Diferencia entre revisiones de «Baltasar Lobo»

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1951. Galerie Blanche, Estocolmo
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*1951. Galerie Blanche, Estocolmo
1953. Galerie Evrard, Lille
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*1953. Galerie Evrard, Lille
1955.Museo de Bellas Artes, Caracas
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*1955.Museo de Bellas Artes, Caracas
1957.Galerie Villand  et Galanis, Paris
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1958. Museo de Bellas Artes, Caracas
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*1958. Museo de Bellas Artes, Caracas
1960.Retrospectiva, Museo de Arte Moderno, Madrid
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*1960.Retrospectiva, Museo de Arte Moderno, Madrid
1962.Galerie Villand et Galanis, Paris
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1964.Galerie Villand et Galanis, Paris
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1966.Galerie Villand et Galanis, Paris
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*1966.Galerie Villand et Galanis, Paris
1968. Fundación Mendoza, Caracas
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*1968. Fundación Mendoza, Caracas
1970. Galería Theo, Madrid
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*1970. Galería Theo, Madrid
1971. Retrospectiva, Maison de la Culture, Bourgues, Francia
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*1971. Retrospectiva, Maison de la Culture, Bourgues, Francia
1972.Galerie Im Rathaus Tempelhof, Berlín. Galería Theo, Valencia
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*1972.Galerie Im Rathaus Tempelhof, Berlín. Galería Theo, Valencia
1976.Galerie Nathan, Zürich
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*1976.Galerie Nathan, Zürich
1977.Galerie Kutter, Luxemburgo
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*1977.Galerie Kutter, Luxemburgo
1978.Musée Toulouse-Lautrec, Albi, Francia
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*1978.Musée Toulouse-Lautrec, Albi, Francia
1980.Galerie Appel und Fertsch, Frankfurt
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*1980.Galerie Appel und Fertsch, Frankfurt; Galerie Paul Valloton, Lausana; Galería Italia, Alicante
        Galerie Paul Valloton, Lausana
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*1981.Galería Freites, Caracas
        Galería Italia, Alicante
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*1984.Alcaldía, Cericinos de Campos, España; Sala de Exposiciones, Caja de Zamora, Zamora
1981.Galería Freites, Caracas
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*1985.Galerie Nathan, Zürich
1984.Alcaldía, Cericinos de Campos, España
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*1988.Galerie Daniel Malingue, París
        Sala de Exposiciones, Caja de Zamora, Zamora
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*1989.Galerie Nichido, Tokio; M.A.C. de Caracas, Caracas
1985.Galerie Nathan, Zürich
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*1992.Kunsthalle, Tübingen; Museo de Arte de Umeda, Osaka; Museo de Tokio, Tokio
1988.Galerie Daniel Malingue, París
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*1993.Galería Freites, Caracas
1989.Galerie Nichido, Tokio
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*1994.Galería Leandro Navarro, Madrid
        M.A.C. de Caracas, Caracas
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*1995.Centre d’Arts Plastiques, Royan; Iglesia de la Encarnación, Zamora
1992.Kunsthalle, Tübingen
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*1997.Fundación cultural Mapfre Vida, Madrid
        Museo de Arte de Umeda, Osaka
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*2006.Galería Leandro Navarro, Madrid
        Museo de Tokio, Tokio
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*2009.Baltasar Lobo en el Museo de Bellas Artes de Asturias
1993.Galería Freites, Caracas
 
1994.Galería Leandro Navarro, Madrid
 
1995.Centre d’Arts Plastiques, Royan
 
        Iglesia de la Encarnación, Zamora
 
1997.Fundación cultural Mapfre Vida, Madrid
 
2006.Galería Leandro Navarro, Madrid
 
2009.Baltasar Lobo en el Museo de Bellas Artes de Asturias
 
  
 
== Fuentes ==
 
== Fuentes ==

Revisión del 17:13 3 mar 2017

Baltasar Lobo
Información sobre la plantilla
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NombreBaltasar Lobo Casquero
Nacimiento22 de febrero de 1910
Cerecinos de Campos, Zamora, España
Fallecimiento4 de septiembre de 1993
París
OcupaciónDibujante y escultor

Baltasar Lobo Casquero. Dibujante y escultor zamorano reconocido internacionalmente como uno de los grandes escultores de la segunda mitad del siglo XX, plenamente integrado a la vida artística europea.

