Cartuja

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Vista exterior de la Cartuja de Aula Dei.jpg

Cartujas La orden de los cartujos surge del espíritu de reforma monástica imperante en Europa en el siglo XI; un alemán noble y culto, San Bruno de Colonia, canciller de la catedral de Reims, se instala con seis compañeros, en 1084, en el macizo de Chartreuse, no lejos de Grenoble, al pie de los Alpes del Delfinado francés, fundando el famoso monasterio de la Grande Chartreuse. La orden trata de combinar la vida eremítica solitaria (los cartujos viven en celdas aisladas, auténticas casas, en torno a un gran claustro) con la vida de comunidad religiosa (iglesia, refectorio, sala capitular).

Enciclopédico

En Aragón las cartujas sufrieron las consecuencias de la leyes desamortizadoras de Mendizábal (1835), pasando a propiedad privada y desintegrándose las comunidades, y en la actualidad solamente la cartuja de Aula Dei, en las proximidades de Zaragoza, se halla repuesta desde 1901, siendo la Cartuja de las Fuentes una finca de propiedad particular, y habiéndose convertido la cartuja de la Concepción en la actual localidad de la Cartuja Baja, barrio rural de Zaragoza.

La cartuja de las Fuentes fue fundada en 1509 por los condes de Sástago a 5 km. de Lanaja (H.). La cartuja de Aula Dei («sala o casa de Dios»), próxima a Zaragoza, en el barrio rural de Montañana, y en la margen izquierda del río Gállego, fue fundada en 1564 por el arzobispo de Zaragoza don Hernando de Aragón. La cartuja de la Concepción fue fundada por Alonso de Villalpando y Funes y Jerónima de Zaporta, pensándose ubicarla en un primer momento (1639) entre Alcañiz y Castelserás (T.); pero desde 1643 se decidió, por imposición de la fundadora, su emplazamiento actual, colocándose la primera piedra en 1651; es la actual Cartuja Baja (para distinguirla de la de Aula Dei, a la que se llamaba alta), a unos siete kilómetros de Zaragoza, aguas abajo del río Ebro y en su margen derecha.

La cartuja de Aula Dei constituye en la disposición de sus dependencias el modelo de las aragonesas, siendo la iglesia el núcleo central, con dos claustros pequeños a ambos lados de la misma, y hacia la cabecera de la iglesia el claustro grande, con las casas de los cartujos dotadas de planta alta o solanar, y de huerto interior con taller de trabajo al fondo.

  • Cartuja de las Fuentes (Lanaja): Conserva en pie todavia, aunque en lamentable estado, la iglesia y el claustro de capillas del lado derecho. La iglesia tiene un pórtico a modo de nártex, de aire neoclásico; es de planta de cruz latina, con el presbiterio recto, crucero y nave de cuatro tramos, abovedándose con lunetos el presbiterio, brazos del crucero y tramos de la nave, mientras el crucero lo hace con cúpula sobre pechinas; presenta una nave adosada en el lado izquierdo, fundación de los Perandreu. Es construcción barroca tardía, al igual que el claustro de capillas del lado derecho, que se cubre con lunetos y bóvedas vaídas, alternando.

Ha desaparecido el retablo mayor de Carlos Salas, que menciona Ricardo del Arco, documentado por Belén Boloqui entre 1769 y 1770; mientras que el trasagrario ha sido trasladado, y bastante transformado, a la capilla de Santiago del Pilar de Zaragoza. Se conserva, en cambio, todo el impresionante conjunto de decoración mural, tanto de la iglesia, como del claustro citado; constituye sin duda alguna, uno de los conjuntos murales más importantes de Aragón, tanto cuantitativamente como por su calidad en aspectos parciales, y está por estudiar. La presencia en esta cartuja de fray Manuel Bayeu permite suponer de su mano lo mejor de la decoración mural conservada; destaca, además de todo el conjunto de la iglesia con escenas, enmarcadas como en Aula Dei, en los muros laterales y en las bóvedas, el claustro, donde además de las bóvedas se decoran los muros con una serie iconográfica en medallones de todos los priores de la cartuja desde 1509 hasta 1763. Calidad especial tiene la decoración mural de las capillas del claustro, dedicadas a la Trinidad y la Inmaculada Concepción; la capilla dedicada a la Asunción lleva la fecha de 1793, y en algunas de las escenas (como Visitación y Presentación de la Virgen niña en el templo) es evidente la huella de las pinturas de Goya en Aula Dei. José Luis Morales ha estudiado la serie de diecisiete lienzos sobre la vida de San Bruno, además de otros cuatro, que fueron trasladados en 1880 al Colegio de Santiago de Huesca, procedentes de esta cartuja.

