Conflicto del Alto Cenepa

Conflicto del Alto Cenepa
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Parte de Conflicto Perú - Ecuador
Fecha 26 de enero de 1995 - 28 de febrero de 1995.
Lugar Alto Cenepa, Zona oriental de la Cordillera del Cóndor, Provincia de Condorcanqui, Región Amazonas, Perú.
Causas Instalación por parte del Ecuador de puestos avanzados de frontera, desde mayo de 1994, sobre la cuenca del Río Cenepa, en la zona oriental de la Cordillera del Cóndor (territorio del Perú), con los nombres de Cueva de los Tayos, Base Sur y Tiwinza.
Resumen Perú realiza ataques aéreos para ablandar posiciones del enemigo y luego lanza al ataque a sus tropas de infantería de selva, infantería de comandos, infantería contrasubversiva y Fuerzas de Operaciones Especiales de la Marina de Guerra para recuperar el objetivo.
Resultado Victoria de las armas del Perú
Las tropas ecuatorianas fueron obligadas a retirarse al lado occidental de la Cordillera del Cóndor sin haber logrado su objetivo de obtener una prenda territorial para obligar a Perú a una nueva delimitación fronteriza.
Ecuador reconoce la validez y vigencia del Protocolo de Rio de Janeiro de 1942 y renuncia a su tesis de inejecutabilidad del Protocolo de Rio de Janeiro y a su aspiración de ser un país ribereño del río Amazonas así como a su reclamo de soberanía sobre el ríos Marañón.
Consecuencias Los puestos instalados por Ecuador pasaron a ser controlados por el Ejército del Perú.
Beligerantes
Bandera de Perú Fuerzas Armadas del Perú Bandera de Ecuador Fuerzas Armadas Ecuatorianas
Comandantes
General de División EP Nicolas de Bari Hermoza Rios, Comandante del Teatro de Operaciones del Nor-Oriente.
Bajas
• 60 muertos[1] • 34 muertos y 70 heridos[2]

El conflicto del Alto Cenepa, llamado por los ecuatorianos y otros Guerra del Cenepa o guerra del cóndor, fue un enfrentamiento armado entre los ejércitos del Perú y del Ecuador ocurrido entre los meses de enero y febrero de 1995 en la zona del Alto Cenepa esto es en la zona oriental de la Cordillera del Cóndor, en territorio peruano.

Al igual que el Conflicto del Alto Comaina, ocurrido en 1981, fue un conflicto armado porque no hubo declaración oficial de guerra entre ambos países ni llegó a generalizarse por toda la frontera ya que estuvo focalizado en la cuenca del río Cenepa, habiéndose llevado a cabo en dicho lugar las operaciones militares, esto es en territorio peruano, territorio que si bien se hallaba delimitado en su totalidad no estaba completamente demarcado porque Ecuador, en 1951, suspendió unilateralmente el proceso demarcatorio. Este territorio es de selva alta y de difícil acceso, donde los factores climáticos y orográficos presentaron dificultades a las Unidades de Combate, durante su desplazamiento en la zona, así como a su logística.

Antecedentes inmediatos

Conflicto en el Alto Comaina

El 22 de enero de 1981, el gobierno peruano denunció un ataque a una de sus aeronaves cuando realizaba una misión de abastecimiento destinada a los puestos de vigilancia ubicados en el río Comaina (territorio peruano). El entonces Presidente del Perú Arquitecto Fernando Belaúnde Terry, ordenó la inspección del río Comaina hasta sus nacientes en el lado oriental de la Cordillera del Cóndor, comprobándose la existencia, dentro de territorio peruano, de tres destacamentos militares ecuatorianos. Este hallazgo motivó que el gobierno peruano realice acciones de fuerza en defensa del territorio nacional, originándose de esta manera el Conflicto del Alto Comaina, logrando las fuerzas peruanas destruir a los destacamentos ecuatorianos desalojando a sus ocupantes.

La posición ecuatoriana señalaba que uno de esos destacamentos correspondía a la base de "Paquisha", establecida en territorio ecuatoriano, pero luego de la verificación de las coordenadas se comprobó que estas no correspondían a la mencionada Paquisha sino, como lo calificó el presidente Belaúnde, a una "falsa Paquisha". Luego de las escaramuzas, que motivaron la intervención de la Organización de Estados Americanos (OEA), el acta Sorrosa-Du Bois fijó las coordenadas que precisaban la ubicación de las tropas en la línea de frontera, ratificando la condición de la Cordillera del Cóndor como límite natural entre ambos países.

