Cannabinoide

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Cannabinoide
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Concepto:Un cannabinoide es un compuesto orgánico perteneciente al grupo de los terpenofenoles derivado de la planta Cannabis sativa; éste activa los receptores cannabinoides en el organismo humano, principalmente a distintos niveles del sistema nervioso. El término “cannabinoide” engloba más moléculas que únicamente las contenidas en la Cannabis sativa, abarca naturales y sintéticas.

Cannabinoide. Es una sustancia química, independientemente de su origen o estructura, que se enlaza con proteínas receptoras específicas (CB1, CB2 y otras) que ejerce un amplio espectro de acción sobre la actividad neuro-inmuno-endocrina, de manera tal que induce efectos similares a los producidos por la planta cannabis sativa (marihuana).

Origen

El registro más antiguo que se conoce sobre el consumo de cannabis data del año 2727 a. C. procedente del emperador Shen Nung. El uso del cannabis en la antigüedad va desde lo profano y recreativo hasta lo religioso, siendo cultivado y utilizado con ambos fines por primera vez en Asia.

En el año 2000 a. C. su consumo se extendió a la India, donde era consumido en ceremonias religiosas e incluso se veneraba la planta, llamándola “fuente de felicidad y de vida”. Posteriormente, las tradiciones brahmánicas consideraban que su uso ayudaba a la mente, otorgaba valor, salud y potencia sexual. Aproximadamente desde los años sesenta, el consumo de cannabis se ha extendido por todo el mundo, principalmente entre los jóvenes, con finalidad recreativa, pero recientemente se han estudiado y comprendido sus compuestos (fitocannabinoides) y se han encontrado múltiples aplicaciones clínicas.

Un cannabinoide es un compuesto orgánico perteneciente al grupo de los terpenofenoles derivado de la planta Cannabis sativa; éste activa los receptores cannabinoides en el organismo humano, principalmente a distintos niveles del sistema nervioso. El término “cannabinoide” engloba más moléculas que únicamente las contenidas en la Cannabis sativa, abarca naturales y sintéticas.

La forma plural “cannabinoides” originalmente aludía al particular grupo de metabolitos secundarios encontrados en la planta de cannabis, ahora llamados “fitocannabinoides”, que son responsables de los efectos farmacológicos característicos de la planta. Se han encontrado más de 70 fitocannabinoides en la planta de marihuana, siendo los más activos: 9-tetrahidrocannabinol (THC), cannabinol, cannabidiol, cannabigerol, etcétera.

Existen derivados sintéticos destinados a la prescripción médica con distintas indicaciones terapéuticas: manejo del dolor agudo y crónico, manejo de náusea y vómito, síndrome de anorexia-caquexia; más recientemente, se ha propuesto su uso como antitumoral.

Clasificación

Desde el punto de vista de la farmacognosia, estas sustancias son clasificadas en dos grupos:

  • Cannabinoides naturales
  • Cannabinoides sintéticos

Cannabinoides naturales

A los primeros corresponden los fitocannabinoides, componentes primordiales de la planta Cannabis sativa y representados por el Δ-9 tetrahidrocannabinol, principal responsable de los efectos psicoactivos de dicha planta, tanto en su forma herbal (marihuana o cannabis en bruto) como en el Hashish (resina de cannabis) y más de 60 compuestos de la misma familia caracterizados como eicosanoides conjuntamente con terpenos, flavonoides, así como restos de sustancias que le proporcionan las propiedades biológicas demostradas y peculiaridades de esta especie vegetal.

Al respecto, son reconocidas 10 familias de fitocannabinoles, entre las cuales sobresalen: delta-9-trans-tetrahidrocannabinol (Δ9-THC), delta-8-tetrahidrocannabinol (Δ8-THC), cannabidiol (CBD), cannabigerol (CBG), cannabinol (CBN) y cannabitriol (CBT).

De igual manera, también pertenecientes a los cannabinoides naturales, son reconocidos los endocannabinoides, ligandos endógenos naturales (mediadores químicos), producidos por los organismos animales y humanos, vinculados estrechamente con los receptores cannabinoides. Estos ligandos endógenos naturales, han sido identificados en mamíferos, pájaros, anfibios, peces, erizos de mar, moluscos y sanguijuelas pero no en insectos.8 Comprenden una familia de eicosanoides representados en primer lugar por la anandamina (amida del ácido araquidónico) y el 2-araquidonilglicerol (2-AG), entre otros, los cuales, luego de ejercer su función biológica, son degradados por una hidrolasa de amidas de ácidos grasos (FAAH) y por la monoacilglicerol lipasa (MAGL), que convierten estos endocannabinoides en ácido araquidónico y glicerol, respectivamente.

Son sintetizados, liberados, recaptados y degradados en las células nerviosas del hipocampo, tálamo, cuerpo estriado, corteza cerebral, puente, cerebelo y médula espinal, todo lo cual confirma su posible función como neuromoduladores donde producen efectos farmacológicos similares a los del Δ9-THC pero con una duración de la acción mucho más corta.

