Calendario mesopotámico

Calendario mesopotámico
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Calendario Mesopotámico: Fue uno de los primeros calendarios de la humanidad La civilización mediterránea tuvo su cuna entre los valles del Tigris y del Eúfrates. En este lugar, la arqueología asegura que fueron los sumerios los astrónomos mejor preparados que consiguieron, por primera vez, reglamentar el calendario arcaico de los pastores del Neolítico. Así pues sobre el año 4000 a. C. comenzó la historia documentada del calendario.

Más tarde, tribus venidas de los cuatro puntos cardinales fueron dominando sucesivamente el país: arameos, hititas, caldeos, babilonios, sirios y persas fueron los que más destacaron y de ahí que ante este conglomerado de pueblos sea bautizado como mesopotámico un calendario configurado con la intervención de tantos pueblos y de tan diverso origen. Entre el tercer milenio y el siglo VIII a. C en el próximo Oriente predominaba un calendario formado por 12 meses lunares. Después, para mantener el calendario de acuerdo con las estaciones, los historiadores citan la intercalación de un decimotercer mes cada ciclo de 6 años de 360 días, repartidos en 12 meses de 30 días, y otro mes al cabo de intervalos de 19 años que será el posteriormente llamado ciclo metónico que tantos otros pueblos han utilizado en sus calendarios.


Meses del Calendario mesopotámico

Los meses fueron divididos en cuatro semanas de siete días de acuerdo con las fases de la luna, quedando fuera de cuenta los últimos dos días de cada mes. Los días de la semana recibieron el nombre del Sol, de la Luna, y de los cinco planetas que entonces eran conocidos:

Fue más tarde cuando desaparecieron los dos días finales del mes en tanto que días separados de la semana y se formó un ciclo continuo de semanas. Por cuestiones agrícolas o de festejo de los ciclos de producción, el comienzo del año fue considerado en el equinoccio de primavera. Además, como la luz diurna en gradual aumento ofrece la promesa de una nueva vida, el equinoccio de primavera bien podría presentarse como el natural comienzo del año.

Movimiento de traslación terrestre

La diferencia entre el movimiento de traslación terrestre sobre su órbita alrededor del Sol, equivalente a 365,24219 días, con el de la Luna, no coincidían, pues la verdadera separación entre cada lunación, es de 29 días, 12 horas, 44 minutos y 2,9 segundos. Estas ligeras discrepancias observándolas en cortos períodos, no eran significativas, pero con el paso de los años, se producía una notable diferencia entre las estaciones y los ciclos lunares. Era necesario entonces corregir esta incompatibilidad entre los rituales agrícolas y las estaciones, por lo que los sacerdotes añadían algunos días que equilibraran los ciclos astronómicos. Pasado un largo período de observación celeste, los guías espirituales, establecieron un sistema, mediante el cual se incluían siete meses, que eran repartidos en lapsos de 19 años. Así lograban que coincidieran tanto los meses como los años.

Historia

Los babilonios y los mesopotámicos unieron sus culturas para crear los primeros calendarios de la humanidad, basados en la Luna y no en el Sol; con lo cual, el calendario babilónico y el mesopotámico son prácticamente iguales. Culturas posteriores establecieron cambios importantes en sus sistemas de medición del tiempo, pero tanto a musulmanes como a hebreos, le sirvió de base el legado por los babilonios. Los descendientes de David, implantaron la semana de siete días, que corresponde aproximadamente a una cuarta parte de la lunación. Por su lado, los seguidores del profeta Mahoma, desecharon estos ajustes y permanecen utilizando un calendario únicamente lunar.

Fuentes