Carpintero real

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Carpintero Real
Información sobre la plantilla
Carpintero1.JPG
Clasificación Científica
Reino:Animalia
Familia:Picidae

El carpintero real, picamaderos o picomarfil (Campephilus principalis): es una especie de ave de la familia de los pájaros carpinteros (Picidae). Está considerada oficialmente como en peligro de extinción y de hecho, hasta el 2005 se consideraba completamente extinguida. En los años 2004 y 2005 se han producido avistamientos de, al menos, un macho en Arkansas, así como confirmaciones a partir de los sonidos que hace el ave que son muy distintos de los que hacen otros miembros de la familia Picidae.

Características físicas y plumaje

El carpintero real es el segundo mayor ave de la familia Picidae, superado ligeramente en tamaño por el carpintero imperial (Campephilus Imperialis) habitante del noroeste de México con el que esta emparentado. Su tamaño varía entre 48 y 53 centímetros de longitud, 76 a 80 centímetros de envergadura (longitud entre las puntas de las alas cuando el animal las tiene desplegadas) y su peso es de entre 450 y 570 gramos. Su plumaje es negro en la mayor parte del cuerpo, con algunas rayas blancas. En la cabeza, los machos ostentan un llamativo copete rojo. Su pico, largo y afilado, es de color blanco marfil, lo que distingue claramente a la especie y le otorga uno de sus nombres comunes.
Los machos y las hembras tienen características muy similares, con la única diferencia del color rojo de la cresta de los machos. Poseen una lengua muy larga, cubierta con un líquido pegajoso, con una punta dura en su borde y espinitas dirigidas hacia atrás. Su voz no es fuerte, es semejante al sonido de una trompetica de niños; su vuelo, como el de las otras especies de carpinteros, es ondulado, batiendo las alas. Vive en familias de unos cuantos individuos. Los pichones tienen una coloración similar a la de los adultos, aunque con una ligera tendencia al marrón y tienen la cresta más corta. A su nacimiento, los pichones nacen totalmente desprovistos de plumas y son completamente desvalidos.

Habitat

Los carpinteros reales habitan en pantanos con bosques densos de árboles de madera dura así como bosques de pinos con grandes cantidades de árboles muertos o enfermos. El Carpintero real se extendía desde el este de Texas hasta Carolina del Norte y desde el sur de Illinois hasta Florida y Cuba. Después de la guerra civil, la deforestación, a manos de la industria maderera, de millones de hectáreas en el sur dejó únicamente islas separadas en las que el hábitat era adecuado para la presencia del ave.

Alimentación

El carpintero real se alimenta principalmente de larvas de escarabajos que viven en la madera aunque también se alimenta de semillas, frutas y otros insectos. El ave normalmente emplea su enorme pico blanco para martillear, calzar y pelar la corteza de árboles muertos para encontrar los insectos. Una pareja reproductora necesita alrededor de 25 km cuadrados para encontrar suficiente comida como para alimentarse ellos y la prole. De este modo, los carpinteros reales viven con densidades de población muy bajas incluso en poblaciones sanas.

Reproducción

Se piensa que el Carpintero real se empareja de por vida. Las parejas se desplazan juntas apareándose cada año entre enero y mayo, antes de poner los huevos, la pareja excava un nido de un árbol muerto o enfermo a unos 15 metros de altura o más. Normalmente la puesta consta de 2 a 5 huevos que se incuban durante 3-5 semanas. Tanto el macho como la hembra incuban los huevos y participan en el cuidado de los polluelos, siendo el macho el que se encarga de ellos de forma única durante la noche. La pareja alimenta a los polluelos durante meses. Unas cinco semanas después del nacimiento de los polluelos, estos empiezan a volar. Los padres continúan alimentando a los polluelos unos dos meses después de que estos hayan aprendido a volar. La familia se disolverá a finales del otoño o principio del invierno.

Situación de conservación.