Infancia y primeros estudios

Nació el 22 de febrero de 1910 en el seno de una familia de origen campesino radicada en Cerecinos de Campos, un pequeño pueblo de la provincia de Zamora, habitado sobre todo por pequeños labradores. Es el único varón de cuatro hermanos.

Creció en el taller de carpintería de su padre, Isaac Lobo, dedicado a fabricar los productos de labranza, domésticos y otros que requerían las familias campesinas de aquel entonces.

Isaac Lobo poseía una personalidad que destacaba en el ambiente rural castellano por su afán de ilustración y su mentalidad liberal. En su taller se celebraban reuniones en las que se debatían temas políticos y problemas cotidianos, además de que se hacían funciones de teatro destinadas a recoger fondos para los chicos del pueblo que luchaban en la guerra de Marruecos. Partidario del trabajo de la mujer, animó a sus tres hijas a estudiar y valerse por sí mismas. A sus hijos transmitió un sentido reverencial de la cultura, la pasión por el saber y la afición por la lectura.

Baltasar mostró aptitud para el dibujo y el modelado desde la infancia. Recoge en el taller del padre tacos de madera para tallar pequeñas estatuillas y modela figuras de barro. En 1921, cuando tiene 11 años, la familia lo envía a estudiar a Benavente, a la escuela Cervantes, con un maestro aficionado él mismo a la pintura, Sergio Pérez, quien aconseja a Isaac para que su hijo continúe estudios. En 1922 Baltasar ingresa en el más importante taller de Valladolid, el del escultor Ramón Núñez, donde entra como aprendiz. Baltasar colabora en la realización de obras en madera como La Sentencia, un paso que representa el juicio ante Pilatos realizado para la Semana Santa zamorana en 1926 y, dos años después, La vuelta del sepulcro.

Las condiciones de vida en Valladolid son difíciles. Baltasar contrae una fuerte anemia que le obliga regresar al hogar paterno por un tiempo. Los padres deciden enviar a la mayor de las hermanas, Irene, a vivir a Valladolid con el pequeño Baltasar que solo tiene 12 años, alquilando un piso en la calle Expósitos, que les amuebla Ramón Núñez.

En el taller se despierta definitivamente su vocación: ¨encontré allí una verdadera vida, un trabajo de verdad. Cogías al compañero y le hacías posar. Tallábamos directamente… Amaba verdaderamente trabajar allí. Me habitué enseguida a la vida del taller y me gustaba.¨

Desde octubre de 1923 asiste a los cursos nocturnos de Modelado de la Escuela de Artes y Oficios, algunas de cuyas clases prácticas se imparten en el Museo de Bellas Artes, donde admira la obra de Alonso Berruguete o Becerra, de cuya huella deja muestra en algunos ejercicios escolares, como sus bocetos para un Apostolado, cuya factura clásica y académica anuncia algunos de sus rasgos más personales, como su pericia en el tratamiento del contrapposto, de inspiración berruguetiana, que luego explorará en sus desnudos femeninos.

En verano regresa a Cerecinos donde hace retratos de familiares, amigos y encargos para vecinos ricos. Se trata de obras que responden a las tendencias académicas del momento, fundamentalmente bustos y cabezas, influidas por el regionalismo imperante y por un naturalismo modernista y sentimental.

Estancia en Madrid (1927-1939)

En 1927 obtiene una beca de la Diputación de Zamora para estudiar en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando, en Madrid, la cual abandona por resultarle excesivamente academicista, dogmático en su sistema de enseñanza. Para ganarse la vida comienza a trabajar en el estudio del poeta y artesano de la madera Ángel Garzón, quien inicia a su pupilo en el ideal anarquista. El taller de Garzón se especializaba en el mueble castellano antiguo, para el que Baltasar tallaba afiligranadas escenas con frecuencia inspiradas en la tradición literaria clásica.