  • Cartuja de Aula Dei (Peñaflor): El regreso de los cartujos, en 1901, ha salvado uno de los conjuntos artísticos más importantes de Aragón. En la iglesia se conserva lo de mayor interés, aunque todo el conjunto está por estudiar. La iglesia es un magnífico ejemplo de arquitectura gótica tardía del siglo XVI, de planta de cruz latina, con el crucero abiselado, y tres tramos en la nave, todo cubierto con bóvedas de crucería estrellada y ornamentada con espléndidas claves de madera dorada con las armas del fundador; se edificó a partir de 1564. Es un espacio amplio y desahogado.

Tras el altar está la capilla del sagrario, con dos antecámaras laterales, que se aboveda siguiendo el sistema de los cimborrios aragoneses del siglo XVI (catedrales de La Seo en Zaragoza, de Teruel y de Tarazona) y se orna con un pequeño retablo de madera dorada y policromada, romanista, y una espléndida decoración mural en bóvedas y muros, tanto de la capilla como de las antecámaras, que constituye un programa teológico postridentino, de gran interés, centrado sobre la eucaristía y la penitencia; Carmen Morte ha documentado esta decoración mural como obra de los pintores Jerónimo de Mora y Antonio Galcerán, contratada el 26de mayo de 1599. También en esta primera época de la fundación trabajó abundantemente el pintor Jerónimo Cósida, de quien se conserva en el presbiterio la decoración de la silla prioral (profundamente restaurada), y a quien José Gabriel Moya ha atribuido con reservas las grandes tablas de San Bruno y San Juan, en el Museo de Zaragoza, que proceden de Aula Dei; lo que no es de extrañar, ya que Cósida era el pintor del fundador, don Hernando de Aragón.

Pero la ornamentación fundamental de la iglesia corresponde a la segunda mitad del siglo XVIII. La portada de la iglesia, labrada en abultadísimas y muy movidas yeserías barrocas, con el tema de la Asunción de la Virgen entre San Juan Bautista y San Bruno, a pesar de haber sido atribuida a Gregorio de Mesa Martínez, parece, en opinión de Belén Boloqui, obra del taller de José y Manuel Ramírez de Arellano, hacia 1760; el retablo mayor de gran aparato, y en madera dorada y policromada, con los temas de la Asunción y Coronación de la Virgen, superpuestos en la calle central, y las imágenes de San Bruno y San Juan Bautista, San José y la Magdalena, y San Joaquín y Santa Ana, es atribuido por Belén Boloqui a Manuel Ramírez de Arellano, y datable entre 1757 y 1762. A Francisco Bayeu y Subías, y hacia 1760, atribuye José Luis Morales los dos lunetos con ángeles de la parte superior del altar mayor. Las esculturas sobre ménsulas del crucero y nave, muy restauradas, corresponden a la intencionalidad ornamental del conjunto.

Vino a completar toda esta ornamentación dieciochesca de la iglesia de la cartuja el conjunto de pintura mural al óleo, realizado por Francisco de Goya y Lucientes hacia 1774; de las once pinturas originales de Goya solamente se han conservado siete, algunas con importantes restauraciones. Pertenecen a Goya el pórtico de San Joaquín y Santa Ana, Nacimiento de la Virgen, Desposorios y Visitación (estas tres en el muro lateral derecho), Circuncisión y Epifanía (en los brazos del crucero) y Presentación en el templo (derecha del presbiterio), que han sido recientemente limpiadas por Carlos Barboza y Teresa Grasa. Esta obra mural de Goya deshace el tópico de un Goya pintor maduro, ya que aquí se muestra a los veintiocho años como un gran maestro, y trabajando con enorme libertad.

En 1903, los pintores franceses Paul y Amedée Buffet pintaron de nuevo cuatro de los temas de Goya, que se habían perdido: Presentación de la Virgen en el templo, Anunciación y Natividad (en el lado izquierdo de la nave) y Huida a Egipto (en el lado izquierdo del presbiterio), además de retocar partes fundamentales de las mencionadas de Goya. Trajeron también los cartujos en 1901 una serie de siete grandes lienzos del pintor francés Jean Bardin, en cuyo taller se formaron los mejores neoclásicos franceses, como David; representan los Siete Sacramentos y se encuentran en el refectorio; según Julián Gállego, serían realizados hacia 1782.

