Bahá'u'lláh

Bahá’u’lláh
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Oh tu, gloria entre las Glorias.jpg
Solamente existe una fotografía de Bahá'u'lláh. La misma está en Haifa, Israel y se le muestra a los peregrinos durante apenas un segundo. Esto se hace así para evitar cualquier tipo de culto a la imagen como ha sucedido en otras religiones. Esta caligrafía en árabe quiere decir !Oh tu, gloria entre las glorias! y se refiere directamente a Bahá'u'lláh.
NombreMirzá Husayn 'Alí
Nacimiento12 de noviembre de 1817
Teherán, Persia (hoy Bandera de Irán Irán)
Fallecimiento29 de mayo de 1892
'Akká, Bandera de Palestina Palestina (Hoy [Bandera del Estado de Israel Israel)
Causa de la muerteNatural
EducaciónNinguna
OcupaciónProfeta
PredecesorEl Báb
Sucesor'Abdu'l-Bahá
Partido políticoNinguno
Obras destacadasLos Siete Valles, Kitáb-i-Iqán (El Libro de la Certeza), Kitáb-i-Aqdas (El Libro Más Sagrado)

Bahá'u'lláh. El pensamiento occidental, acostumbrado a medir por parámetros lineales la vida de cualquier biografiado, se siente desorientado en el caso de Bahá’u’lláh, un personaje que encuentra el escenario del mundo demasiado pequeño para contener el Espíritu que, en forma de templo humano habita dentro de si. Su influencia traspasa los límites de su época, impulsando significativamente la civilización humana pues la característica predominante en Su vida es la cualidad de un amor intenso por el género humano.

Biografía

Juventud

Bahá'u'lláh nació en Teherán, capital de Persia (hoy Irán) entre la alborada y el nacimiento del sol del 12 de noviembre de 1817 recibiendo el nombre de Mirzá Husayn 'Alí. Su padre fue Mirzá Buzurg-i-Nurí y su madre, Khadijé Bagum. Su familia era de Mazindarán y aquella parte del país ya era hace mucho tiempo conocida como Tierra de la Promesa. Fue escrito lo siguiente sobre la provincia: "Se dice que en ella crecerá un árbol celestial cuyas ramas alcanzarán el cielo. El fruto de ese árbol será destinado para la vida de todas las naciones. Muchas personas viajaron a esa región con la esperanza de encontrar el árbol maravilloso. Otra leyenda dice que el rey de la guerra y del odio había sido hecho prisionero en una de las altas montanas del lugar". Bahá'u'lláh descendía por un lado de Abraham a través de su esposa Queturá y por otro lado de Zoroastro, así como también de Yazdigird, el último rey de la Dinastía Sasánida. El era descendiente de Jessé y pertenecía, a través de su padre, Mirzá Buzurg-i-Nurí a una de las más antiguas y renombradas familias de Mazindarán.Siendo hijo de un visir de la corte persa, enseguida sobresalió por Su elevada conducta moral, por la sensibilidad ante el sufrimiento de los necesitados y por una inteligencia innata. Estos principios le otorgaron el título de "Padre de los Pobres" e hicieron que se le considerase, aunque informalmente, un consejero de la corte.

En 1835 Bahá'u'lláh se casa con Asieh Khanum Navváb, quien seria “su compañera por todos los mundos de Dios” y en 1839 fallece su padre.

La Fe Babí

Su vida fue tranquila hasta 1844, fecha en la que abrazó con intrepidez y ardor la Causa del Báb, una causa que traía nuevo aliento de vida no sólo a Persia, sino que, como se vería en los años y décadas siguientes, al propio cuerpo de la humanidad, y que estaba destinada a generar la mas grande revolución espiritual de todos los tiempos, primero, conmoviendo las bases de la sociedad persa al involucrar en un mismo objetivo mesiánico a ricos y pobres, cultos e iletrados, hombres y mujeres de todas las edades, y progresivamente, conquistando corazones y mentes más allá de cualquier frontera.

