Ardilla

Ardilla
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Clasificación Científica
Reino:Animalia
Clase:Mamíferos
Orden:Roedores
Familia:Esciúridos


Ardilla. Es el nombre común que se aplica a determinadas especies de roedores que pertenecen a una familia que comprende a las ardillas arborícolas, las ardillas terrestres, las marmotas, las ardillas listadas, las ardillas voladoras o planeadoras y los perritos de las praderas. Dentro del grupo de las ardillas arborícolas y las terrestres se incluyen unas 230 especies y en el grupo de las ardillas voladoras se incluyen unas 43 especies.

Las especies arborícolas comunes en América Latina se clasifican en cuatro grandes grupos: las ardillas pigmeas y guerliguetos, las ardillas menores de Sudamérica, las medianas del norte y las Antillas (presentes incluso en Centroamérica) y las ardillas mayores de Sudamérica.

Características

El tamaño de estos animales es variable; las más pequeñas son las ardillas pigmeas africanas, que miden unos 13 cm de longitud, y las más grandes son las ardillas gigantes de Asia, que miden cerca de 90 cm de largo. Las ardillas están distribuidas por todo el mundo, excepto Australia.

La ardilla es un mamífero roedor, mide entre 35 y 45 cm de longitud, de las que casi la mitad pertenecen a la cola. En las extremidades delanteras, el pulgar es reducido, pero los otros 4 dedos están bien desarrollados y dotados de largas, curvadas y afiladas uñas. Su cabeza es graciosa; en ella sobresalen los ojos brillantes y la boca en la que los dientes están muy desarrollados y salientes. Si se les captura jóvenes a las ardillas, es posible domesticarlas y una ardilla resulta un animal doméstico muy sensible y cariñoso.

Alimentación

Se alimentan de semillas, cortezas, frutos secos, brotes tiernos y bellotas, que entierran durante el verano en el suelo a unos centímetros de profundidad, para luego alimentarse de ellos durante el invierno. Este almacenamiento no lo hacen las ardillas en un solo punto, sino que lo reparten en una extensa zona del lugar en el que viven.

Hábitat y Comportamiento

Las ardillas establecen su nido en los huecos de los árboles o en un hueco del ramaje, y en ocasiones, en los nidos desocupados de algún grajo (pájaro parecido al cuervo), urraca o ave de rapiña. Es curioso ver como cubren su nido por arriba con una cúpula de ramas muy entrelazadas, que tapizan del musgo para evitar que entre la lluvia en su casa.

El nido de las ardillas tiene dos entradas y dentro de esta casa las ardillas hembras dan luz entre 3 y 4 crías. Las crías de ardilla son muy pequeñas; no tienen pelo cuando nacen y tienen los ojos cerrados. La madre los amamanta durante 10 semanas y, poco a poco, les enseña moverse entre las ramas del árbol en el que viven. Su adiestramiento depende del buen desarrollo de su cola, ya que en la ardilla esta constituya el elemento esencial para mantener el equilibrio en los asombrosos saltos que efectúa de un árbol a otro. A los 5 o 6 meses ya se les puede considerar adultas, pues su cuerpo y cola ya habrán adquirido su total desarrollo.

Su actividad es en gran medida diurna. Se desliza rápida y silenciosamente por las copas de los árboles, con increíble agilidad; salta con facilidad a los árboles o arbustos vecinos, sube o baja a toda velocidad por los troncos. La ardilla desarrolla su máxima actividad en la época de celo, cuando los machos organizan auténticas "cacerías de hembras" por las copas de los árboles. Durante el resto del año, en cambio, prefieren la vida solitaria.

Las ardillas de países muy fríos hibernan. Esto quiere decir que duermen durante todo el invierno envueltos en su cola. Sin embargo, su sueño nunca es muy profundo, y cualquier peligro, o sencillamente su apetito, les hace espabilar rápidamente para escapar o hurgar en el suelo a la búsqueda de su dispensa subterránea de frutos que enterró durante el verano.

Reproducción

Los períodos principales de reproducción se sitúan en primavera y a principios de verano. Suelen parir, tras 28 días de gestación, 4 ó 5 crías, como máximo 7, dos veces al año.

Los pequeños nacen desnudos y ciegos. La mayoría de las veces, las hembras preñadas construyen "nidos de recambio", de forma que, si son molestadas, pueden trasladar enseguida allí a las crías.

Emite un chillido estridente al que le sigue una voz ronca o un gemido. También se le escucha una especie de "chuc chuc chuc" seco y rápido. Las crías producen también un sonido muy agudo similar a un chillido.

Véase también

Fuentes