La deforestación y la caza por parte de coleccionistas diezmaron la población de carpinteros reales a finales del siglo XIX. En 1938 únicamente quedaban unos 20 individuos en estado salvaje. El Carpintero real fue incluido en la lista de especies amenazadas el 11 de marzo de 1967. En los Estados Unidos, el último avistamiento confirmado se produjo en los años 40. El último avistamiento de la subespecie cubana (C. p. bairdii) se produjo en 1987. En Cuba, la población sufrió también un gran retroceso debido a la pérdida de su hábitat. A principios del Siglo XX, prácticamente todos los bosques adecuados para el ave habían desaparecido. Sin embargo, en 1948 una población de Carpinteros reales fue descubierta en los montes de Cuchillas de Moa. En 1956 se encontraron 8 parejas y un individuo joven en el este de Cuba. Sin embargo, la situación política hizo que los estudios no pudieran continuar hasta 1985, pero en este intervalo la mayor parte de los bosques de la región fueron talados. Nuevas expediciones llevadas a cabo en 1986 localizaron un ave en Ojito de Agua y una pareja en Cabezada del Yarey. En 1991 parecía que solo sobrevivía un único individuo. En 1992 y 1993 a pesar de las búsquedas intensivas realizadas solo se pudo confirmar la presencia de un individuo. Dada la carencia de bosques maduros en la zona es poco probable que la especie continúe en la actualidad. La única esperanza reside en una zona aparentemente no perturbada de bosques de pinos a cierta altura en Sierra Maestra (al sureste de la zona de origen dentro del este de Cuba). En efecto la especie fue observada en 1998 pero sin confirmaciones posteriores. Expediciones posteriores no han presentado avistamientos. Otro elemento de confusión es el parecido con una especie próxima, aunque más pequeña y más común, lo que introduce una constante fuente de error. Muchos ornitólogos consideraron que la especie estaba 'extinguida' completamente y la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza la clasificó como tal en 1994.  En julio de 2005 se proporcionaron grabaciones adicionales que indicaban el redescubrimiento del Carpintero real. A la vista de estos acontecimientos, la clasificación del Carpintero real se modificó de 'extinguido' a 'en peligro crítico'.

Otras especies

El carpintero real (Campephilus principalis bairdii) ha sido considerado convencionalmente como una subespecie endémica. Es el de mayor talla, con una longitud que puede llegar a los 51 cm. El macho lleva su cresta de color rojo oscuro. Por el color marfil de su pico le apodaron "Pico de marfil".
El carpintero verde (Xiphidiopious percussus), es endémico y se identifica con facilidad por el color vede de su plumaje. No obstante, luce también el rojo, el negro, el blanco, el amarillo verdoso y el gris. El pico es azuloso y puede medir hasta 25,5 cm.
El carpintero churroso (Colaptes fernandinae) es especie también endémica. Se trata de un ave que alcanza hasta los 35,5 cm. Actualmente vive muy amenazado de extinción. El churroso, que en algunas regiones se conoce como aguas sucias, debe esos nombres a sus hábitos terrestres.
El carpintero escapulario (Colaptes auratus) llega a crecer entre 30 y 33 cm. Cría en Cuba y se le encuentra en casi todo el país. El macho tiene la cabeza roja. Muestra además los colores gris, carmelita, negro, blanco, beige y dorado.
El carpintero jabado (Melanerpes superciliaris) se estira hasta los 30 cm. Se le considera el más abundante de los carpinteros que habitan en el archipiélago cubano. Su cabeza es roja y en el plumaje de las partes superiores alternan las franjas blancas y negras de las que se deriva el nombre popular de "jabado".
El carpintero de paso (Sphyrapicus varius) es migratorio. Mide entre 20 y 21,5 cm. Se le puede ver en Cuba durante los meses de octubre a abril. Habita tanto en tierras bajas como en montaña.

Fuentes