B

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Segunda letra y primera consonante del alfabeto español. Su nombre es “be”.

Letra B - b. Segunda letra y primera consonante del alfabeto español. Se encuentra entre las letras con desajustes o inadecuaciones entre la pronunciación y la escritura, por la falta de correspondencia que se produce en algunos casos entre el sistema gráfico y el sistema fonológico del español, que afecta especialmente a la ortografía de las consonantes. Muchos de los errores ortográficos relacionados con su escritura se deben a la sustitución de la b por v, sin embargo, existen reglas que facilitan el uso correcto de esta letra.

En el Alfabeto Fonético Internacional, la b representa a la consonante plosiva bilabial sonora. Nace del proto semítico Beth que significa "casa".Su nombre en español es femenino: la be, y su plural es bes; se representa gráficamente como “b” para minúsculas y “B” para mayúsculas.

Historia

La letra B nació como un rectángulo sin la línea de abajo, el cual sufrió ciertas transformaciones a lo largo del tiempo llegando a convertirse en la B que conocemos en la actualidad. Nace del proto semítico Beth que significa "casa", así tenemos por ejemplo la palabra Belén (del hebreo "Beth-lejem" בית- לחם ) o sea la "casa del pan".

Es interesante notar que los primeros alfabetos fueron de origen protosinaítico semítico. Una cultura anterior (proto) a los antiguos hebreos, fenicios, etc. los cuales tuvieron mucho contacto con culturas como la griega y la egipcia.

Los fenicios formaron esta letra a partir de la representación de una grulla de un jeroglífico egipcio (casa) y la llamaron beth. Pasó al griego como Beta y de ahí al etrusco y romano. La minúscula se originó mediante la supresión del lóbulo superior. La forma capital clásica fue fijada en el s. III a.J.C. En sus formas capital y minúscula, solo ha sufrido modificaciones de detalle en la Edad Media. Desde 1470, los impresores adoptaron las formas carolingias, junto con las «góticas» y las «bastardas». Las formas manuscritas modernas se remontan a la «cursiva humanística».

La ortografía española mantuvo por tradición las letras b y v, que en latín respondían a una oposición con valor fonológico. Por esta razón la lengua española respetó la grafía de las palabras con b o v según la tuvieran en su lengua de origen, como sucede en los casos de abundancia, bimestre, bondad, beber, deber, haber, que provienen de palabras latinas con b. No obstante, subsisten casos de b antietimológica, es decir, donde el uso se ha impuesto a la etimología, como en abogado, abuelo, barbecho, barrer o embaír, procedentes de palabras latinas con v. Un segundo grupo de palabras que por su origen se escriben con b es el de aquellas que en latín tenían p intervocálica, después sonorizada en b, es el caso de caber, saber, obispo, recibir y riba.

Nombre

Tradicionalmente los hispanohablantes han utilizado indistintamente para referirse a la b las denominaciones be larga, be grande o be alta. En la última edición (2010) de la Ortografía de la lengua española, de la RAE, se recomienda un solo nombre para cada una de las letras, con el propósito de promover hacia el futuro un proceso de convergencia en la manera de referirse a las letras del alfabeto español. El nombre común recomendado para la b es be.

Representación fonética

La letra b representa un fonema labial sonoro. En español, no existen grandes diferencias de pronunciación de esta consonante y solo se hace muy breve cuando va en posición final de palabra como en club. En algunas zonas de España y en México, se distingue el sonido que representa la letra b con el que representa la letra v.

Uso fonético

Pese a que se mantenga la tradición de escribir B y V, desde el siglo XV estas letras carecen de distinción alguna en español normativo, ambas se pronuncian con un fonema bilabial /b/; el fenómeno se conoce como betacismo.

En algunos dialectos del español, particularmente en América Latina, la /b/ intervocálica se pronuncia labiodental [v] cuando hay énfasis. Según lo dicho, en una exclamación como "¡debí haberte dicho que vinieras!" puede haber una articulación "v" tanto para las dos "b" como para la "v" ortográficas. Esta labiodentalización de "b" y "v" ortográficas no es ningún arcaísmo fonético ni responde a la antigua tradición distinguidora del español preclásico, sino una realización alofónica del fonema /b/.

En Andalucía la fricativización de las grafías "v" y "b" suele ocurrir en los enlaces cuando se aspira la /-s/ final de la palabra anterior ante "b" y "v" ortográficas: "es valiente" suele articularse [ˈɛ βaˈljɛnte] o incluso con [ɸ] sorda en algunas zonas, [ˈɛ ɸaˈljɛnte]. Este fenómeno es similar al que sufren /d, g/ en las mismas posiciones.

Inadecuación fonético-grafemática

El fonema labial sonoro puede ser representado por las letras b, v y w, como en barco, vela y wolframio. Esta inadecuación conlleva al error ortográfico de sustituir una letra por otra, fundamentalmente la b por v y viceversa.

Esto tiene mayores implicaciones en el caso de las palabras homófonas, en las que el empleo de una u otra letra diferencia el significado, por ejemplo:

  • baca/vaca
  • barón/varón
  • hierba/hierva
  • bello/vello
  • bienes/vienes

Reglas para el uso de la b

Se escriben con b:

  • Los verbos terminados en -bir. Ejemplos: escribir, recibir, sucumbir. Excepciones: hervir, servir, vivir y sus derivados.
  • Los verbos terminados en -buir. Ejemplos: contribuir, atribuir, retribuir.
  • Los verbos deber, beber, caber, saber y haber, y todas sus formas.
  • Las terminaciones -aba, -abas, -ábamos, -abais, -aban del copretérito de indicativo de los verbos de la primera conjugación. Ejemplos: cantaba, bajabas, amaban.
  • El copretérito de indicativo del verbo ir: iba, ibas, entre otros.
  • Las palabras que empiezan por el elemento compositivo biblio-(libro). Ejemplos: biblioteca, bibliófilo, bibliobús.
  • Las palabras que comienzan por las silabas bu-, bur- y bus-. Ejemplos: bula, burla, buscar. Excepción: vudú y sus derivados.
  • Las que empiezan por el elemento compositivo bi-, bis-, biz- (dos o dos veces). Ejemplos: bipolar, bisnieto, bizcocho.
  • Las que contienen el elemento compositivo bio-, -bio (vida). Ejemplos: biografía, biosfera, anaerobio, microbio.
  • Las palabras compuestas cuyo primer elemento es bien o su forma latina bene. Ejemplos: bienaventurado, bienvenido, beneplácito.
  • Toda palabra en que el fonema labial sonoro precede a otra consonante o está en final de palabra. Ejemplos: abdicación, abnegación, absolver, obtener, obvio, subvenir, amable, brazo, rob, nabab. Excepto: ovni.

En las palabras obscuro, subscribir, substancia, substitución, substraer y sus compuestos y derivados, el grupo -bs- se simplifica en s. Ejemplos: sustancia, sustantivo, oscuro.

  • Las palabras acabadas en -bilidad. Ejemplos: amabilidad, habilidad, posibilidad. Excepciones: movilidad, civilidad y sus compuestos y derivados.
  • Las terminadas en -bundo y -bunda. Ejemplos: tremebundo, vagabundo, abunda.

Fuentes