En 1929 la familia se traslada a Madrid. Se construyeron una modesta casa del sur de la ciudad, en el barrio de Usera, en la que el padre construye para Baltasar un pequeño estudio donde ejecutaba en las horas libres retratos, dibujos, pequeñas terracotas, mármoles y tallas de madera.

Baltasar se emplea además como ayudante de uno esos marmolistas instalados junto a los cementerios, como sacador de puntos, realizando lápidas y monumentos funerarios, lo que le permite entrar en contacto con materiales nuevos como la piedra y el mármol. Asiste a cursos nocturnos en el Círculo de Bellas Artes y visita los museos para seguir aprendiendo y, en talleres alquilados, practica la escultura libremente.

En 1932, el mismo año en que termina el servicio militar, conoce a Mercedes Comaposada (1900-1993), fundadora junto a Lucía Sánchez Saornil y Amparo Poch, de la organización Mujeres Libres, que defendía la instrucción femenina, la igualdad de sexos, la unión libre y la independencia económica.

En 1935 hace un viaje a París, para ver con sus propios ojos el arte nuevo de las vanguardias cosmopolitas, del cual regresar con espíritu nuevo. Sigue practicando, aprovecha cada ocasión de copiar del natural, desde el Retiro a los museos madrileños. Prefiere particularmente el zoológico de la Casa de Campo, cuyos animales copiaba durante las tardes de verano, frecuenta el Museo del Prado, pero su gran descubrimiento son las salas del Museo Arqueológico. En el universo de la escultura primitiva ibérica descubre la sencillez que se echaba de menos en la escultura española del momento. Fue ese mundo tosco y hierático el que desvaneció la impronta académica que Baltasar traía de Valladolid.

Con el estallido de la guerra civil en España, Baltasar Lobo se enrola en el ejército popular integrado por voluntarios civiles. Ingresa en las Milicias Confederales el 21 de julio de 1936. Tras casarse con Mercedes en octubre, causa baja en la milicia por pasar a integrarse en Tierra y Libertad de Barcelona. Entretanto la familia, que permanece en Madrid, debe abandonar la vivienda y pierde todas sus posesiones, incluidas la obras que Lobo conservaba en el taller.

En 1938 muere el padre, que colabora en un taller de munición, al estallar una bomba de mano mientras descargaba un camión.

Baltasar Lobo no llega a desempeñar funciones propiamente militares, sino que estaba destinado a la instrucción de los soldados. Las Milicias de la Cultura estaban formadas por centenares de soldados que fundaron el frente más de mil escuelas, de modo que la instrucción llegó a todos los batallones con bibliotecas, hogares del combatiente, periódicos, murales, equipos volantes de teatro, guiñol y cine, museos ambulantes con reproducciones de obras de arte, ediciones literarias y discos de folclor español.

Lobo vivió en Barcelona casi toda la guerra recorriendo el frente, instruyendo a los combatientes, enseñándoles a leer y escribir, impartiendo charlas, explicando obras de arte y repartiendo folletos. Además siguió colaborando en revistas nacionales y extranjeras con dibujos sobre escenas de la guerra.

Ideario político

Baltasar simpatiza con el anarquismo, que derivará en un compromiso más firme, imbuido por su maestro Garzón. Se aproxima al sindicalismo libertario, un movimiento de masas que en la España de la Segunda República adquirirá un protagonismo ascendente y una presencia social importantísima. Sin llegar a mantener actividad política dentro de la CNT, pues su temperamento independiente era contrario a la disciplina de cualquier organización, Lobo era uno de esos anarcosindicalistas contrario al pragmatismo de los políticos, que entendía la calle como el ámbito legítimo en el que dirimir las cuestiones con huelgas, reivindicaciones políticas y manifestaciones de protesta.

