Bayezid I

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Bayezid I
Información sobre la plantilla
Bayezid I.jpg
Sultán otomano
Nacimiento1360
Edirne, Bandera de Turquía Turquía
Fallecimiento1403
Aksehir, Bandera de Turquía Turquía
NacionalidadTurco
OcupaciónSultán otomano (1389-1402)
Conocido porEl Rayo
PredecesorMurad I
SucesorInterregno Otomano, Mehmed I
PadresMurad I y Gülçiçek Hatun

Bayezid I. Sultán otomano entre 1389 a 1402, conocido como El Rayo por sus rápidas victorias. Poseía gran valor y rapidez de pensamiento, que aplicó a sus campañas para sorprender a sus enemigos. Además de sus conquistas, durante su reinado avanzó el proceso de creación de un estado turco más complejo, abandonándose cada vez más la estructura tribal de los primeros otomanos.

Síntesis biográfica

Nació en Edirne, Turquía. Hijo del sultán Murad I y de una de sus esposas, Gülçiçek Hatun. Vivió durante su niñez en el palacio de Bursa, a orillas del mar de Mármara. Al igual que el resto de la nobleza de la época, soldado desde pequeño, había nacido con un arco al lado de su cuna. Cuando aprendió a caminar lo pusieron en una silla de montar y, probablemente desde que dijera sus primeras palabras, le enseñaron a manejar la espada. Tuvo cinco esposa y cuatro hijos.

Trayectoria política

En su juventud fue gobernador de la provincia de Kutahya. Con veintinueve años sucedió a su padre en 1389, muerto en el transcurso de la Batalla de Kosovo entre los turcos y una coalición de pueblos eslavos encabezada por el príncipe serbio Esteban Lazarevich. Proclamado sultán, prosiguió los combates hasta alcanzar una completa victoria. Ello extendió el dominio turco sobre casi toda Serbia, sometida desde entonces a vasallaje y tributo, por lo que en lo adelante los sultanes otomanos emplearían frecuentemente en sus ejércitos a tropas serbias.

Para eliminar posibles amenazas a su corona, ordenó matar a su hermano menor Yakub. Intervino en los asuntos internos de Bizancio, deponiendo al emperador Juan V Paleólogo en 1390, y en su lugar colocó a Juan VII, un nieto de éste, al que obligó también a pagar tributo y a prestar ayuda militar (incorporó varios miles de soldados griegos a su ejército).

Por el momento no prosiguió con el sometimiento de los Balcanes al sur del Danubio, sino que hizo frente al turco Karamán, quien había creado un principado independiente en el este de Asia Menor con capital en Konya, y que además había provocado el levantamiento de otros pequeños principados turcos contra el sultán. En 1391lo derrotó y siguió su avance hasta que fue frenado por el príncipe de Sidas, Kadi Burhaneddin.

Mientras reunía un ejército más fuerte para superar este obstáculo tuvo que retornar a Europa, donde los vasallos búlgaros se habían sublevado y aliado con los valacos y húngaros, mientras que los bizantinos reconquistaban Tesalia y Macedonia. Bayezid tardó muy poco en volver a recuperar lo perdido: en 1393 conquista Bulgaria y toma su capital, ejecutando al rey Iván Shishman en 1394. Detuvo por el norte a los valacos y a los húngaros saqueando sus países, y en el sur arrebató de nuevo a los bizantinos la ciudad de Salónica, llevando a cabo incursiones en Grecia.

Batalla de Nicópolis

Etapa final de la batalla de Nicópolis

Alarmado por los avances turcos, Segismundo el rey de Hungría, había solicitado ayuda a los estados cristianos de Occidente; por lo que en 1394, se proclamó una cruzada en su auxilio, a la que respondieron diversos grupos de caballeros, especialmente franceses, que se reforzaron con los contingentes aportados por Segismundo y por el voivoda de Valaquia. El 12 de septiembre de 1396 la vanguardia cruzada avistó en lo alto de un acantilado la ciudad de Nicópolis, en Bulgaria, a la que pusieron sitio.

La ciudad estaba bien defendida y abastecida, y los cruzados no estaban pertrechados con máquinas de asedio. Sin embargo, se quedaron y esperaron a los otomanos. Entretanto, Bayezid, que preparaba ya el asedio a Constantinopla, había dejado Adrianópolis y con un gran ejército avanzaba a marchas forzadas rumbo a la ciudad.

