Baumkuchen (Pastel Aleman)
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Pastel Baumkuchen
El Baumkuchen es un pastel tradicional de la pastelería alemana elaborado con una masa de pan esponjosa y con una forma cilíndrica hueca por el centro.
Historia
El punto exacto en la historia en el que se inventa el Baumkuchen es ciertamente desconocido, aunque la primera receta escrita procede de un libro de cocina datado en 1426. En 1682 un médico rural trabajando para el príncipe Johann Sigismund Elsholtz preparó un pan de forma similar. En la ciudad de Salzwedel de Sajonia-Anhalt se elabora el Baumkuchen desde el siglo XIX, siendo muy tradicional en la comarca.
Los ingredientes de la masa de un Baumkuchen incluyen: mantequilla, huevo, azúcar, vainilla, sal y harina. No está permitida la inclusión de levadura en polvo. La proporción de harina, mantequilla y huevo debe ser 1:1:2 respectivamente, es decir que 100 g de harina deben contener 100 g de mantequilla y 200 g de huevo. Las adiciones de miel y alcohol (por ejemplo ron) se consideran ingredientes aromatizadores; a veces se encuentran nueces, mazapán y avellana. En cualquier caso, la receta base no debe cambiar.
La elaboración es muy simple: se suele hacer una masa de forma toroidal y se coloca en unos pinchos rotatorios expuestos a fuego. A medida que van girando la masa se va tostando y cuando tiene el aspecto deseado se glasea de fondant.
Ingredientes:
200 g de mantequilla.
200 g de azúcar.
4 huevos.
200 g de harina.
Preparación:
Batimos los huevos con el azúcar hasta que dupliquen su volumen.
Incorporamos la mantequilla derretida con cuidado para que no se nos baje la preparación.
Tamizamos la harina y se la vamos añadiendo a la mezcla con movimientos envolventes igual que si estuviéramos haciendo un bizcocho normal.
Engrasamos un molde y le añadimos una parte de la preparación para que cubra el fondo con una capa de unos milímetros de espesor.
Horneamos a 180ºC unos 5 minutos o hasta que veamos que se dora esta primera capa.
Retiramos del horno y volvemos a añadir otra capa de masa de los mismos milímetros de espesor que la anterior, procurando que cada capa nos quede más o menos parejas.
De nuevo vamos al horno otros 5 minutos.
Repetimos este proceso hasta acabar con toda la masa.
Una vez esté hecha y dorada la última capa, retiramos del horno y dejamos que se enfríe.
Cuando este frío podemos darle un baño de chocolate y así parecerá aún más autentica la receta.