Burgos

Ciudad de Burgos
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Ciudad de España
Bandera de Burgos
Bandera

Escudo de Burgos
Escudo

Situación de Burgos
Situación de Burgos
EntidadCiudad
 • PaísBandera de España España
 • FundaciónMedieval 884
Población ((2010)) 
 • Total178,574 hab, hab.
Gentilicioburgalés, sa[
Ciudadburg.jpg

Burgos.Es una ciudad española situada en el norte de la Península Ibérica, capital de la provincia homónima integrada en la comunidad autónoma de Castilla y León. La provincia de Burgos, situada en el extremo nororiental de Castilla y León, es una de las nueve provincias que integran esta extensa Comunidad Autónoma. Un territorio que engloba paisajes naturales y humanos muy variados, pues a la diversidad objetiva del medio físico se añade una dilatada presencia humana en estas tierras, que se remonta a los tiempos más remotos de la Prehistoria.

Historia

La fundación de Burgos

Superada la mitad del siglo IX, y tras un largo periodo de incertidumbre, los condes castellanos, en sintonía con los monarcas astures, se arriesgan a descender de las montañas norteñas a los llanos, con el ánimo de ampliar sus dominios y suministrar a las gentes de estos parajes abiertos la cobertura administrativa necesaria para iniciar una vuelta a la historia con perspectivas de futuro. En este lento y azaroso avance, las autoridades se dejan notar mediante la instalación de pequeñas guarniciones militares en lugares estratégicos, encargadas del control de las pequeñas comarcas que se iban abriendo al proceso repoblador. Van surgiendo así pequeñas villas castelleras, cabeceras de los alfoces o distritos comarcales que se iban conformando sobre la marcha. Una de estas villas, reducidas originariamente a las instalaciones castrenses de un rudimentario castillo, dará origen a la ciudad de Burgos, cuyo nacimiento oficial se certifica en el año 884. No se trata, por tanto, de un acontecimiento de relumbrón. Burgos nace con la modestia propia de los tiempos, aunque con la perspectiva de un futuro esperanzado que nadie quería frustrar. Desde el castillo de Burgos se vigila el curso medio del Arlanzón, mientras la frontera avanza hacia el sur, para llegar al curso de río Duero en el 912. Pronto, la centralidad geográfica de este enclave en el conjunto de los territorios castellanos, que alcanzan por el norte la costa cantábrica, se revelará como un factor decisivo para su promoción institucional. En seguida se adorna con el título de ciudad, o residencia condal, lo que la convierte en centro administrativo de un gran espacio regional, que con el conde Fernán González se unificará para dar paso al denominado “Gran Condado de Castilla”, vigente hasta su elevación a la categoría de reino el año 1037.

