Catarata incipiente

Catarata incipiente
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Catarata incipiente

Definición

El cristalino del ojo normalmente es transparente y actúa como una lente en una cámara, enfocando la luz a medida que ésta pasa hasta la parte posterior del ojo. Hasta los 45 años de edad aproximadamente, la forma del cristalino es capaz de cambiar. Esto permite que el cristalino enfoque sobre un objeto, ya sea que esté cerca o lejos. A medida que una persona envejece, las proteínas en el cristalino comienzan a descomponerse. En consecuencia, éste se torna opaco. Lo que el ojo ve puede aparecer borroso. Esta afección se conoce como catarata.

Síntomas

Además de la pérdida de visión, el paciente suele notar también una gran facilidad para el deslumbramiento, sintiéndose mucho más cómodo en ambientes poco iluminados, en los que incluso mejora su visión gracias a la dilatación de la pupila, que deja así expuesta mayor proporción del cristalino. Al evolucionar la catarata el paciente se queja de ver sólo sombras, manchas, luces. El enfermo que usaba gafas para ver de cerca debido a su presbicia (vista cansada), puede mejorar su visión próxima llegando a prescindir de las gafas. Por el contrario, la visión lejana empeora (miopización progresiva), lo que obliga al paciente a cambiar de forma repetida la graduación de sus gafas.

La catarata es una de las causas más frecuentes de pérdida de visión en el adulto. Esta se produce de manera lenta y gradual, en años, a una velocidad variable en cada persona. Suele afectar en mayor o menor medida a ambos ojos. Se produce por una degeneración de la cápsula y/o fibras del cristalino, por alteración de los procesos físico- químicos de éste.

Catarata senil

Es el tipo más común de catarata. Más del 90% de los sujetos mayores de 60 años presentan ya algún grado de opacidad cristalina. Sin embargo, en muchos casos su evolución será tan lenta que nunca llegará a producir una pérdida de visión que precise intervención quirúrgica. La catarata senil es la causa más frecuente de ceguera bilateral, pero de carácter reversible, en los países desarrollados. Afortunadamente, la cirugía suele ser un éxito.

Catarata traumática

Pueden originarse por heridas penetrantes con lesión directa del cristalino, por contusión, por descargas eléctricas, por frío o calor intensos, por radiaciones ionizantes, ultravioletas, etc.

Catarata metabólica

La enfermedad metabólica más frecuente es la diabetes mellitus, que acelera la aparición de la catarata senil y produce por sí misma un tipo de catarata que se presenta como opacidades puntiformes en ambos ojos "en copos de nieve".

Cataratas tóxicas

Por corticoides, cuando son administrados por vía oral durante más de un año y a dosis elevadas, también por mióticos y otros fármacos como la clorpromacina, antimitóticos, etc.

Catarata secundaria

Es consecuencia de alguna otra enfermedad oftalmológica, como uveítis anterior crónica, distrofias hereditarias, la miopía grave, etc.

Causas intrauterinas

Enfermedades víricas como la rubéola y fármacos ingeridos por la madre durante el primer trimestre del embarazo como la talidomida y los corticoides, pueden originar cataratas congénitas, que están ya presentes en el nacimiento o en los tres primeros meses de vida.

Síndromes asociados a cataratas

El síndrome de Down puede cursar con cataratas, así como otros síndromes mucho más raros como el de Werner y el de Rothmund.

Cataratas hereditarias

Casi un tercio de las cataratas congénitas son hereditarias y no se asocian a ninguna de las causas antes descritas. Se heredan de padres a hijos, con carácter dominante, con la misma forma y gravedad.

Diagnóstico

El oftalmólogo realizará una exploración completa para descartar la presencia concomitante de cualquier otra enfermedad. La agudeza visual está disminuida, los reflejos pupilares son normales, y al dilatar la pupila se puede observar directamente el cristalino que al existir catarata, le da a la pupila una coloración grisácea o blanquecina (leucocoria) en lugar del color negro propio de los ojos normales. Para un diagnóstico más completo, el oftalmólogo se sirve de la lámpara de hendidura y del oftalmoscopio.

Tratamiento

Ningún tratamiento farmacológico para evitar la opacificación del cristalino ha demostrado ser eficaz. Por ello, el tratamiento de la catarata es eminentemente quirúrgico. La operación de la catarata es una de las más antiguas que se conocen, apareciendo ya en la cultura mesopotámica. Durante muchos siglos, la intervención consistió en introducir un objeto punzante y empujar el cristalino hacia el vítreo dejando libre así el área pupilar. En el siglo XVIII se comenzó a extraer la catarata para lo cual era necesario abrir el ojo por su parte anterior, maniobra nada fácil ya que la realizaban sin anestesia ninguna. Actualmente, la cirugía está indicada desde el momento en el que el paciente considera que su mala visión es un obstáculo para realizar su vida normal. Hay que asegurarse que el ojo no padece ninguna otra alteración que pueda hacer fracasar la intervención y que el estado general del paciente permita la operación. Se puede intervenir con anestesia local o general, y la operación dura entre 20 y 30 minutos. La técnica más utilizada hoy en día es la extracción extracapsular de la catarata, mediante una incisión mínima en la esclera, que permite colocar una lente intraocular en la misma posición que ocupaba el cristalino. Hace años, cuando aún no se instalaba la lente intraocular, el enfermo necesitaba utilizar gafas o lentillas después de la intervención para suplir la función del cristalino extraído. Con la colocación de la lente intraocular el paciente sale del quirófano como si tuviese su propio cristalino. El paciente al ser dado de alta del hospital puede realizar una vida normal moderando únicamente la actividad física. Necesitará aplicarse una medicación (colirios y pomadas) de forma absolutamente constante y meticulosa. Será revisado por su oftalmólogo a la semana, al mes y a los tres meses. Después del tiempo post-operatorio el paciente puede reincorporarse a su actividad habitual sin ningún tipo de restricciones: puede hacer deporte, leer, coser, ver TV.

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