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última versión al 12:00 10 may 2016

Convento de Santa Clara
Información sobre la plantilla
Obra Arquitectónica
Salon-Santa-Clara.jpg
Restaurante del actual Hotel Santa Clara
Descripción
Localización:Cartagena de Indias. Colombia
Uso inicial:Convento de clausura
Uso actual:Hotel


Convento de Santa Clara. Antiguo convento de clausura erigido en el siglo XVII en la ciudad de Cartagena de Indias, Colombia, en el barrio de San Diego. Desde 1994 se encuentra aquí el Hotel Santa Clara de Cartagena de Indias.

Historia

En 1617 llegaron a Cartagena tres religiosas de la Orden de San Francisco, Las Clarisas, para fundar un convento en terrenos que para ese fin había donado la señora Catalina de Cabrera, así como los dineros para la construcción. Las religiosas se instalaron en unas casas arrendadas en la calle de La Cruz, mientras se adelantaba la fábrica del convento, que estaría ubicado en una manzana completa del barrio de Los Jagüeyes. La obra fue concluida en 1621, gracias a la donación de un vecino, el señor Pedro Osorio, quien sufragó las obras finales.

Los planos se atribuyen a Simón González, autor de otros edificios de la ciudad. La forma cuadrada regía las proporciones y organización del conjunto. Los corredores de la planta baja y el piso principal se vinculaban al patio central por arcos de medio punto soportados por austeras columnas. Muros altos y cerrados hacia el exterior ocultaban las celdas, apenas rotos por altas aberturas o, mejor, con tragaluces que iluminaban pero impedían la vista. El portalón principal siempre estaba cerrado a las visitas, pocas de ellas autorizadas. El contacto eventual se hacía a través de tornos para conversaciones o paso de objetos. Las monjas oían la santa misa, se confesaban y recibían la comunión a través de rejas y celosías. El convento era todo un tratado de artilugios arquitectónicos para asegurar la invisibilidad y el enclaustramiento; Santa Clara era un modelo clásico del rigor de estas normas en la disposición de portería, sacristía, locutorio, refectorio, enfermería, celdas de profesas y novicias, celdas de castigo y secesión y demás estancias. Gabriel García Màrquez describe en su libro Del amor y otros demonios la historia de Sierva María de todos los Ángeles, prisionera en aquel convento cartagenero bajo la sospecha, entre otras cosas, de posesión demoníaca

Los embates del mar obligan en la segunda mitad del siglo XVIII a construir el tramo de muralla faltante, a pesar de la cual la mar insiste y debe ser reconstruida varias veces. Hasta finales de ese siglo recibe remodelaciones y reparaciones de emergencia.

En 1861 el general Tomás Cipriano de Mosquera promulga el decreto ley de expropiación de bienes de manos muertas y las Clarisas, quedan privadas de todos sus bienes muebles e inmuebles; son desalojadas, se embarcan para La Habana y lo que no pueden llevarse es rematado por los funcionarios que ejecutaron la expropiación.

Santa Clara se convierte entonces en cárcel hasta 1884, cuando se traslada allí el Hospital de La Caridad, atendido por las Hermanas de La Presentación. Deteriorado, el hospital ocupa tramos habitables levantados en el siglo XVIII en los terrenos del antiguo huerto, al mismo tiempo que, refaccionadas las ruinas del claustro central, se habilitan para albergue de huérfanos manejado por las Hermanas de la Caridad. Poco después, hace su incursión la arquitectura republicana, muy inspirada en el estilo neoclásico francés, en nuevos tramos hospitalarios sobre la calle del Curato, de los cuales se hace cargo en 1929 el arquitecto Gaston Lelarge. A mitad del siglo XX, el hospital levanta un anfiteatro y se añade un tercer piso. Así funcionó hasta 1974, cuando se instalan aquí dependencias de Medicina Legal, aulas de la Facultad de Medicina de la Universidad de Cartagena, talleres de la Escuela de Bellas Artes y oficinas de la Liga Departamental de Béisbol.

A fines de la década de los años 60, las autoridades del Municipio de Cartagena y del Departamento de Bolívar, preocupadas por el deterioro de la arquitectura del casco antiguo amurallado, en especial de ciertos edificios valiosos y muchas construcciones domésticas, plantean la posibilidad de aplicar en la ciudad los postulados que la Unesco, la OEA y los organismos especializados han considerado para la recuperación del patrimonio arquitectónico mediante su restauración y adecuación a nuevos usos, tan dignos como el original. Faltaba aún una década para que estas autoridades se decidieran a sacar a subasta pública esos bienes, proceso que se cumple para Santa Clara a principios del año 90 cuando la firma de arquitectos Arias Serna y Saravia, secundada por un selecto grupo de inversionistas, deciden participar en la puja y adquieren el convento con el firme propósito de sacarlo de su ruina, restaurarlo, introducirle con respeto las mejoras y comodidades de la vida contemporánea y dedicarlo a hotel de gran categoría.

Hoy conserva buena parte del claustro, la iglesia y las fachadas de las alas construidas cuando fue hospital. El retablo del altar mayor se encuentra en la ermita de La Popa.

Descripción

Es un claustro con doble arquería de medio punto sobre columnas, adosado a una iglesia de modestas proporciones, de una sola nave, de planta rectangular, separada del presbiterio por un arco toral y contrafuertes exteriores. A los pies de la nave está el coro. El acceso a la iglesia es por el lado de la epístola y presenta una portada renacentista en piedra labrada. El claustro tenía también una amplia huerta.

Restauración

Para su restauración se establecieron tres niveles de trabajo: exploración y restauración, adecuación a la nueva función hotelera y realización de obra nueva. Mediante calas y exploraciones se descubrieron rasgos de antiguos muros y, en muchos de ellos, valiosas muestras de pintura mural, cubierta por los años y las sucesivas capas de enlucidos.

Como norma general, se dejó constancia de todo material nuevo, para hacerlo fácilmente removible en el futuro cuando así se requiriera. A cada estancia, se le asignó una función relacionada con el uso original: restaurante en el refectorio, auditorio en la nave del templo, habitaciones en las celdas, recepción en la portería y cabinas telefónicas en los confesionarios.

Fidel Castro, Yasser Arafat, el Príncipe Hussein de Jordania se contaron entre los primeros huéspedes ilustres del nuevo hotel.

Fuentes

  • Cartagena de Indias. Colombia. Guía Ciudad Histórica. Ediciones PROA, 1997.

Enlaces externos