Ashoka

Ashoka
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Reinado 269-232 a. n. e.
Coronación 269 a. n. e.
Otros títulos emperador
Nacimiento 304 a. n. e.[1]
Pataliputra[1]
Fallecimiento 232 a. n. e.[1]
Pataliputra[1]
Entierro Incinerado y sus cenizas arrojadas al río Ganges
Predecesor Bindusara[1]
Sucesor Dasaratha Mauria
Consorte Asandhimitra
Cónyuge/s Devi
Karuvaki
Padmavati
Tishyaraksha
Descendencia Mahendra
Sanghamitra
Tivala
Kunala
Jaluka
Charumati
Dinastía Mauria
Padre Bindusara
Madre Subhadrangui


Asoka o Ashoka Vardhana (304-232 a. n. e.) fue el tercer emperador mauria. Era hijo del rey Bindusara y nieto del rey Chandragupta Mauria.

Ashoka fue el primer emperador que reinó sobre la mayor parte del subcontinente indio (entre el 269 y el 232 a. n. e.),[2] desde la actual Afganistán hasta Bengala y también hacia el sur, hasta la actual Mysore.[3]

Alrededor de 260 a. n. e., Ashoka emprendió una destructiva guerra contra el estado de Kalinga,[4] y lo conquistó, cosa que no había logrado ninguno de sus antecesores.[5] Después de presenciar las matanzas de la guerra, Ashoka se convirtió gradualmente al budismo.[4]

Nombre y etimología

  • aśokavardhana, en el sistema AITS (alfabeto internacional para la transliteración del sánscrito).[6]
  • अशोकवर्धन, en escritura devanagari del sánscrito.[6]
  • Pronunciación:
    • [ashóka vardhána], en idiomas actuales de la India
    • [ashoká várdhana], en sánscrito clásico.[6]
  • Etimología: ‘el que aumenta el alivio de la aflicción’, siendo:[6]
    • aśoka: ‘que no causa tristeza’[6]
      • a: partícula negativa[6]
      • śoká: ‘ardor, calor’ o ‘escozor, sufrimiento, desconsuelo, ahogo, quebranto, sinsabor, disgusto, dolor, desasosiego, remordimiento, tristeza, aflicción, angustia’, ya en el Rig-veda (el texto más antiguo de la India, de mediados del II milenio a. n. e.). En los Puranas, Shoka también es la personificación del pesar, hijo de la Muerte, o hijo de Drona y Abhimati.[6]
    • vardhana: ‘que aumenta’.[6]

Ascenso al poder

La muerte del rey Bindusara llevó a una guerra de sucesión. Según el Divia-vandana, Bindusara quería que le sucediese su hijo Susima, pero Ashoka obtuvo el apoyo de los ministros brahmanes de su padre, que encontraban a Susima demasiado arrogante.[7] Un ministro llamado Radhagupta parece haber jugado un importante papel en el acceso al trono de Ashoka. La coronación tuvo lugar hacia el año 269 a. n. e.[8]

Conquista de Kalinga

Kalinga era un estado de la costa este de la India (en la actual Orissa), de monarquía parlamentaria. Ashoka emprendió la guerra de conquista, ocho años después de su coronación. La guerra ocasionó más de 100 000 muertos y 150 000 deportados. Cuando Ashoka celebraba su victoria, paseando por los jardines de Kalinga, quedó conmovido ante el número de cadáveres, y los lamentos de los familiares de los muertos.[9]

Conversión al budismo

El edicto XIII de los Edictos de Ashoka refleja el gran remordimiento que sintió el rey tras observar la destrucción de Kalinga:[10]

Su Majestad siente remordimientos a causa de la conquista de Kalinga, ya que durante la subyugación de un país previamente invicto, se produjeron masacres, muertes y deportaciones, por las que su Majestad siente profunda tristeza y dolor.

La terrible guerra con Kalinga transformó al vengativo emperador Ashoka en estable y pacífico mecenas del budismo.[11]

Si se convirió o no al budismo no está aclarado,[12] a pesar de la tradición budista que lo afirma. De acuerdo con el eminente indologista, A. L. Basham, la religión personal de Ashoka llegó a ser el budismo, al menos después de la guerra con Kalinga, pero el dharma que él propagó no era budismo.[13]

Sin embargo, su patrocinio condujo a la expansión del budismo durante su mandato en el Imperio mauria, en otros reinos, y en el mundo entero hacia 250 a. n. e.[14]

