Ouro Preto (Brasil)

Ciudad histórica de Ouro Preto.
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Ubicación Geográfica:Estado deMinas Gerais, a unos 250 km al norte de Río de Janeiro y a 80 km al sureste de Bello Horizonte.

Ciudad histórica de Ouro Preto. Bien cultural brasileño inscrito como Patrimonio Cultural de la Humanidad en 1980 por la UNESCO. Preserva los vestigios de un pasado de esplendor, conservado intacto hasta la actualidad, sus calles y fachadas, exhiben uno de los conjuntos de arte barroco más completos y homogéneos de todo el planeta.

Historia

Según cuenta la historia un mulato miembro de un grupo de expedición bajó alrío Tripuí para beber agua y encontró unas piedrecillas plateadas que brillaban y que llamaron su atención. No sabía qué eran, pero se las guardó y en São Paulo las vendió. Las piedras llegaron al poder del Gobernador de Río de Janeiro, Arthur Sá Meneses, que por casualidad mordió una y descubrió que en su interior había oro. La noticia del descubrimiento del oro se extendió y fueron organizados varios grupos para reencontrar el lugar del descubrimiento, teniendo como punto de referencia el Pico de Itacolomy. Pasaron varios años sin que nadie lo encontrara, hasta que en 1698 el bandeirante Antonio Díaz lo halló y montó un campamento. A partir de ese momento, comenzó la "fiebre del oro" y empezaron a llegar multitud de personas de varios puntos de Brasil y también de Portugal. Por edicto real del 15 de diciembre de 1712 surge la ciudad llamada en aquel entonces Ciudad Villa Rica de Alburquerque. En el siglo XVIII en ella residían casi 75000 habitantes, esto era en gran medida por el oro descubierto en el río Tripui, lo cual desató un crecimiento explosivo que llevó a la ciudad a tener entonces, una población mayor a la de Río de Janeiro. La ciudad fue el punto de convergencia de los buscadores de oro y el centro de la explotación de minas auríferas, esto trajo riquezas y conflictos. En 1823 después de que se proclamase la independencia del país, el emperador Pedro I le otorgó el título de Ciudad Imperial por su abundante riqueza mineral. Según los historiadores, en el siglo XVIII, periodo de máximo esplendor de las ciudades históricas, se extrajeron de las minas de la región cerca de 1.200 toneladas de oro y varios miles de diamantes. La ciudad declinó con el agotamiento de sus minas a principios del siglo XIX.

Urbanismo

Su urbanismo se adapta a la topografía del terreno montañoso y sus calles y aceras se cubren con lajas y rocas lugareñas. En el centro existe una plaza, la Plaza Tiradentis, alrededor de la cual se hallan la antigua residencia de gobernadores, el Museo de la Inconfidencia y otros edificios de interés. La Iglesia de Nuestra Señora del Pilar y la capilla mayor de la Iglesia de San Francisco de Asís son representaciones de la cultura brasileña, en estas se distingue un encanto barroco que el tiempo no pudo borrar.

Localizada en un estrecho valle entre dos cadenas de montañas, la forma urbana original de Ouro Preto estuvo determinada por el sitio y por los senderos que conectaban entre sí a los diversos pueblos mineros (arraiais de garimpo). En ella predominó la ocupación a lo largo del camino principal, tortuoso y adaptado a las condiciones del relieve, del que se derivaban los caminos secundarios. La definición de sus calles fue tomando forma también en función de las iglesias y capillas que, a medida que se construían, se transformaban en elementos importantes de la estructuración de la trama urbana.

En Ouro Preto, como ejemplo de núcleo urbano de colonización portuguesa, y a diferencia de los núcleos urbanos hispanoamericanos, predomina lo irregular, lo tortuoso, una expresa aversión al trazo y al ángulo recto.

