Cipriano de Valera

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Cipriano
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Erudito, complilador y revizor de la Biblia.
NombreCipriano de Valera
Nacimiento1532
Valera, Bandera de España España
Fallecimiento1606
Londres, Bandera de Inglaterra Inglaterra
Causa de la muerteQuemado en la hoguera por la Santa inquisición
NacionalidadEspañola
EducaciónUniversitaria
Alma materUniversidad de Sevilla
OcupaciónLingüista

Cipriano de Valera. Revisor y editor de la primera traducción castellana de la Biblia desde los originales, la conocida como Reina-Valera, que resultó la de mayor uso entre los evangélicos de habla hispana.

Síntesis biográfica

Primeros años

Nació en Valera la Vieja Herróbriga, entonces perteneciente al Reino de Sevilla, en 1532, próximo a Frenegal de la Sierra, hoy parte de Badajoz, España, de donde era natural Benito Arias Montano, a quien conoció estudiando en Sevilla.

Con el grado de bachiller, después de seis años de Filosofía en la Universidad de Sevilla, ingresó en el monasterio de San Isidoro del Campo, donde convivió. Aceptó La Reforma y salió buscando tierras donde vivir su nueva fe con Antonio del Corro, Casiodoro de Reina y otros.

Enseñó en Cambridge durante una docena de años, habiendo llegado al Magdalena Collage, realizó estudios suplementarios bajo Théodore de Bèze en Lausanne, y le fue concedida la titulación necesaria en Teología. El 21 de febrero de 1563 se incorporó a la Universidad de Oxford como Maestro en Artes.

Para algunos, Cipriano fue el más diligente y prolífico de todos los escritores adheridos a la causa reformada española. Según Paul J. Hauben,
“Nuestro conocimiento de Cipriano de Valera está casi en proporción inversa a su importancia”.
Sólo su gran actividad literaria, con trabajos originales o traducciones de textos tan importantes como la Biblia y la Institución de la Religión Cristiana de Juan Calvino, le han salvado de caer en el olvido total.

Persecusión

En el año 1557 huyó a Ginebra junto a Casiodoro de Reina y otros 16 monjes para librarse del Tribunal de la Aanta inquisición, que llegó a quemarlo en efigie en 1562 y le colocó en el "Indice de Libros Prohibidos", como autor de primera clase.

Durante un breve tiempo residió en Ginebra, para luego instalarse definitivamente en Londres, Inglaterra, al subir al trono Isabel I, para establecerse allí definitivamente. Viajó a Holanda por un corto período de tiempo para dirigir la impresión de la segunda edición de La Biblia del Oso revisión en la que había trabajado durante veinte años.

Muerte

Se desconoce con certeza la fecha de su muerte, pero se piensa que tuvo lugar en 1606, en Londres, Inglaterra.

Su obra

El primero de sus libros, publicado en Londres en 1588, titulado "Dos tratados", resultó ser el más polémico de todos. El primer tratado es acerca del Papa y de su autoridad colegido de su vida y de lo que los Doctores y Concilios antiguos y la misma Sagrada Escritura enseñan. El segundo trata sobre la Misa recopilado de los Doctores y Concilios y de la "Sagrada Escritura".

El propósito de ambos tratados era demostrar con la palabra de Dios la falta de base del sistema papal y de la misa. En el tratado sobre el Papa hace una recopilación de los desmanes atribuidos tradicionalmente a los papas. Contiene una curiosa colección de refranes que reflejan el concepto que merecía en la mente popular el clero de aquellos tiempos. La idea principal del tratado es presentar a Cristo como el único mediador entre Dios y los hombres. Idénticos propósito y método se encuentran en el tratado sobre la misa.

Su siguiente libro se publica en 1594, y se tituló "Tratado para confirmar a los pobres cautivos de Berbería", que dirigió Valera a los cristianos que habían caído en manos de los piratas mahometanos de Argelia. Su propósito era confirmar en su fe a los cautivos, para que no renegaran de ella, presentando la Sagrada Escritura como un refugio de la pesadumbre y desesperación, así como un arma eficaz contra los enemigos del alma y del cuerpo, siendo además fuente de toda doctrina cristiana.

Este libro, incluye en un apéndice otro de sus escritos titulado "Enjambre de falsos milagros e ilusiones del demonio con que María de la Visitación engañó a muchos", en el que su mordacidad se ceba a placer sobre la superstición tan en boga en sus tiempos. En esta obra, la ironía se halla envuelta por una compasión verdaderamente cristiana que Valera siente por quienes carecen de la verdad, por haberles sido presentada falsificada. Por ello, concluye este tratado con la seria y fervorosa amonestación de acudir a Cristo, como único hacedor de verdaderos milagros.

En 1597 publica su traducción más famosa "nstitución de la Religión Cristiana", de Juan Calvino. Otra de sus obras fue el "Aviso a los de la Iglesia Romana". Sus folletos, de carácter popular, eran escritos pensando en las masas, y en el lenguaje que éstas comprenden. Este texto pretendía disipar la ceguera tenaz de los líderes religiosos católicos sobre puntos de capital importancia para los individuos y la convivencia social que habían conducido a la situación causante de su huída y destierro.

Mientras sigue revisando la traducción bíblica de Reina, publica una nueva edición, revisada, del Nuevo Testamento de Francisco de Encinas, en base al mismo trabajo anterior de Juan Pérez, y que había sido el primero de los libros que había leído de los llevados por Julián Hernández al monasterio de sus días de fraile.

Revisión de la Biblia

La obra de Valera que más fama le ha aportado ha sido su versión de La Biblia del Oso de Casiodoro de Reina, que le llevó 20 años. Fue impresa en Ámsterdam en 1602. Al escribirla, Valera sigue fielmente la traducción de Casiodoro de Reina, con muy ligeras enmiendas en el lenguaje y en los sumarios de los capítulos, eliminando o poniendo notas marginales. La Biblia de Valera tiene la particularidad de poner en sección aparte los libros apócrifos que Casiodoro incluyó en la Biblia del Oso.

Valera denominó a esta revisión "Biblia de Cipriano de Valera", silenciando el nombre de Casiodoro de Reina en la portada, debido, según algunos estudiosos a la enemistad de más de treinta años que existió entre Valera y su antiguo maestro en el convento "Jerónimo de San Isidro del Campo", por haberse negado Casiodoro a someter su traducción de la Biblia a la censura de los eclesiásticos de Ginebra, cuna del calvinismo que Valera apoyaba fervientemente.

Fuentes