Época medieval

El atractivo del castillo se dejará sentir rápidamente en la población circundante, que se asienta en su ladera más abrigada y soleada en pequeñas agrupaciones que irán dibujando poco apoco los primeros barrios de la incipiente ciudad: San Esteban, San Román, Nuestra Señora de Viejarrúa y San Martín. Mientras se sueldan estos barrios en la falda del cerro, en la cima se levanta airosa la iglesia de Nuestra Señora de la Blanca y se abren las primeras tiendas, que revelan una vocación mercantil en alguno de sus habitantes y anuncian un futuro esplendoroso en este campo, todavía en estado inicial de gestación. Las últimas décadas del siglo XI serán testigo de la consagración de la ciudad del Arlanzón como un núcleo destacado en el conjunto de los reinos de Castilla y León. La elección como sede regia por parte de Sancho II de Castilla (1065-1072); la instauración de la sede episcopal en 1075, sin que mediara derecho histórico alguno; la celebración de un concilio “nacional” en 1080; la llegada de san Lesmes en 1091 como prior del monasterio de San Juan; en fin, el paso de multitudes de peregrinos por sus calles, todo contribuye a dotar a la ciudad de Burgos de un aire de respetabilidad que transciende los límites marcados por la modesta cerca que acogía entre sus brazos a los barrios fundacionales de la entidad urbana, fuera de los cuales, por cierto, quedaban ahora, a finales del siglo XI, la iglesia catedral y el palacio episcopal, así como el monasterio de San Juan, entidades ambas que estarán llamadas a jugar un papel decisivo en el desarrollo urbano y cultural de la ciudad. La iglesia catedral, levantada en el escalón más bajo de la pendiente del castillo, se convertirá en un atractivo reclamo para la urbanización de la vega que acerca la falda del cerro del castillo a la ribera del Arlanzón. Por su parte, los rectores del monasterio de San Juan trazarán la línea, hacia el este, que guiará la expansión del poblamiento burgalés hacia la orilla del Vena, alargando con un denso caserío, por la calle de San Juan, el trazado urbano del Camino de Santiago a su paso por nuestra ciudad. De esta manera, el siglo XII y la primera mitad del siglo XIII se convierten en testigos de una intensa urbanización de las zonas llanas del sur de la ciudad, desde Santa Águeda hasta San Juan, pasando por el Corral de las Infantas, el Huerto del Rey y las praderas más próximas al río Arlanzón, donde radicaba el mercado que servía de punto de aprovisionamiento de una ya industriosa ciudad. A este conjunto heterogéneo de barrios y calles sólo le faltaba un detalle para alcanzar su plena personalidad urbanística medieval: la muralla, que se levanta en la segunda mitad del siglo XIII para acoger en el interior de su amplio trazado los símbolos más señeros de la pujante ciudad: el castillo, en la cima del cerro, refugio del poder militar; la catedral, a caballo entre la pendiente y el llano, sede de la autoridad religiosa; y los barrios de la vega, residencia de los “burgueses” que aportaban la sabia que animaba la vida política, económica y social de la ciudad. Fuera de los grandes muros que ceñían el núcleo de la urbe quedaron algunos barrios de vieja historia, como lo era el de San Pedro de la Fuente, en el oeste; en el extremo opuesto de la ciudad, la iglesia de San Juan, que ya comenzaba a ser conocida como parroquia de San Lesmes; y, como era habitual en todas las ciudades y grandes villas de Europa, los conventos de los mendicantes --franciscanos, dominicos, mercedarios, trinitarios o agustinos— y los monasterios femeninos de nueva planta, como el de Santa Clara, todos ellos radicados extramuros de la ciudad, a la que, no obstante, estaban unidos por un delicado cordón umbilical. Más allá del bullicio urbano, a poniente, Alfonso VIII patrocina la construcción, en torno al año 1200, de un complejo monástico de inspiración cisterciense en su versión femenina, que habría de dar origen, junto a su anejo hospital, a sendos conjuntos residenciales autónomos: los barrios de Las Huelgas y del Hospital del Rey.

Geografía

Burogeo.jpg

(Con una superficie de 14269 km², la Meseta propiamente dicha abarca sólo la mitad SO. de la provincia, región de páramos y llanuras, constituida por sedimentos terciarios de la depresión del Duero, disecados por este río y sus afluentes.

De la Cuenca del Duero forma parte La Sierra, básicamente del partido de Salas de los Infantes, las Comaracas de Villadiego y de Castrojeriz, el Alfoz de Burgos en el curso del Arlanzón, las Tierras de Lerma regadas por el Arlanza y la Ribera del Duero, a uno y otro lado de Aranda de Duero. El valle del Ebro por su parte ocupa casi un tercio de la superficie provincial. En esta zona se encuentran básicamente las Merindades, distribuidas en torno a Medina de Pomar y Villarcayo, el páramo de la Lora con Sedano como capital de importancia histórica reconocida, la fértil cuenca de la Bureba con centro en Briviesca, Miranda de Ebro y Treviño. El resto de la provincia participa de los dos sistemas montañosos que lo enmarcan:

  • El Sistema Ibérico que penetra en Burgos por los altos páramos de la Lora, prolongando los altos niveles de la paramera hasta el sur de la capital. A este Sistema pertenece la Sierra de la Demanda, con una de las máximas elevaciones de la provincia el Pico de San Millán (2.134 m) límite de Burgos con La Rioja y Soria.
  • La cordillera Cantábrica, a la que pertenece todo el norte de la provincia, integrado en el partido judicial de Villarcayo.

Entran pues en la provincia tres importantes unidades geográficas: la España húmeda, el valle del Ebro y la Meseta, lo que hace de Burgos una encrucijada de varios paisajes; se suceden altas montañas, como las de la sierra de la Demanda, picos de Urbión (2.253 m), montes de Oca (996 m.), Peñas de Cervera (1.413 m) o sierra de Covarrubias, altas mesetas o páramos, desfiladeros (Pancorbo), corredores (La Bureba), valles y campiñas fluviales (como los de Mena, regado por el Cadagua, ribera del Ebro, Duero, Arlanza, Arlanzón y Pisuerga); tiene una compleja y rica diversidad morfológica y de relieve en la que se alternan los materiales calizos y arcillosos.

