Diferencia entre revisiones de «Ataque a los carros patrulleros en La Vigía»
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En horas de la noche emboscaron en una curva en forma de S conocida como [[La Vigía]], en el kilómetro 23 del circuito norte, donde ocuparon posiciones de tiro en una elevación de tierra y rocas de unos 4 metros de altura. | En horas de la noche emboscaron en una curva en forma de S conocida como [[La Vigía]], en el kilómetro 23 del circuito norte, donde ocuparon posiciones de tiro en una elevación de tierra y rocas de unos 4 metros de altura. | ||
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| − | El capitán [[Payret]] se ubicó en el franco derecho, hacia donde se suponía avanzarían los vehículos mientras el teniente René Zomoano, segundo jefe de la columna, se situó al centro. | + | El capitán [[Rogelio Payret Silvera|Payret]] se ubicó en el franco derecho, hacia donde se suponía avanzarían los vehículos mientras el teniente René Zomoano, segundo jefe de la columna, se situó al centro. |
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En las primeras horas del siguiente día dos aviones TBM de la base naval de [[Mariel]] bombardearon las zonas del [[Rubí]], El Mulo, El Cusco y otros lugares donde calcularon que se ocultaban los guerrilleros. | En las primeras horas del siguiente día dos aviones TBM de la base naval de [[Mariel]] bombardearon las zonas del [[Rubí]], El Mulo, El Cusco y otros lugares donde calcularon que se ocultaban los guerrilleros. | ||
última versión al 10:58 4 feb 2016
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Ataque a los carros patrulleros en La Vigía.
Sumario
Ataque en La Vigía
El 16 de noviembre de 1958, el capitán Rogelio Payret Silvera, ¨ Claudio ¨. Jefe de la guerrilla en el Frente del Pinar del Río, el Ejército Rebelde reunió a un grupo de hombres e impartió las órdenes precisas. Al atardecer, treinta y dos rebeldes partieron de Bocú en El Rubí, zona montañosa cubierta de montes firmes en la Cordillera de los Órganos.
En horas de la noche emboscaron en una curva en forma de S conocida como La Vigía, en el kilómetro 23 del circuito norte, donde ocuparon posiciones de tiro en una elevación de tierra y rocas de unos 4 metros de altura.
Plan de ataque
El plan de ataque había sido bien estudiado, por lo que esperaban pacientemente, al aviso de ¨ Ahí viene la guagua ¨, un jeep requisado de antemano y que tenían escondidos a la salida de la curva, sería atravesado en la carretera para obstruir el paso al ómnibus de la ruta Guanajay – Bahía Honda, lo que obligaría al vehículo a detenerse. Dos carros patrulleros del servicio de inteligencia militar (CIM) de desde que hacía mas de dos semanas escoltaba los ómnibus, también tenían que detener la marcha. De esa forma sus ocupantes, 10 esbirros bien armados, quedarían a pocos metros de la emboscada.
El capitán Payret se ubicó en el franco derecho, hacia donde se suponía avanzarían los vehículos mientras el teniente René Zomoano, segundo jefe de la columna, se situó al centro.
Momento de la acción
A las diez y cinco minutos de la noche se oyó el ruido de un carro que se acercaba y poco después se pudo distinguir la banderola de la guagua. La señal convenida fue trasmitida de uno a otro compañero hasta llegar a Basilio Gutierrez ¨ El habanero ¨ e Israel Lugo ¨ Lele ¨ quienes estacionaron el jeep en medio de la carretera.
La acción debía ser en forma relámpago, pues el lugar se encontraba a kilómetros solamente del cuartel de Cabañas. El primer carro patrullero avanzaba a unos 50 metros de la guagua; el segundo seguía al primero unos 15 metros.
El jefe rebelde disparó cuando estuvo seguro que era el enemigo esperado, y a continuación rompieron fuego cerrado sobre los vehículos militares utilizando una San Cristóbal, 2 M1, 3 ametralladoras Tomson, 4 pistolas Starcalibre 38, que eran las unicas armas automaticas con que contaba la columna, ademas de algunos fusiles Springfield, carabinas Mandosa, fusiles Winchester calibre 44, escopetas y revólveres.
El fuego fue concentrado sobre un área de unos 30 metros donde habían quedado paralizados los carros de las fuerzas enemigas, que apenas pudieron repostar.
En el encuentro se le hicieron 1 baja al enemigo, así como 7 heridos que pudieron escapar. Además se les ocuparon armas de distintos calibres y municiones. Posteriormente se quemaron los dos carros patrulleros.
En las primeras horas del siguiente día dos aviones TBM de la base naval de Mariel bombardearon las zonas del Rubí, El Mulo, El Cusco y otros lugares donde calcularon que se ocultaban los guerrilleros.
La respuesta del Régimen
La acción guerrillera llevada a cabo en La Vigía elevó la mortal combativa de los combatientes.
Después de esta acción, ni un solo soldado de la tiranía volvió a subir a las montañas Pinareñas en busca de los guerrilleros.
En la jefatura del 6to distrito militar de la tiranía en Pinar del Río, el coronel Evelio Miranda Rodríguez pasó urgentes telefonemas a los jefes de escuadrones del CIM y del Servicio de Inteligencia Regional (SIR), así como al jefe de la policía. Estos cuerpos dedicaron especial atención a la zona donde se les había asestado el golpe a los carros patrulleros. Miranda Rodríguez Convocó a una reunión e impartió ordenes tajantes a los comandantes Jacinto Menocal, jefe de escuadron de San Cristóbal y Estebán Pérez Pantoja, jefe del escuadrón de Guanajay así como al capitán Leovirjildo Iturriaga, jefe del escuadrón de Bahía Honda. Distribuyo además toda la actividad colateral que debían desplegar los demás jefes contra los rebeldes y colaboradores.
Dos días después de aquella reunión, pelotones de asesinos compuestos por unos doscientos esbirros del ejército, además de los efectivos de plantillas de los escuadrones de los cuarteles y de 50 masferreristas del CANGRE ubicado cerca de San Diego de Núñez cayeron sobre las zonas cercanas de Cabañas con órdenes de aterrorizar y dar muerte a la población indefensa. Estos Grupos estaban dirigidos por connotados asesinos como los tenientes Casola y Carreño, los sargentos Carrazana, Verdecia y Julian, el cabo Lara y otros.
Estas fuerzas fueron denominadas ¨ tropas de operaciones militares ¨, aunque lo menos que hicieron fue combatir.
En los días que prosiguieron a la reunión los esbirros cometieron 22 asesinatos entre la población civil a fin de justificar sus crímenes difundieron la noticia de que en la emboscada a los carros patrulleros habían caído barios rebeldes y un solo soldado de la dictadura.
Fuente
- Tesis en elaboración “Nace Cabañas en su Historia”
- Testimonios de combatientes de la Revolución cubana.
