Cabildos Africanos en Camagüey

Cabildos Africanos en Camagüey
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UbicaciónCamagüey

Desde el inicio de la colonización, con la llegada de los negros esclavos al país comenzó un proceso de integración y asimilación del nuevo entorno, lo que posibilitó la transmisión de sus rasgos culturales y su agrupación por naciones de origen. En el siglo XVIII se concedió el derecho de asociarse a los esclavos y fue entonces cuando surgieron los cabildosafricanos.

La Villa de Santa María del Puerto del Príncipe, aunque su base económica estaba basada fundamentalmente en la ganadería, no estuvo exenta del fenómeno de la esclavitud y por ende también hubo establecimiento de cabildos.


Investigaciones

En Camagüey, el investigador Rafael García Grasa realizó un estudio de "Los Cabildos" en la década del ' 70, el cual consistió en un levantamiento cultural para la confección del Atlas de la Cultura, pero que dejó brechas para otras investigaciones.

  • El Objertivo es explicar la importancia de los cabildos africanos como asociaciones culturales en Camagüey.

Su significación práctica radica en constituir un material de consulta necesario por que brinda un acercamiento acerca de la realidad de los cabildos en Camagüey, así como en aglutinar diversas informaciones dispersas en un solo material, lo cual antes no estaba disponible. Además de ser de gran utilidad para especialistas, estudiantes y cualquiera que se interese por el tópico, relacionado con el tema en las distintas instituciones del sector o fuera del mismo.

En Camagüey

A finales del siglo XIX y principio del XX existían en Camagüey cuatro Cabildos, ubicados en: Calle Rosario No. 56, entre Ignacio Agramonte y Montera Calle San Luis Beltrán (hoy 20 de Mayo) No. 58 Esq. Cielo Calle Cielo Esq. Campo Santo Calle San Lorenzo No. 36 y 38.

En la reseña histórica de los Cabildos Africanos de Puerto Príncipe narrados por José Varona Hernández que vivió en la calle Cristo y asistía al Cabildo de Santa Bárbara en días conmemorativos, se relata lo siguiente: (…) "Disfrazados pues los mitos y teogonía africanaxv, con los nombres de Espíritu Santo, La Candelaria, Santa Bárbara, San Ramón non – nato, fundáronse[sic.] en esta ciudad cuatro agrupaciones denominados cabildos en los cuáles se le rendían adoración oficial bajo la disciplina dentro de la Iglesia romanista."xvi

Ubicasion

Los Cabildos en Camagüey estaban situados en barrios marginales: El Cabildo Congo más importante se encontraba en la calle Rosario, según ellos eran los más antiguos de Puerto Príncipe. Celebraban su fiesta principal el último domingo de marzo a las 12 del día, pero celebraban también el día de Santa Bárbara (…) El gobernador militar Don Pedro Mella Montenegro ordenó a la Banda de Voluntarios tocaran en la procesión (…) pues era la patrona del cuerpo de Artillería xvii; eran famosos sus reinados celebrados en la plazuela de Triana. Después de 1895 algunos criollos quisieron resucitar el cabildo y no fue posible pues las autoridades no dieron su consentimiento.

El Cabildo de la [[calle San Lorenzo]○3, eran Congos Luangos los que gozaban de grandes prerrogativas del gobierno colonial. Solo oficiaba el clero Católico Apostólico Romano, en este jamás se vio ceremonias ni ritos de africanos. Estaban constituidos su mayoría por antiguos servidores de acomodados reaccionarios peninsulares. Eran famosos por el abigarramiento de sus trajes.

En el año 1894 era rey para esa fiesta Luís Recio, congo de buena prestancia, pero que por motivos económicos no podía venir vestido como la etiqueta requería y por tal motivo delegó en otro congo llamado Toribio Molina, el que según Luís, era de su tribu y compañero del barco en que vinieron a Cuba, cuando arrancados fueron de sus libres selvas. Toribio era negro pudiente pues además de tierra propia tenía carretas y bueyes. Era corriente a la salida de la reina, en los días de fiestas del cabildo, cuando ella se dirigía al trono, que fuera acompañada por acordes de la marcha real.