Sus ideales heroicos y aventureros le animaban a emprender frecuentes viajes a los pueblos españoles con sus camaradas ácratas. Ve en el paisaje y los pueblos españoles la mejor plasmación de la esencia nacional: nobleza, dignidad, orgullo, austeridad. Por otra parte, se revela contra la injusticia y la desigualdad en el reparto de la riqueza, siente el abandono y el analfabetismo que padecía el medio rural. La personalidad de Baltasar se forja en un ambiente a favor del conocimiento de las condiciones de vida de los pobres pueblos españoles, de la tradición popular, de la cultura material y espiritual de la nación. Nace en él la pasión por la civilización de los iberos, y se sumará a los que apelan a ella como representación de la civilización natural, del fermento revolucionario, del remedio democrático en contraposición a la Europa bárbara, al fascismo ario. En el caso de Baltasar, expresa su posición a través de sus ilustraciones en los órganos de difusión del anarquismo militante y en su obra Mujer de Iberia, que resume el ideal femenino de sus correligionarios.

En 1934 emprende un largo recorrido para conocer directamente el mundo de los mineros, específicamente las explotaciones carboníferas diseminadas por Almadén y Riotinto, en las minas leonesas y asturianas, visitó Casas Viejas, estuvo en Galicia, Levante y Extremadura.

Participa de los debates que se organizan en los ateneos, centros recreativos y bibliotecas de los círculos anarquistas, en los que se hablaba sobre el arte y la literatura modernas, los últimos avances científicos, las experiencias de la izquierda europea. Entra en conocimiento con el cine y la literatura rusos, los románticos que narraban la [revolución francesa`]], obras de divulgación científica, la novela naturalista, el teatro español del Siglo de Oro, los filósofos del momento como Schopenhauer o Nietzche.

Colabora como ilustrador en revistas como Campo Libre, Umbral, Armas y Letras y Mujeres Libres. Estas ilustraciones están alentadas por su vocación social y política, ajustadas al realismo revolucionario propio del momento: proletarios, campesinas y mineros, de músculos hinchados, poderosas formas angulosas y geometrizadas, con destellos de las refulgencias metálicas del art decó, herencia un tardocubismo popularizado, y dominados por una intensa mirada que trasluce la fe en un futuro ideal.

Luego del fin de la segunda guerra mundial, se vincula al Partido Comunista, pero su compromiso, debido a su independencia artística y carácter insumiso, será, fundamentalmente, civil. Siempre mostrará su compromiso con la causa republicana y su posición antifascista. En 1948 realiza un monumento, por encargo de la República española en el exilio, A los españoles muertos por la libertad en las filas del ejército francés de la Resistencia, en Annecy.

Francia

Al terminar la guerra, con la derrota del Frente Popular y la caída de la Segunda Republica, Lobo se exilia en Francia.

En los primeros días de febrero de 1939 Baltasar Lobo atraviesa la frontera de Port Bou con el resto de su batallón, huyendo del avance del ejército franquista. Como miles de milicianos republicanos es instalado en uno de los campos de concentración, en un pueblo de la costa denominado Argelès-sur-Mer, del cual consigue evadirse tras algunas semanas de reclusión. Gracias a un amigo sueco al que había conocido en Barcelona, Rudolf Berner, periodista vinculada a las Brigadas Internacionales y corresponsal de guerra en España, logra atravesar las alambradas y llegar con un grupo de fugados a Perpignan. Berner le presta un traje y le facilita los medios para llegar a París, ciudad a la que también logra llegar Mercedes.

Después de un tiempo errantes por la capital francesa, reciben ayuda de un fotógrafo vinculado al constructivismo soviético, Fléchine, que le conseguirá a Lobo un taller en Montparnasse que había pertenecido al escultor Naum Gabo.

También visita a Pablo Picasso, quien consigue regularizar la situación de Lobo y Mercedes mediante gestiones con el Ministerio del Interior.

Durante 1939 se sumerge en la vida artística de Montparnasse. En las dos primeras décadas de su estancia en París trabaja a temporadas en La Ruche, institución creada por el escultor y filántropo Alfred Boucher. Una visita a la galería de Paul Rosenberg lo pone en contacto con la obra de Cézanne, por la que siente gran fascinación. Descubre en este maestro de la tradición moderna, la belleza de la materia pictórica, el escultor que asomaba en las poderosas y densas anatomías, en su sentido de la construcción y en la monumentalidad estatuaria de los cuerpos femeninos.