Jardines Bahá'ís en las laderas del Monte Carmelo

Recibida con feroz oposición, excitando los ánimos del fanatismo y de la intolerancia religiosa del Islam, cuna de donde nacía la nueva Revelación, la verdad es que la Causa del Báb, en la medida en que llevaba la Voz de Dios a los oídos de millones de personas, transformó de forma inimaginable la vida social, moral y espiritual de Persia. El país nunca más fue el mismo. El mundo nunca más fue el mismo.

En 1846 nace Bahíyyih, la primera hija de Bahá'u'lláh, llamada por el la Hoja Más Sagrada. En junio de 1848 Bahá'u'lláh coordina la primera conferencia con los discípulos del Báb en la aldea de Badasht, con una duración de 22 días. Cada día Bahá'u'lláh revela una Tabla y los creyentes más destacados recibieron de Él un nuevo nombre. Entre ellos están la célebre heroína de la emancipación femenina, Tahirih (La Pura) y Sus bienamados discípulos Mulla Husayn y Quddús. En diciembre, en la ciudad Persa de Amul, Bahá'u'lláh es apresado por orden del Sháh, sufriendo el doloroso castigo del bastinado.

La Revelación

En 1851 ocurre el nacimiento de su hijo Mirzá Mihdí, La Más Pura Rama y el 16 de agosto de 1852, Bahá'u'lláh, con 36 años de edad, es encerrado en el Siyah-Chal (Foso Negro) de Teherán junto con cerca de 150 criminales; muchos de ellos asaltantes de caminos. Durante aproximadamente 4 meses, estuvo confinado en esa prisión subterránea, en un ambiente inmundo y húmedo. En estas circunstancias recibió el Llamado Divino, asumiendo la condición de Mensajero de Dios mientras llevaba pesados grilletes en el cuello, sujetos por gruesas y pesadas cadenas.

De ese modo Mirzá Husayn 'Alí, Bahá’u’lláh fue investido con la misión divina, con el "manto de profeta". Este mismo Espíritu Inmortal que hace 5,000 años pasados se reveló a Moisés en el Monte Sínaí, a través de la Voz que emanaba de la Zarza Ardiente; el mismo que hace 3,000 años en forma de Fuego Sagrado inspirara Zoroastro en la Persia antigua; el mismo que hace 2,000 años a través de la paloma que descendió sobre la cabeza de Jesucristo en Judea; y el mismo que hace 1,300 años se comunicara con Muhammad a través del Arcángel Gabriel, ahora, allí, en aquel fétido calabozo, el espíritu divino iluminaba Bahá’u’lláh, materializándose en una doncella.

Acerca de esta memorable ocasión el escribió:

"Una noche, en un sueño, escuché estas gloriosas palabras que venían de todos lados: 'En verdad, Te ayudaremos a triunfar por medio de Ti mismo y por Tu pluma. No Te aflijas por lo que Te ha sucedido, y no temas. En verdad, perteneces a los que están seguros. En breve, el Señor enviará y revelará los tesoros de la tierra, hombres que Te darán la victoria por Ti y por Tu nombre, con que el Señor ha revivificado los corazones de aquellos que Te han reconocido'".

El destierro

El 12 de enero de 1853, Bahá'u'lláh es desterrado a Bagdad, Irak, junto con algunos miembros de Su familia y escoltado por un oficial de la guardia personal del Rey, iniciando un largo y memorable destierro, destinado a durar hasta el fin de Su vida. El 10 de abril de 1854, Bahá'u'lláh, sin informar a nadie, ni a los miembros de su propia familia, parte para las montañas de Kurdistán. En trajes rústicos, asume el nombre de Derviche Muhammad. En comunión con Su Espíritu, revela poemas místicos como Los Siete Valles y otras oraciones inspiradas. Solo regresaría el 19 de marzo de 1856 y para el año 1858, en las márgenes del Río Tigris, en Bagdad, revela los 162 famosos versículos que componen su obra Las Palabras Ocultas.

