Bebé probeta

Bebé Probeta
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Campo al que perteneceCiencia y Tecnología
Principales exponentesLos científicos británicos Robert Edwards y Patrick steptoe daban cuenta de un suceso que revolucionaria el conocimiento sobre la reproducción humana: Demostraron que varios de los procesos biológicos esenciales, incluidos la fertilización y la formación del embrión, podían ocurrir en el laboratorio y dar lugar a seres humanos sanos.

Bebés Probeta. El ámbito de la Tecnología está comprendido entre la Ciencia y la Técnica propiamente dichas, por tanto el término "tecnológico" equivale a "científico-técnico". El proceso tecnológico da respuesta a las necesidades humanas; para ello, recurre a los conocimientos científicos acumulados con el fin de aplicar los procedimientos técnicos necesarios que conduzcan a las soluciones óptimas.

La Tecnología abarca, pues, tanto el proceso de creación como los resultados. Dependiendo de los campos de conocimiento, existen múltiples ramas o tecnologías: mecánica, materiales, del calor y frío, eléctrica, electrónica, química, bioquímica, nuclear, telecomunicaciones, de la información.

Definición

Bebés Probetas: Término popular que se aplica a los niños nacidos tras la fertilización in vitro utilizando un óvulo procedente de la madre. Tras la fertilización, el cigoto se coloca en el útero materno para que se desarrolle con normalidad.

Fecundación in vitro

La fecundación in vitro (FIV o IVF por sus siglas en inglés) es una técnica por la cual la fecundación de los ovocitos por los espermatozoides se realiza fuera del cuerpo de la madre. La FIV es el principal tratamiento para la esterilidad cuando otros métodos de reproducción asistida no han tenido éxito. El proceso implica el control hormonal del proceso ovulatorio, extrayendo los ovocitos de los ovarios maternos, para permitir que sean fecundados por los espermatozoides en un medio líquido. El ovocito fecundado (el cigoto) se transfiere entonces al útero de la hembra con la intención de iniciar un embarazo.

Primer Bebé Probeta

Desde el nacimiento de la primera bebé probeta en Inglaterra en 1978, experimentos similares a través de técnicas cada vez más avanzadas en todo el mundo resultaron en otros 29 mil niños concebidos de manera artificial, como parte una "industria" que comienza a ser cada vez más cuestionada por sus protagonistas.

Cuando Louise Brown nació el 25 de julio de 1978 en Oldham, al norte de Inglaterra, con un peso de dos kilos y 61 gramos, ella fue el primer bebé probeta del mundo, el resultado de un procedimiento ahora común llamado fertilización in vitro.

Louise Brown es la primera bebé probeta del mundo y nació como resultado de los experimentos del profesor Robert Edwards y el doctor Patrick Steptoe, los pioneros británicos en la técnica de unir un espermatozoide y un óvulo para obtener un cigoto en el laboratorio e implantarlo en un útero femenino. La técnica, algunos años después, dejaría de emplearse sólo para "ayudar a parejas estériles" para convertirse en un lucrativo negocio cada vez más perfeccionado científicamente.

El anuncio del nacimiento de Louise Brown generó en 1978 toda clase de reacciones, desde las que vaticinaban una nueva era de niños diseñados a la carta y gestados en úteros artificiales como en Un mundo feliz, de Aldous Huxley hasta las que advertían sobre el advenimiento de una generación de “freaks”. Pero las parejas con problemas de infertilidad una de cada siete en todo el mundo muy pronto se volcaron a la reproducción asistida. Y los resultados, aunque no siempre exitosos, les dieron la razón. Las chances de embarazo mediante técnicas de fertilidad son hoy iguales y a veces superiores a las probabilidades de embarazo por el natural método de la cópula, cuya eficacia se ubica entre el 25 y el 30% por cada ciclo menstrual.

Avances

Mientras en la concepción natural varios cientos de millones de espermatozoides tratan de ingresar a un óvulo y finalmente sólo uno el más apto puede fecundarlo, técnicas como la microinyección de esperma dan a los especialistas la facultad de seleccionar qué espermatozoide determinará los rasgos del bebé.

El desarrollo de esta técnica, que desde 1992 permite la fecundación en un microscopio a través de la inyección directa de un espermatozoide a un óvulo, ha hecho que hoy sea muy fácil obtener embriones con características específicas aunque muchas vidas se pierdan en el camino. Si bien al comienzo los óvulos fecundados eran colocados rápidamente en el útero femenino, la criotecnología ha desarrollado métodos para mantener vivos los embriones congelándolos hasta que alguna pareja decida continuar con su ciclo de vida. Sin embargo, no todo es tan simple, pues muchas veces los embriones no son reclamados por sus "dueños" y éstos deben ser "desechados", es decir muertos.

La reproducción ya no es lo que era

Con Louise Brown, la reproducción humana dejó de ser exclusivamente cuestión de sexo en la cama y deseo de trascendencia. Quizás lo más revolucionario que inauguraron Edwards y Steptoe fue la inclusión de muchos en un proyecto amoroso antes reservado solamente a dos. Hoy no hace falta una relación sexual para concebir.

El imperativo social de tener descendencia y el poderoso deseo individual vuelcan a las parejas a buscar un niño “biológico” a toda costa, aunque a veces no porte el ADN de la madre o del padre, ya que muchos procedimientos se realizan con óvulos donados o espermatozoides de bancos de semen. Pero todo esfuerzo vale la pena, según dicen todas las parejas que sonríen con sus vástagos en brazos.

La fertilización in vitro abrió múltiples puertas. Ya no se trata únicamente de ayudar a las mujeres que, como la madre de Louise Brown, tienen problemas en sus Trompas de Falopio. También se trata de ayudar a las mujeres que deciden tener hijos después de haber logrado una carrera laboral y profesional, cuando su reloj biológico se niega a producir óvulos aptos o cuando pasaron la menopausia. En este sentido, las técnicas de reproducción asistida igualaron la capacidad fértil de hombres y mujeres.

La demanda de reproducción asistida sigue creciendo junto con el número de clínicas dedicadas a este campo. Se estima que unos tres millones de niños nacieron en los últimos 30 años con ayuda de las técnicas de fertilidad asistida.

Además de los bebés de probeta ya nacidos, existen millares de embriones que aguardan, congelados, su destino: ser transferidos al útero de su madre en un futuro; ser donados a parejas que no logran embriones ni con toda la ayuda de la ciencia; ser destinados a la investigación de problemas de infertilidad o utilizados para obtener células madre (stem cells) en el pujante campo de la medicina regenerativa.

Fuentes