Astrafobia

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Astrafobia
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Miedo a las tormentas
Clasificación:Fobia

Astrafobia. (del latín astrum, y del griego —φοβία, "temor"), también conocida como astrapofobia, brontofobia, ceraunofobia o tonitrofobia, es el miedo irracional a los truenos, relámpagos y tempestades. Es especialmente común en los niños. También suele recibir el nombre de "miedo a las tormentas".

fobia común

La astrafobia o el miedo a las tormentas- truenos y relámpagos- es una fobia muy común en niños pequeños, aunque puede suceder también en adultos.

Como mecanismo de defensa los niños suelen esconderse en lugares donde no exusten ventanas, como en un armario o debajo de la cama, por lo que es importante que sus padres les enseñen a acudir a lugares de la casa, donde sea más difícil escuchar los truenos; si los niños son mayores sera útil que conozcan las causas reales de como se producen estos fenomenos.

Tratamiento

El tratamiento de la astrafobia es similar al de todas las demás fobias: exponer al paciente a lo temido de forma gradual es el método más eficaz. Enseñar al afectado a respirar pausadamente durante la crisis puede ser de ayuda, como lo son también en algunos casos las terapias basadas en la hipnosis.

El tratamiento puede incluir en algunos casos medicamentos para calmar la ansiedad, pero es mucho más efectivo recurrir a la exposición al estímulo temido, y practicar técnicas de respiración.

No será necesario buscar tratamiento para los niños, aunque sientan un miedo extremo, a no ser que el problema persista durante más de seis meses.

Cuadro clínico

Los síntomas, como en las demás fobias, incluyen el pánico, dificultad para respirar, taquicardia, sudoración, y náuseas. El fóbico suele sentirse sin control de estos síntomas.

Muchos afectados intentan controlar su fobia escondiéndose durante las tormentas. Los niños típicamente se esconden en lugares sin ventanas, como en un armario, debajo de la cama, o en cualquier otro lugar donde puedan evitar ver el relámpago y escuchar el trueno incluyen dificultad para respirar, sudoración, naúseas, palpitaciones; así como ataques de pánico y una gran malestar físico y psicológico, que se hace más evidente a medida que la tormena continúa, llegando a ser estos síntomas completamente abrumadores. También se da en algunos adultos una obsesión por el pronóstico del tiempo.


Fuente