Las blancas paredes de las casas, construidas generalmente en el alineamiento de las calles, con sus amplios tejados de dos aguas, contrastan con los colores oscuros de las aberturas y balcones. El paisaje construido se completa con las iglesias, levantadas en localizaciones privilegiadas; las plazoletas y plazas de variadas formas, adaptadas a las circunstancias y al relieve; las fuentes de agua, decoradas con labrados en piedra de cantería o en piedra jabón o esteatita, además de los pasos, pequeñas capillas utilizadas sobre todo en las fiestas religiosas.

En los valles, los puentes de piedra con balaustrada salvan las barrancas y zanjas y unen a los antiguos pueblos mineros. Hay también lotes, con grandes jardines arbolados.

Si en el período inicial se construye con barro y estructuras de madera, en la segunda mitad del siglo XVIII, sobre todo en los inmuebles de mayor prestigio, se empieza a usar la piedra y cal, expresión de la riqueza arquitectónica y artística de la entonces Vila Rica, favorecida por la explotación del oro basada en el trabajo esclavo, y debida a la creatividad de los artesanos que allí ejercieron sus oficios. Fueron ellos los principales artífices del Barroco Minero, representado por el escultor y maestro de obras Antonio Francisco Lisboa, el Aleijadinho, y del pintor Manoel da Costa Athaíde. Artistas mulatos, formados en las escuelas prácticas de las artes mecánicas, libres para crear y producir sin las coacciones vividas por la mayoría de los blancos portugueses, socialmente impedidos de ejercer actividades manuales, consideradas indignas.

Debido a una determinación regia, no existían órdenes religiosas en Ouro Preto y, consecuentemente, no se encuentran en esta ciudad conventos ni monasterios. Por ello, su arquitectura religiosa se resume a las iglesias y capillas, que manifiestan la cultura artística mestiza, magnífica en la forma y en las proporciones, en los retablos de madera chapeada con oro, en la pintura de los forros y en los pórticos, púlpitos, capiteles y frisos ejecutados en piedra.

Arquitectura

La ciudad de Ouro Preto es una verdadera joya arquitectónica, siendo su legado arquitectónico uno de sus principales atractivos, sus calles y fachadas, exhiben uno de los conjuntos de arte barroco más completos y homogéneos de todo el planeta. Desafiando al tiempo todavía subsisten muchas iglesias, puentes y fuentes que atestiguan su pasado esplendor y el talento excepcional del escultor barroco Antonio Francisco Lisboa, “El Aleijadinho”. Ouro Preto es famosa por sus calles empinadas entre fachadas pintorescas, y sobre todo por sus numerosas iglesias barrocas, capillas y oratorios, un una enorme cantidad en relación con la población. Durante el siglo XVII, pareció librarse una competencia no declarada por parte de distintas órdenes religiosas que erigieron sus Iglesias con exquisitos detalles decorativos. La abundante arquitectura de Ouro Preto, herencia del período colonial, está presidida por nueve iglesias barrocas que fueron construidas sobre las colinas que bordean la ciudad y desde las que se contempla un paisaje místico. El templo más reclamado por los visitantes es la basílica del Pilar, un proyecto del portugués Pedro Gomes Chaves que fue ornamentada en parte con el oro extraído de las minas que circundan la región. La diversidad del patrimonio de la ciudad es sin embargo mucho más variado: construcciones de piedra, y edificios notables como la Casa de la Ópera, el Palacio de los Gobernadores, o el conjunto del entorno de la Plaza Tiradentes son ejemplos de la embergadura de una ciudad congelada en el tiempo. Ouro Preto es además un centenario centro de educación con su histórica Universidad Federal de Ouro Preto.

