Diferencia entre revisiones de «Cantabria (España)»

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La primera presencia humana en la cornisa cantábrica data de hace 200.000 años ([[Paleolítico]]).  
 
La primera presencia humana en la cornisa cantábrica data de hace 200.000 años ([[Paleolítico]]).  
El arte que desarrolló aquel hombre de las cavernas, rupestre y mobiliar, se encuentra a lo largo de una extensa nómina de cuevas cántabras (Altamira, El Castillo, La Pasiega, Las Monedas, Covalanas, Hornos de la Peña, El Pendo). Practicaban grabado, pintura y ciertos atisbos de escultura, representando sus presas de caza (ciervo, caballo, bisonte, reno), motivos geométricos y simbólicos, pero rara vez la figura humana y nunca sus enemigos depredadores.
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El arte que desarrolló aquel hombre de las cavernas, rupestre y mobiliar, se encuentra a lo largo de una extensa nómina de cuevas cántabras (Altamira, El Castillo, La Pasiega, Las Monedas, Covalanas, Hornos de la Peña, El Pendo). Practicaban grabado, pintura y ciertos atisbos de escultura, representando sus presas de caza (ciervo, caballo, bisonte, reno), motivos geométricos y simbólicos, pero rara vez la figura humana y nunca sus enemigos depredadores.<br />
Los romanos se encontraron en Cantabria con una sociedad clánica sin unidad política que habitaba en castros (poblados fortificados) y practicaba el pillaje en la Meseta para equilibrar su frágil economía. Ls recursos mineros, la voluntad de cerrar las fronteras del Imperio y la búsqueda de laureles de victoria llevaron a [[Octavio Augusto]] a iniciar la invasión de la región en [[29 a. C]].. La romanización en Cantabria fue tardía e incompleta, centrada en la explotación minera y ganadera, la cual marcó la disposición de las comunicaciones, centrada en la exportación a través de los puertos marítimos. Como urbes sólo destacan [[Julióbriga ]] y [[Flavióbriga]]. Al derrumbarse el Imperio en el [[siglo V]] la antigua sociedad cántabra resurgió.
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Guerras cántabras y romanización
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Los romanos se encontraron en Cantabria con una sociedad clánica sin unidad política que habitaba en castros (poblados fortificados) y practicaba el pillaje en la Meseta para equilibrar su frágil economía. Ls recursos mineros, la voluntad de cerrar las fronteras del Imperio y la búsqueda de laureles de victoria llevaron a [[Octavio Augusto]] a iniciar la invasión de la región en [[29 a. C]].. La romanización en Cantabria fue tardía e incompleta, centrada en la explotación minera y ganadera, la cual marcó la disposición de las comunicaciones, centrada en la exportación a través de los puertos marítimos. Como urbes sólo destacan [[Julióbriga ]] y [[Flavióbriga]]. Al derrumbarse el Imperio en el [[siglo V]] la antigua sociedad cántabra resurgió.<br />
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Alta Edad Media
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La recuperada libertad de los Cántabros se prolongó hasta la ofensiva visigoda encabezada por Leovigildo en 574, que estableció un dominio precario en la vertiente sur de la Cordillera, fundando el Ducado de Cantabria como marca defensiva con capital en Amaya. Los primeros misioneros cristianos, San Millán de la Cogolla o Santo Toribio, no lograron gran repercusión. A comienzos del siglo VIII la invasión islámica alcanza Peña Amaya, empujando una importante inmigración hispano-goda que alterará fundamentalmente las estructuras socio-económicas y culturales cántabras.
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En 722 la victoria de Pelayo en Covadonga permitió la constitución del Reino de Asturias, núcleo político dentro del cual se configurará la sociedad cántabra medieval: asentamiento de aldeas en los valles, implantación de una economía agraria asentada en el cereal, la vid y las frutas y triunfo del cristianismo introducirán el feudalismo en la región, con el desarrollo de señoríos religiosos vinculados a los primeros monasterios.<br />
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Baja Edad Media
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El avance de la Reconquista hacia el sur marginó de nuevo la región cantábrica, que sólo alcanzará un nuevo y relevante papel a partir del siglo XII, con la concesión de fueros a las villas marineras (San Vicente de la  Barquera, Santander, Laredo y Castro Urdiales) por parte de la corona castellana para impulsar el comercio de las lanas con el norte de Europa y asegurar las fronteras del reino. Las villas experimentan así un notable crecimiento demográfico y un desarrollo urbano alrededor de la pesca y el comercio, introduciendo el Gótico en la región (destacan las cuatro grandes catedrales). Su prosperidad les lleva a confederarse en la Hermandad de las Marismas (1296) con otros puertos del Cantábrico, sirviendo militarmente al reino en la conquista de las ciudades andaluzas durante el siglo XIII.
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La crisis del siglo XIV tiene su reflejo en las guerras de banderizas provocadas por los diferentes linajes que tejían la estructura señorial en Cantabria en pos de la extensión de sus patrimonios (La Vega, Manrique, Velasco). Esta ofensiva señorial desangrará el territorio cántabro (en villas y valles) hasta la imposición de la autoridad real durante el reinado de los Reyes Católicos.
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Durante la Edad  Media se articuló la estructura administrativa cántabra a través de Concejos, Juntas o Valles y Merindades (Becerro de las Behetrías, 1352), con la posterior implantación de los Corregimientos como instituciones de control estatal: uno para Asturias de Santillana, Campoo y Liébana y otro para las Cuatro Villas y Trasmiera.<br />
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Edad Moderna