Clima

El clima es continental, determinado por la considerable altitud media (700 metros) y la presencia del muro de la cordillera Cantábrica, que detiene el influjo Atlántico; la temperatura disminuye con la altura, por lo que existen en los macizos más elevados zonas de nieves perpetuas. La oscilación térmica es del orden de los 17°, el invierno es largo y duro (cuatro meses con medias inferiores a 6°) y en Burgos capital, situada a 856 m de altitud, la temperatura del mes de enero es de 2'5 °C de promedio; los veranos son secos y la temperatura media anual es de 10 °C. Las precipitaciones son escasas, y oscilan entre los 380 mm anuales de Aranda de Duero y los 480 mm de Burgos capital, si bien aumenta en las áreas de montaña. El Duero y el Ebro cruzan los extremos opuestos de la provincia, dividiéndola en dos cuencas. Los afluentes del Ebro son los más caudalosos (Oca) y los del Duero los más largos (Arlanzón, Arlanza, Esgueva).

Flora y Fauna

La estepa es la vegetación natural de las parameras, en competencia con los cultivos de cereales en las áreas más aptas. Bosques de coníferas predominan en el Sistema Ibérico. En los montes Cantábricos el encinar alterna con los pastos. Principalmente encontramos vegetación de enebros, encinas, lentiscos y carrascales, y existen aún importantes masas forestales de pino, roble, rebollo y haya.

Población

Burgos es una provincia escasamente poblada, con una densidad de población que se ha mantenido durante los últimos 50 años muy por debajo de la media nacional. El aumento de la población absoluta entre 1900 y 1950 fue poco importante (de 338.822 hab. Pasó a 397.048) y se pasó de 30.000 a 82.000 hab. A partir de 1950 se inicia un lento pero continuado descenso, causado por la emigración hacia Madrid y Vizcaya y por la baja natalidad. Desde 1900 ya los saldos migratorios fueron siempre desfavorables, acentuándose su negatividad en la época posterior a 1950. La población urbana es escasa.

Gastronomía

Bien conocida es la gastronomía de la tierra burgalesa, uno de los principales motivos para desplazarse hacia nuestra ciudad desde los primeros años del turismo. Numerosos mesones y asadores de estos primeros tiempos siguen trabajando en sus hornos para ofrecer uno de los platos más saboreados y reconocidos en la geografía española: el cordero asado.

Principales platos

En cuestión de platos principales rivaliza con la morcilla que muchos no dudan en llevarse a sus casas como un trofeo a su reconocida visita. Sin embargo dicen los expertos que las recetas caseras deben degustarse en su lugar de origen, porque, ya saben, como dice el dicho “fuera de casa, no sabe igual”, y en este caso tienen razón. Mucho se ha evolucionado desde nuestros primeros cocineros tradicionales hasta la “nueva hornada” de profesionales al frente de los fogones de los restaurantes renombrados de la capital. De nuevo le invitamos a dejarse sorprender por la elaboración de estos platos tradicionales que, conservando como ingredientes principales la morcilla y el cordero, pueden transformarse en pasteles y delicattessen a la altura de la mejor nueva cocina (nouvelle cuisine), prueba de ello son las creativas recetas de Hojaldre de Morcilla, Saquitos de morcilla, cordero confitado, escabechados de caza, foie, etc. sin olvidarnos del postre del Abuelo elaborado con Queso de Burgos, con finas capas de miel, acompañado por nueces, que hará las delicias del paladar más exigente. Unos platos que irán acompañados de vino procedente de la Ribera del Duero burgalesa, una Denominación de origen que hoy en día goza de reputada fama Internacional.

La degustación de nuestra gastronomía, que oscila desde el arraigado sabor tradicional hasta las nuevas formas de entender la cocina, se puede hacer realidad en numerosos restaurantes localizados en los aledaños de la catedral en las Plazas de Nuño Rasura, plaza del Rey San Fernando, en las calles peatonales de Sombrerería, La Paloma, La Llana, San Lorenzo, La Puebla, o en los asadores del Barrio de Huelgas, etc.

Vinos

La degustación de vino siempre ha sido una cultura en la ciudad, no es extraño ver como a la hora del aperitivo se demandan nuestras marcas de Ribera del Duero no sólo en las vinotecas especializadas, sino también en la zona de “tapeo”. Actualmente esta tendencia a apreciar los productos originales del lugar ha provocado una incipiente apertura de comercios especializados en la venta de gastronomía típica que se encuentran en los lugares más transitados por los turistas y por los propios ciudadanos.

Cultura

  • Arco de San Esteban
  • Arco de Santa María
  • Cartuja de Miraflores
  • Casa del Cordón
  • Castillo
  • Catedral
  • Centro Cultural Francisco Salinas
  • Hospital del Rey
  • Iglesia de San Esteban
  • Iglesia de San Gil
  • Iglesia de San Nicolás
  • Iglesia de Santa Águeda
  • Iglesia de Santa María la Real y Antigua
  • Monasterio de las Huelgas
  • Palacio de Capitanía
  • Palacio de Castilfalé
  • Palacio de la Diputación
  • Conjunto monumental de la Plaza de San Juan

Véase también

Fuentes