Cáncer infantil

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Cáncer Infantil
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El Cancer Infantil, células que han sufrido un cambio y por lo tanto no cumplen sus funciones correctamente en el organismo y se reproducen sin control. El aumento de estas células enfermas ocupa el lugar de las sanas y normales, destruyéndolas. Debido a este aumento en algunos tipos de cáncer observamos un crecimiento anormal llamado tumor. Existen dos tipos de tumores:

  • Benignos: la reproducción de las células es descontrolada pero no tienen capacidad de invadir otras áreas del organismo.
  • Malignos o canceroso: tienen capacidad de invadir otras partes del cuerpo, dando lugar a lo que se llama metástasis: una o varias células cancerosas se desprenden del tumor original, entran en la sangre y se depositan en otro lugar, dando origen a un nuevo tumor.

==La célula==

es la unidad básica de construcción del cuerpo humano. Cuando las células se unen, forman tejidos como la piel, o bien órganos como el hígado, el riñón, etc. Las células en su mayoría se reproducen dividiéndose de dos en dos La reproducción de las células es fundamental para:

  • Formar nuevas células durante el crecimiento.
  • Reemplazar las células viejas por nuevas.
  • Repara los tejidos dañados.

Los diversos tipos de tumores infantiles dependen de:

  • Tipo de tejido unórgano afectado
  • Leucemia: proliferación anormal de las células sanguíneas.
  • Linfomas: tumores de los ganglios.
  • Otros tumores poco frecuentes en niños y que afectan: riñones, músculos, huesos, órganos genitales, hígado.
  • Otros tumores extremadamente raros en niños y frecuentes en los adultos: pulmón, piel, tubo digestivo.
  • Edad de aparición: desde el nacimiento a la edad adulta.
  • Grado de extensión: localizado (estado primitivo) o expandido (metástasis).
  • Estado en que se encuentra el organismo: respuesta individual ante la misma enfermedad

Epidemiología

La epidemiología es la ciencia que estudia los patrones de la enfermedad a nivel de variaciones geográficas, demográficas, estado socioeconómico, genética, edad y causas infecciosas. Los epidemiólogos estudian la relación entre estos factores así como los patrones de migración y contribuyen a un mayor conocimiento de la enfermedad. Los cánceres que con mayor frecuencia se dan en la infancia son:

  • Leucemias: 25%. Se curan aproximadamente el 80%. Afecta a la sangre.
  • Tumores del Sistema Nervioso Central: 20%.
  • Neuroblastoma: 7%
  • Linfoma no Hodgkin: 6%. Afecta a los ganglios linfáticos.
  • Tumor de Wilms: 6%. Afecta al riñón.
  • Enfermedad de Hodgkin: 5%
  • Numerosos tipos raros de tumores: resto.
  • El cáncer es una enfermedad que afecta, cada año, a 900 menores españoles.

Según la Asociación Española contra el Cáncer, el cáncer pediátrico más común es la leucemia, conjuntamente con los tumores cerebrales. Las tasas de incidencia del cáncer infantil en España oscilan entre 4 y 40 casos por cada 100.000 niños. Actualmente la tasa de supervivencia de niños afectados de cáncer en España es del 70%, según los datos del Registro Nacional de Tumores Infantiles. Esta cifra supone un incremento del 15% en la tasa de supervivencia en relación a la de los años ochenta. Leucemia Aguda La frecuencia de leucemia aguda es de 4.5 casos nuevos por 100 000 habitantes por año. Por otro lado la frecuencia aumenta en forma muy significativa en hermanos de niños con leucemia aguda a cuatro veces. Esta frecuencia se observa incrementada tanto en síndromes con alteración cromosómica (Ej. síndrome de Down: padecerá leucemia aguda 1 de cada 95 niños) como síndromes que cursan con inmunodeficiencia ya sea congénita o adquirida. Afecta tanto al sexo masculino como femenino aunque algo más en los primeros. Con respecto a la edad, puede estar presente al nacimiento (leucemia congénita), en los primeros 28 días de nacimiento (leucemia neonatal) o bien a lo largo de la edad pediátrica. El pico de máxima frecuencia se encuentra entre los 4 y los 8 años.

