Coronavirus

Coronavirus
Información   sobre la plantilla
aproximadamente 100 nm
Taxonomía
OrdenNidovirales
FamiliaCoronaviridae
Características morfológicas
Forma del viriónredondeados
Envoltura

Los coronavirus (CoV) son una amplia familia de virus que pueden causar diversas afecciones, desde el resfriado común hasta enfermedades más graves, como ocurre con el coronavirus causante del síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS-CoV), el que ocasiona el síndrome respiratorio agudo severo (SARS-CoV) y el causante de la pandemia de covid-19 desde 2020.

Características

Los coronavirus tienen un diámetro aproximado de 100 nm, son los virus más grandes de ARN de sentido positivo (de hecho tienen el genoma más grande de todos los virus de ARN). Infectan tanto humanos como animales en los que causan enfermedades respiratorias y entéricas. Los coronavirus, junto a los torovirus y los arterivirus, pertenecen al grupo de los nidovirales, que producen un grupo anidado de ARNm con terminales en común.

Los coronavirus y los torovirus (que juntos componen a los Coronaviridae) tienen nucleocápsides helicoidales mientras que los arterivirus tienen nucleocápsides icosaédricas. Los coronavirus tienen una envoltura derivada de las membranas intracelulares y no de la membrana plasmática. En las micrografías electrónicas se ven con espinas saliendo de sus superficies (producto de una gran glicoproteína), y que da pie a su nombre (corona).

Daños de los coronavirus en humanos

A diferencia de sus primos causantes de un resfriado común, los coronavirus zoonóticos, que dieron el salto de animales a humanos, como los que causan el SARS y el MERS, pueden provocar una cascada de daños inducidos por los virus en muchos órganos, y la covid-19 no es una excepción.

En la mayoría de los casos, la covid-19 comienza y termina en los pulmones, porque, al igual que la gripe, los coronavirus son enfermedades respiratorias, por lo que causan síntomas similares a los de la gripe: pueden comenzar con fiebre y tos que progresan a neumonía.

Aún no está claro si los síntomas gastrointestinales juegan un papel importante en el brote actual, pues los casos de diarrea y dolor abdominal han sido raros. Los investigadores creen que el virus de la covid-19 utiliza el mismo receptor que el Sars-Cov, y esta «puerta» se puede encontrar en los pulmones y en el intestino delgado.

En algunos de los casos más graves de la covid-19, la respuesta de las citoquinas, combinada con una capacidad disminuida para bombear oxígeno al resto del cuerpo, puede provocar una falla multiorgánica. Los científicos no saben exactamente por qué algunos pacientes experimentan complicaciones fuera del pulmón, pero podría relacionarse con afecciones subyacentes como enfermedades cardiacas o diabetes.

Cuando un coronavirus zoonótico se propaga desde el sistema respiratorio, el hígado a menudo es un órgano que sufre a escondidas. Los médicos han visto indicios de lesión hepática con SARS, MERS y covid-19, a menudo leves, aunque los casos más graves han provocado daños hepáticos graves e incluso, insuficiencia hepática.

Según los especialistas, una vez que un virus ingresa al torrente sanguíneo, puede viajar a cualquier parte del organismo. El hígado es un órgano muy vascular, por lo que un coronavirus puede entrar fácilmente en sus células.

Si bien la lesión renal aguda en pacientes con SARS podría deberse a un conjunto diverso de causas, que incluyen presión arterial baja, septicemia, medicamentos o un trastorno metabólico, los casos más graves, que condujeron a insuficiencia renal aguda, mostraron signos de una tormenta de citoquinas.

Coronavirus en el perro

Se le conoce dentro de los coronavirus zoonóticos.Se contagia por contacto con las heces de animales infectados. Se diagnostica normalmente mediante la detección de anticuerpos.[1]

Síntomas

Dos de sus síntomas más comunes son vómitos y diarrea además de un modesto decaimiento en ausencia de fiebre (temperatura de entre 38,3 y 39,2 °C). Las heces son blandas, fétidas, de color amarillo con presencia de mucosidad y a veces, de sangre.[2]

La mortalidad (porcentaje de los ejemplares afectados) es elevada, tanto en las perreras como en los criaderos, y el desarrollo clínico es variable, según la edad de los ejemplares. Los cachorros pueden llegar a la muerte después de 24 o 36 horas, si surge una disbacteriosis, pero, normalmente, se curan en 8 o 10 días. En los perros adultos, el desarrollo clínico es relativamente benigno. Los análisis de sangre ponen en evidencia un número normal de leucocitos.

Tratamiento

Para prevenir la enfermedad lo ideal es la vacunación. También es útil utilizar detergentes y desinfectantes para limpiar las zonas donde vive el perro. Una vez diagnosticada la enfermedad se recomienda la suspensión de la alimentación durante 24 o 36 horas. Sucesivamente, dieta a base de arroz, queso fresco y caldo de carne cada ocho horas. Soluciones electrolíticas y glucosadas en vena para los ejemplares gravemente afectados. Sustancias astringentes y reparadoras de la mucosa grastrointestinal.

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Fuentes