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El fin de la Edad Media en el siglo XV no alterará la situación de desvertebración política y administrativa de Cantabria, compartimentada en villas y valles, realengo y señoríos, costa e interior. El siglo XVI marcará, además, la crisis de las villas marineras, afectadas por las distorsiones económicas provocadas por las guerras de hegemonía de los Austrias y por la sucesión de hambrunas y plagas entre finales de la centuria y la primera mitad del XVII. Por otro lado la introducción desde América de nuevos productos agrícolas, especialmente el maíz, mejorará la precaria dieta posibilitando una recuperación demográfica que se sostendrá a lo largo del XVIII. A partir de la apertura del Camino de las Harinas en 1753 Santander, convertida en el puerto de Castilla hacia América (Reales Decretos de 1765 y 1778), experimentará un fuerte desarrollo alrededor de las actividades comerciales: creación del Obispado en 1754, concesión del título de ciudad en 1755, creación del Consulado del Mar en 1785.
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Los proyectos de unidad de las comarcas cántabras toman fuerza según se aproxima el final de la Edad  Moderna, partiendo de dos ámbitos. Uno, tradicional, desde el Partido de las Cuatro Villas (buscando la defensa de sus exenciones fiscales) o desde la Provincia de los Nueve Valles (1778). Otro, vinculado a la burguesía santanderina, será el que triunfe con la Creación de la Provincia de Santander en 1801 y su restauración definitiva en 1833 dentro del esquema territorial implantado por Javier de Burgos.<br />
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Siglo XIX
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Durante el XIX se inician y desarrollan procesos que configurarán la Cantabria contemporánea.
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* Administrativamente se logra la unidad territorial con la formación de la Provincia de Santander. Ello, no obstante, no acabará con los problemas de desvertebración e incomunicación que afecta a gran parte del territorio.
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* Económicamente triunfa la economía mercantil santanderina hasta que, en la segunda mitad de la centuria, el declive del comercio antillano lleve a una reorientación productiva: la producción vacuna y la minería antecederán al notable crecimiento industrial del siglo XX.
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* Socialmente es el siglo de la hegemonía burguesa, que verá aparecer a una nueva clase media y a una incipiente clase obrera con la progresiva introducción de las actividades industriales. Se inicia, además, el despoblamiento de los valles interiores, emigrando la población hacia la costa y los núcleos urbano-industriales (bahía de Santander, cuenca del Besaya, desembocadura del Asón, Castro Urdiales) y hacia el exterior (indianos y jándalos).
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* Políticamente se impone el liberalismo dinástico con la consolidación de la Provincia, que logrará un estable funcionamiento del turnismo durante la Restauración (1874), gracias a las redes clientelares tejidas por un caciquismo que encuentra un hábitat propicio en el rural y compartimentado espacio cántabro. En los núcleos urbanos se desarrollará un pujante republicanismo y finalizando el siglo aparecen las primeras organizaciones obreras.
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Siglo XX
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Los cambios iniciados en la anterior centuria se aceleran y profundizan, evolucionando la Provincia hacia lo que será la Comunidad Autónoma creada en 1983.
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* Demográficamente se certifica el virtual despoblamiento de los valles y montañas del interior alejadas de los principales núcleos y de las vías de comunicación, concentrándose la población en la costa en y las áreas urbanas.
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* Económicamente se consolida el desarrollo industrial basado en la producción láctea, la transformación pesquera, la química y la metalurgia, que alcanza su máxima expresión mediada la centuria, iniciando entonces un lento declive que desemboca en la fuerte crisis y reconversión de los años 70 y 80. Prolongado período crítico que influirá en la compleja estabilización de la Autonomía.
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* Socialmente se experimenta una notable proletarización, creándose un fuerte contraste entre áreas industriales y zonas agrarias que en los años 30 alimentó los enfrentamientos derivados en la Guerra Civil. La desindustrialización del último tercio de siglo alteró el perfil socio-profesional de la región, menguando considerablemente la población agraria, reduciendo la obrera e impulsando los sectores terciarios. Desde los años 60, además, se potencia una actividad turística marcada en exceso por la estacionalidad.
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* Políticamente arrancan los impulsos democratizadores en el primer tercio de siglo, consolidándose durante la II República, período de intensa actividad política. La imposición de la dictadura franquista eliminó las organizaciones democráticas y obras, sustentándose el régimen sobre unas remozadas redes caciquiles. La recuperación de la democracia a partir de 1975 –inseparable en Cantabria de la consecución de la Autonomía- hubo de pervivir, empero, con ese viejo caciquismo envuelto ahora en el discurso de un indeterminado regionalismo y sustentado en los vínculos entre clase política y promoción inmobiliaria, forjador de nuevas redes clientelares. Política marcada, además, por las tendencias conservadoras reforzadas tras el largo y traumático proceso de desindustrialización. <br />
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==Gobierno y administración==
 