Causas

Todavía no se conoce de manera clara el origen de los tumores malignos, aunque la investigación permite poco a poco descubrir la complejidad y la diversidad de los mecanismos que conducen a la aparición de los tumores. Los antecedentes familiares de cáncer tienen gran importancia en el adulto, pero no en los niños. En cambio, las inmunodeficiencias, los trastornos metabólicos y las anomalías cromosómicas si son relevantes; por ejemplo, un niño con síndrome de Down tiene un riesgo 100 veces mayor de padecer leucemia que la población normal.

Síntomas

Ante los siguientes síntomas lleve a su hijo al hospital:

Síntomas del Niño
  • Fiebre persistente.
  • Fatiga.
  • Sangrados frecuentes.
  • Pérdida de peso sin motivo.
  • Moretones.

Leucemia Aguda La leucemia linfoblástica aguda infantil (llamada también leucemia linfocítica aguda) es una enfermedad en la que glóbulos blancos que combaten las infecciones (llamados linfocitos) se encuentran inmaduros en grandes cantidades en la sangre y médula ósea del niño.

Diagnóstico

El médico no suele sospechar de cáncer ya que los síntomas y los signos son muy inespecíficos y puede ser confundida con gran cantidad de enfermedades. Leucemia Aguda El diagnóstico se realiza mediante la conjugación de tres datos:

Diagnóstico
  • Datos clínicos.
  • Una analítica de sangre. Una cifra anormal de linfocitos (serie de células de la sangre) no quiere decir que se padezca la enfermedad.
  • Otras pruebas de laboratorio:

Recuento de plaquetas.

  • Urea, creatinina, ácido úrico, examen general de orina.
  • Transaminasas, deshidrogenasa láctica.
  • Bilirrubina total y directa, fosfatasa alcalina, calcio, fósforo, sodio, potasio, amilasa y lipasa.

Si se correlacionan estos datos y hay una sospecha de enfermedad, el clínico está obligado a efectuar un estudio de médula ósea por aspiración. Esta prueba es la única que aporta el diagnóstico definitivo. No hay que olvidar que existen padecimientos benignos que pueden en un momento dado semejar una leucemia aguda.

Pronóstico

En la actualidad, la mayoría de los pacientes pediátricos con esta enfermedad tienen cura, debido al uso combinado de gran variedad de agentes quimioterápicos, cirugía y radioterapia. Teniendo en cuenta todas las enfermedades malignas de la niñez, el nivel de supervivencia a los 5 años de ser diagnosticado se sitúa en el 70%.

Pronóstico

Esta espectacular mejoría en la supervivencia de los niños afectados de cáncer en los últimos años necesita establecer los efectos y las posibles complicaciones a largo plazo para poder modificar los protocolos de actuación en la enfermedad. Se ha comprobado que después de 25 años de ser diagnosticada la enfermedad, hay un 4% de los supervivientes que desarrollan un cáncer secundario, debido probablemente a los tratamientos oncológicos utilizados para el cáncer primario en la niñez y a una posible mayor predisposición genética. Para todos los tipos de cáncer infantil la explicación se basa en los efectos carcinogenéticos de la radioterapia y agentes alquilantes. Con respecto a la Leucemia Aguda, los dos factores de riesgo más importante son la cuenta de linfocitos y la edad. Definimos la enfermedad de riesgo habitual cuando la cuenta de linfocitos está por debajo de 50000/mm3 y una edad comprendida entre los 1 y 10 años; en este caso, la posibilidad de curación se encuentra entre el 75 y el 80%.

Tratamiento

En los últimos 30 años el tratamiento del cáncer infantil ha experimentado un gran incremento en su eficacia. En la actualidad existen tres armas terapéuticas fundamentales y complementarias:

  • Cirugía: permite extirpar, cuando es posible, una parte o todo el tumor.
  • Radioterapia: tratamiento indoloro que consiste en irradiar la zona afectada en sesiones cortas y progresivas.
  • Quimioterapia: administración oral y/o intravenosa de medicamentos anticancerosos.

