Archipiélago de Cabrera

Archipiélago de Cabrera
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Archipiélago de España
Coordenadas: 2°57′E
EntidadArchipiélago
 • PaísBandera de España España
 • MarMediterráneo
 • IslasBaleares
Superficie 
 • Total15 69 km²
Archipielago de cabrera.jpeg

Archipiélago de Cabrera. Compuesto por 19 islas o islotes, y situado a sólo 15 kilómetros de la costa sur de Mallorca, constituye el mejor exponente de ecosistemas insulares no alterados del Mediterráneo español. El archipiélago posee más de 450 especies botánicas, 200 de peces y numerosos invertebrados endémicos y es escala en la ruta migratoria de más de 150 especies de aves.

Sus ricos fondos marinos, con delfines, tortugas, cormoranes, águilas pescadoras y la endémica "sargantana balear" (estilizada lagartija negra) la hacen lugar ideal para el buceo, con dos lugares reservados a tal efecto; Cala Galiota y Es Dimoni. Pero en cualquier caso está rigurosamente prohibidas actividades como la pesca deportiva, la caza o simplemente recolectar plantas, minerales o cualquier otra especie protegida.

Desde 1991 la isla de Cabrera y los otros pequeños islotes que componen este paraíso fueron declarados Parque Natural Marítimo y Terrestre. Desde entonces, y en pro de la protección de su flora y fauna, las visitas a la misma se han controlado por parte de ICONA (Instituto Nacional para la Conservación de la Naturaleza). La maravillosa naturaleza intacta de Cabrera ofrece una costa recortada en bellísimas calas, con tan sólo una playa de arena en su litoral oriental.

Historia

La isla de Cabrera y los islotes mayores han sido visitados por las principales civilizaciones mediterráneas: Fenicios, Cartagineses, Bizantinos y Romanos. Durante los siglos XIII y XIV, Cabrera y su puerto eran utilizados por piratas Berberiscos como base desde donde atacar las costas mallorquinas. De ahí, que ya en el siglo XIV, se construyera un castillo en la entrada del puerto, que evitaba el uso del puerto como base pirata y permitía una mayor vigilancia de las aguas cercanas a Mallorca.

En 1808 estalló la Guerra de Independencia de España. Los soldados franceses que fueron hechos prisioneros durante esta guerra terminaron encarcelados en la isla de Cabrera. En realidad no había ningún edificio que pudiera llamarse cárcel, la cautividad era el propio aislamiento de la isla. Este cautiverio terminó en 1814 al firmarse la paz. En recuerdo a estos prisioneros se erigió un monolito en la isla. A finales del siglo XIX la isla de Cabrera pasó a ser propiedad privada. Los dueños, familia Feliu, intentaron el cultivo de vid en la isla. Para ello construyeron una bodega, que se utiliza actualmente como museo.

En 1916 el archipiélago es expropiado por intereses de defensa. Se establece en la isla de Cabrera una pequeña guarnición. La isla se utilizaría hasta su conversión en Parque Nacional como área de práctica de tiro. Esta presencia militar protegió el entorno natural al evitar que el archipiélago fuese objeto de especulación inmobiliaria. En marzo de 1991 fue declarada Parque Nacional Marítimo y Terrestre.

Geografía

La isla de La Cabrera es la más importante de todo el archipiélago de islotes que la rodean, además de la que le da nombre. Tiene un litoral extremadamente recortado, con un perímetro de 39 kilómetros y unos acantilados de gran belleza. Los materiales que forman estas islas son las calizas, margas y dolomias, similares a las de Mallorca. No en vano, el archipiélago es la prolongación de la Sierra de Levante mallorquina, a la que se encontraba unida hace unos 12.000 años. El Parque Nacional Marítimo terrestre del Archipiélago de Cabrera se encuentra ubicado al sur de Mallorca y está formado por 19 islas menores e islotes, con una superficie de 1318 hectáreas terrestres, además de la zona marina que lo rodea, con una superficie de 8.703 hectáreas marítimas.

La primera isla que se encuentra, después de aproximadamente una hora de navegación rumbo sur, saliendo de la Colònia de Sant Jordi o de Portopetro, es na Foradada donde hay uno de los tres [[faro|faros del archipiélago. A continuación se encuentran S'Illot Pla, Na Pobra, Na Plana y L'Esponja, conjunto de pequeñas islas e islotes que preceden a la Illa dels Conills, la segunda en superficie del archipiélago, y a Na Redona, pequeña isla situada más al sur y más próxima a la isla más grande, Cabrera.

El puerto natural de Cabrera es el punto de llegada a la isla. Es Port se encuentra ubicado al noroeste de la isla y el Cap de Llebeig y su faro son punto de referencia para los barcos que quieren entrar en el puerto. La silueta del castillo de Cabrera sobre una colina, la pintoresca zona del muelle, la playa y las aguas transparentes de una gran variedad cromática son características que convierten al mejor refugio natural de la isla en un paraje extraordinariamente atractivo.

Para ir a Cabrera con embarcación propia es necesario solicitar un permiso de navegación a la dirección del Parque, y si se quiere fondear y pasar la noche en el puerto se debe solicitar un permiso de fondeo que está limitado a 50 embarcaciones por día, con un período máximo de estancia que oscila entre uno y siete días según la época del año. El fondeo se realiza utilizando un sistema de boyas para proteger los prados de posidonia que se encuentran en la zona del puerto.

