Conjunto Monumentario de Bayamo

Conjunto Monumentario de Bayamo
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Ubicación Geográfica:Ciudad de Bayamo

Conjunto Monumentario de Bayamo, ubicado en la intersección de las calles Amado Estévez, José Martí y Capotito, en la ciudad de Bayamo, fue creado en el año 1958, luego de las transformaciones llevadas a cabo en la antigua Plaza de San Juan y terrenos anexos del cementerio.

Historia

Diego Velázquez de Cuéllar
Cuando el adelantado Diego Velázquez de Cuéllar fundó la villa San Salvador de Bayamo en noviembre de 1513, el conjunto urbano ocuparía la parte céntrica del otrora pueblo indio. Partiendo desde la parte central, a medida que el radio se alejaba iban siendo más pobres las construcciones. Las masas aborígenes fueron sometidas a una cruel explotación en los yacimientos de oro y en la siembra de los cultivos de subsistencia. Una vez eliminada en 1564 la servidumbre de los nativos, los mismos pasaron a ocupar el paraje denominado Las Ovejas, en la margen izquierda del río Bayamo. Sin embargo, muy pronto tuvieron lugar disturbios entre los indios, y en consecuencia el gobierno español dispuso la formación de dos caseríos independientes.

En la parte este de la villa fundó el conocido como Caneyes Arriba, con la pequeña iglesia San Juan Evangelista, y el otro al oeste llamado Caneyes Abajo, con la iglesia de Santa Ana. Es decir los españoles quedaron situados al centro de la población. En ambos puntos vivieron los nativos hasta inicios del siglo XVIII, en que fueron trasladados para el hato de Jiguaní Arriba el que poco después daría origen al poblado de Jiguaní.

Dado el crecimiento urbano de Bayamo, en 1702 la iglesia de San Juan Evangelista se construyó de mampostería. Fue en este templo donde por primera vez en Cuba, y posiblemente en América, a partir de septiembre de 1798 comenzaron a enterrarse los muertos fuera de los recintos religiosos, o sea tuvo un cementerio abierto. En su entorno crecería la barriada de San Juan, formada por familias humildes y trabajadoras.

A partir del siglo XIX el cementerio de San Juan devino el principal campo santo de los habitantes de Bayamo, teniendo una gran demarcación.

El incendio de Bayamo ocurrido el 12 de enero de 1869 destruyó la iglesia, pero quedó en pie el pórtico con el campanario que sería en lo adelante la entrada de la necrópolis.

En 1910 al ser trasladados a Cuba los restos del mayor general Francisco Vicente Aguilera y Tamayo, quien había muerto en Nueva York en febrero de 1877, fueron enterrados en este cementerio. Este patricio había ostentado el cargo de Vicepresidente de la República en la Guerra de los Diez Años. El pueblo de Bayamo acompañó el cortejo fúnebre desde el Liceo de la ciudad hasta su tumba, un merecido homenaje a quien Martí llamó el “Padre de la República“. Una placa fue situada sobre su tumba, la cual hoy se encuentra sobre el pórtico de la ruina de la Iglesia.

En la segunda década del siglo XX el crecimiento demográfico de Bayamo ocupaba todas las áreas. La barriada de San Juan intentaba ampliarse. En torno al cementerio se habían levantado muchas viviendas, y los vecinos comenzaron a quejarse del hedor y la llegada de los miasmas de los muertos a las aguas del río Bayamo. Muy pronto tomó cuerpo la idea de construir una nueva necrópolis alejada del perímetro urbano.

En 1918 el abogado Elpidio Estrada donó terrenos de la margen izquierda del río Bayamo, en la salida de Las Tunas para la nueva construcción. Desde este momento comenzaron los entierros en el nuevo local. En tanto, el viejo cementerio mantenía su vieja estructura y dada la negligencia del Gobierno Municipal comenzaron a derrumbarse las sepulturas y panteones. Ante este bochornoso hecho muchas familias comenzaron a sacar y trasladar a sus muertos.

En 1920 el Gobierno Municipal de Bayamo acordó dedicar al uso público el viejo cementerio construyendo en su lugar la Plaza de San Juan, por lo que apremiaba a los dolientes en el traslado de los restos mortuorios. Tres años después el Ayuntamiento sometía a debate la construcción del vistoso parque. El primer nombre que llevó fue en 1930 el de Tomás Estrada Palma, en homenaje al primer presidente de Cuba Republicana, erigiéndose en el parquecito aledaño un busto del prócer.

El parque se fue ampliando con el anexo de una franja de terreno privado que lo unía con la carretera Bayamo - Jiguaní. En la década del 40 continuó de manera acelerada la demolición del cementerio. Entonces se logró abrir la calle Martí hasta su confluencia con Capotito, en la intersección de estas con el camino a la Vega del río Bayamo, actualmente calle Amado Estévez.

De esta manera surgió un pequeño parque en forma triangular, y en la otra parte el sitio donde se conservan las ruinas de la torre de la Iglesia San Juan.