Durante el año 1862 y en homenaje a Hájí Mirzá Siyyid Muhammad, tío paterno del Báb, Bahá'u'lláh revela el Kitáb-i-Iqán (El Libro de la Certeza). Después de muchas negociaciones y a pedido del gobierno persa, en 1863 una orden fue dictada por el gobierno de Turquía llamando a Bahá'u'lláh a Constantinopla. Sus discípulos se quedaron consternados al recibir esta noticia. Sitiaron de tal modo la casa de su amado Maestro, para ofrecer solidaridad y mostrar su decepción, que la familia tuvo que acampar por doce días en el Jardín de Najíb Páshá, en las afueras de Bagdad. Fue durante estos doce días del 21 de abril al 2 de mayo de 1863, diecinueve años después de la declaración del Báb, que Bahá'u'lláh anunció a muchos de sus discípulos la Buena Nueva de que era Él el escogido de Dios y el Prometido de los Profetas, cuya venida había anunciado el Báb. El jardín donde esta memorable declaración tuvo lugar fue después conocido por los Bahá'ís con el nombre de "Jardín de Ridván" y los días que Bahá'u'lláh pasó allí se conmemoran como la "la Fiesta del Ridván". La naturaleza de la declaración puede ser apreciada en varias referencias que Bahá'u'lláh haría de Su misión en muchos de Sus escritos posteriores: "...este es el Día en que la humanidad puede contemplar el Rostro y oír la Voz del Prometido. El llamado de Dios ha sido proclamado y la luz de Su semblante se ha levantado sobre los hombres".

Casa en la cual vivio Bahá'u'lláh en Adrianópolis

La más grande prisión

Durante el viaje a Constantinopla (arribaron allí el 16 de agosto), que duró entre tres y cuatro meses, soportaron un invierno riguroso y solo permanecieron en aquella ciudad aproximadamente cuatro meses posteriormente fueron trasladados a Adrianópolis (Edirne), (arribaron el 12 de diciembre) donde residieron más de cuatro años y medio, permaneciendo en esta etapa del destierro hasta el 12 de agosto de 1868. En este período de 4 años, 8 meses y 22 días, él revela Tablas a los Reyes, incluyendo la primera Tabla a Napoleón III y al Sháh de Persia, oraciones para el ayuno, entre otras Tablas. Finalmente, en 1868, el gobierno turco desterró a Bahá'u'lláh a la ciudad prisión de 'Akká, en la antigua Palestina, hoy Israel, donde arriba el 31 de agosto. Durante 24 años estará confinado en la ciudad-prisión. En este período revela el Kitáb-i-Aqdas, El Libro Más Sagrado, así como sus famosas Epístolas dirigidas a la reina Victoria, al Zar de Rusia, al Papa Pío IX, entre otros.

Ventanas de las celda que ocupo Bahá'u'lláh en la prisión de 'Akká

Acerca de esta prisión existía un proverbio popular de la región que decía que: "los pájaros que sobrevolasen 'Akká caerían muertos de tan nauseabundo que era el aire". Y fue desde allí, que el prisionero dirigió mensajes a los reyes y gobernantes de la tierra, así como a los líderes espirituales de las grandes religiones. Él anunciaba que las promesas de todos los tiempos estaban cumplidas.

Ventanas de las celda que ocupo Bahá'u'lláh en la prisión de 'Akká

Proclamación a los reyes y gobernantes

El 23 de junio de 1870, muere Mirzá Mihdí, La Más Pura Rama, el hijo más joven de Bahá'u'lláh. En esa época el esplendor y la ostentación de los monarcas reflejaban el vasto poder que ejercían y era curioso observar con que poder y majestad Él se dirigió a ellos enviándoles tablas que fueron enfáticas y claras. Les dijo que a no ser que los lazos de afección y unidad entre todos los hombres fuesen ampliados, a no ser que las naciones se uniesen en amistosa cooperación para traer paz al mundo, a no ser que los derechos de todos los hombres y especialmente los de los pobres y humildes fuesen garantizados y salvaguardados, a no ser que los hombres y especialmente los líderes viviesen sus vidas de acuerdo con lo que fuese del agrado de Dios y no de su propio agrado, sus reinos, sus posesiones, sus privilegios, sus placeres, les serían todos arrebatados por el Señor del Viñedo (El Mesías) el cual entonces daría la viña (la tierra) a aquellos otros que han de ofrecerle los frutos de la estación, almas dignas entre los elegidos, que sobrevivieran a la gran aflicción que la humanidad habría atraído sobre sí misma. Negándose su mayoría, a atender su llamado, los dignatarios de estos inspirados mensajes tuvieron el siguiente destino:

  1. Sultán 'Abdu'l-Azíz, Rey del Imperio Otomano, fue derrocado y asesinado después de una rebelión en el palacio en 1876. Después de la 1ra Guerra Mundial ocurrio la disolución del Imperio, la abolición del Sultanato y la proclamación de una República.
  2. Alejandro Nicolás II, el Zar de Rusia, después de sufrir varios atentados contra su vida, murió asesinado durante una revolución sangrienta que culminó con la persecución del clero, siendo también ejecutado el Zar y su familia, extinguiéndose así la dinastía de los Romanoff.
  3. Francisco José, Emperador de Austria y Rey de Hungría, se vio envuelto en tragedias y calamidades que afligieron su nación, creándose una república de las ruinas de su vano Sacro Imperio Romano, desapareciendo por consiguiente del mapa político de Europa.
  4. Napoleón III, Emperador de Francia, quien al recibir la Tabla de Bahá'u'lláh había declarado: "Si esto es de Dios, yo soy dos veces Dios", sufrió una humillante derrota en la Batalla de Sedán (1870) que fue registrada como una de las grandes capitulaciones militares de la historia moderna. Perdió su reino y pasó los últimos años de su vida en exilio. Su imperio se colapso y una feroz guerra civil siguió a la coronación de William I, el Rey Prusiano, como Emperador del Imperio Germánico Unido, quien pasó a ocupar el Palacio de Versalles.
  5. Násiri'd-Din Sháh, el Rey de Persia, en la plenitud de su poder, fue asesinado cuando oraba, la noche de la celebración de su jubileo, y quedaría en la historia como "el mayor día" en los anales de la Nación Persa. Sus descendientes fueron rápida e ignominiosamente eclipsados, marcando la desaparición de la dinastía Qajár.
  6. Solo la reina Victoria, del Imperio Británico, (la única cabeza coronada alabada por Bahá'u'lláh por sus acciones prohibiendo el tráfico de esclavos y por haber confiado el reino al consejo de los representantes del pueblo) fue preservada, siendo el suyo el más largo reinado de cualquier dinastía británica. Su biznieta, la reina María de Rumania, espontáneamente declaró la grandeza del mensaje de Bahá'u'lláh, proclamándose Su seguidora.
  7. Emperador Guillermo I de Alemania, afrontó dos tentativas de asesinato. Su trono fue usurpado por Guillermo II, cuyo orgullo llevó a Europa a la Guerra de 1914-1918. La constitución de Weimar marcó la extinción del Imperio, en tan severos términos que provocaron "las lamentaciones" profetizadas por Bahá'u'lláh en la mitad del siglo anterior.
  8. Papa Pío IX, la incuestionable cabeza de la más poderosa Iglesia de la Cristiandad sufrió enfermedades físicas y mentales y así llegó al final de su vida. La virtual extinción de la soberanía temporal del Papa fue simbolizada por el reconocimiento formal del Reino de Italia.

Enseñanzas

Desde aquella alejada prisión en 'Akká, fue liberado al mundo el espíritu de la nueva era. Las enseñanzas de Bahá'u'lláh giran en torno de la unidad del género humano. (Para investigar sobre las enseñanzas de Bahá’u’lláh consultar La Fe Bahá'í (I), (II), (III) y (IV))

Es conmovedor imaginar a Bahá'u'lláh, en su celda en la prisión de 'Akká proclamar
"Vosotros sois los frutos de un solo árbol y las hojas de una sola rama, las gotas de un mismo océano, las estrellas de un mismo cielo"
, o concluir una reflexión con estas palabras:
"Cuando el hombre vuelve el rostro hacia Dios ve que todos son sus hermanos"
o que
"Tan potente es la luz de la unidad, que puede iluminar toda la tierra".