Una característica que distingue a estos ligandos endógenos de otros mediadores químicos es que no son sintetizados con antelación ni almacenados en vesículas, por tal razón, continúan siendo motivo de intensos estudios dirigidos al esclarecimiento de su importante papel en el control de la actividad neurotransmisora, tanto en áreas centrales como en nervios y estructuras periféricas.

Cannabinoides sintéticos

Los cannabinoides sintéticos son compuestos totalmente creados en el laboratorio a partir de finales de los 80, cuando comenzaron a diseñarse como herramientas para la caracterización estructural de los receptores cannabinoides, habida cuenta de sus similares propiedades con los cannabinoides naturales y sobre la base del reconocimiento de la estructura química de los fitocannabinoides.11 En la actualidad han sido considerados, y de hecho son productos altamente peligrosos, por ello algunos conocedores del tema piensan que nunca debieron haber salido de los laboratorios.

Desde la introducción y desarrollo de la teoría de las sustancias receptoras farmacológicas preconizada por Langley (18521926) y Erlich (18541915), ha sido un reto para los estudiosos del tema, el establecimiento de las singularidades que acompañan a cada familia de los actualmente llamados receptores farmacológicos.

Así, la familia de receptores que responden a los cannabinoides en todas sus variantes, han sido identificados y clasificados en 2 grupos principales: receptores CB1 (RCB1) y CB2 (RCB2). Estudios posteriores evidenciaron la existencia de efectos mediados por los cannabinoides que no se corresponden con los receptores antes citados, por cuanto se propone continuar la búsqueda de uno CB3, así como una nueva nomenclatura para dichos receptores.

Los RCB1 fueron clonados en los laboratorios de Tom Bonner en 1990 y se hallaron en el sistema nervioso central (SNC) de ratas, ratones y humanos, siendo responsables de procesos fisiológicos neuronales y de los efectos psicoactivos que desencadenan los fitocannabinoides y los cannabinoides sintéticos. Reconocidos mayoritariamente en estructuras presinápticas de axones y terminales nerviosas, también han sido localizados en dendritas y soma de las neuronas, así como a nivel presináptico, en terminales nerviosas simpáticas.

También el RCB1 es el receptor acoplado a proteína G más abundante del cerebro prenatal y posnatal, lo cual sugiere la gran importancia de dichos receptores en el desarrollo armónico de las estructuras cerebrales.16 De hecho, son especialmente numerosos en aquellas regiones responsables del movimiento (ganglios basales, cerebelo), del procesamiento de la memoria y cognición (hipocampo, corteza cerebral) y de la modulación del dolor (médula espinal y sustancia gris periacueductal). Además, ha sido localizado en una gran variedad de órganos, tales como hígado, bazo, páncreas, tracto gastrointestinal, corazón, vagina, útero, ovario, próstata, testículos y líquido seminal, así como en tejidos periféricos (adiposo y muscular).

El RCB2, por su parte, es un polipéptido de 360 aminoácidos y muestra una homología de 44,0 % en su secuencia de aminoácidos con el RCB1, porcentaje que aumenta hasta 68,0 % cuando se comparan los segmentos transmembranales.

Clonados en 1993 por Sean Munrohan, han sido identificados fundamentalmente en células del sistema inmune, (linfocitos T, células T8 y T4, macrófagos, monocitos, y células NK) e implicados en procesos de migración celular y liberación de citoquinas. A nivel central, se han identificado en las microglias, tejido con funciones inmunológicas en el SNC, del mismo modo que se ha demostrado el sistema endocannabinoide en las mitocondrias cerebrales.

Respuestas del organismo

De manera resumida, la activación de ambos receptores cannabinoides, ya sea por ligandos endógenos o sustancias exógenas, puede dar lugar a las siguientes respuestas:

  • Modificaciones del estado de ánimo, sensación de euforia y creatividad, sedación, relajación, alucinaciones, aumento de percepción sensorial y despersonalización
  • Alteraciones de la percepción temporal (sobreestimación del tiempo transcurrido) y de la memoria reciente
  • Actividad analgésica
  • Inmunomodulador (inmunoestimulante en dosis bajas e inmunodepresor en dosis altas), antiinflamatorio y antiproliferativo
  • Aumento del apetito (orexígeno) y antiemético
  • Disminución de la motilidad y secreción gastrointestinal (saliva, ácido gástrico)
  • Reducción del rendimiento psicomotor (conducir, escribir) y de la coordinación motora (ataxia, debilidad muscular). Anticonvulsivante
  • Disminución de la presión intraocular y congestión conjuntival
  • Hipotermia
  • Broncodilatación
  • Reducción del nivel de la hormona foliculoestimulante (FSH, por sus siglas en inglés), prolactina LH, testosterona y hormona del crecimiento
  • Efectos cardiovasculares-taquicardia con vasodilatación (a veces hipotensión ortostática) y aumento del gasto cardiaco. Efecto antiagregante plaquetario
  • Efectos neuroendocrinos (disminución en la liberación de distintas hormonas sexuales e incrementos en la liberación de hormonas relacionadas con la respuesta al estrés)
  • Efectos inmunomoduladores (inmunoestimulación en dosis bajas e inmunosupresión en dosis altas).

Fuentes