El Pacto de Caballeros

El 17 de julio de 1991 hubo una incursión de una patrulla del ejército del Ecuador en territorio que el Perú afirmaba que era suyo y de una patrulla del ejército del Perú que en respuesta se movilizó a territorio peruano que Ecuador consideraba como suyo. Para evitar un enfrentamiento armado que parecía ser inminente, el canciller peruano Carlos Torres y Torres Lara, el 24 de agosto de 1991, llegó a un acuerdo oral de carácter provisional con el canciller ecuatoriano Diego Cordovez, llamado Acuerdo de Caballeros por el canciller peruano y Acuerdo de Distensión por el canciller ecuatoriano. El primer punto del acuerdo fue cumplido con el retiro de las dos patrullas lográndose así el objetivo inmediato de evitar un enfrentamiento armado en ese momento.

El segundo punto del acuerdo referente a la reparación del hito Cusumaza-Bumbuiza, que en realidad había desaparecido y por ende había que reponerlo, no fue cumplido por Ecuador que consideraba inaceptable este procedimiento que lo obligaba a aceptar el Protocolo de paz, amistad y límites de Río de Janeiro firmado el 29 de enero de 1942 y que Ecuador se negaba a reconocer. A su vez el retiro de tropas peruanas del Puesto Pachacútec, también comprendido en el Acuerdo de Caballeros, estaba condicionado a la reposición del hito desaparecido. Pero además el asunto está vinculado con la presencia del Puesto Ecuatoriano Teniente Ortíz en territorio que Perú consideraba como suyo. Por ello, con razón, el viernes 4 de octubre de 1991 el canciller peruano declaró que: “El Perú no va a retirar sus efectivos de la zona que consideramos peruana mientras que los ecuatorianos no retiren sus posiciones militares que ellos consideran en territorio ecuatoriano”.

En el último punto del Acuerdo de Caballeros estaba previsto como una posibilidad el establecimiento de una Zona de Seguridad que solamente podría hacerse efectiva en la medida que:

  • Se reponga el hito Cusumaza-Bumbuiza en su ubicación exacta y con todas las formalidades del caso.
  • Tanto Ecuador y Perú retiren simultáneamente sus tropas de los puestos Teniente Ortiz y Pachacútec;
  • Se declare expresamente que la Zona de Seguridad se establece dentro del marco del Protocolo de Paz, Amistad y Límites de Río de Janeiro, como una medida transitoria para lograr una distensión más efectiva; y que
  • Las dudas o desacuerdos sobre el trazado de la línea entre los 2 hitos deben ser negociados de inmediato y resueltos por las partes con el concurso, activo y definitivo, de los países garantes.

El Pacto de Caballeros no fue cumplido en su integridad por Ecuador.[3][4]

En diciembre de 1994 el ejército del Ecuador empieza a presentar aprestos bélicos que, desde su derrota en 1981, había estado preparando ex profeso para, lo que ellos consideraban, un inminente enfrentamiento militar generalizado con el Perú, desplegando sus sistemas de defensa en el área de la Cordillera del Cóndor.[5]

Situación militar de los países beligerantes

La situación militar de ambos países antes del inicio del conflicto era desigual, Ecuador en cuanto a poder aéreo, teóricamente, tenía las ventajas.

Perú

Ejército

El Perú afrontaba desde 1980 una guerra interna, desatada por el grupo terrorista Sendero Luminoso, que tuvo su etapa más cruenta entre 1982 y 1991. Las Fuerzas armadas del Perú se hicieron cargo de la lucha antisubversiva desde principios de 1983, con el consabido desgaste, sin embargo las tropas peruanas que luchaban contra Sendero Luminoso irían ganando, desde el inicio de la guerra contrainsurgente, una experiencia en combate real que les sería de gran utilidad a la hora de entrar en acción en el conflicto y esto ya era una fortaleza, y por ende una ventaja significativa, para los soldados peruanos.