Cuando se diagnostica la enfermedad hay que iniciar el tratamiento lo antes posible, pues mejora notablemente el pronóstico. Según la naturaleza de la enfermedad, el tratamiento varía de acuerdo a la combinación de agentes quimioterapéuticos, cirugía y radioterapia. Cuanto más complejo es el régimen terapéutico, es más probable que interfiera en la rehabilitación del niño. La mayoría de los niños han de sufrir un tratamiento agresivo durante un tiempo considerable. Durante el tratamiento existen una serie de amenazas que pueden complicar el pronóstico:

  • Naturaleza de la enfermedad.
  • Malestar físico.
  • Cambios corporales.
  • Hospitalizaciones.
  • Cuidado ambulatorio del paciente.

La Naturaleza Mortal de la Enfermedad. Cuando el niño es consciente de la gravedad de la enfermedad hay mayor ansiedad, que aumenta con el progreso de la enfermedad y con cada visita clínica; los niños a los que nunca se les ha comunicado su diagnóstico se dan cuenta de la ansiedad que existe en las personas que le rodean. Se considera que la falta de información puede producir mayor tensión en el niño y ser el origen de fantasías perturbadoras. Aunque los niños en remisión indican que han vencido la amenaza de la muerte, parece que no desaparece la ansiedad asociada a ella. Esta incertidumbre crónica sobre la recaída y supervivencia es la que plantea una amenaza importante para la vida del niño con cáncer. Malestar Físico El malestar físico (dolor, debilidad, etc.) causado por el tratamiento es una complicación importante. Muchos niños se sienten relativamente bien en el momento del diagnóstico y el tratamiento puede parecer peor que la enfermedad. El tratamiento del cáncer conlleva un fuerte conflicto debido a la ansiedad y el dolor asociados a procedimientos médicos, las náuseas y vómitos por la quimioterapia, etc. Todo esto puede manifestarse con diferentes síntomas como pesadillas, insomnio, anorexia (falta de apetito), retraimiento y depresión. Todo estos síntomas pueden llevar a un desacuerdo con el tratamiento prescrito por su médico. Cambios Corporales Los niños debido al tratamiento pueden experimentar una serie de cambios, que pueden ser:

  • Reversibles en muchos casos, como ganancia o pérdida de peso, pérdida de pelo, úlceras bucales.
  • Permanentes como amputación, esterilidad, daño cerebral y anormalidades esqueléticas.

El cambio en la imagen física es un recordatorio constante para el niño de ser diferente a los demás pudiendo afectar a su autoconfianza; esta pérdida de autoconfianza puede llevar a un comportamiento regresivo, retraimiento de los compañeros y miedo a ir al colegio, entre otras consecuencias. Hospitalizaciones El aislamiento que supone las hospitalizaciones puede conducir a problemas psicosociales, en la mayoría de ocasiones debido al alto grado de implicación de los padres y del personal médico, especialmente con niños pequeños. Cuidado ambulatorio del paciente La mayor parte de los autores recomiendan el tratamiento ambulatorio del paciente para reducir los efectos emocionales asociados con la hospitalización y para facilitar la vuelta del niño a la familia, los amigos, el colegio y la comunidad. Es importante que el niño vuelva a un estilo de vida normal lo antes posible. La vuelta al colegio quizás sea lo más importante porque constituye el papel básico en la vida normal de los niños. Es necesario dar apoyo emocional al profesor, así como facilitarle información con respecto a la enfermedad del niño, ya que la actitud del profesor hacia el niño tiene una influencia muy importante para conseguir un integración satisfactoria al colegio.

Leucemia Aguda

Medidas generales Se debe partir de la base que la mayoría de estos niños lograrán su curación, por lo que es importante una serie de medidas:

  • Adecuada dieta.
  • Actividad escolar, evitar el absentismo escolar. Ésta constituye una verdadera terapia ocupacional que relajará el ambiente de tensión en la relación con el resto de la familia.
  • Actividad física: condicionadas por el estado de bienestar del niño y se le debe permitir desarrollarlas de acuerdo a su voluntad. Evidentemente, cuando se encuentre con los efectos tóxicos de la quimioterapia, con procesos infecciosos, etc., lo conveniente será el reposo.
  • Las relaciones amistosas con compañeros (colegio, hospital) deben fomentarse.
  • El niño debe tener conocimiento de su enfermedad, de su tratamiento y efectos colaterales, así como de toda la información referente a su padecimiento; de esta manera los periodos de angustia o manifestaciones psicosomáticas se verán minimizadas.