En 1956 el Alcalde Municipal Blas Elías Tumas logró un crédito del Gobierno de la República, ocupado de facto por el general Fulgencio Batista para varias obras de beneficio social en Bayamo, entre ellas la construcción de un Retablo de los Héroes y la ampliación de la calle Martí. Para su puesta en práctica terminó por desmantelarse las ruinas del viejo cementerio.

Las transformaciones llevadas a cabo en 1958 en la antigua Plaza de San Juan y terrenos anexos del cementerio, convirtieron al lugar en un conjunto monumentario - histórico compuesto de varias secciones:

Secciones del Conjunto

  • La Plaza de San Juan, la cual incluye el sitio donde se erigió el obelisco a José Joaquín Palma.
  • El parquecito donde estuvo situado el busto de Tomás Estrada Palma y que en la actualidad mantiene en la antigua base una tarja que recuerda el enfrentamiento del grupo de Ñico López con una patrulla del ejército el 26 de julio del 1953.
  • La antigua torre de la Iglesia San Juan Evangelista, que funcionara como pórtico del primer cementerio a cielo abierto en América y el Retablo de los Héroes con la estatua de Francisco Vicente Aguilera.

Descripción de las secciones

La Plaza de San Juan

En 1951 llegaron a Bayamo los restos del patriota y poeta José Joaquín Palma, quien había fallecido en Guatemala el 2 de agosto de 1911, siendo el autor del himno nacional de ese país centroamericano. En reconocimiento de sus méritos, el Alcalde Municipal Alfredo Marrero Pérez construyó un hermoso obelisco. Hasta este momento era el monumento de mayor envergadura en la ciudad. En su entorno se sembró una ceiba y un ciprés, como fue el deseo del difunto. En magníficos versos había cantado:

                                                                               Y ya que cercana zumba

                                                                              la voz de la muerte helada

                                                                                         te reclamo

                                                                             sólo un sauce, y una tumba

                                                                                cabe a la orilla sagrada

                                                                                       del Bayamo.

El parquecito donde estuvo situado el busto de Estrada Palma

El 26 de julio de 1953 en el parque de San Juan el grupo revolucionario de Antonio (Ñico) Fernández López, después del asalto al cuartel Carlos Manuel de Céspedes, enfrentó una patrulla del Ejército de Batista a la que disparó desde la base del busto de Estrada Palma. En la acción murió el sargento Jerónimo Suárez. Luego los patriotas siguieron por la calle Martí hasta la salida de Holguín.

En la actualidad mantiene en la antigua base una tarja que recuerda el enfrentamiento del grupo de Ñico López con una patrulla del ejército el 26 de julio del 1953.

El Retablo de los Héroes

El Retablo de los Héroes es un monumento construido en 1957 en una estructura de hormigón armado revestida de granito negro donde se muestran 33 medallones de bronce con la esfinge de distinguidos patricios de las Guerras de Independencia, ubicados a ambos lados de la estatua de bronce del Mayor General del Ejército Libertador Francisco Vicente Aguilera (1821-1877).

En el retablo los medallones están dispuestos de la siguiente manera:

Derecha
Izquierda
Jorge Carlos Milanés y Céspedes
Luz Vázquez y Moreno
Pedro Maceo Chamorro
Candelaria Figueredo Vázquez(Canducha)
Rdo P Diego José Baptista
María Candelaria Palma y Fauruya
Lucas del Castillo Moreno
Adriana del Castillo Vázquez
José Joaquín Palma y Lasso de la Vega
Atala del Castillo Vázquez
José M. Izaguirre e Izaguirre
Paulita Téllez
Joaquín Acosta Fonseca
Fernando Figueredo Socarrás
Diego Tamayo Figueredo
Francisco J. de Céspedes y del Castillo
Juan Clemente Zenea y Fornaris
Ramón Céspedes Fornaris
Esteban Estrada
Emiliano Tamayo
Antonio Yero
Carlos M. de Céspedes y del Castillo
Máximo Gómez Báez
Pedro Figueredo Cisneros (Perucho)
Luis Marcano Alvarez
Francisco Maceo Osorio
Manuel de Jesús Calvar Eduardo (Tita)
José Fornaris y Luque
José Manuel Capote Sosa
Ismael de Céspedes y Yero
Tomás Estrada Palma
Oscar de Céspedes y Céspedes
Francisco Vicente Aguilera y Tamayo       
Donato Mármol Tamayo
















 

La antigua torre de la iglesia San Juan Evangelista, construcción que data del siglo XVIII, se distingue por el monumento funerario que se encuentra en su interior, el cual se colocó encima de la tumba del General Francisco Vicente Aguilera. Una razón es más que suficiente para considerar como un lugar de peregrinación y veneración al conjunto que se levanta en San Juan, sirve como lugar de reposo a los restos mortales de una de las figuras más luminosas de la historia y el patriotismo bayamés: Francisco Vicente Aguilera. </div>