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El Gobierno de Cantabria es el órgano encargado de dirigir la acción política y ejerce la función ejecutiva y la potestad reglamentaria de acuerdo con la Constitución, el Estatuto y las leyes. El Gobierno estará compuesto por el presidente, el vicepresidente, en quien podrá delegar temporalmente sus funciones ejecutivas y de representación el Presidente, y los consejeros, que serán nombrados y cesados por el presidente.
 
El Gobierno de Cantabria es el órgano encargado de dirigir la acción política y ejerce la función ejecutiva y la potestad reglamentaria de acuerdo con la Constitución, el Estatuto y las leyes. El Gobierno estará compuesto por el presidente, el vicepresidente, en quien podrá delegar temporalmente sus funciones ejecutivas y de representación el Presidente, y los consejeros, que serán nombrados y cesados por el presidente.
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==Transporte y comunicaciones==
 
==Transporte y comunicaciones==

Revisión del 10:36 2 oct 2011

Ciudad Cantabria
Información sobre la plantilla
Ciudad de España
Bandera de Cantabria
Bandera

Escudo de Cantabria
Escudo

Ubicación de Cantabria
Ubicación de Cantabria
EntidadCiudad
 • PaísBandera de España España
 •Azuqueca
 • Fundaciónsiglo IX
Población (2010) 
 • Total3,273,049 hab.


Cantabria es una comunidad histórica y autonomía uniprovincial española. Limita al este con el País Vasco (provincia de Vizcaya), al sur con Castilla y León (provincias de León, Palencia y Burgos), al oeste con el Principado de Asturias y al norte con el mar Cantábrico. La ciudad de [[Santander es su capital y localidad más poblada.

Sus primeras referencias datan del año 195 a. C., momento en que el escritor romano Catón el Viejo habla en su obra Orígenes del nacimiento del río Ebro en el país de los cántabros.

Historia

Prehistoria La primera presencia humana en la cornisa cantábrica data de hace 200.000 años (Paleolítico). El arte que desarrolló aquel hombre de las cavernas, rupestre y mobiliar, se encuentra a lo largo de una extensa nómina de cuevas cántabras (Altamira, El Castillo, La Pasiega, Las Monedas, Covalanas, Hornos de la Peña, El Pendo). Practicaban grabado, pintura y ciertos atisbos de escultura, representando sus presas de caza (ciervo, caballo, bisonte, reno), motivos geométricos y simbólicos, pero rara vez la figura humana y nunca sus enemigos depredadores.