Medidas de sostén y sintomáticas

En el manejo integral de estos pacientes es fundamental adoptar una serie de medidas de sostén:

  • Utilización de soluciones de hidratación.
  • Transfusión de productos sanguíneos.
  • Utilización de antieméticos (para evitar los vómitos).
  • Antibióticos.

Se evitará en la medida de lo posible las hospitalizaciones frecuentes y sólo se internará para complicaciones o bien tratamiento de quimioterapia (infusiones) que requieran de un periodo prolongado.

Quimioterapia

Existen una infinidad de protocolos de quimioterapia. En términos generales todos los esquemas de quimioterapia incluyen un periodo de inducción a la remisión de aproximadamente cuatro a seis semanas de duración, uno de consolidación de 4 a 12 semanas de duración y un esquema de mantenimiento que durará hasta completar entre 24 a 36 meses de duración. Lugares de difícil acceso Son aquellos lugares en los que la quimioterapia no penetra o no alcanza niveles eficaces para lograr una erradicación de las células leucémicas. Dentro de estos sitios están el Sistema Nervioso Central y los testículos, por lo que hay que realizar quimioterapia localizada. Manejo de complicaciones Tratamiento de la etapa terminal Ante todo hay que respetar la integridad y dignidad del paciente en esta fase y se debería abordar esta problemática siguiendo el concepto del "buen vivir-buen morir" Efectos a largo plazo del tratamiento Impacto cardiovascular En estos pacientes se pueden presentar enfermedades cardiovasculares como consecuencia del tratamiento oncológico, por lo que aumenta la mortalidad en estos pacientes. En la mayoría de los casos, el daño cardiovascular se produce por:

  • Consecuencia del tratamiento oncológico (radiación o agentes radioterápicos).
  • Lesión de otros órganos.
  • El agente que más daño provoca en el corazón son las antraciclinas que pueden provocar muerte de los miocitos (células del corazón).

Los principales factores de riesgo de daño cardiovascular son:

  • Dosis acumulada.
  • La menor edad de comienzo.
  • Duración del seguimiento.
  • Sexo femenino.

Los pacientes que reciben radioterapia sobre toda la superficie corporal después de un trasplante de médula ósea. Impacto sobre la fertilidad El impacto de los agentes quimioterápicos sobre la fertilidad dependen de:

  • Sexo y edad del paciente.
  • Naturaleza y dosis de los agentes utilizados.

Tanto los testículos como los ovarios son vulnerables a la radioterapia. En un estudio reciente de seguimiento a largo plazo, aproximadamente el 90% de los pacientes varones tratados antes de la pubertad sufrieron grave daño que hizo tener pocas posibilidades de poder formar espermatozoides. Los tratamientos con agentes no alquilantes son mucho menos tóxicos para las gónadas (testículos y ovarios). Si se demuestra un fallo en la función de los ovarios, hay que administrar terapia sustitutiva hormonal desde la etapa un poco anterior a la pubertad (prepuberal) hasta aproximadamente los 50 años para conseguir una adecuada mineralización ósea y protección cardiovascular. La radioterapia del útero hace que aumente la incidencia de nuliparidad (ningún parto), pérdidas fetales y recién nacidos de bajo peso. Efectos sobre la educación, vida social y calidad de vida Diferentes estudios señalan que los sobrevivientes han experimentado dificultades a nivel educativo, de conducta y social. Estas dificultades parece que dependen de:

  • La enfermedad.
  • Tratamiento recibido.
  • Variables demográficas.
  • Variables familiares
  • La presencia escolar es de enorme importancia para conseguir una metas académicas adecuadas y para establecer relaciones sociales.

