Arteriopatía coronaria

Arteriopatía Coronaria
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Estrechamiento de los vasos sanguíneos del corazón
Región de origen:El corazón

Arteriopatía Coronaria. Es un estrechamiento de los pequeños vasos sanguíneos que suministran sangre y oxígeno al corazón.

Conociendo la enfermedad

Para mantenerse sano y en buen estado, el músculo cardíaco necesita un flujo constante de sangre rica en oxígeno y nutrientes, que sólo tiene una relación indirecta con la sangre necesaria para llenar las cámaras cardíacas. La sangre llega al corazón a través de dos arterias coronarias principales, y lo nutre a través de una red ramificada de vasos sanguíneos más pequeños situados en la superficie del músculo cardíaco.

Pueden formarse depósitos de grasa o ateromas que estrechan las arterias, y este estrechamiento de los conductos de paso de sangre forma parte de un trastorno denominado aterosclerosis. Si se produce un estrechamiento de las arterias coronarias, es posible que éstas no logren llevar al corazón la cantidad suficiente de oxígeno y otros nutrientes. Además, la sangre que fluye por las arterias puede formar un coágulo o trombo, que puede obstruir la arteria. En respuesta a cualquier tensión física o psicológica, el corazón late con mayor rapidez y la presión arterial aumenta. El corazón necesita más oxígeno y nutrientes, pero las arterias coronarias intensamente estrechadas u obstruidas no pueden satisfacer estas necesidades. La discrepancia resultante entre la demanda y el aporte causa una angina de pecho. Si el flujo sanguíneo correspondiente a una parte del músculo cardíaco sufre una reducción brusca como consecuencia de la formación de un coágulo en una de las arterias coronarias, se producirá un infarto del miocardio.

Síntomas

Es altamente probable que la arteriopatía coronaria no produzca síntomas, en especial en las etapas iniciales. Respecto a los síntomas identificables que finalmente se producen, véanse los artículos correspondientes a angina de pecho e infarto de miocardio.

Riesgos

La arteriopatía coronaria es frecuente en los países desarrollados, en donde es causa de un 30% de la mortalidad total. Afecta en mayor medida a los varones que a las mujeres. La incidencia de la enfermedad es mucho más baja en los países pobres. Éstos son algunos otros hechos que pueden ayudarle a determinar la probabilidad de que sufra una arteriopatía coronaria: 1. Hay más hombres jóvenes que mujeres jóvenes que sufren arteriopatías coronarias, pero el riesgo en las mujeres aumenta después de la menopausia, y en las mujeres de más de 65 años la incidencia es casi igual que en los varones. 2. Si usted es fumador, la probabilidad de presentar la enfermedad es como mínimo del doble respecto a la población de no fumadores. Las muertes causadas por este trastorno en el grupo de edad de 35 a 45 años son cinco veces más frecuentes en los fumadores. 3. El riesgo es más alto si hay hipertensión o diabetes. Los varones diabéticos tienen una vulnerabilidad del doble de la de los demás varones, y las diabéticas tienen una probabilidad de presentar la enfermedad equivalente a cinco veces la del resto de las mujeres. 4. La arteriopatía coronaria parece agruparse en familias. El riesgo es más alto si varios familiares han sufrido el trastorno. 5. La obesidad aumenta el riesgo. 6. Si tiene un trabajo sedentario, puede tener una propensión superior a la de las personas cuyo trabajo incluye una actividad física enérgica. 7. Una mujer mayor de 35 años que toma píldoras anticonceptivas y fuma presenta mayor riesgo de sufrir arteriopatía coronaria.

Cuando existe una arteriopatía coronaria y no se trata, la obstrucción arterial va en aumento. Con la aparición súbita de un coágulo, la irrigación del corazón puede reducirse de tal forma que se produzca un infarto de miocardio, que en ocasiones es mortal. Sin embargo, incluso después de haber sufrido un infarto de miocardio grave, puede haber una recuperación parcial o completa, en función de la importancia de la lesión muscular sufrida. Sin embargo, el músculo cardíaco puede sufrir lesiones tan importantes que aparece un debilitamiento de la acción de bombeo, lo que determina la aparición de insuficiencia cardíaca.

Muchas personas viven años con una arteriopatía coronaria y no tienen ningún problema. Otras pueden verse forzadas a modificar sus actividades a causa de los episodios repetidos de angina. Muchos pueden llevar una vida relativamente activa siempre que mantengan la enfermedad bajo control y tomen una medicación que facilite el restablecimiento del equilibrio entre la demanda de oxígeno y nutrientes y la capacidad de las arterias coronarias estrechadas u obstruidas. Algunas personas deben mantener un estilo de vida con muchas más limitaciones, cuidando de evitar la tensión física o emocional, incluso leve. De todos modos, si pueden conseguir una buena adaptación emocional, incluso las personas con una enfermedad grave pueden disfrutar de la vida.

¿Arteriopatía Coronaria, que hacer?