Cabildo Carabalí, situado en la calle San Luís Beltrán, famoso por la maestría de sus músicos. Estaban bajo la advocación de la Santísima Trinidad. Poseían como atributo un báculo de oro masivo sobre el cual se encontraba una paloma que tenían dos rubíes. A este cabildo perteneció Anselmo Villaplana, peinetero de oficio y contaba que aunque carabalí, había sido esclavo en el Congo – Belga,xviii su amo al ver lo debilucho que era, lo dedicó a enseñarle el oficio de trabajar el carey.

Muerto su amo, pasó al poder de un miembro de esa familia, el que lo vendió, habiendo venido a Cuba antes de la guerra de 1868 y vendido en Cárdenas (Matanzas) a un Quesada de Puerto Príncipe. Ya en poder de este señor, un día le regaló Anselmo a una de las niñas de la casa un cintillito, que hecho por él, logró esconder a la rapiña xixde los que en el barco lo traían a esta tierra. El Quesada viendo la habilidad del negro, en vez de llevarlo al Ingenio lo dedicó al servicio doméstico pronto lo exento del servicio convirtiéndose en vendedor. Una noche, su amo lo vendió a Don Joaquín Varona Estradaxx por la cantidad de $ 870 pesos, el que posteriormente habiendo oído su historia le concedió la libertad y Anselmo en su honor llevaba los apellidos Varona Estrada. Anselmo murió poco después de la guerra en el año 1895

El Cabildo Mandinga tenía su sede en la calle Cielo, pasado el callejón de Campo Santo. Eran negros muy soberbios y los que más se habían suicidado por escapar a la esclavitud, por lo que habían más mujeres que hombres. Cuentan que una de sus integrantes fue Carmen Casas, mulata de nación mandinga, su habla castellana con cierta pronunciación francesa, desmentía el origen.

Bordaba primorosamente, con cuya labor libraba su subsistencia y la de su madre (….) Cuando vivieron en la calle San Diego No. 91 sus amas fueron a París y las llevaron como esclavas que eran, una francesa que tenían a su servicio las amas en aquel país viendo la facilidad que ella tenía para las labores manuales, de noche le enseñaba y fue que debido a eso sus amas la liberaron de todo el servicio y solo la empleaban en coser, bordar y confeccionar los trajes de las Señoras y Señoritas de su casa. Se decía que Carmen era hija de un Rey Mandingaxxii. El canto de los mandingas era acompañado de tambores, güiros y una marimba.xxiii Estaban bajo la advocación de la Virgen de la Candelaria.xxiv

Instrumentos musicales

La forma de vida africana se expresaba por medio de sus instrumentos y bailes: Los carabalíes tocaban maracas de güiros, flautas, tambores pequeños y uno mayor, tubo de caña brava de 36 pulgadas y con una muescas a tres pulgadas de su cabeza que remataba con un nudo, según Macario Estrada, esos instrumentos eran en su tribu en África de colmillos de elefantesxxv. Los congos tocaban el ngomaxxvi que era una caja para improvisar donde se establecía la polirritmia con la mula y el cachimbo, conocido también como alcahuete por que la madera se percutía con dos palitos. Otro instrumento utilizado por los Congos en sus fiestas de los cabildos y es el conocido como MARIMBULA que también se le denomina Sansa o Kilonyexxviii. Refiere el propio Rafael que en la calle Rosario esquina Triana, había una persona de esta procedencia que tocaba el instrumento y vendía coquitos en la década del 30. En las colecciones del Museo Provincial Ignacio Agramonte se atesora un exponente de éste tipo que fue confeccionado con una caja de tabaco marca "El favorito" de la fábrica de Tabaco Habana. El mismo fue rescatado por Mariana Betancourt Garay para el Museo que funcionó desde 1930 en una sala del hoy Tribunal Provincial y luego pasó a las colecciones del Museo Provincial cuando este fue inaugurado. Esta pieza pertenece al guión permanente que recoge la historia de esta institución.

Sus bailes

Los Cabildos salían una vez al año, bailaban en plazoletas, de ellas las de Triana o llegaban hasta la Plaza del Cristo o de la Soledad (…) Sus bailes eran: el Palo, Maní y Basunde (baile histórico rescatado por el atlas de la cultura)xxix. Yakuta, Yluka, según Ramiro Guerra en su libro Calibán Danzante.