En el caso de haber recibido radioterapia y quimioterapia a nivel del Sistema Nervioso Central (SNC) tienen dificultad para conseguir logros académicos: por un deterioro de la función intelectual o por deficiencias específicas a nivel de atención, concentración, razonamiento lógico matemático, etc. Los niños con tumores del SNC que han sido tratados con altas dosis de radioterapia craneal tienen una gran probabilidad de necesitar educación especial. Medir la función social es mucho más complicado que la académica, pero hay ciertas evidencias que señalan que estos niños son menos aceptados por los otros niños. Efectos sobre el crecimiento y la densidad mineral ósea Efecto negativo sobre el crecimiento en el caso de radioterapia de cráneo:

  • Si es con bajas dosis existe el riesgo de presentar pubertad precoz y niveles insuficientes de hormona del crecimiento.
  • Si es con dosis altas hay mayor riesgo de sufrir enfermedades endocrinas (enfermedades de las glándulas de secreción interna) e insuficiencia de la hormona de crecimiento.
  • Cuando el niño es sometido a radioterapia sobre toda la superficie corporal o sobre la columna vertebral, puede verse comprometido el crecimiento vertebral.
  • Debido al tratamiento se puede ocasionar una reducción de la mineralización ósea que se traduce en un aumento en la posibilidad de fracturas.
  • La mayoría de los estudios demuestran que los dos sexos se encuentran igual de afectados, pero los trastornos del crecimiento y la pubertad precoz se da con mayor frecuencia en las niñas.

Los efectos secundarios más frecuentes que podemos encontrar son:

  • Dolor asociado a pruebas médicas invasivas.
  • Alopecia (caída del cabello) y la vergüenza que conlleva.
  • Cambios en la imagen corporal debido a alteraciones en el peso, erupciones cutáneas, cicatrices y pérdida de órganos o extremidades.
  • Náuseas y vómitos debido a la quimioterapia.
  • Mayor susceptibilidad a infecciones. El niño necesita de mayor aislamiento y restringirle una serie de actividades sociales.
  • Fatiga inducida por la enfermedad en sí o por el tratamiento.
  • Cambios en la expresividad de sus sentimientos. Ataques de cólera, irritabilidad, que no parece responder a estímulos externos y son debidos a la enfermedad en el caso de los tumores cerebrales o por el tratamiento recibido.

Depresión y ansiedad que pueden aumentar la intensidad del dolor. Se manejan diferentes hipótesis que pueden explicar el aumento de riesgo de padecer depresión en el niño:

  • Elevado número de días de hospitalización.
  • Gran severidad de síntomas físicos.
  • Síntomas de depresión en la madre.
  • Trastornos mentales orgánicos (delirios) que se pueden deber a la invasión del Sistema Nervioso Central por la enfermedad o por infecciones, uso de narcóticos, etc.
  • Efectos a largo plazo del tratamiento como una capacidad reducida de atención, problemas de aprendizaje e infertilidad entre otros.

Medidas Preventivas

En las enfermedades cancerígenas se describen tres tipos de prevención: Prevención Primaria Consiste en las medidas para eliminar o neutralizar las causas para que aparezcan tumores. Hay que evitar que la población esté en contacto con sustancias cancerígenas o encontrar las medidas para neutralizarlas. El éxito dependerá:

  • Que el agente cancerígeno sea exterior.
  • Que esté bien identificado.
  • Que pueda ser eliminada o neutralizada su capacidad.

La mayoría de los cánceres en humanos es debido a estilos de vida. En teoría el 90% de los cánceres podrían evitarse con la prevención primaria, pero esto no es aplicable a los niños.

Prevención Secundaria

Consiste en la realización de un diagnóstico lo más precoz posible para que disminuya considerablemente la mortalidad de la enfermedad y las complicaciones de un tratamiento.Las técnicas preventivas a utilizar son:

  • Educación sanitaria de la población: que la población conozca los factores de riesgo y los evite y el conocimiento de los signos precoces del cáncer para que el diagnóstico sea lo más pronto posible. Es importante que la población conozca las señales de alarma:
  • Cambios en los hábitos intestinales o en la micción.
  • Hemorragia anormal.
  • Úlcera o herida que tarda en curar.
  • Tos o ronquera que tarda en desaparecer.
  • Engrosamientos o bultos en las mamas o en otras zonas.
  • La deglución difícil y la indigestión fácil.
  • Alteraciones importantes en lunares o en verrugas
  • Estudios de detección selectiva: consiste en detectar a las personas que pueden estar afectados por la enfermedad antes de tener ningún síntoma, es decir, teóricamente sanos