El redescubrimiento de Ashoka en el siglo XIX

Hasta el siglo XIX, Ashoka era simplemente un nombre más en las genealogías inventadas de los reyes indios del periodo budista. Varios eruditos europeos de la época también tradujeron relatos budistas de la literatura india. Estos relatos mostraban las doctrinas budistas, así como las historias y biografías legendarias de la doctrina. En estas fuentes budistas ―procedentes de Ceilán, Tíbet y China― presentes en relatos como el Divia-avadana, el Aśoka-avadana, el Maja-vamsa y otros, aparecía la figura de un gran rey Ashoka. A causa de la existencia de varias historias de este tipo consideradas de poco rigor histórico, ya que se creían procedentes de la cultura popular, se tomó a la figura de Ashoka como legendaria y no se le dio credibilidad. La historia habitualmente lo describía como un príncipe cruel que asesinó a sus hermanos para ascender al trono, pero que tras su sangrienta conquista de Kalinga (en la costa este de la India, actualmente en el estado de Orissa), Ashoka se convirtió en un budista pacifista, y contribuyó a la difusión del budismo, reinando desde ese momento de una manera justa y pacífica.

Primeras evidencias históricas

En el año 1837, el arqueólogo y filólogo James Prinsep tradujo una antigua inscripción de un gran pilar de piedra situado en la ciudad de Delhi (en el norte de la India).[15]

La escritura de la inscripción era el brahmi, la escritura más antigua de la India, que se utilizaba para escribir el sánscrito y el prákrito. Se trataba de una versión ancestral del brahmi, que durante los siglos había evolucionado de tal manera que estas primeras inscripciones eran ilegibles. La inscripción reveló una serie de edictos proclamados por un rey que se autoproclamaba Devanampiya Piyadasi (‘el amado de los dioses, rey Piyadasi’). Debido a las referencias budistas que encontró, el investigador creyó inicialmente que Devanampiya Piyadassi era un rey de Sri Lanka. Pero en el mismo año James Prinsep tuvo oportunidad de leer dos de las crónicas más antiguas de la historia de Sri Lanka, el Dipa-vamsa y el Maja-vamsa, compuestas por monjes budistas. En las crónicas se deducía que el título de Piyadassi se le atribuía al famoso rey Ashoka.[16]

Se conocen otros pilares y rocas con inscripciones, y durante las siguientes décadas se irán descubriendo y traduciendo más edictos del monarca. La fuente de la mayoría de nuestros conocimientos sobre Ashoka son estas numerosas inscripciones que hizo grabar en pilares y rocas por todo su imperio, mayoritariamente en idioma magadhi (una lengua prácrita) en escritura brahmi (y a veces en caracteres kharosthi), pero también en griego y en arameo.[17]

Además de que estas inscripciones representan las primeras muestras de la notación escrita de una lengua india y que esta misma escritura originó todas las lenguas semisilábicas presentes actualmente en suelo indio (como la escritura devánagari), favorecieron la propagación de la ética budista y fomentaron la no violencia y la adhesión a la doctrina del dharma, el deber o comportamiento justo. Se observa también la importancia dada a una lengua vulgar y vernácula, el prácrito, en detrimento de la lengua «noble» y literaria, el sánscrito, demostrando así una preocupación por ser comprendido por el pueblo.

Fue en 1915 cuando se tradujo un edicto que mencionaba el nombre de Ashoka y así se confirmó definitivamente su identidad.

Mito y realidad

Tal fue Ashoka, el más grande de los reyes. Él fue de lejos un avanzado a su época. No dejó ni un príncipe ni una organización de hombres para continuar su trabajo, y a un siglo de su muerte los grandes días de su reino se habían convertido en un recuerdo glorioso en una India descompuesta y decadente.
H. G. Wells, A short history of the world

La interpretación que se hizo en un primer momento es precisamente la que H. G. Wells muestra en este fragmento: que Ashoka había sido un avanzado a su tiempo y un gran devoto del budismo, y por eso habían fracasado sus sucesores. Se aceptó la historia que empieza con Ashoka descrito como un guerrero sanguinario, ya que muchas fuentes budistas lo describen así. Según el Ashoka-vadhana, Ashoka construyó una prisión donde se dedicaba a torturar personalmente a los presos. En el mismo texto se nos cuenta cómo intentó torturar a un monje budista que parecía inmune al sufrimiento. Ashoka, impresionado, se convirtió al budismo, destruyó la prisión y se propuso construir 84 000 stupas budistas por todo el imperio.[18]

