Ciro Hidalgo Pérez

Ciro Hidalgo Pérez
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Combatiente revolucionario cubano
Nacimiento8 de septiembre de 1935
Manzanillo, Granma,Bandera de Cuba Cuba
Fallecimiento9 de Abril de 1958
La Habana, Bandera de Cuba Cuba

Ciro Hidalgo Pérez. Combatiente revolucionario, quien luchó valientemente por la independencia de Cuba.

Síntesis biográfica

Nació en la calle Pedro Figueredo # 52 esquina a Placido, en la ciudad de Manzanillo el día 8 de septiembre de 1935; siendo el quinto hijo de una familia de siete hermanos. Sus padres, Miguel Hidalgo y Domitila Pérez.

Niñez

Su niñez transcurrió en el seno de una familia humilde, sus primeros estudios los cursó en la escuela pública hasta llegar al tercer grado. Más tarde ingreso en la escuela privada El divino maestro, esto fue posible por la cooperación de su director y propietario. Aquí logro terminar los estudios correspondientes a la primera enseñanza.

Juventud

De allí pasó al instituto de segunda enseñanza de Manzanillo donde cursó con muchos esfuerzos y sacrificio el bachillerato en ciencias en el año 1955.

Las primeras dificultades con las autoridades de la dictadura, ponen al joven contra el régimen tiránico, él expresó:“ La juventud cubana siente la necesidad de recurrir a la lucha por la paz, como quería Maso, Maceo, Mariana Grajales, Perucho Figueredo y tantos cubanos más que dieron su preciosa sangre para hacer una patria cubana para los cubanos… y digo cubana para los cubanos; porque cubano es el que ama a la patria, cubano es el que no roba los tesoros públicos, cubano es el que pone el deber con la patria sobre todas las cosas”.

Su personalidad

Son muchos, entre otros, los rasgos que caracterizaban la personalidad de Ciro Hidalgo.

Su modestia revolucionaria, su bondad, alto sentido del compañerismo, actitud antiimperialista, profundidad de sus ideas. Puede afirmarse sin temor a equívocos que era un verdadero modelo de joven comunista.

Repudiaba y enjuiciaba todo lo ilícito que corrompiera a la juventud y contra ello, sin fronteras, se manifestaba y combatía.

Vida revolucionaria

Dedicó su corta y fecunda existencia al quehacer revolucionario. Fue organizador, combatiente y pensador, puso sus cualidades multifacéticos al servicio de la práctica revolucionaria. Supo aunar, en espléndida correspondencia, el pensamiento y la acción, la palabra y el hecho.

Por su integración a las filas revolucionarias fue perseguido y maltratado en distintos pueblos de la región Manzanillera, por estas causas fue necesario que el joven se trasladara a la cuidad de Santiago de Cuba, donde por sus razones económicas trabajó como maestro y a su vez hizo contacto con revolucionarios de esa heroica ciudad, donde su lucha fue más ardua.

Siempre había sido bueno, pero la Revolución, con el ejemplo de sus mártires y héroes, despertó en su espíritu el anhelo ferviente de servir a la Patria.

Junto a sus ideas revolucionarias que lo acompañaba iba también, con interés a continuar sus estudios, esto no fue posible hasta un día después que ingresó en la Universidad de La Habana, allí también el joven se destacó por sus acciones revolucionarias, participó en varios encuentros estudiantiles con los sicarios del régimen.

Muerte

Fue vilmente asesinado en la huelga del 9 de abril de 1958, esta huelga debía producirse a las once de la mañana; las heroicas milicias salieron a enfrentarse a los soldados y policías del tirano. En la Habana, Oriente, Sagua La Grande, Matanzas y Camaguey tuvieron lugar acciones armadas de los revolucionarios que se levantaron en esas ciudades para apoyar la huelga, mas la tiranía ahogó en sangre el levantamiento y llenó los necrocomios y cárceles con miles de hijos del pueblo.

El verdugo Pilar García había ordenado a todos sus subordinados: “No quiero heridos ni prisioneros”. Si bien murió, vivió en la acción revolucionaria del pueblo. Su muerte, como ejemplo, estimuló la lucha, la gesta revolucionaria y para siempre cobró vigencia su inmortal pensamiento: “Hasta después de muertos somos útiles”.

Los sucesos del 9 de abril serían la diana anunciadora del amanecer victorioso: muchos de los “clandestinos” se encaminarían hacia las Sierras.

Véase también

Fuente

  • Biblioteca de la Escuela Primaria “Ciro Hidalgo Pérez”. San Antonio, Manzanillo.