Al principio del conflicto el ejército peruano movilizaría, a la zona de combate, soldados conscriptos de servicio militar obligatorio pertenecientes a Unidades de Combate que, como el Batallón de Infantería de Selva Callao Nº 25 y el Regimiento de Caballería Blindada "Teniente Coronel José Buenaventura Sepúlveda Fernández" Nº 113, no eran de élite pero a medida que se intensificaba el conflicto el Ejército del Perú emplearía, de lleno, a sus fogueadas Tropas de élite, compuestas por varios Batallones de: Infantería de Comandos, Infantería Paracaidista e Infantería Contrasubversiva, que eran Unidades de Combate especializadas en combate en selva, y con amplia experiencia en combate real adquirida en la lucha contrainsurgente, traídas del Frente Militar Alto Huallaga y que demostrarían tener mucho mas que un buen desempeño en el teatro de operaciones.

Fuerza Aérea

La Fuerza Aérea peruana (FAP), que desde la década del 60 y parte de la década del 80 del siglo XX, había llegado a ser considerada como una de las más poderosas de Hispanoamérica, se hallaba, en 1995, en una situación crítica. Al momento de estallar el conflicto, de un estimado de más de 100 aeronaves de combate que tenía en inventario, según declaraciones efectuadas por el general Waldo Ritcher Cruz, ex-comandante general de la FAP, ante la Comisión Waisman, el 9 de enero de 1995, la Fuerza Aérea del Perú sólo contaba con catorce aviones de combate: 3 Dassault Mirage 2000P, 7 OKB Sukhoi Su-22 y 4 English Electric Canberra[9][10] junto a 8 aviones subsónicos de ataque ligero Cessna Modelo 318E A-37B Dragonfly y 5 helicópteros artillados del tipo Mil Mi-25 Hind D[11]; los Mirage 2000P, que venían a ser los aviones más modernos de la FAP, no contaban con misiles aire-aire ni de corto ni de mediano alcance [12]. La operatividad de los sistemas de radar y de los sistemas antiaéreos estaba estimada en menos del 45%, para los primeros, y en menos del 20%, para los segundos.[13]

Las Fuerzas Armadas Ecuatorianas, de acuerdo con su apreciación de inteligencia, consideraban que esta era la mejor oportunidad para que Ecuador obtenga su tan anhelado objetivo nacional, el ser País ribereño del río Amazonas, por la disminuida situación operativa de las Fuerzas Armadas del Perú, en especial de su Fuerza Aérea e iniciarían las hostilidades el 26 de enero de 1995; la gravedad de la situación de la FAP sería mitigada, reasignando pilotos y técnicos de las unidades de entrenamiento, el personal adicional aceleraría el proceso de mantenimiento que se llevaría a cabo, en el caso de los aviones Su-22, por el Grupo Aéreo Nº 11, el Escuadrón de Mantenimiento Nº 116 y el SEMAN en Lima, el que a su vez estaba a cargo del overhaul de los motores, pocos días después, el numero de Su-22 en la línea de vuelo sería ya de 24 y un numero de veteranos de Su-22 serían rápidamente reentrenados y puestos en alerta de combate, [14] mientras que en el caso de otro sistema de armas, el Mirage 5P, la preparación y el apresto para hacer frente a esta situación, después de varios meses sin volar, no se haría esperar; y el personal de mantenimiento trabajaría de día y de noche para poner disponibles cuatro aviones Mirage. El primero de ellos sería el avión biplaza, con el cual el Mayor FAP Javier Gamboa, iniciaría el reentrenamiento de los pilotos del Escuadrón Aéreo Nº 611 el cual fue completado durante los días subsiguientes, los pilotos habían dejado de volar aproximadamente cinco meses; sin embargo, en el deseo de no perder la mano, el Escuadrón Aéreo Nº 611 había mantenido a sus tripulaciones aéreas volando en el simulador de vuelos; por lo que su reentrenamiento fue más fácil y seguro de realizar. De la misma manera, con la activación de los planes de guerra, llegaron a la Unidad los pilotos foráneos, quienes igualmente fueron reentrenados. La FAP tuvo la posibilidad de poner operativos sólo cuatro aviones Mirage 5P, por la crisis ya descrita, y, con gran esfuerzo, puso operativo otro Mirage 5P en la línea de vuelos, listo para el combate, utilizando las partes de aviones inoperativos, pero a los Mirage 5P se les condicionó su participación en el conflicto ya que solo intervendrían en el caso de una generalización de este o de una guerra declarada, habiéndose considerado que dichos aviones y sus tripulaciones de combate neutralizarían objetivos estratégicos enemigos, explotando las características operacionales y de radio de acción de este sistema de armas. [15]

Y serían los pilotos de los aviones Sukhoi Su-22 y Mirage 2000P los que despegarían día a día para cumplir sus misiones de combate en el Alto Cenepa.