Guerras cántabras y romanización Los romanos se encontraron en Cantabria con una sociedad clánica sin unidad política que habitaba en castros (poblados fortificados) y practicaba el pillaje en la Meseta para equilibrar su frágil economía. Ls recursos mineros, la voluntad de cerrar las fronteras del Imperio y la búsqueda de laureles de victoria llevaron a Octavio Augusto a iniciar la invasión de la región en 29 a. C.. La romanización en Cantabria fue tardía e incompleta, centrada en la explotación minera y ganadera, la cual marcó la disposición de las comunicaciones, centrada en la exportación a través de los puertos marítimos. Como urbes sólo destacan Julióbriga y Flavióbriga. Al derrumbarse el Imperio en el siglo V la antigua sociedad cántabra resurgió.
Alta Edad Media La recuperada libertad de los Cántabros se prolongó hasta la ofensiva visigoda encabezada por Leovigildo en 574, que estableció un dominio precario en la vertiente sur de la Cordillera, fundando el Ducado de Cantabria como marca defensiva con capital en Amaya. Los primeros misioneros cristianos, San Millán de la Cogolla o Santo Toribio, no lograron gran repercusión. A comienzos del siglo VIII la invasión islámica alcanza Peña Amaya, empujando una importante inmigración hispano-goda que alterará fundamentalmente las estructuras socio-económicas y culturales cántabras. En 722 la victoria de Pelayo en Covadonga permitió la constitución del Reino de Asturias, núcleo político dentro del cual se configurará la sociedad cántabra medieval: asentamiento de aldeas en los valles, implantación de una economía agraria asentada en el cereal, la vid y las frutas y triunfo del cristianismo introducirán el feudalismo en la región, con el desarrollo de señoríos religiosos vinculados a los primeros monasterios.

Baja Edad Media El avance de la Reconquista hacia el sur marginó de nuevo la región cantábrica, que sólo alcanzará un nuevo y relevante papel a partir del siglo XII, con la concesión de fueros a las villas marineras (San Vicente de la Barquera, Santander, Laredo y Castro Urdiales) por parte de la corona castellana para impulsar el comercio de las lanas con el norte de Europa y asegurar las fronteras del reino. Las villas experimentan así un notable crecimiento demográfico y un desarrollo urbano alrededor de la pesca y el comercio, introduciendo el Gótico en la región (destacan las cuatro grandes catedrales). Su prosperidad les lleva a confederarse en la Hermandad de las Marismas (1296) con otros puertos del Cantábrico, sirviendo militarmente al reino en la conquista de las ciudades andaluzas durante el siglo XIII. La crisis del siglo XIV tiene su reflejo en las guerras de banderizas provocadas por los diferentes linajes que tejían la estructura señorial en Cantabria en pos de la extensión de sus patrimonios (La Vega, Manrique, Velasco). Esta ofensiva señorial desangrará el territorio cántabro (en villas y valles) hasta la imposición de la autoridad real durante el reinado de los Reyes Católicos. Durante la Edad Media se articuló la estructura administrativa cántabra a través de Concejos, Juntas o Valles y Merindades (Becerro de las Behetrías, 1352), con la posterior implantación de los Corregimientos como instituciones de control estatal: uno para Asturias de Santillana, Campoo y Liébana y otro para las Cuatro Villas y Trasmiera.

Edad Moderna El fin de la Edad Media en el siglo XV no alterará la situación de desvertebración política y administrativa de Cantabria, compartimentada en villas y valles, realengo y señoríos, costa e interior. El siglo XVI marcará, además, la crisis de las villas marineras, afectadas por las distorsiones económicas provocadas por las guerras de hegemonía de los Austrias y por la sucesión de hambrunas y plagas entre finales de la centuria y la primera mitad del XVII. Por otro lado la introducción desde América de nuevos productos agrícolas, especialmente el maíz, mejorará la precaria dieta posibilitando una recuperación demográfica que se sostendrá a lo largo del XVIII. A partir de la apertura del Camino de las Harinas en 1753 Santander, convertida en el puerto de Castilla hacia América (Reales Decretos de 1765 y 1778), experimentará un fuerte desarrollo alrededor de las actividades comerciales: creación del Obispado en 1754, concesión del título de ciudad en 1755, creación del Consulado del Mar en 1785. Los proyectos de unidad de las comarcas cántabras toman fuerza según se aproxima el final de la Edad Moderna, partiendo de dos ámbitos. Uno, tradicional, desde el Partido de las Cuatro Villas (buscando la defensa de sus exenciones fiscales) o desde la Provincia de los Nueve Valles (1778). Otro, vinculado a la burguesía santanderina, será el que triunfe con la Creación de la Provincia de Santander en 1801 y su restauración definitiva en 1833 dentro del esquema territorial implantado por Javier de Burgos.

Siglo XIX Durante el XIX se inician y desarrollan procesos que configurarán la Cantabria contemporánea.