Bebidas y comidas:

Bebían kimbisa, un vino aguado llamado mistela y aguardiente de caña. Sus comidas preferidas eran el lechón asado, las vísceras de animal (gandinga adobadas), acompañado de casabe, ensalada de salpicón, arroz con pollo y de postre cuajada de miel Su religiosidad:

Un Sínodo Papal del 16 de septiembre de 1687 refiere que… la Iglesia obligaba a los curas a acomodar las creencias religiosas africanas a las prácticas católicas. Un Bando de Buen Gobierno y Policía de 1792 exige a los cabildos africanos que se dedican al culto de sus divinidades, a adorar en lo adelante un santo católico equivalente, donde además se obligaba al bautismo, el rezo del rosario y oraciones matinales y de nochexxx. Además se oficializaba que estas casas estuvieran fuera de la ciudad (se reitera esta disposición en otro bando emitido en 1842)

Los Cabildos fueros espacios que habían sido auspiciados para ejercer el control sobre los africanos libres pero en la practica constituían lugares en los cuales se estaban produciendo una transculturación religiosa sumamente popular que descontextualizaban y rompían la identidad hegemónica del catolicismo, razón por la cual no podían ser fomentados ni amparados oficialmente por la iglesia ni por las autoridades civiles. Tuvieron una dualidad paradójica, pues aunque fueron una forma de sociabilidad construida bajo el amparo del poder político para segregar y controlar a los negros y también para eximir a la administración colonial de posibles cargas económicas o sociales que decrecía a partir de las soluciones aportadas por esas agrupaciones, se convirtieron en un factor cohecionador que fue aprovechado por los africanos, conciente o intuitivamente para preservar los elementos esenciales de sus identidades culturales, pero la vida se impuso y en el nuevo contexto los fundamentos se fueron mezclando y asumieron apariencias diversas que se reflejan por ejemplo en algunas figuras de su panteón sagrado.xxxii Olga Portuondo Zúñiga señala que en la primera mitad del Siglo XIX los cabildos gozaban de una relativa autonomía, que está dado por que en esta época se produce un distanciamiento entre el papado y la alta jerarquía eclesiástica con el liberalismo constitucional español en ascenso, esta independencia se relacionó con la existencia de un clero criollo de comportamiento ortodoxo.

Desde los años 1860 la Iglesia Católica asumió una postura más dogmática e intransigente lo que distanció a los Cabildos cuya antigüedad había permitido una hibridación criolla progresiva del catolicismo con las religiones africanas. También se restringió la evangelización e hizo florecer con independencia las comunidades religiosas de negros libres y esclavos con una carga mayor de africanía. La actitud intransigente de las autoridades eclesiásticas y el temor de las autoridad civiles a la insubordinación política provocó el ocultamiento de las sociedades religiosas de los negros al considerarlos delictivos. El distanciamiento ritual, la impopularidad y el integrismo de la Iglesia pusieron en precario la vida de las cofradías hasta provocar su desaparición o integración con las asociaciones de los blancos y mestizos, luego de la abolición de la esclavitud en 1886.



Fuentes

Otras Fuentes

  • Biblioteca Provincial "Julio A. Mella".
  • Centro de Investigaciones "Nicolás Guillén".
  • Archivos personales.
  • Museo de Palmira en Cienfuegos.
  • Aclaración realizada por Rafael García Grassa sobre cabildos africanos de la plazoleta de Triana y la reina de Caidige del 5/7/87 en la página cultural del periódico Adelante.
  • Antropología Lingüística. Imágenes realizadas por el Dr. Sergio Valdés Bernal: Diplomado de *Antropología.
  • Artículo del Atlas Etnográfico de la Dra. Virtudes Feliú Herrera.
  • Artículo del periódico Adelante de fecha 3/2/1978 en ocasión del 464 Aniversario de la Fundación *de la Villa por Manuel Villabella.
  • "Arrollando con los viejos tocadores": entrevista realizada por Yanetsi León González a Rafael García Grassa para el periódico "Adelante" el día sábado 21 de junio del 2008 (P 6).
  • Artículo de Feliú Herrera, Dra. Virtudes: Atlas Etnográfico.
  • Diccionario Larousse.
  • Enciclopedia Encarta