Con la mirada en el retrovisor de la historia, se puede afirmar que con el poder liberado por Sus Palabras, la fuerza de su verbo regenerador y, sobre todo, la excelencia de Su vida consagrada a la unificación de los pueblos y razas de la tierra, somos invitados a una profunda reflexión sobre el destino glorioso al que es llamado el genero humano, aconsejándonos, primeramente, a "poseer un corazón puro, bondadoso y radiante", a "ser amigo de su alma en los reinos espirituales", a purificar el corazón "para su llegada" y a plantar nada en él, sino "la rosa del amor".

El Monte Carmelo

Finalmente, en junio de 1877, Bahá'u'lláh consintió en dejar la ciudad-prisión de 'Akká, yendo a residir a Mazraíh, una propiedad rural a algunos kilómetros de esta pues tuvo lugar una movilización general de tropas turcas y el ejército necesitaba todo el cuartel para alojar a los soldados. Bahá'u'lláh y su familia fueron trasladados a una casa, y los demás del grupo fueron alojados en una posada para caravanas que había en la ciudad. Bahá'u'lláh estuvo confinado siete años más en esta casa. Pero desde el momento en que Bahá'u'lláh y Sus compañeros salieron de la fortaleza, les fue permitido recibir visitas y poco a poco se fueron levantando las severas restricciones impuestas por ordenes imperiales, aunque a veces se les imponían otras nuevas por cortos períodos de tiempo. En 1887 Su esposa Navváb fallece, siendo sepultada en las colinas del Monte Carmelo en Haifa, Israel y el 11 de diciembre de 1888 Nábil presenta a Bahá'u'lláh]su memorable crónica de la Historia de la Fe llamada "Los Rompedores del Alba".

Arco de los Jardines Bahá'ís en el Monte Carmelo
Aún en los peores tiempos de la prisión los Bahá'ís no desfallecieron, ni su serena confianza fue conmovida. Mientras estaba en los cuarteles de 'Akká, Bahá'u'lláh escribía a Sus amigos:
"No temáis, estas puertas se abrirán. Mi tienda será levantada en el Monte Carmelo, y nuestro gozo será inefable."
Esta declaración fue una fuente de gran consuelo para Sus discípulos y en el curso del tiempo fue literalmente cumplida.

Habiendo mostrado en los primeros años de sufrimiento cómo glorificar a Dios en un estado de pobreza y humillación, Bahá'u'lláh, durante Sus últimos años en Bahjí, al comienzo de la década de 1890, enseñó cómo glorificar a Dios en un estado de honores y opulencia. A pesar de que Su vida en Bahjí ha sido descrita como verdaderamente regia, en el más alto sentido de la palabra, no debemos imaginarnos que se caracterizó por su esplendor material o su extravagancia. La Bendita Perfección, uno de los incontables nombres dados por sus seguidores, y Su familia vivían de manera muy sencilla y modesta y el derroche en lujos egoístas era algo desconocido en aquella casa.

Cerca de Su casa Sus devotos arreglaron un hermoso jardín al que llamaron Ridván, en el que frecuentemente pasaba algunos días y aún semanas durmiendo por las noches en una pequeña choza en el jardín. Ocasionalmente iba más lejos; hizo varias visitas a 'Akká y Haifa, y en más de una ocasión levantó Su Tienda en el Monte Carmelo, como El mismo lo había predicho en la prisión del. Pasaba la mayor parte de Su tiempo rezando y meditando, escribiendo los Libros Sagrados y cartas, revelando Tablas y en la educación espiritual de Sus amigos. En el período de 15 a 20 de abril de 1890, el eminente orientalista británico, Profesor Edward Granville Browne visita a Bahá'u'lláh durante cuatro ocasiones en Bahjí, ‘Akká, Israel.

Durante 1891 Bahá'u'lláh revela en 'Akká, la Epístola al Hijo del Lobo, dirigida a Shaykh Muhammad Taqí, cuyo padre, Shaykh Muhammad Baqir, estigmatizado por Bahá'u'lláh como "el lobo", junto con Mirza Muhammad Husayn de Isfahán, causaron el martirio de Mirzá Hasán ( El Rey de los Mártires) y su hermano, Mirzá Husayn (El Bienamado de los Mártires). Para finales de este año Bahá'u'lláh le dice a aquellos que estaban con El que Su misión estaba terminada y que deseaba "partir de este mundo". Él estaba siendo llamado, "para otros dominios...donde los ojos de la gente admiradora de nombres, nunca se posaron".