  • Administrativamente se logra la unidad territorial con la formación de la Provincia de Santander. Ello, no obstante, no acabará con los problemas de desvertebración e incomunicación que afecta a gran parte del territorio.
  • Económicamente triunfa la economía mercantil santanderina hasta que, en la segunda mitad de la centuria, el declive del comercio antillano lleve a una reorientación productiva: la producción vacuna y la minería antecederán al notable crecimiento industrial del siglo XX.
  • Socialmente es el siglo de la hegemonía burguesa, que verá aparecer a una nueva clase media y a una incipiente clase obrera con la progresiva introducción de las actividades industriales. Se inicia, además, el despoblamiento de los valles interiores, emigrando la población hacia la costa y los núcleos urbano-industriales (bahía de Santander, cuenca del Besaya, desembocadura del Asón, Castro Urdiales) y hacia el exterior (indianos y jándalos).
  • Políticamente se impone el liberalismo dinástico con la consolidación de la Provincia, que logrará un estable funcionamiento del turnismo durante la Restauración (1874), gracias a las redes clientelares tejidas por un caciquismo que encuentra un hábitat propicio en el rural y compartimentado espacio cántabro. En los núcleos urbanos se desarrollará un pujante republicanismo y finalizando el siglo aparecen las primeras organizaciones obreras.


Siglo XX Los cambios iniciados en la anterior centuria se aceleran y profundizan, evolucionando la Provincia hacia lo que será la Comunidad Autónoma creada en 1983.

  • Demográficamente se certifica el virtual despoblamiento de los valles y montañas del interior alejadas de los principales núcleos y de las vías de comunicación, concentrándose la población en la costa en y las áreas urbanas.
  • Económicamente se consolida el desarrollo industrial basado en la producción láctea, la transformación pesquera, la química y la metalurgia, que alcanza su máxima expresión mediada la centuria, iniciando entonces un lento declive que desemboca en la fuerte crisis y reconversión de los años 70 y 80. Prolongado período crítico que influirá en la compleja estabilización de la Autonomía.
  • Socialmente se experimenta una notable proletarización, creándose un fuerte contraste entre áreas industriales y zonas agrarias que en los años 30 alimentó los enfrentamientos derivados en la Guerra Civil. La desindustrialización del último tercio de siglo alteró el perfil socio-profesional de la región, menguando considerablemente la población agraria, reduciendo la obrera e impulsando los sectores terciarios. Desde los años 60, además, se potencia una actividad turística marcada en exceso por la estacionalidad.
  • Políticamente arrancan los impulsos democratizadores en el primer tercio de siglo, consolidándose durante la II República, período de intensa actividad política. La imposición de la dictadura franquista eliminó las organizaciones democráticas y obras, sustentándose el régimen sobre unas remozadas redes caciquiles. La recuperación de la democracia a partir de 1975 –inseparable en Cantabria de la consecución de la Autonomía- hubo de pervivir, empero, con ese viejo caciquismo envuelto ahora en el discurso de un indeterminado regionalismo y sustentado en los vínculos entre clase política y promoción inmobiliaria, forjador de nuevas redes clientelares. Política marcada, además, por las tendencias conservadoras reforzadas tras el largo y traumático proceso de desindustrialización.



Gobierno y administración

El Estatuto de Autonomía de Cantabria del 30 de diciembre de 1981 establece que Cantabria encuentra en sus instituciones la voluntad de respetar los derechos fundamentales y libertades públicas, a la vez que se afianza e impulsa el desarrollo regional sobre la base de unas relaciones democráticas. En este documento se recogen las competencias de la Comunidad Autónoma que han sido transferidas desde el Gobierno de España, cabe destacar que aún quedan algunas no transferidas, al igual que otras Comunidades, como por ejemplo la Justicia.

El Parlamento de Cantabria es la principal institución de autogobierno de la Comunidad Autónoma, siendo el órgano representativo del pueblo cántabro. En la actualidad está constituido por treinta y nueve diputados elegidos por sufragio universal, igual, libre, directo y secreto.

Las funciones principales del Parlamento son: ejercer la potestad legislativa, aprobar los presupuestos de la Comunidad Autónoma, impulsar y controlar la acción del gobierno y desarrollar las demás competencias que le confiere la Constitución española, el Estatuto de Autonomía para Cantabria y las demás normas del ordenamiento jurídico.

El presidente de la comunidad autónoma ostenta la más alta representación de la misma y la ordinaria del Estado en Cantabria y preside, dirige y coordina su actuación. Será elegido por el Parlamento de entre sus miembros, previa consulta con las fuerzas políticas representadas en el mismo, y nombrado por el Rey. Presentará su programa al Pleno de la Cámara y, deberá contar con la mayoría absoluta o simple en segunda votación.