De 1939 es su obra Homenaje a García Lorca, realizada en madera y rigurosamente cubista.

Establece amistad con jóvenes artistas como Bazaine, Estève, Gischia o Pignon y con maestros de la generación anterior como Giacometti o Braque. Pero es Henri Laurens quien se convierte en su maestro y protector, en su mentor y amigo. Laurens ofreció a Lobo trabajar con él como ¨praticien¨, lo que favoreció el contacto diario y llevó aparejada una modesta ganancia adicional. Lobo trabaja con frecuencia en el taller de Laurens, y Villa Brune, la residencia adquirida por Laurens en 1929, se convirtió en su segundo hogar. En el trato familiar con Laurens, Lobo maduró y encontró el camino propio que la guerra española había interrumpido. Su relación fue la convencional entre un maestro y un discípulo, sino la de una complicidad diaria y una hermandad instintiva.

Con la ocupación de París por los alemanes en 1940, Baltasar y Mercedes se ven obligados a llevar una vida clandestina que durará hasta 1944. Debe abandonar la capital y trabajar en faenas agrícolas en Orléans. Carente de sustento económico, tiene que ingeniárselas para hacer sus esculturas aprovechando al máximo el material rediciendo el formato de las obras. Y en esas pequeñas producciones aprendió a insuflar lo mejor de su talento. Se vio obligado a aceptar todo tipo de encargos, aun cuando solo llegaba a vender excepcionalmente sus dibujos sobre la guerra española o sus pequeñas esculturas. La prohibición de exponer, la imposibilidad de obtener un permiso de trabajo, le obligaron a toda suerte de concesiones ajenas a su vocación, entre las que se contaban desde la realización de vírgenes, hasta muebles y piezas decorativas.

La obra que desarrolla Lobo en los primeros años de la década del 40 se emparenta con la de Henri Laurens en la exploración del signo íntimo de lo femenino como contraposición al canon del ocupante. Su universo imaginario estará a partir de ese momento solo poblado por mujeres: jovencitas de aire inocente, plácidamente abismadas en sí mismas, tumbadas en la playa o sentadas en el suelo, mirando al infinito con el rostro abstraído o mujeres maduras entretenidas en su aseo matinal, campesinas sentadas en el poyo a la puerta de su casa y coquetas ciclistas, una figura familiar en el París sin gasolina. El tema de la mujer abstraída se convertirá en una obsesión.

De 1942 son las obras Imploration, donde una figura femenina semitendida dirige una llamada suplicante al inmenso vacío, y Femme â la tête de terre, pequeño bronce, probable recuerdo de la contienda española, que representa a una mujer con rodilla hincada en el suelo porta entre sus manos una calavera, herida de bala, a modo de ofrenda, además de Paysanne assise sur un socle.

En esta última obra, al igual que en Femme assise par terre, de 1943, los elementos faciales está meramente dibujados sobre un plano redondo sin integrarse en el rostro.

Baltasar Lobo da cuerpo a una obra personal, un microcosmo de ideas, formas u temas que rompen abiertamente con su trayectoria española y llamaban la atención por su sabiduría técnica y la gracia de su rudeza.

Participa en las primeras exposiciones de la inmediata posguerra. L´art en liberté, realizada en el antiguo Museo de Luxemburgo, y Maîtres de l´art contemporain, en la que comparte la sala de la galería Vendôme con maestros fundadores de la Vanguardia.

También en 1945, participa en la exposición Quelques peintres et sculpteurs espagnols de l´Ecole de Paris.

En 1946 la galería Drouin lo incluye en una exposición colectiva que reúne a los grandes maestros de la vanguardia escultórica como Archipenko, Arp, Duchamp-Villon, Gargallo, Giacometti, Julio González, Zadkine, Matisse, Modigliani, Laurens y Lipchitz. En este mismo año expone en una muestra organizada por Comité de Coordination Artistique Franco-Espagnol, en la galería Visconti, en beneficio de la resistencia española y en la exposición de Praga, dedicada a los artistas republicanos españoles con el título Arte en la España Republicana. Artistas españoles de París.