Otras fuentes afirman que fue después de las devastadoras consecuencias de su guerra en Kalinga, durante el octavo año de su reinado, se sintió tan culpable que esto lo llevó a convertirse al budismo, influido según las fuentes por su esposa o concubina Devi. Desde ese momento se dedicó a propagar la política del dharma budista por su imperio y envió misioneros a lugares lejanos, tales como la isla de Ceilán, convertida por su hija Sanghamita y su hijo (o hermano) Mahinda, citados solamente en las crónicas cingalesas, e ignorados en las inscripciones indias que no mencionan más que a tres de sus hijos: Tuara, Kunala y Yalauka. Desde entonces, defendió una política pacífica emitiendo una serie de edictos dirigidos al pueblo. Un reinado que conoció una política oficial de ajimsa (‘no violencia’),[19] llegando a construir hospitales para animales y restaurar las carreteras principales de la India, convirtiéndose también Ashoka probablemente en el gran difusor del vegetarianismo en el país.[20]

Así pues, los estudios de los siglos XIX y primera mitad del XX y otros posteriores basándose en estas fuentes, describen su conversón al budismo como una «iluminación». Pasó de ser Chanda Ashoka (Ashoka el Cruel) a ser Dhamma Ashoka (Ashoka el Piadoso). El monarca que amplió la capital, Pataliputra (la actual Patna), hizo construir un palacio al estilo persa y convocó el Tercer Concilio Budista (233 o 243 a. n. e.).

Ashoka, históricamente, fue un ferviente propagandista del budismo, pero no necesariamente por motivos píos. Hay toda una línea de historiadores, como la especialista Romila Thapar, que consideran el dharma de Ashoka como una religión para ser utilizada como símbolo de una nueva unidad imperial y una fuerza cohesionadora para unir los variados y heterogéneos elementos de un imperio. O sea, que Ashoka se sirvió del budismo para la consolidación política y económica de su gobierno. Y es que los edictos de Ashoka y los textos budistas no terminan de coincidir con la imagen proyectada.[21]

El budismo permitía a Ashoka una nueva política social bien definida, acorde al mismo tiempo con los intereses de la sociedad de la época, ya que la población no se oponía a las nuevas ideas budistas, y las nuevas clases comerciales (interesadas en las nuevas tendencias) le apoyarían, beneficiando a Ashoka, ya que no tuvo el apoyo de los ortodoxos al inicio de su reinado.[21] Así, el budismo dejó de estar perseguido.[22]

Tras el reino «iluminado» de Ashoka, la reforma del Imperio mauria fue aprovechada por los invasores, y pronto cayó en declive y se fragmentó en multitud de principados. Hasta la colonización británica (cerca de 2000 años más tarde), nunca una parte tan grande de un subcontinente estuvo unida bajo un mismo gobierno.[21]

Ashoka en la historia y la cultura popular de la India

Reconociendo el papel sin precedentes de Ashoka en la historia del país, la India hizo del capitel de las columnas de Ashoka (o lat) uno de los símbolos de la República de la India. Su simbología también la podemos encontrar en la propia bandera de la India, ya que en el centro de ésta se encuentra el ashoka chakra (la ‘rueda de Ashoka’). Ashoka aparece igualmente en monedas, e incluso protagoniza una superproducción del cine de Bollywood (Ashok) o se convierte en uno de los personajes principales de un famoso videojuego de estrategia (Civilization IV).

Los edictos de Ashoka

Antiguamente, en las cocinas del rey Piyadassi [otro nombre de Ashoka], el Bienamado de los dioses, se mataba diariamente a centenares de miles de animales por su carne. En adelante, [?], sólo se matarán tres animales: dos pavos y un ciervo, y el ciervo no siempre. Incluso en el futuro ya no se matará a estos tres animales.
Primer decreto de Ashoka

Los aśok-stambha (‘pilares de Ashoka’) son la serie de columnas distribuidas por el norte del subcontinente indio, en los que Ashoka escribió una serie de edictos. El primero se encontró entre las ruinas de la antigua Delhi en el siglo XVI. Pero también se encuentran edictos en las rocas. Hay mayores y menores en función del tamaño. De los edictos de Ashoka hay dos categorías:[21]

  • Los pronunciamentos públicos (pilares y rocas).
  • Las epístolas personales dirigidas al sangha, la comunidad de monjes budistas.

Estas inscripciones estaban ubicadas en enclaves importantes como cerca de las ciudades, rutas comerciales o centros religiosos, con lo que Ashoka se aseguraba de llegar al máximo número de gente posible. Eran preceptos morales, religiosos y prestaciones sociales en relación a hombres y animales.

Notas

Enlaces externos