Artrosis cervical

Artrosis cervical
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Concepto:La artrosis cervical es un cuadro clínico muy frecuente, cuya característica principal es la compresión de las articulaciones de la columna vertebral. El cartílago interpuesto entre las vértebras sufre un proceso de desgaste a partir del cual surgen las complicaciones que aparecen en este trastorno.

Artrosis Cervical. La Artrosis cervical es aquella que afecta a la columna cervical, que está formada por siete vértebras y discos intervertebrales, que son los "cojines amortiguadores" que existen entre una vértebra y otra. La Columna Cervical es la que forma el cuello y le da movilidad, está en movimiento a lo largo de todo el día ya que es fundamental para una correcta posición de la cabeza y con ella realizamos todos los giros de la cabeza. Las Vértebras que se afectan con mayor frecuencia son las del cuello y las de la Región lumbar.Los síntomas se producen como consecuencia de la compresión que ejerce el cartílago articular alterado sobre las raíces de los nervios que emergen de la columna hacia las distintas partes del cuerpo. Es una enfermedad muy común, pudiendo observarse signos de artrosis de la columna vertebral, en radiografías del 20% de las personas entre 20 y 30 años de edad, en el 80% de las personas de más de 60 años y en casi todas las personas de más de 80. El cuadro clínico de la artrosis vertebral puede ir desde la no producción de ningún síntoma en la persona que la padece hasta la aparición de dolor localizado en la región donde se presenta la afectación.

Causas

No existe una causa en concreto de la artrosis sino que se produce por un conjunto de factores, la mayor edad es un factor de riesgo que se asocia con la aparición de ese mal en las cervicales. Casi el 100% de las personas mayores de 65 años tienen signos radiológicos de artrosis cervical, aunque no en todas ellas va a dar sintomatología. Además, parece ser que hay factores hereditarios que hacen que, en determinadas familias, haya predisposición a padecerlo. Por otra parte, existen otros factores que, aunque no sean responsables directamente de la aparición de la artrosis, tienen una clara relación con ella, empeorando la evolución y los síntomas de la enfermedad. Esto es así en determinados tipos de trabajo, en los que se mantienen posturas fijas mantenidas y posiciones nocivas para la columna cervical. Deformidades esqueléticas, el sobrepeso, excesos provocados por los movimientos y cargas repetidas y traumatismos sobre la zona pudieran ser causas que provoquen la artrosis cervical.

Síntomas

La existencia de artrosis cervical no presupone dolor, se puede tener artrosis y sin embargo no tener ningún síntoma, una persona puede padecer artrosis durante muchos años sin notarlo. En el caso de tenerlos, los dos síntomas principales son el dolor en la zona posterior del cuello, pudiendo irradiarse hacia los hombros e incluso en ocasiones hacia los brazos y la limitación para mover el cuello. El dolor puede aparecer de manera aguda, es decir más o menos rápido y desaparecer en unos días, o de manera más lenta y persistir durante semanas o meses, siendo entonces un dolor crónico que puede volver a aparecer. El dolor aparece y empeora al mover el cuello, disminuyendo claramente con el reposo. El dolor puede acompañarse de sensación de rigidez del cuello, ya que la movilidad para la flexión y la extensión de la cabeza suele estar limitada.

Pueden producirse contracturas musculares como consecuencia del dolor. Con mucha frecuencia el paciente refiere crujidos al mover el cuello. Más rara es la aparición de hormigueos o sensación de quemazón en un brazo o en la mano. Esto ocurre cuando se irrita una de las raíces nerviosas que sale por uno de los orificios que dejan entre sí dos vértebras contiguas. Es excepcional que la artrosis cervical origine síntomas tan frecuentes como el Mareo, la sensación de inestabilidad y el Vértigo. Normalmente estos síntomas tienen su origen en problemas neurológicos, de visión y en alteraciones en el Oído o en el órgano del equilibrio, que se sitúa en la proximidad del órgano de la audición. Además, con mucha mayor frecuencia son los estados de Ansiedad, que se acompañan de mala relajación y tensión muscular, o los estados de Depresión, los responsables de estos síntomas de mareo, aunque este origen psicológico de los síntomas sea difícil de reconocer y de aceptar por parte de los pacientes. Por lo tanto, no se debe aceptar el hecho de que se atribuyan los problemas de mareo a “tener mal las cervicales”.

Síntomas Generales

En resumen los síntomas generales suelen ser:

  • Dolor crónico en la zona cervical.
  • Rigidez del cuello y molestia al mover la cabeza.
  • La persona afectada experimenta dificultades para mover el cuello y la cabeza debido a una compresión de las raíces nerviosas.
  • La rigidez del cuello y las dificultades para mover la cabeza aumentan cada vez más
  • El dolor se extiende hacia la nuca, el hombro o el brazo.
  • Dolor de cabeza.
  • Entumecimiento del brazo, antebrazo y, en algunos casos, de la mano.
  • La persona afectada puede sufrir mareos si las arterias vertebrales son comprimidas por los osteofitos (protuberancias del hueso provocadas por la artrosis).

Diagnóstico

El dolor que origina la artrosis es lo que se denomina de “carácter mecánico”; es decir, que guarda relación con los movimientos. El diagnóstico se basa en la historia clínica que efectúa el médico al paciente, con el interrogatorio sobre los síntomas que padece, y la exploración física del cuello. Esto se complementa con la práctica de una radiografía de la columna cervical, en la que el médico puede apreciar la existencia de los signos típicos del padecimiento. En ocasiones es necesario realizar un escáner o una resonancia magnética.

Pronóstico

En cuanto al dolor el pronóstico es bueno, aunque puede persistir cierta limitación de la movilidad de la Columna Cervical. No obstante la evolución de la artrosis es lenta y puede llevarse una vida absolutamente normal.

Algunos consejos

Aunque no existe ningún tratamiento curativo para la artrosis, debe seguirse un tratamiento adecuado con el fin de controlar el dolor y conservar la movilidad. Por lo que además de un tratamiento farmacológico son muy importantes los consejos posturales y la realización de gimnasia para el fortalecimiento de la musculatura, otra de las formas de tratamiento de la artrosis cervical, es mediante ejercicios físicos como medio terapéutico.

Consejos posturales

  • El calor, a temperatura de 37º-38º, en sus diversas modalidades como baños, manta eléctrica, etc., tiene poder analgésico y actúa como relajante muscular, siendo útil en las cervicalgias (dolor de cuello) agudas.
  • El uso de una almohada que rellene la concavidad cervical y no sea excesivamente alta.
  • Evitar los esfuerzos físicos y posturas forzadas como por ejemplo al coser, en los viajes largos en coche o delante del ordenador no mantener el cuello flexionado durante mucho tiempo.
  • Evitar cargar pesos como por ejemplo bolsas de la compra, si hay que llevar peso es preferible el uso del carro de la compra.

Fisioterapia

  • La gimnasia pretende conseguir una Columna Cervical móvil, y flexible. Debe realizarse sin ocasionar dolor y siempre que la sintomatología aguda haya desaparecido.
  • El masaje es útil cuando existen contracturas musculares, preparando al músculo para los ejercicios.

Fuentes