El 25 de septiembre de 1396, dando la espalda a Nicópolis, la caballería francesa avanzó en orden de combate, aplastando a la vanguardia del sultán. Sobrepasaron esta primera línea y arremetieron contra la infantería; superados no en número sino en fuerza, los soldados turcos de a pié fueron también derrotados y puestos en fuga hacia la tercera línea, la de los sipahis. Los caballeros franceses más experimentados aconsejaron entonces una pausa, para restablecer contacto con la vanguardia, que había quedado muy atrás. Pero los caballeros más jóvenes, alentados por el éxito, decidieron seguir adelante.

Mientras tanto, a sus espaldas, los restos de la primera y segunda línea otomana, junto con algunos sipahis, se habían reagrupado y atacaban las posiciones de Segismundo y sus aliados. Hubo una estampida de caballos sin jinetes pertenecientes a la caballería de reserva, y los valacos y transilvanos, creyendo que se trataba del preludio del desbande, se retiraron de la lucha. Segismundo consiguió mantener sus posiciones, pero a último momento apareció un regimiento de 1500 servios comandados por Esteban Lazarevich, que odiaba a los húngaros más que a los propios otomanos. Estos servios, que componían el ejército de Bayezid en calidad de vasallos, decidieron la contienda. Segismundo tuvo que retirarse del campo de batalla y huyó en una balsa por el Danubio.

Entretanto, los franceses perseguían al resto de la infantería enemiga, pero en lo alto, donde esperaban encontrar a un sultán desmoralizado, se hallaron cara a cara con un cuerpo fresco y descansado de sipahis de reserva. Supieron de inmediato que había llegado el fin: algunos huyeron pero gran parte de los sobrevivientes luchó hasta que los abatió el cansancio. Unos cuantos nobles franceses cayeron prisioneros, pero muchos otros murieron en la batalla.

Conquistas posteriores

La batalla de Nicópolis tuvo un impacto profundo en la relación de fuerzas en los Balcanes. En lo inmediato, aseguró el sometimiento de búlgaros y servios a los otomanos, y conllevó a un aislamiento cada vez mayor de Constantinopla. A partir de entonces, Bayezid gozó de un gran prestigio en el mundo islámico y comenzó a titularse sultán; pudo así volver a Asia Menor a terminar el iniciado sometimiento de los principados turcos.

Atacó a Karamania, conquistando su capital, Konya, además de Kayseri y Sivas, y también a Kadi Burhaneddin, en 1398. Avanzando por el valle del río Éufrates, le arrebató a los mamelucos diversos territorios en la región de Malatya. Más no todos los gobernantes de esos pequeños reinos murieron, y los que pudieron huyeron a guarecerse en lugares más seguros, esperando el momento propicio.

Muerte

Captura de Bayezid I por Tamerlán

Estas conquistas extienden su dominio sobre la parte oriental de Asia Menor, con lo cual el enfrentamiento con el líder militar de origen mongol Tamerlán, se hizo inevitable. Los señores locales intentaron maniobrar entre los dos grandes jefes, buscando refugio con Bayezid o con Tamerlán respectivamente, lo cual proporciona a cada uno el pretexto necesario para atacar al contrario.

El 20 de julio de 1402, ambos líderes se enfrentan en la decisiva Batalla de Ankara, la cual comienza en la mañana y dura hasta última hora de la tarde. Los cálculos modernos sitúan los ejércitos de Tamerlán y Bayezid en torno a 140.000 y 85.000 hombres respectivamente. Además de ser inferior en número, el ejército otomano estaba exhausto debido a la larga marcha forzada desde Bursa a Sivas y Tokat, y de nuevo de vuelta a Ankara, en persecución del enemigo.

Durante la batalla, Bayezid fue traicionado por una parte considerable de los clanes turcos, que no veían con buenos ojos sus campañas contra los pueblos musulmanes de Asia, por lo que quedó demasiado debilitado para hacer frente a Tamerlán. Fue capturado junto con su hijo, y posteriormente murió en cautividad en Aksehir, el 9 de marzo de 1403.

Fuentes