Vista aérea del santuario de Bahá'u'lláh

Muerte

Así pasó Bahá'u'lláh sencilla y serenamente el otoño de Su vida en la Tierra, hasta que, después de un ataque de fiebre, ascendió el 29 de mayo de 1892, a la edad de setenta y cinco años a las 3 de la madrugada. Entre las últimas Tablas por Él reveladas, figura Su Testamento, escrito de su propio puño y debidamente firmado y lacrado.

Nueve días después de Su muerte los sellos puestos por Él en este documento fueron rotos por Su hijo mayor, en la presencia de los miembros de la familia y de algunos amigos, y su contenido fue revelado. En el 'Abdu'l-Bahá fue constituido como representante del Padre y el expositor de Sus enseñanzas, debiendo los otros parientes y todos los adeptos dirigirse a Él y obedecerlo. Eso constituyó una barrera contra el sectarismo y una garantía a la unidad de la Causa.

Conclusiones

El recuerdo de los días de Bahá'u'lláh es un legado único para la humanidad. Pues fueron en días atribulados y de tan intensos sufrimientos que pudo prosperar el árbol siempre verde de esta Causa. El amor que Él infundió en aquellos que abrazaron Su Causa ha concedido un sentido noble a sus existencias.

En los últimos 150 años, millares de personas dejaron sus países para establecerse en otras regiones del planeta, proclamando las buenas nuevas de su venida. Son profesionales liberales, comerciantes, científicos, educadores o personas muy sencillas que se dejaron consumir por la visión de un nuevo mundo, sin fronteras y sin guerras.

Fuentes consultadas


'ABDU'L-BAHÁ


BÁB, EL


BAHÁ'U'LLÁH Y 'ABDU'L-BAHÁ


BAHÁ'U'LLÁH


BROWNE. E. G.


CASA UNIVERSAL DE JUSTICIA


DAHL, A. L.


HATCHER, WILLIAM S. y J. DOUGLAS MARTIN


HATCHER, W. S.


NABÍL-I-A'ZAM (MUHAMMAD-I-ZARANDÍ)


NICOLAS, A. L. M.


RABBANÍ, R.


SCHAEFER, U.

  • La Luz Brilló en las Tinieblas: Cinco estudios sobre la revelación después de Cristo, Terrassa, Editorial Bahá'í de España, 1988.


SHOGHI EFFENDI

  • El Advenimiento de la Justicia Divina, Buenos Aires, EBILA, 2da ed., 1974.
  • Bahá'í Administration, Selected Messages 1922-2932, Wilmette, Bahá'í Publishing Trust, 1928, 7ma ed., 1974.
  • The Bahá'í Faith 1844-1952, Wilmette, Bahá’í Publishing Trust, 1953.
  • Citadel of Faith, Messages to America, 1947-1957, Wilmette, Bahá'í Publishing Trust, 1965.
  • La Dispensación de Bahá'u'lláh, Buenos Aires, EBILA, 2da ed., 1973.
  • Dios Pasa, Buenos Aires, EBILA, 1974.
  • High Endeavors, Messages to Alaska, National Spiritual Assembly of the Bahá'ís of Alaska, 1976.
  • Messages to the Bahá’í World 1950-1957, Wilmette, Bahá'í Publishing Trust, 1951, 2da ed., 1971.
  • Messages to Canada, Toronto, National Spiritual Assembly of the Bahá'ís of Canada, 1965.
  • Principios de Administración Bahá'í, Buenos Aires, EBILA, 2da ed. rev., 1978.
  • El Día Prometido ha Llegado, Buenos Aires, EBILA, 1973.
  • The World Order of Bahá'u'lláh, Selected Letters, Wilmette, Bahá'í Publishing Trust, 1938, 2da ed. rev., 1974.


Enlaces externos