Central Jobabo

Central Jobabo
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Institución con sede en Cuba Bandera de Cuba
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La fábrica de azúcar se terminó en 1911. El Central Jobabo enfrenta su primera Zafra en 1912 (1911-1912).
Siglas o Acrónimo:CENTRAL 618
Fundación:1911
Tipo de unidad:Central Azucarero
País:Cuba Bandera de Cuba
Sede:Cuba
Dirección:Jobabo, Las Tunas

El Central Jobabo tomó el nombre de Central Perú tras su nacionalización al triunfo de la Revolución Cubana. Ubicado en el poblado de Jobabo, este central azucarero data de 1911. Con el comienzo de la primera zafra, se abrió paso a una triste etapa de la historia jobabense, llena de abusos e injusticias que cayeron como un negro manto de explotación sobre los trabajadores del central y sus colonias.

Primeras construcciones

Entre 1910 y 1911 se construyen las primeras casas y los bateyes. Las primeras, destinadas a los altos empleados, y las segundas para los trabajadores de puesto fijo, aunque de menor grado que los altos funcionarios. Las construcciones de madera, como éstas, predominarían hasta la década del 20, en que surgirían las primeras construcciones de mampostería en el centro del poblado.

Los comercios ya se habían establecido escalonadamente, fundamentalmente por inmigrantes chinos, aunque habitaban otros pobladores de tierras foráneas, fundamentalmente emigrantes de las Colonias francesas de Haití y Jamaica, que huían de las difíciles condiciones de sus tierras natales, y llegaban a Cuba en busca de mejoras económicas.

Construcción del Ingenio

La construcción del ingenio concluyó en 1911. En el mes de noviembre de ese año fue realizada su prueba satisfactoriamente con la materia prima de las propias colonias. La primera zafra comenzó el 12 de febrero de 1912, con una duración de 65 días, se produjeron 73 202 sacos de azúcar, procesando 5 917 760 arrobas de caña y un rendimiento de 12,37. La fuerza de trabajo tenía una composición heterogénea pues la formaban africanos, jamaicanos, chinos y cubanos. Se desconoce la plantilla exacta con que inició, se calcula que haya sido con 260 – 320 trabajadores, otras fuentes señalan 500, más adelante y en 1926, 822 obreros.

Nueva etapa

Con el comienzo de la primera zafra, se abrió paso a una triste etapa de la historia jobabense, llena de abusos e injusticias que cayeron como un negro manto de explotación sobre los trabajadores del central y sus colonias.

Las fatigosas jornadas de catorce horas en la agricultura y en la industria eran pagadas con salarios entre 8 y 15 centavos, mientras la "limpia" (desyerbe) de un cordel de línea férrea era retribuida con 2 centavos.

En la generalidad de los casos el pago era a través de bonos o fichas, que daban solamente la oportunidad de comprar en las bodegas y establecimientos pertenecientes a la colonia, por cuanto quienes los recibían no podían comprar en otro lugar fuera de sus límites.

El estado de los Barracones (vivienda de cortadores de caña y otros subempleados) era deplorable, sin iluminación ni agua, con total ausencia de botiquines o servicios médicos urgentes. Predominaba la desigualdad social entre los obreros, al punto de que las labores que desarrollaban se diferenciaban según el grupo social y étnico de cada uno.

Después de la zafra, llegaba un horrible y devastador período de inactividad denominado Tiempo muerto, expresión que definía lo que esperaba económicamente a las familias que dependían de la industria del azúcar.

Fuentes