Avimimus
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Avimimus (lat. "imitador de aves") es un género representado por una única especie de dinosaurio terópodo avimímido, que vivió a finales del período Cretácico, hace aproximadamente 70 millones de años, en el Campaniense, en lo que hoy es Asia.
Sumario
Antecedentes arqueológicos
Primeros descubrimientos
El primer espécimen fue descubierto en la Formación de Djadochta y fue descrito oficialmente por el Doctor Sergi Kurzanov en 1981. En 1991, Sankar Chatterjee creó el orden Avimimiformes para incluir al avimimo, pero actualmente está en desuso. La especie tipo es A. portentosus.
Características
El Avimimus era un dinosaurio pequeño, de 45 centímetros de altura hasta la cadera y alrededor de 1,6 metros de longitud, se estima que tenía un peso promedio de 20 kilogramos Este animal tenía una franja ósea en la parte anterior de las patas delanteras, esta franja se asemejaba a la quilla de las actuales aves. Tenía el cuerpo cubierto de plumas, en especial en los brazos, que se asemejaban a los de las aves, pero no tenían fuerza para elevar al Avimimus en el aire. La constitución ligera del cuerpo junto con la fuerza de las patas traseras hacían del Avimimus un veloz corredor que alcanzaba los 40 km/h, y al alcanzar esas velocidades utilizaba su larga cola para equilibrar el cuerpo. El Avimimus tenía un cuello largo y flexible, útil para cazar insectos. Tenía una cabeza pequeña y delicada, que poseía un pico sin dientes.
Alimentación
Al igual que el actual correcaminos, un ave que no vuela, el Avimimus probablemente corría a gran velocidad por las llanuras cazando insectos, así como pequeños invertebrados.
Otros Aspectos
En el 2008 se produjo un descubrimiento en un lecho óseo de numerosos Avimimus que estaban todos juntos en el momento de su muerte. El número total de muestras en el lugar aún se desconoce pero diez individuos que eran subadultos y adultos completamente crecidos fueron recuperados. El hecho de que tantos Avimimus, fueran encontrado juntos se ha tomado para sugerir un posible comportamiento social donde se agrupan en lo que podría ser vagamente denominado 'rebaños'. La posibilidad de un cerebro más desarrollado también puede inferir en una interacción social más compleja entre individuos, similar a lo que se ve en algunos grupos de aves actuales.
