Chatarra

Chatarra
Información sobre la plantilla
Chatarrametal.jpg
Desechos o basura que en muchos casos puede reutilizarse

Chatarra. (del euskera, txatarra, «lo viejo») Conjunto de trozos de metal de desecho, principalmente hierro.

La chatarra de hierro es utilizada en la producción de acero, cubriendo un 40% de las necesidades mundiales. El porcentaje de uso varía según el proceso de fabricación utilizado, siendo un 20% en la producción de acero por convertidor LD y llegando al 100% en el proceso de fabricación por horno eléctrico.

De acuerdo a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) un desecho electrónico es todo dispositivo alimentado por la energía eléctrica cuya vida útil haya culminado.

La Convención de Basilea por su parte, define la chatarra electrónica como todo equipo o componente electrónico incapaz de cumplir la tarea para la que originariamente fueron inventados y producidos. Y estos al ser desechados pasan a ser residuos electrónicos.

Chatarra electrónica

Chatarra Electrónica

La chatarra electrónica o desechos electrónicos o basura tecnológica (en inglés: e-waste o WEEE) corresponde a todos aquellos productos eléctricos o electrónicos que han sido desechados o descartados, tales como: computadoras, teléfonos celulares, televisores y electrodomésticos.

La chatarra electrónica se caracteriza por su rápido crecimiento debido a la rápida obsolosencia que están adquiriendo los dispositivos electrónicos y por la mayor demanda de estos en todo el mundo, entre otros factores. La ONU calcula que se producen en torno a 50 millones de toneladas de esta clase de residuos al año.

Clasificación

Existe una amplia gama de Aparatos Eléctricos y Electrónicos (AEE) calificándose en los siguientes grupos:

  1. Aparatos Electrodomésticos: son aquellos utilizados en hogares. En este grupo se encuentran los grandes electrodomésticos, o "Línea Blanca": aparatos de refrigeración (heladeras, aire acondicionado), calefacción eléctrica, (radiadores de aceite) y otros electrodomésticos grandes (lavavajillas, cocinas, lavarropas, secarropas); y los pequeños electrodomésticos: aspiradoras, tostadoras, batidoras, cafeteras, etc.
  2. Aparatos Electrónicos de Consumo, o "Línea Marrón", provenientes en su mayoría de hogares. Estos incluyen radios, televisores, videos, equipos de música, instrumentos musicales, etc.
  3. Equipos informáticos y de telecomunicaciones, o "Línea Gris", que incluye las computadoras y aparatos periféricos (impresoras, escáner, servidores, etc.), copiadoras, proyectores, máquinas de escribir, fax, etc.

Los AEE se componen de una serie de materiales potencialmente reciclables. Pero también contienen otros elementos, tóxicos para el medioambiente, y por lo tanto su correcta manipulación es fundamental.

Dentro de los materiales que pueden ser reciclados se encuentran los metales como cobre, hierro y plásticos.

Entre los materiales contaminantes, se pueden distinguir:

  • Los productos cloro-flúor-carbonos (CFC y HFC) de los aparatos de refrigeración.
  • A su vez, la mayoría de los residuos de la línea blanca contienen cadmio, plomo, mercurio y cromo hexavalente.
  • Los aceites térmicos de los radiadores eléctricos.
  • El cristal de los monitores y televisiones contiene el 20% en peso de plomo, metal que también se encuentra en cantidades significativas en los tubos de rayos catódicos (TRC), junto con otros metales como elbario.
  • Los compuestos bromados (BFR) en carcasas de plástico.
  • Los PCB (policlorobifenilos) en condensadores.
  • Plomo de los circuitos electrónicos.
  • Cromo de partes galvanizadas.

Otros componentes peligrosos son el berilio de las placas base y el PVC de las partes plásticas de las computadoras, y cuya incineración genera dioxinas.

Aunque recorran caminos separados, el destino actual común de estos residuos es el vertedero, la quema o abandono. Los metales pesados y componentes peligrosos presentes en los aparatos eléctricos y electrónicos contaminan la atmósfera y el agua, creando un serio problema no sólo al medio ambiente sino también de salud pública.