La arteriopatía coronaria es mucho más fácil de prevenir que de tratar (véase Prevención de las enfermedades cardíacas). Para algunas recomendaciones respecto a lo que debe hacerse al experimentar alguno de los síntomas principales de una arteriopatía coronaria, véanse los artículos correspondientes a Angina de pecho e Infarto de miocardio. Si le preocupa la posibilidad de que tenga usted un riesgo de sufrir este trastorno, empiece adoptando medidas de prevención. Con demasiada frecuencia, la manifestación de la enfermedad es la muerte súbita. Las siguientes recomendaciones de autoayuda son útiles si sufre ya un problema cardíaco o si desea aumentar las posibilidades de evitarlo.

Si quiere revisar el estado de su corazón, consulte a su médico, quien, después de explorarle, es posible que decida solicitar algunas de las pruebas mencionadas en el artículo sobre la angina. También debe solicitar una determinación de la presión arterial cada vez que acuda al médico (véase Hipertensión arterial).

Tratamiento de la Arteriopatía Coronaria

Autoayuda: si tiene usted síntomas, las medidas de prevención que se explican en el artículo sobre Prevención de las enfermedades cardíacas pueden resultar beneficiosas de todos modos. El control de la dieta y de la presión arterial, el no fumar y el ejercicio físico resultarán útiles para reducir la rapidez de progresión de la enfermedad y mejorar el estado de salud general.

Asistencia profesional: el médico dispondrá la realización de exploraciones para evaluar la gravedad de la arteriopatía coronaria y el estado de salud general. A continuación planteará un programa de tratamiento diseñado para reducir los riesgos de aparición de un infarto de miocardio u otras complicaciones de la arteriopatía coronaria.

El tratamiento constá de tres elementos: prevención, fármacos y cirugía

Para la prevención, el médico tratará la presión arterial o el colesterol sanguíneo, si las cifras son demasiado elevadas (véase Prevención de las enfermedades cardíacas) y hará recomendaciones respecto a la dieta, el esfuerzo y la reducción de peso en caso necesario. También puede recomendar la toma de una dosis baja de ácido acetilsalicílico (aspirina), diariamente o a días alternos, para disminuir la adherencia plaquetaria y reducir la probabilidad de un infarto de miocardio. Hay, además, otros medicamentos para reducir el riesgo.

El tratamiento farmacológico para aliviar los síntomas de la arteriopatía coronaria (véase Angina de pecho e Infarto de miocardio) puede consistir en nitratos, betabloqueadores, bloqueadores del canal del calcio e inhibidores de la enzima de conversión de la angiotensina (ECA), todos los cuales reducen la carga de trabajo del músculo cardíaco. Algunos de estos fármacos ayudan también a mejorar el flujo sanguíneo por las arterias coronarias y reducen el riesgo de arritmias peligrosas. El médico vigilará la respuesta a la medicación utilizada y es posible que quiera repetir algunas de las pruebas de la función cardíaca de manera periódica si los síntomas empeoran.

El tratamiento quirúrgico de la arteriopatía coronaria puede consistir en una operación relativamente menor denominada angioplastia transluminal (con balón), o bien en una intervención de cirugía mayor consistente en un injerto de derivación arterial coronaria (véase la pantalla “Medicinas y tratamientos”).

En los casos en los que los síntomas sugieren que un coágulo ha obstruido una arteria coronaria en las 4 a 6 horas previas, el médico puede intentar restablecer el flujo sanguíneo mediante la inyección de un fármaco que disuelva el coágulo (trombolítico) en la arteria coronaria o, con mayor frecuencia, en una vena del brazo.

Nombres alternativos

Arteriopatía coronaria (CAD); Enfermedad de las arterias coronarias o coronariopatía; Enfermedad coronaria (CHD); Cardiopatía o enfermedad cardíaca arterioesclerótica

Fuentes

  • Mosca L, Benjamin EJ, Berra K, Bezanson JL, Dolor RJ, Lloyd-Jones DM, et al. Effectiveness-Based Guidelines for the Prevention of Cardiovascular Disease in Women--2011 Update: a guideline from the American Heart Association. Circulation. 2011;123(11);1243-1262.
  • Gaziano JM, Ridker PM, Libby P. Primary and secondary prevention of coronary heart disease. In: Bonow RO, Mann DL, Zipes DP, Libby P, eds. Braunwald's Heart Disease: A Textbook of Cardiovascular Medicine. 9th ed. Philadelphia, Pa: Saunders Elsevier;2011: chap 49.
  • Greenland P, Alpert JS, Beller GA, Benjamin EJ, Budoff MJ, Fayad ZA, et al. 2010 ACCF/AHA guideline for assessment of cardiovascular risk in asymptomatic adults: a report of the American College of Cardiology Foundation/American Heart Association Task Force on Practice Guidelines. Circulation. 2010;122(25)e584-e636.
  • U.S. Preventive Services Task Force. Aspirin for the prevention of cardiovascular disease: U.S. Preventive Services Task Force recommendation statement. Ann Intern Med. 2009;150:396-404.