El Gobierno de Cantabria es el órgano encargado de dirigir la acción política y ejerce la función ejecutiva y la potestad reglamentaria de acuerdo con la Constitución, el Estatuto y las leyes. El Gobierno estará compuesto por el presidente, el vicepresidente, en quien podrá delegar temporalmente sus funciones ejecutivas y de representación el Presidente, y los consejeros, que serán nombrados y cesados por el presidente.


Transporte y comunicaciones

La consecuencia más significativa que se deriva de la fuerte energía del relieve del territorio cántabro es la existencia de barreras topográficas que condicionan decisivamente el trazado de las infraestructuras de conexión, tanto perpendicular, en sus accesos a la meseta castellana, como trasversal, en la comunicación entre valles, así como su elevado coste de construcción y mantenimiento. Según el Ministerio de Fomento, Cantabria cuenta con 2.393 km de carreteras convencionales y 206 km de autovías o autopistas.

El Aeropuerto de Santander, único aeródromo de la región destinado al tráfico regular de viajeros, ha sufrido un espectacular crecimiento en el volumen de pasajeros que han utilizado sus instalaciones a raíz de que en el año 2003 empezase a operar en él la aerolínea de bajo coste Ryanair. En la actualidad desde el aeropuerto se puede volar a 11 destinos nacionales y siete internacionales. En conjunto las principales infraestructuras de comunicación de la región son:

  • Aeropuerto de Santander (Parayas).
  • Autovía del Cantábrico (A-8, ruta europea E-70).
  • Autovía de la Meseta (A-67).
  • Ferrocarril de vía estrecha Santander-Oviedo (FEVE).
  • Ferrocarril de vía estrecha Santander-Bilbao (FEVE).
  • Ferrocarril de vía ancha Santander-Palencia-Valladolid-Segovia-Madrid (Renfe Operadora).
  • Línea de Brittany Ferries Santander-Plymouth.
  • Puerto de Santander.

Deporte

El deporte tradicional por antonomasia en Cantabria es el juego de los bolos en sus cuatro modalidades: bolo palma, pasabolo tablón, pasabolo losa y bolo pasiego. El primero es el más extendido, rebasando el propio ámbito regional a la zona oriental de Asturias, y siendo el que mayor complejidad presenta a la hora de jugar. La existencia de boleras o corros destinados al juego de los bolos es importante en todos los núcleos de población de Cantabria, localizándose generalmente próximos a la iglesia o bar del pueblo.

Desde finales de los años 1980 los bolos viven una época de consolidación con la potenciación de las escuelas de bolos, impulsadas por los diferentes ayuntamientos e instituciones cántabras; las competiciones de Liga, Copa y Circuitos Regionales o Nacionales o su expansión mediática motivado por el interés social.

Como en toda la costa norte de España, especialmente en Cantabria y el País Vasco, el remo es un deporte muy tradicional en las localidades costeras. Los orígenes del remo se remontan varios siglos atrás, cuando varias traineras de cada pueblo se disputaban la venta del pescado, que se reservaba a la embarcación que antes llegase a la lonja. Fue a finales del siglo XIX cuando el trabajo se convirtió en deporte y se comenzaron a organizar regatas entre localidades del Cantábrico. Los clubes de Cantabria, especialmente Castro Urdiales, Astillero, y Pedreña son tres de los más laureados en la historia de este deporte y actualmente atraviesan unos de sus mejores momentos deportivos tras décadas de sequía de trofeos.

Dentro de los deportes de masas, Cantabria está presente en competiciones nacionales e internacionales a través de equipos como el Racing de Santander o la Gimnástica de Torrelavega, en fútbol; el Balonmano Cantabria que ha ganado varias ligas y copas del Rey así como títulos internacionales, en balonmano, el Cantabria Lobos, que ha militado en la ACB en baloncesto y el Estela Santander que milita en LEB, y también está representado en la máxima categoría del ciclismo mundial como es el equipo UCI Pro Tour, Footon-Servetto así como su filial el Trasmiera-Fuji, el Camargo FerroAtlántica o el Cuevas El Soplao en categoría amateur. Cabe mencionar en el aspecto individual a deportistas de la talla de José Manuel Abascal, Severiano Ballesteros, Óscar Freire y Francisco Gento.

Referencias

Internet