Chapultepec
Chapultepec
Surgimiento
Su posición estratégica y la abundancia de recursos naturales lo hizo un sitio atractivo para los antiguos pobladores mexicanos. Así se asentaron en diversos periodos del siglo XII teotihuacanos, toltecas, tecpanecas y mexicas. Esta ciudad fue para estos últimos, el punto medio de la mítica peregrinación encabezada y dirigida por el sacerdote Tenoch que partió de Aztlán para concluir en Tenochtitlán. Así el 8 de junio de 1325 fundaron la ciudad México-Tenochtitlan y comenzaron a escribir la historia del imperio guerrero que logró someter a las poblaciones y grupos aledaños, incluyendo a quienes habitaban Chapultepec.
Desarrollo
Durante la conquista Hernán Cortés advirtió el valor estratégico del lugar, porque desde allí se podían controlar, anticipar y repeler posibles ataques: así lo tomó, tras librar una cruenta batalla, el 26 de mayo de 1521 y el lugar pasó a ser parte de sus bienes. Más adelante fue considerado lugar de descanso para los virreyes; la casa se construyó sobre el palacio mandado edificar por Nezahualcóyotl y encima del templo erigido en honor a Huitzilopochtli, levantaron una ermita cuyo patrono era San Miguel Arcángel.
El 25 de junio de 1530 el rey Carlos V, a través de una cédula real, ordenó que Chapultepec fuera entregado y considerado parte de la ciudad y que, por tanto, se le destinara como área de recreo para los habitantes de la Nueva España. En 1778 sobre la fortaleza construida por Cortés, se instaló una fábrica de pólvora que se incendió cuatro veces en un período de seis años; hasta que en 1784, con la última explosión, fue destruida. Durante la gestión del virrey Matías de Gálvez 1783-1784, se realizó el proyecto para erigir el Alcázar de Chapultepec: correspondió a su sucesor e hijo Bernardo, realizar y concluir la obra en su primera etapa 1785-1787. Carlos V ordenó la suspensión de los trabajos y la venta del sitio; pero, en 1789, el virrey Juan Vicente de Gümes negoció la orden y dispuso que el Alcázar se volviera Archivo General del Virreinato. Durante la Guerra de Independencia el castillo estuvo desocupado, pero bajo el mandato del presidente Guadalupe Victoria se amplió y reforzó la construcción, con el fin de ubicar allí las instalaciones del Colegio Militar y en 1841 abrió sus puertas y fue reconocido por el presidente como patrimonio nacional.
En 1864, después de la Intervención francesa, el emperador Maximiliano de Habsburgo eligió Chapultepec, como su lugar de residencia, además, la emperatriz Carlota dedicó gran parte de su tiempo a la decoración del edificio, e hizo plantar los cipreses que aún sobreviven.
Durante el gobierno de Lerdo de Tejada, 1872-1876, el castillo se utilizó como residencia del jefe del poder ejecutivo mexicano. En 1944 se inauguró en las instalaciones del castillo de Chapultepec el Museo Nacional de Historia; sitio donde se conservan piezas y documentos que hablan de diversos períodos de la historia política, económica y cultural de México.
