Aralio Hernández

Aralio Hernández
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Patriota Representativo de Minas, Camagüey
NombreAralio Hernández García
Nacimiento29 de julio de 1935
Minas, Camagüey, Bandera de Cuba Cuba
Fallecimiento24 de junio de 1958
La Caoba, Puerto Padre, Las Tunas, Bandera de Cuba Cuba
Causa de la muerteAsesinato
Nacionalidadcubana
Ciudadaníacubana
OcupaciónCarpintero
CónyugeMariela del Carmen Rivero
HijosLeonardo Hernández Rivero y Laura Hernández Rivero

Aralio Hernández García. Combatiente revolucionario cubano, miembro del Movimiento 26 de Julio y combatiente de la clandestinidad en contra de la tiranía de Fulgencio Batista. Es el patriota representativo del municipio Minas, en la provincia Camagüey.

Síntesis biográfica

Primeros años

Nació en la finca La Unión del municipio Minas, perteneciente a la provincia de Camagüey, el 29 de julio de 1935, hijo de una familia campesina.

A la edad de 9 años comenzó sus primeros estudios en una escuela rural en Las Piedras perteneciente al barrio de Redención, donde llegó a un 3er grado y luego sus padres se mudaron para dicho poblado, donde siguió estudiando hasta alcanzar el 6to grado, siempre le gustó el oficio de carpintero, donde pasaba su mayor tiempo realizando diferentes trabajos de esta labor, luego al mudarse la familia para la localidad de Minas, continúa trabajando en un taller donde mejoró sus conocimientos de carpintería.

Un tiempo después crea en su casa un pequeño taller donde hacía algunos trabajos, también se inclinaba a la electricidad, realizando algunos trabajos e inventaba pequeños objetos. A la edad de 18 o 19 años se enamoró de Mariela del Carmen Rivero, con la que mas tarde tuvo dos hijos: Leonardo y Laura.

Trayectoria revolucionaria

En el año 1955 se trasladó para Santa Lucía con su hermano Francisco, que tenia un bar y se puso a trabajar en el barrio como carpintero, haciendo trabajos particulares donde era solicitado.

En 1956 se incorporó al Movimiento 26 de Julio realizando actividades en la clandestinidad relacionadas con el movimiento, efectuando sabotajes, reparando las armas que recogían en la zona y cargando cartuchos de escopeta con plomos que el mismo derretía. Ya en el año 1957 decide trasladarse nuevamente a la Playa Santa Lucía, teniendo en cuenta que era un mejor lugar para realizar sus acciones revolucionarias, para ese entonces se encontraba casado con una muchacha de esa localidad.

En una ocasión se fue con un grupo de compañeros al central de Manatí y entraron en el y apagaron las luces, desarmaron un guardia jurado que se encontraba de centinela y cortaron las líneas telefónicas del Central. En otra oportunidad detuvieron un tren que iba cargado de caña y ordenó bajar la tripulación, poniendo en marcha dicho tren rumbo al central, con el objetivo de que se produjera un descarrilamiento, además cortaron las líneas telefónicas para que no hubiese comunicación, descarrilándose en el primer ramal que se encontró dicho tren. Otra acción realizada por él, fue en la carretera de la playa de Santa Lucía, donde asaltaron el vehículo de un delator y le prendieron fuego, en este hecho fue reconocido por el delator y tuvo que alzarse en el monte, ya que este lo denunció, en el monte participó en diferentes acciones en las que podemos destacar algunas como el caso del JEEP que tirotearon en las nuevas colonias de Manatí donde hubo dos muertos y dos heridos, entre los heridos se encontraba un teniente de la tiranía batistiana.

En varias ocasiones participó en La Victoria de Las Tunas en misiones que cumplía por orden de su jefe, arriesgando su vida constantemente, ya que era muy conocido por guardias de la tiranía. Ya para ese entonces tenía una hija y la mujer embarazada; siempre fue un compañero dispuesto a enfrentar el peligro, esta fue la causa de caer prisionero, el día que salió con un compañero conocido por el habanero a cumplir una misión. Esta consistía en esperar una máquina con rumbo a Camagüey cargada con medicamentos y parque para los alzados el cual tenían que esperar en un lugar conocido por La Caoba, pero por llegar al lugar antes de la hora conveniada, decidieron darse un baño en el río conocido por La Rosalía,que estaba próximo al terraplén y protegido por una maleza densa. Estando bañándose fue sorprendido por una pareja del ejercito y lo hicieron prisionero, pero sus convicciones revolucionarias lo mantuvieron firme para nunca delatar a sus compañeros.

Muerte

Su muerte se produce el 24 de junio de 1958 en La Caoba, municipio Puerto Padre, en la provincia de Las Tunas.

Fuentes