da lugar a un aumento de presión local que hace que los capilares se dilaten, se carguen más de sangre y se vean por transparencia a través de la piel.

Motivos que la pueden empeorar

  • La obesidad, una sobrecarga ponderal exige mayor cantidad de volumen arterial circulante que luego debe volver al corazón a través del sistema venoso. Esto puede sobrecargar el sistema.
  • El sedentarismo hace que no se empleen ni la bomba plantar (de la planta de los pies) ni la bomba muscular de todas las piernas con lo cual hay más tendencia al estancamiento de la sangre y más posibilidades de las arañas vasculares se hagan más numerosas y de mayor calibre y sean más visibles y molestas.
  • Los trabajos prolongados de pie, debido a que las venas están continuamente trabajando contra la gravedad, llega a producirse un agotamiento en las válvulas anti-retorno con la posibilidad de que las arañas vasculares crezcan.
  • La toma de anovulatorios, hay pacientes a los que la toma de anticonceptivos orales les produce gran impacto vascular. Se produce mayor retención de líquidos y edema y una afectación directa sobre las arañas vasculares.
  • Las situaciones de cambios hormonales en la mujer como pubertad, embarazos y menopausia también favorecen el empeoramiento de las arañas vasculares.

Prevención

Mantener un peso saludable, hacer ejercicios regulares y elevar las piernas en posición sentado constituyen tres elementos clave para prevenir, en la medida de lo posible, las arañas vasculares. Además, evitar la ropa que ajusta la cintura, la ingle o las piernas; zapatos de taco alto; y cruzar las piernas al estar sentado ayudan a mantener una buena circulación.

Diagnóstico

Además de realizar una exploración física y observar la historia clínica del paciente, existen otras pruebas útiles como la Ecografía dúplex (evalúa el flujo sanguíneo y la estructura de las venas de las piernas), ecografía triplex (utiliza el color para resaltar la dirección del flujo sanguíneo) y la Venografía por resonancia magnética (MRV) (produce imágenes detalladas de los órganos y las estructuras dentro del cuerpo).

Tratamiento

No existe ninguna alternativa que resuelva definitivamente esta patología. Dependiendo de la edad, los antecedentes familiares y otras características de cada paciente, el especialista determinará el mejor tratamiento, de una o varias técnicas. Elevar las piernas tres o cuatro veces al día durante 15 minutos y utilizar medias de comprensión son siempre dos medidas muy recomendadas.

Escleroterapia: Especialmente indicado para las arañas vasculares y las venas varicosas, este tratamiento se basa en la inyección de una solución salina o química en la vena varicosa. De esta manera, la endurece y evita que se llene de sangre.

Tratamiento láser: Funciona con las venas varicosas y las arañas vasculares. Pueden aplicarse distintos tipos de láser. La energía del láser destruye la zona enferma de la vena varicosa y ésta se cierra.

Ablación: Se introduce un catéter (un tubo fino) en la vena varicosa que calienta las paredes y destruye el tejido venoso. Así, impide que la vena transporte sangre y, finalmente, es absorbida por el organismo.

Los métodos quirúrgicos para tratar las venas varicosas consisten en la extracción de las mismas. Se resumen en tres: la fleboextracción, avulsión incisiva pequeña y flebotomía transiluminada.

Fuentes

  • Libro digital de Medicina General Integral
  • El Mundo