En el conflicto del Alto Cenepa el alto mando de la Fuerza Aérea del Ecuador estratégicamente fallaría porque su servicio de inteligencia pensó que la operatividad de la FAP sería mas baja de lo que realmente era, y se equivocó. Cuando el alto mando de la Fuerza Aérea del Ecuador pensó que prácticamente no habría aviones peruanos volando sobre la zona, se encontró con que la Fuerza Aérea del Perú les puso, por ejemplo, en una base aérea peruana donde había 3 aviones Sukhoi en buenas condiciones para el combate, en tres días, 17 aviones Sukhoi en buenas condiciones para el combate. En otra base aérea peruana donde había 4 aviones en buenas condiciones para el combate, en tres días, La Fuerza Aérea del Perú puso 20 aviones en buenas condiciones para el combate. La Fuerza Aérea que el alto mando de la Fuerza Aérea del Ecuador pensaba que no iba a existir, resulta que estaba allí y esa Fuerza Aérea no solo lanzaría 1,200 toneladas de bombas sobre las posiciones ecuatorianas[16] sino que con su ataque no solo acabaría con toda la estrategia ecuatoriana sino que obligaría a las tropas ecuatorianas a retroceder posiciones impidiéndoles el avance hacia los ríos Marañón y Amazonas.

Ecuador

Ejército

En cuanto al Ejército del Ecuador si bien sus efectivos habían sido preparados en la parte teórica, estos carecían de la praxis que da la experiencia en combate real. Para el combate en selva el Ejército del Ecuador desplegaría, en el conflicto, preferentemente, soldados "profesionales" pertenecientes al Agrupamiento Táctico "General Miguel Iturralde", llamado así en honor a un Comandante del Ejército fallecido en acto del servicio, Unidad que al inició del conflicto estuvo comandada por el general de división EE Paco Moncayo e integrada por el Grupo de Fuerzas Especiales Nº 26, el Batallón de Selva Nº 63, la Compañía de Operaciones Especiales Nº 21, el Escuadrón Aéreo del Ejército Nº 21, la Compañía de Transmisiones Nº 21 y la Batería Antiaérea Nº 21, para luego integrarse al mismo los Grupos de Fuerzas Especiales Nros. 24, 25 y 27, las Compañías de Operaciones Especiales Nros. 5, 17 y 19, el Grupo Especial de Operaciones, el Grupo "Alfaro", el Grupo "Iwias", la Compañía Especial de Seguridad del Ejército y la Escuela de Selva, y haría uso de sus líneas cortas de abastecimiento así como de la ventaja geográfica que le otorgaba la cordillera del Cóndor (6,500 pies de altura) en su territorio para atacar directamente, con morteros y lanzadores de cohetes múltiples, a las tropas del ejército peruano que consolidaban sus posiciones, empleando tecnología de avanzada como el posicionamiento global satelital (GPS), para localizar con precisión el objetivo a atacar.[17]

Fuerza Aérea

La Fuerza Aérea del Ecuador (FAE), después del fracaso en el Conflicto del Alto Comaina en 1981, inicia una serie de compras y de modernizaciones de sus sistemas aéreos y terrestres; entre las más importantes están la compra de aviones Kfir C2, y las modernizaciones de sus Dassault Mirage F1.

A inicios de 1995, la Fuerza Aérea del Ecuador era una de las mejores equipadas de la región, contando con un arsenal de 12 Mirage F.1JA, 10 Kfir C.2, 10 SEPECAT Jaguar MK.1 y 10 A-37B. Con mejores aviones que la FAP era mas que seguro que la FAE tenía todas las de ganar pero durante el conflicto la realidad demostraría que la FAE no sería capaz de establecer una superioridad aérea absoluta que pudiera facilitar una ofensiva del ejército ecuatoriano que le permitiera conseguir el objetivo nacional ecuatoriano de conquistar los ríos Marañón y Amazonas, en adición, la superioridad de la FAE respecto a la FAP sería teórica, habiendo sido discreta su participación en el conflicto.