Aparte de la iglesia merecen atención los claustros, tanto los dos pequeños como el grande, muestra interesante de la arquitectura manierista aragonesa.

Las rígidas normas de la orden de San Bruno, que prohiben la entrada de mujeres a sus recintos monásticos, impedía al colectivo femenino la contemplación de estas obras de arte hasta fechas recientes. Cuando en 1996, con motivo de la conmemoración del 250 aniversario del nacimiento de Goya, la D.G.A. decidió organizar visitas a los frescos de Aula Dei, la negativa de la orden religiosa a autorizar la entrada de mujeres, desató una viva polémica. La presión ciudadana hizo posible la firma de un convenio (19-I-1998), que solucionó parcialmente el conflicto, al permitir el acceso de las mujeres, a través de un pasadizo, durante doce días al año (el último sábado de cada mes), en horario muy restringido, ya que en el lugar donde se muestran los frescos no hay luz eléctrica.

La reina Doña Sofía fue la primera mujer en acceder al recinto sin bula papal; lo hizo a través de la puerta principal del monasterio, por deferencia de los monjes, el 11 de noviembre de 1998. Anteriormente sólo tres mujeres habían visitado la cartuja, todas ellas con bula papal; la primera fue la infanta Isabel, en 1913; las otras dos son la restauradora Teresa Grasa (1978) y la secretaria judicial Inés Lafuente (1995). Las largas listas de espera para visitar las pinturas de Aula Dei, han llevado a los colectivos ciudadanos a no cesar en sus reivindicaciones solicitando la ampliación del horario de visitas, y que el acuerdo entre el Gobierno aragonés y la Cartuja se adapte a la ley de Patrimonio Cultural Aragonés, que, en su artículo 54, consagra que el número mínimo de visitas que debe establecerse por los propietarios de bienes patrimoniales debe ser de cuatro al mes.

  • Cartuja de la Concepción (Cartuja Baja): Ya se ha dicho que actualmente, y con no excesivas modificaciones, la disposición de esta cartuja se ha transformado en el actual urbanismo de este barrio rural de Zaragoza, pasando las galerías del claustro grande a formar calles, y las celdas casa de los cartujos a viviendas actuales. Se sabe que el claustro grande se termina en 1682, el claustro pequeño de capillas en 1693, y la iglesia se realiza entre 1700 y 1718, en 1742 todavía realiza la hospedería y granero el maestro de obras José Ramiro de Zaragoza.

La iglesia, que es la actual iglesia parroquial, es de planta de cruz latina, abovedándose con lunetos el presbiterio, brazos de crucero y cinco tramos de la nave, mientras que el crucero se cubre, como habitualmente, con cúpula sobre pechinas. La decoración de yeso fue realizada en 1781 por Joaquín Gracián, y la decoración de pintura mural de las bóvedas puede atribuirse, según José Francisco Forniés, al pintor zaragozano, que ingresó cartujo, fray Juan Almor. Representan las escenas de los Desposorios, Anunciación, Visitación, Nacimiento y Circuncisión en los cinco tramos de la nave, Presentación y Epifanía en los brazos del crucero, y coronación de la Virgen en el presbiterio, además de las pechinas con los cuatro padres de la iglesia occidental, también realizadas hacia 1781. Ha desaparecido la magnífica colección de lienzos de Francisco Bayeu para esta cartuja (22 lunetos para el claustro, con escenas de la vida de San Bruno; dos lunetos para la iglesia, un bodegón para el refectorio, y lienzos de dos capillas). De nuevo nos corroboran la importancia del tesoro artístico de las cartujas aragonesas en la época de Goya, probablemente debido todo a que un miembro de la familia Bayeu, fray Manuel, profesara esta religión.

Bibliografía

Arco y Garay, Ricardo del: Catálogo monumental de España. Huesca; Madrid, 1942, 2 vols. Abbad Ríos, Francisco: Catálogo monumental de España. Zaragoza; Madrid, 1957, 2 vols. Gállego, Julián: Las pinturas de Goya en la cartuja de Nra. Sra. de Aula Dei; Zaragoza, 1975. Ausseil, Roch: Notice historique sur les chartreusses d´Espagne (Cartuja de Aula Dei, Zaragoza, manuscrito, 1910). Forniés Casals, José Francisco: La cartuja de la Concepción. Su historia, su urbanismo y su arte (ejemplar mecanografiado, Departamento de H.ª del Arte, Universidad de Zaragoza, s.a.).

Fuentes