Participa en la exposición La escultura en Francia de Rodin a nuestros días, de 1949 y en el Homenaje de los artistas españoles a Antonio Machado, organizado en 1955. Expone en el Salón de la Jeune Sculpture desde su fundación en 1949.

Desde 1943 había participado en la gestación del Salón de Mayo, invitado por Gaston Diehl para que formase parte de su comité directivo.

Se adhiere al Boletín publicado por la Unión de Intelectuales Españoles (1944), una de las publicaciones de mayor nivel intelectual del exilio.

Junto a otros artistas españoles y franceses realiza un mural en el Hospital Psiquiátrico de Sainte Anne, inaugurado en diciembre de 1945.

Lobo, excluido de la vida pública española, un desconocido para sus compatriotas, se integra al patrimonio cultural común europeo y llevará sus obras a exposiciones en Suecia, Bélgica, Noruega, Holanda y Alemania, convertido, a veces públicamente, en un representante oficial de la nación francesa.

Transcurridos los años de posguerra inmediata, la biografía de Lobos está marcada por la estabilidad vital y su maduración como escultor. Su obra se mantiene fiel a la idea que fragua en los años 40, deudora de su experiencia juvenil marcada por el destierro. Vivió siempre en la misma casa, en París, pese a los intentos de su galerista venezolano para que se mudase a Caracas y de la posibilidad de regresar a España. No dejó nada escrito sobre su obra y concedió pocas entrevistas.


Premios

André Susse de escultura. 1958

Jacques Lenchener. 1974

Premio Oficial de las Artes y las Letras de Francia.1981

Premio Nacional de las Artes Plásticas de España. 1984.

Premio de Castilla y León de las Artes.1985

Orden Andrés Bello del Gobierno de enezuela.1989

Exposiciones

  • 1951. Galerie Blanche, Estocolmo
  • 1953. Galerie Evrard, Lille
  • 1955.Museo de Bellas Artes, Caracas
  • 1957.Galerie Villand et Galanis, Paris
  • 1958. Museo de Bellas Artes, Caracas
  • 1960.Retrospectiva, Museo de Arte Moderno, Madrid
  • 1962.Galerie Villand et Galanis, Paris
  • 1964.Galerie Villand et Galanis, Paris
  • 1966.Galerie Villand et Galanis, Paris
  • 1968. Fundación Mendoza, Caracas
  • 1970. Galería Theo, Madrid
  • 1971. Retrospectiva, Maison de la Culture, Bourgues, Francia
  • 1972.Galerie Im Rathaus Tempelhof, Berlín. Galería Theo, Valencia
  • 1976.Galerie Nathan, Zürich
  • 1977.Galerie Kutter, Luxemburgo
  • 1978.Musée Toulouse-Lautrec, Albi, Francia
  • 1980.Galerie Appel und Fertsch, Frankfurt; Galerie Paul Valloton, Lausana; Galería Italia, Alicante
  • 1981.Galería Freites, Caracas
  • 1984.Alcaldía, Cericinos de Campos, España; Sala de Exposiciones, Caja de Zamora, Zamora
  • 1985.Galerie Nathan, Zürich
  • 1988.Galerie Daniel Malingue, París
  • 1989.Galerie Nichido, Tokio; M.A.C. de Caracas, Caracas
  • 1992.Kunsthalle, Tübingen; Museo de Arte de Umeda, Osaka; Museo de Tokio, Tokio
  • 1993.Galería Freites, Caracas
  • 1994.Galería Leandro Navarro, Madrid
  • 1995.Centre d’Arts Plastiques, Royan; Iglesia de la Encarnación, Zamora
  • 1997.Fundación cultural Mapfre Vida, Madrid
  • 2006.Galería Leandro Navarro, Madrid
  • 2009.Baltasar Lobo en el Museo de Bellas Artes de Asturias

Fuentes

  • Bolaños, María. Baltasar Lobo. El silencio del escultor 1910-1993. Junta de Castilla y León. Consejería de Educación y Cultura. 2000.

Enlaces externos

Soler Milagros. Baltasar Lobo Casuero. Un escultor anarquista en las calles de Andalucía