Incidentes fronterizos en la Zona oriental de la Cordillera del Cóndor

En la tarde del 9 de enero de 1995, cerca de las 17:30 horas, en la zona del Alto Cenepa, en territorio peruano, una patrulla de cuatro soldados peruanos del Batallón de Infantería de Selva "Callao" Nº 25 tuvo un encuentro con una patrulla ecuatoriana del Batallón Nº 63 "Gualaquiza". Al día siguiente las tropas peruanas son acompañadas por las ecuatorianas hasta el PV-1.

El 11 de enero se produce un nuevo encuentro, de nuevo en la zona del Alto Cenepa, en territorio peruano. Cerca de las 13:00, una patrulla peruana -de aproximadamente 10 soldados- se encuentra con tropas ecuatorianas infiltradas en la zona y es conminada por estas iniciándose un intercambio breve de disparos.

Estos incidentes fueron solucionados de manera "amistosa".

En los días 19 y 22 de ese mismo mes, se volvieron a presentar en la zona del Alto Cenepa, en territorio del Perú, escaramuzas entre patrullas militares de los dos países.

El conflicto

El conflicto se inicia el 26 de enero de 1995 cuando la Patrulla "Roosevelt", integrada por 20 hombres, del Batallón de Infantería de Selva "Callao" Nº 25 de la V División de Infantería de Selva de la V Región Militar del Ejército del Perú, que realizaba labores de construcción de un helipuerto en la zona de la quebrada Fashin, en la cabecera del río Cenepa, en la zona oriental de la Córdillera del Cóndor, en territorio peruano, es atacada desde el aire por helicópteros artillados de ataque Superpuma de la Aviación del Ejército del Ecuador, y desde tierra, con fuego de morteros de 81 mm. y 120 mm., durante tres horas, por 150 fusileros y una compañía de comandos del Grupo de Fuerzas Especiales Nº 26 con sede en cantón Quevedo, orgánico de la Brigada de Fuerzas Especiales Nº 9. Los ecuatorianos se apoderan del helipuerto y a este punto de encuentro le pusieron el nombre de Base Norte.

Perú respondería el ataque, pues en la tarde del 27 de enero de 1995 arribaron a la base "Ciro Alegría", procedentes del Huallaga, los helicópteros del tipo Mil Mi-25 Hind D con matrícula FAP-646 y FAP-663 los cuales junto a los helicópteros de tipo Mil Mi-8T Hip de la Aviación del Ejército, numerados EP-586 y EP-587, atacaron el 29 de enero al puesto fronterizo ecuatoriano de Coangos causando siete bajas en las fuerzas ecuatorianas, además del daño a sus instalaciones y material. El Viernes 27 de Enero de 1995, a las 11 a.m., hora de Lima, (16.00 horas de GMT), tropas peruanas del Batallón de Infantería de Selva "Callao" Nº 25 y del Regimiento de Caballería Blindada "Teniente Coronel José Buenaventura Sepúlveda Fernández" Nº 113 recuperan para el Perú el Puesto de Vigilancia ubicado en la naciente del río Cenepa que Ecuador denominó Cueva de los Tayos.

El 2 de Febrero de 1995 tropas peruanas del Batallón de Infantería de Selva "Callao" Nº 25 reforzado con efectivos pertenecientes al Batallón de Infantería de Comandos "Comandante Ladislao Espinar" Nº 19 (Unidad de Combate perteneciente a la División de Fuerzas Especiales del Ejército del Perú), a la Escuela de Comandos del Ejército del Perú y al Regimiento de Caballería Blindada "Teniente Coronel José Buenaventura Sepúlveda" Nº 113 recuperan para el Perú el Puesto de Vigilancia ubicado en la naciente del río Cenepa que Ecuador denominó Base Sur.

El 13 de Febrero de 1995 a las 10.00 p.m. el presidente peruano Alberto Fujimori, en un mensaje a la Nación transmitido por la televisión peruana, anunció la recuperación de la Base "Falso Tiwinza" (Tiwinza "I" Cota 1209) por Tropas de Infantería del Ejército del Perú y declaró unilateralmente a partir del mediodía del 14 de Febrero de 1995 un cese en las hostilidades en la frontera norte.

El 17 de febrero de 1995, se firma la Declaración de Paz de Itamaraty, en Brasil, que dispone la separación de fuerzas de ambos países.