Principales iglesias y capillas:

  • Capilla del Padre Faria, 1701
  • Matriz de N. S. del Pilar, 1710
  • Matriz de N. S. da Conceiçâo de Antônio Dias, 1727
  • Iglesia de San Francisco de Asis, 1765. Considerada la obra prima de Aleijadinho. En ella se destacan la libre disposición arquitectónica, el pórtico en esteatita de la fachada principal y el forro de la nave pintado por el maestro Atahíde.
  • Iglesia de Santa Efigenia, 1773. Mandada a construir por Chico Rei, esclavo liberto, líder de la comunidad negra.
  • Iglesia de N. S. del Rosario de Ouro Preto, 1784. Singular por su planta formada por dos elipses entrelazadas y atrio cerrado y cubierto.

En la segunda mitad del siglo XVIII se forma el espacio urbano más imponente de Ouro Preto, la actual Plaza Tirandentes, en la que se construyeron entonces dos de los ejemplares más expresivos de la arquitectura civil: en un extremo el Palacio de los Gobernadores, actual Escuela de Minas, con características de fortificación, proyecto del brigadier José Fernandes Pinto Alpoim; en el otro, la Casa da Câmara e Cadeia, construida a fines del siglo y actualmente Museu da Inconfidência. Conjunto de las grandes obras civiles enriquecido por la Casa dos Contos, construida en la penúltima década del siglo, donde se fundía el oro y se recaudaban los quintos, y funcionaba además la Intendencia.

Tradiciones

La villa histórica respira un gran ambiente religioso, que alcanza su plenitud en Semana Santa, en la que miles de turistas llegan atraídos por las procesiones que discurren por alfombras, confeccionadas por los vecinos con aserrín y decoradas con flores. Los tapetes, ultimados antes del Domingo de Pascua, cubren casi todas las calles del pueblo y son diseñados en función de una temática determinada con anterioridad. En paralelo a las procesiones, los ouropretanos representan pasajes bíblicos en medio de una multitud que asiste al espectáculo con atención y sin perder detalle de las tradicionales indumentarias religiosas. En un contexto menos religioso, Ouro Preto se convierte durante la primera quincena de noviembre en un referente para el idioma portugués con la organización del Foro de las Letras, que cada año se celebra con el deseo de realzar la identidad y la diversidad de la lengua de Camoes. Con el reclamo de su bello casco urbano, Ouro Preto también se contagia del espíritu del carnaval, una fiesta que ha alcanzado gran repercusión en las ciudades históricas de Minas Gerais. Las populares comparsas carnavalescas que atraen cada año a millones de personas pasean por las empinadas y antiguas calles de la ciudad al ritmo de típicos estilos musicales de Brasil.

Patrimonio Mundial

La Ciudad Histórica de Ouro Preto se inscribe en la Lista del Patrimonio Mundial por constituir un patrimonio único por su originalidad, que concentra ejemplos de la arquitectura barroca de valor excepcional. Representa una experiencia artística y urbanística sin igual, testimonio de una tradición cultural y del genio creativo humano. Por la relevancia de su conjunto monumental y su plano urbano integrado al paisaje natural, Ouro Preto fue el primer Bien Cultural brasileño inscrito como Patrimonio Mundial en 1980 bajo los criterios (i) y (iii).

Patrimonio Mundial

La Ciudad Histórica de Ouro Preto se inscribe en la Lista del Patrimonio Mundial por constituir un patrimonio único por su originalidad, que concentra ejemplos de la arquitectura barroca de valor excepcional. Representa una experiencia artística y urbanística sin igual, testimonio de una tradición cultural y del genio creativo humano. Por la relevancia de su conjunto monumental y su plano urbano integrado al paisaje natural, Ouro Preto fue el primer Bien Cultural brasileño inscrito como Patrimonio Mundial en 1980 bajo los criterios (i) y (iii).

Fuentes

Ayes, Gilberto. Desarrollo sostenible y sus retos. Ed. Científico-Técnica, La Habana, 2006.

Guía del Patrimonio Mundial, UNESCO, INCAFO, Madrid, 1994.

Ciudad Histórica de Ouro Preto. Patrimonio Mundial en Brasil. UNESCO 2000.