Otra forma de conocer Cabrera es con las barcas turísticas que salen durante los meses de verano del puerto de la Colònia de Sant Jordi y de Portopetro. Las visitas están limitadas a un número máximo de 200 personas por día, excepto el mes de agosto en el que el límite se amplía hasta las 300 personas diarias. La jornada permite visitar la zona del muelle, la playa, el castillo, el museo y el monumento a los franceses, entre otros lugares de interés. En el trayecto de vuelta las embarcaciones se introducen dentro de Sa Cova Blava permitiendo el baño en este espectacular lugar de una luminosidad sorprendente.

Cabrera es un paraíso para el buceo deportivo habiéndose acotado dos zonas, Cala Galiota y Es Dimoni, en las que se permite su práctica. Todos los Recursos naturales están protegidos y por tanto no se permite la pesca deportiva, ni la caza, como tampoco se permite recolectar productos naturales, ni extraer ningún mineral.

Flora y fauna

Los animales y plantas que habitan el archipiélago de Cabrera han evolucionado de forma ligeramente diferente dependiendo de las condiciones ambientales singulares de cada isla o islote, apareciendo razas y variedades endémicas propias. Es el caso de la lagartija (Podarcis lilfordi), de la cual hay actualmente diez subespecies endémicas, exclusivas de diferentes islas o islotes.

Las aves marinas, como la pardela balear (Puffinus mauretanicus), la gaviota de Audouin (Larus audouinii), la pardela cenicienta (Calonectris diomedea) y el cormorán moñudo (Phalacrocorax aristotelis); y las rapaces, como el águila pescadora (Pandion haliaetus), el halcón marino (Falco eleonorae) y el halcón común (Falco peregrinus), son uno de los valores naturales más importantes del parque, al que hay que añadir el paso de más de 130 especies de aves migratorias.

La vegetación más característica de Cabrera es el monte bajo de acebuches (Olea europea silvestris) y sabinas (Juniperus phoenicea), aunque se encuentran algunas zonas extensas de pinar.

Tamaño

Cabrera tiene una superficie de 17 km2, rodeada por una costa de 54 km, una distancia de norte a sur de 7 km y de este a oeste de 5 km, siendo su punto más alto de 172 m.

Habitantes

Hasta hace setenta años, doce familias mallorquinas habitaban la isla, cultivando las 55 has. de terreno agrícola. Después pasó a ser propiedad del Ejército, hasta su conversión en Parque Nacional en 1991. En la actualidad se mantiene un destacamento militar de 12 hombres para el mantenimiento de equipamientos e infraestructura.

Clima

En Cabrera, el clima es de tipo mediterráneo semiárido, con una temperatura media de 17º C, veranos muy calurosos y secos, e inviernos suaves y poco lluviosos. Las precipitaciones medias son de 334 mm. al año.

Valores naturales

Archipiélago constituido por una isla principal: Cabrera, seis islas menores y una docena de pequeños islotes. Supone la prolongación emergida de la Sierra de Levante mallorquina y posee un relieve accidentado y un contorno irregular.

Cultura

Entorno cultural

Además de sus valores naturales, posee otros de carácter cultural como un Castillo del siglo XIV, declarado monumento histórico-artístico, y yacimientos arqueológicos terrestres y subacuáticos.

Visitas

El Parque puede visitarse desde las embarcaciones que parten de la Colonia de Sant Jordi y de Porto Petro. Para visitas en embarcaciones particulares es necesaria la autorización de la Administración del Parque; el acceso está limitado a una cantidad de embarcaciones al día.

Atractivos

Lo primero que se divisa al llegar a la isla es el faro y su pequeño puerto natural muy recogido y abrigado por los vientos. Este encantador puerto en el que sólo se encuentra algún barco o velero anclado, está rodeado por una sucesión de acantilados, cabos, calas, playas de arena y cuevas que ofrecen una preciosa estampa.

Sobre una colina se divisa la silueta del Castillo fortaleza medieval construida en el siglo XIV como defensa ante los ataques de piratas berberiscos tan frecuentes en la época y que se mantendría siglos cumpliendo esta función. Cuando los vigilantes oteaban un barco pirata, lo comunicaban con señales de fuego a las atalayas del sur de Mallorca, y de allí al resto de la isla. El trabajo de ser vigía en esta época, cuentan que era más temido que ser condenado a las galeras. En 1809, con la primera derrota de los ejércitos de Napoleón en la batalla de Bailen, durante la Guerra de la Independencia, este castillo se convierte en prisión para los soldados franceses, cuyo duro cautiverio se prolongó cinco años. Una visita al castillo, su Museo y el Monumento a los prisioneros franceses recuerdan estos trágicos acontecimientos.

En cualquier caso, lo más atractivo de la isla es su propia costa. Por lo que la parte más importante de la visita se concentra en sus acantilados, cuevas submarinas y playas vírgenes con sus aguas cristalinas, donde podremos apreciar la naturaleza excepcional y las numerosas especies que pueblan la isla. Espectáculo que no disfrutaríamos si fuera éste un concurrido enclave turístico.

Una visita que no debe uno perderse es la de Cova Blava llamada así por el color de sus aguas, ya que Blava en mallorquín significa azul. A esta bellísima cueva, situada cerca del puerto, junto a Cala Gandulf, sólo se puede acceder por el mar. El juego de luces y reflejos del agua de su interior ofrecen un bellísimo espectáculo. Nadar en este espectacular enclave es una experiencia inolvidable.

Enlaces externos

Fuentes