El 22 de febrero de 1995, día calificado como el "Miércoles negro" por el General de División del ejército ecuatoriano Paco Moncayo, el ejército ecuatoriano tuvo una cantidad de bajas superior al total acumulado de bajas desde el inicio del conflicto llegando sus bajas, hasta ese día, a 33 muertos y 80 heridos. Si bien los comandos peruanos asaltaron con éxito el puesto de Tiwinza (Cota 1061) estos tuvieron que ubicarse en posiciones dominantes sobre Tiwinza para protegerse del fuego estéril de la artillería enemiga.

El 28 de febrero de 1995 se firma entre los dos países la Declaración de Montevideo poniéndose fin al conflicto el mismo que sería posteriormente resuelto con la intervención de Argentina, Chile, Brasil y Estados Unidos de América (países garantes del Protocolo de Paz, Amistad y Límites de Río de Janeiro firmado el 29 de enero de 1942).

El resultado del conflicto

Gabriel Marcella, analista estadounidense de la Escuela Superior de Guerra del Ejército de los Estados Unidos de América del Norte en su apreciación personal y subjetiva del conflicto anota lo siguiente:

La limitada victoria del Ecuador en el Cenepa genera un nuevo umbral en el antiguo conflicto: Ecuador ha logrado una victoria militar sobre Perú por primera vez desde la batalla de Tarqui en 1829. Los ecuatorianos integraron exitosamente las estrategias militares, operaciones y tácticas con una acertada campaña de información tanto en lo nacional (diplomacia) como en lo militar (operaciones sicológicas).[18]

Carl von Clausewitz define a la guerra como un acto de violencia para obligar al oponente a hacer lo que queremos que haga. Siguiendo este principio de Clausewitz, la realidad objetiva evidencia que los ecuatorianos fueron derrotados, y por tanto, no consiguieron ninguno de los objetivos que se habían trazado: poner en entredicho la validez del Protocolo de Río y lograr la mediación papal,....[19][20], es decir que Ecuador no logró militarmente el objetivo de obligar al Perú a renunciar al Protocolo de Río de Janeiro e imponerle el protocolo Mosquera-Pedemonte, supuestamente firmado en 1830, de lo cual se concluye que no existió la limitada victoria a la cual Marcella hace mención, esto es reconocido por periodistas ecuatorianos nada triunfalistas como el periodista ecuatoriano Alexis D. Valencia quien afirma que:

"El esfuerzo hecho por el gobierno ecuatoriano, de distraer e invertir un promedio de 500 millones de US $ anuales, en la compra de armamento sofisticado dentro de su programa belicista contra el Perú, desde 1981 hasta 1995, fue estéril; Este esfuerzo que se realizó a expensas de dramáticas necesidades sociales no ha servido para avanzar un solo centímetro hacia el Amazonas y apenas para escenificar una victoria de fantasía maquinada como justificación de nuevas exacciones".[21]

Véase también

Conflicto Armado Perú-Ecuador de 1941 Conflicto del Alto Comaina

Referencias y notas

  1. Cifra oficial
  2. Cifra oficial
  3. Revista Caretas Nº 1180 del 7 de octubre de 1991, Lima – Perú, pp. 88-89.
  4. Nuestro problema con Ecuador, Antonio Belaúnde Moreyra, Lima – Perú, Agosto de 1995, pág. 339.
  5. La Prensa Web Panamá 21 de julio de 2001

Bibliografía

Peruana

  • Coronel EP Eduardo Fournier Coronado (1995). TIWINZA CON Z, toda la verdad (en idioma español).
  • General de División EP Roberto Chiabra León (2010). CENEPA MISION DE HONOR (en idioma español).

Ecuatoriana

  • Rosalía Arteaga Serrano, Fausto Jaramillo y Sandra Correa, (Marzo 1995), ALTO CENEPA, los frentes de una guerra, Edición 1995, Av. Quito y 9 de octubre, Quito - Ecuador, (en idioma español).
  • General EE (r) José Gallardo Román, varios coautores, (Mayo 1995), LA DEFENSA MILITAR DEL ALTO CENEPA, TIWINTSA, Editorial "El conejo", Quito - Ecuador, (en idioma español).
  • Coronel EE Luís Hernández Peñaherrera. (1997), LA GUERRA DEL CENEPA, diario de un comandante, Colección Testimonios, (en idioma español).
  • General de División EE Paco Rosendo Moncayo Gallegos (2012), CENEPA, antecedentes, el conflicto y la paz, Biblioteca de Ciencias Sociales, (en idioma español).

Enlaces externos

Peruanos

Ecuatorianos