Los desechos eléctricos y electrónicos están clasificados en el Anexo VIII del Convenio de Basilea, dentro de las listas A1180, A1150, y A2010, así como en el Anexo IX, dentro de la lista B1110. En virtud del Convenio, este tipo de desechos está clasificado como desechos peligrosos, fundamentalmente cuando contienen compuestos tales como acumuladores y otras baterías, interruptores de mercurio, vidrios de tubos de rayos catódicos y otros vidrios activados, capacitores de PCB, o cuando están contaminados por cadmio, mercurio, plomo, u otros bifenilos policlorados. Además, las cenizas de metales preciosos procedentes de la incineración de circuitos impresos, y los desechos de vidrios de tubos de rayos catódicos y otros vidrios activados serán caracterizados como desechos peligrosos.

Los residuos de AEE son considerados residuos peligrosos luego que ya no es posible su reciclaje y los componentes contaminantes deben enviarse a empresas para disponerlos en incineradores o rellenos sanitarios especiales.

El tratamiento inadecuado de la e-waste puede ocasionar graves impactos al medio ambiente y poner en riesgo la salud humana.

Legislación en la materia

Los países han identificado numerosos obstáculos a su capacidad de manejar los desechos eléctricos y electrónicos de modo ambientalmente racional. Tales obstáculos incluyen la falta de información de fácil acceso (con respecto a volúmenes, cantidades, tecnologías disponibles, requisitos legislativo-comerciales de los países que importan productos nuevos, quienes requerirán normas cada vez más estrictas para la reducción al mínimo, reutilización, reciclado, y recuperación de esta clase de desechos).

Muchos han desarrollado y/o se encuentra en desarrollo legislación sobre la materia. La Unión Europea ha sido uno de las organizaciones que han definido normas para el diseño de los productos, su recogida selectiva, el tratamiento de los desechos, la financiación necesaria para lo anterior y ha incluido sanciones y directivas sobre la utilización de materias peligrosas.

Problemas ambientales asociados

Existen diversos daños para la salud y el medio ambiente generado por varios de los elementos contaminantes presentes en los desechos electrónicos, en especial el mercurio, el plomo y el cadmio.

Colocar este tipo de residuos en la basura, o dejarlos en manos de cartoneros, es poner en riesgo la salud de las personas y del ambiente, debido a que contienen componentes peligrosos como el plomo en tubos de rayos catódicos y las soldaduras, arsénico en los tubos de rayos catódicos más antiguos, trióxido de antimonio retardantes de fuego, etc.

Mientras el celular, el monitor y el televisor estén en su casa no generan riesgos de contaminación. Pero cuando se mezclan con el resto de la basura y se rompen, esos metales tóxicos se desprenden y pueden resultar mortales.

Ciclo de vida del material informático

Desde que en la década de los 90 el precio de los ordenadores cayó en picado, mucho disponen de algún ordenador en casa y en el trabajo. Aunque la vida útil de estos equipos se estima en diez años, al cabo de unos tres o cuatro ya han quedado obsoletos debido a los requerimientos de los nuevos programas y las nuevas versiones de los sistemas operativos.

Adquirir un nuevo equipo informático es tan barato que abandonamos o almacenamos un ordenador cuando todavía no ha llegado al final de su vida útil, para comprar otro nuevo, desconociendo el enorme coste ecológico que comporta tanto la producción como el vertido de ordenadores.

Los residuos electrónicos de los equipos informáticos generan una serie de problemas específicos. Por ejemplo, son tóxicos, debido a que incluyen componentes tóxicos como el plomo, el mercurio y el cadmio. También llevan selenio y arsénico, entre otros. Cuando estos compuestos son fundidos liberan toxinas al aire, tierra y agua. Otro problema es que suelen llevarse a los países del tercer mundo porque es rentable. Allí se convierten en receptores de esta contaminación.

Fuente