Balder

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Deidad
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Balder , en el ámbito de la mitología nórdica y germana, es el dios de la paz, la luz y el perdón, y el segundo hijo de Odín.

Historia

Balder era el segundo hijo de Odín con la diosa Frigg, sus eran hermanos: Hermod y Höðr su hermano gemelo, y era hermanastro de Thor dios del trueno. Según el Gylfaginning, un libro de la Edda prosaica de Snorri Sturluson, la esposa de Baldr es Nanna y su hijo es Forseti. Alcanzó su mayoría de edad con rapidez y fue admitido muy pronto en la asamblea de los dioses.

Su residencia era una construcción llamaba Breiðablik un castillo de cristal y plata, el hogar más brillante y bello de todo Asgard. Esta mantenía exactamente todas las cualidades y bondades de su dueño: era limpia, perfecta y libre de todo mal. Por otro lado, también era dueño del Hringhorni, el barco más grande del mundo.

Siempre fue considerado como el más noble de los dioses de Asgard. Debido a sus diversas hazañas heroicas muchos lo verían como su mejor guerrero después de su hermano Thor, que siempre fue su mejor amigo. Debiso a las profecías sobre el Ragnarok, el fin del mundo para los dioses de Asgard, que decían que la muerte de Balder causaría su inicio, Odín ordenó a su esposa Frigg que hiciera a Balder invulnerable a toda clase de daño. Frigga así lo hizo, lanzando un encantamiento sobre todas las cosas de la dimensión de Asgard para que no le hicieran daño. La leyenda nórdica cuenta cómo le sacó esa promesa a todas las cosas vivas, como si éstas estuvieran dotadas de inteligencia y del don del habla, la única excepción fue el muérdago, ya fuese por olvido o por considerarlo tan insignificante que nunca podría hacer daño a nadie.

Loki, el dios de la traición y de la mentira, supo de la profecía que unía al destino de Balder al del inminente Ragnarok y descubrió su vulnerabilidad. Buscando la destrucción de los dioses, Loki engañó a Hoder, dios ciego, para que disparara contra Balder una flecha empapada en muérdago. Así Balder fue herido de gravedad. Odín, entonces, impidió que muriera colocándolo en un estado semejante a la animación suspendida. Mientras el resto de Asgard se enfrentaba al inminente Ragnarok, el espíritu de Balder viajó a Hel, uno de los reinos Asgardianos de la muerte estremeciéndose ante los horrores que padecían los espíritus de los caídos en combate. Odín acabó devolviendo la vida a Balder, pero no sin consecuencias: su pelo se volvió blanco por el terror. Intentando olvidar los horrores de Hel, Balder renunció a su vida anterior como guerrero y se dedicó a comer desmesuradamente aumentando considerablemente de peso. Finalmente se alejó por el desierto esperando morir allí. En vez de la muerte Balder se encontró con las Norns, las tres diosas que supervisan las hebras del destino. Ellas le dieron una nueva visión de la vida restaurando sus ganas de vivir y el deseo de volver a su antigua existencia.

Balder regresó a Asgard justo a tiempo para que Odín le encomendara una misión: pedir ayuda de la hechicera Karnilla para la inminente batalla con el demonio Surtur. El noble asgadiano cumplió la misión con agrado, aprovechando la ocasión para aclarar una vez la tormentosa relación sentimental que mantenía con Karnilla desde hace años. La desaparición de Odín durante la batalla con Surtur, propició que fuera elegido dirigente temporal de Asgard, labor que cumplió eficazmente hasta el regreso de Odín al trono. Su bravura en el combate no impidió que cayese, junto con el resto de Asgard, bajo el dominio de los Dioses Oscuros. Tras la reconquista de Asgard, Balder continuó defendiéndola y ayudando a Thor cuando lo necesitó.

Tras la muerte de Odín en lucha contra Surtur, Balder y el resto de Asgard juraron fidelidad a Thor como el nuevo monarca Asgardiano. Sin embargo, la creciente política intervencionista de Thor en la Tierra supuso un punto de ruptura entre los dos amigos. En una realidad alternativa en donde Thor incrementó hasta el extremo su dominio terrestre, Balder llegó incluso a traicionarle, pagándolo con la muerte. Sin embargo gracias a la visita del Thor de ese futuro, Thor restauró Asgard lejos de la Tierra. Poco después Balder se vería obligado a luchar contra los poderosos ejércitos de Loki, quien había entrado de nuevo en guerra con Asgard. Durante el último y definitivo Ragnarok, en donde el mismo Thor desmanteló los cimientos de la realidad Asgardiana, Balder murió junto con el resto de sus compatriotas.

Durante toda su existencia, Balder se había dedicado a preservar la vida de los Asgardianos, por ese motivo al morir su alma sintió una gran rabia. De alguna forma terminó encerrada en el cuerpo del Destructor, la poderosa armadura creada por Odín y empezó a reunir a humanos que contenían el alma de Asgardianos. Cuando Thor regresó a la vida, encontró al Destructor y se enfrentó a él logrando derrotarlo y liberando a Balder de su interior, nada más volver a la vida demostró cierta reticencia hacia Thor por su comportamiento pero finalmente hizo las paces con él y se instaló en Asgard.

Representación

Era representado como un hombre apuesto, su cabello era largo y rubio que representaba los rayos del sol. Se dice que Balder era el más rápido y ágil de todos los guerreros Asgardianos, solo rivalizada por Hermod.

Balder posee una fuerza sobrehumana superior al varón asgardiano promedio y como todos los asgardianos, resistencia sobrehumana y longevidad. Éra inmune a todas las enfermedades terrestres y tienia cierta resistencia a la magia, gracias a un hechizo lanzado por su madre para tratar de evitar a Ragnarök, Balder es casi totalmente invulnerable mientras está dentro de la dimensión asgardiana, incapaz de sufrir daño de prácticamente cualquier ser vivo o no viviente; sin embargo, puedia ser herido o muerto por armas hechas de madera de muérdago.

Fuentes