Prevención Terciaria

El objetivo fundamental de la prevención terciaria es optimizar los tratamientos para obtener las máximas respuestas, disminuir las complicaciones del tumor o de su terapéutica y tratarlas si se hubieran producido. Consiste en la vigilancia de los enfermos y su objetivo es el diagnóstico y tratamiento precoz de las posibles recaídas y/o complicaciones producidas por el tratamiento Debido a las características especiales de los cánceres infantiles, en la gran mayoría de los casos el diagnóstico se hace de manera accidental y en algunos casos en fases avanzadas de la enfermedad. En la mayoría de las ocasiones, los cánceres infantiles se producen por mutaciones o errores en los genes de las células. Estas mutaciones o errores no son heredados, son imprevisibles, por lo que no hay una manera eficaz de prevenirlos. De todas formas, la calidad del alimento, del agua, del aire y una buena protección frente a los rayos solares, serán cuestiones a tener en cuenta.

Medicina Alternativa

La medicina complementaria y alternativa consiste en una serie de filosofías, enfoques y terapias curativas. Hablamos de terapia complementaria cuando se utiliza junto con los tratamientos convencionales y alternativa cuando se utiliza en vez de la convencional. Por medicina convencional entendemos aquellos tratamientos ampliamente aceptados y puestos en práctica por la comunidad médica establecida. Las terapias complementarias o alternativas se usan como un esfuerzo para prevenir la enfermedad, prevenir o reducir los efectos secundarios y los síntomas o con el fin de controlar o curar la enfermedad. Entre estas terapias se encuentran:

  • Ejercicios de relajación.
  • Curación manual: acupresión y masajes.
  • Homeopatía.
  • Vitaminas o productos herbáceos.
  • Acupuntura.

Para entender si estas terapias funcionan hay que realizar una evaluación científica. Los enfoques convencionales de tratamiento contra el cáncer se han estudiado para determinar su seguridad y eficacia a través de un proceso científico con estudios clínicos en los que se incluyen gran cantidad de pacientes. En general se conoce muy poco sobre la seguridad y eficacia de las terapias complementarias y alternativas ya que no suelen estar sujetas a evoluciones rigurosas. En la actualidad, algunas terapias complementarias están encontrando un lugar en el tratamiento contra el cáncer, no como curas, sino como medidas complementarias que pueden ayudar a los pacientes a encontrarse mejor y recuperarse más pronto. Un ejemplo muy claro es la acupuntura, que parece que se muestra eficaz en el manejo de las náuseas y el vómito relacionado con la quimioterapia y la cirugía. Otros métodos o sustancias como el Laetrile han sido estudiados. La vitamina B17 o Laetrile, según Krebs (nada que ver con el premio Nóbel) sería una vitamina anticancerosa, pero no hay ninguna evidencia científica seria que respalde esto. Hay que recordar que el Letrile se conoce desde los años 40 y el interés por este producto está renaciendo en el campo médico, pero es un producto tóxico prohibido por la FDA (organismo americanos encargado de evaluar los alimentos y medicamentos y dar su visto bueno para el consumo humano) y del cual no existen antecedentes serios. Sus detractores indican que es potencialmente tóxica por la presencia de cianida, pero su nivel es tan escaso que se requeriría una alta dosis de laetrile para provocar toxicidad. En cambio, según sus defensores, la liberación de cianida se produciría en el interior de las células cancerosas, eliminando a éstas como un verdadero quimioterápico. Habría que realizar estudios científicos serios que demostraran esto. Los pacientes de cáncer que están considerando la medicina complementaria o alternativa deben consultarlo con su médico o enfermera, ya que algunas terapias complementarias y alternativas pueden interferir con su tratamiento estándar o pueden ser dañinas cuando se utilizan junto con el tratamiento convencional.

Fuente