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Colisiones galácticas
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Colisiones galácticas

Las galaxias no están quietas, sino que se mueven. A lo largo de la historia del Universo muchas galaxias han colisionado unas con otras, dando lugar a “nuevas galaxias” con extrañas y espectaculares formas. Son objetos ciertamente grandes, formados por estrellas, gas, polvo y la omnipresente materia oscura. La colisión entre galaxias, aunque espectacular por los resultados, es un proceso que lleva su tiempo y en realidad los cuerpos que contienen las galaxias en colisión no se chocan, bueno, tal vez algunos puedan colisionar pero es algo altamente improbable. Esto es debido a que las distancias entre las estrellas, nubes de gas y polvo, etc., es tan grande, tan sumamente grande, que las estrellas y demás componentes de una galaxia pasan tranquilamente por los espacios vacíos de la otra. Pero entonces, si los objetos que las forman no chocan ¿por qué el resultado de una colisión es una galaxia que en nada se parece a las que chocaron? La respuesta está en la gravedad. Al chocar dos galaxias, la gravedad de sus estrellas, nubes, etc., empiezan a tirar unas de otras cambiando sus trayectorias, con el paso del tiempo el resultado es que se acaban formando esas espectaculares y extrañas formas que tanto nos fascinan.

Nuestra vía láctea se encuentra en rumbo de colisión

La Vía Láctea, es decir, la galaxia en la que nos encontramos, se encuentra en rumbo de colisión con la galaxia de Andrómeda, que es la galaxia más cercana a la nuestra (obviando las Nubes de Magallanes), de hecho se encuentra a algo más de dos millones de años luz, que puede parecer mucho, pero comparado con el tamaño del Universo observable, es como quien dice, la vuelta de la esquina. Aunque la Vía Láctea y Andrómeda van a colisionar no hay que preocuparse, los objetos en sí, no chocan y de todos modos el acontecimiento sucederá dentro de más de 3000 millones de años.


Fuentes