Cucamelon

Revisión del 14:03 17 jun 2020 de Alexander jc.bueyarriba2 (discusión | contribuciones) (Página creada con «{{Planta |nombre=Cucamelon |imagen= |ncientifico=Melothria scabra |reino= |subreino= |division= |clase= |subclase= |orden= |familia=Cucurbitácea. |tribu= |género=…»)
(dif) ← Revisión anterior | Revisión actual (dif) | Revisión siguiente → (dif)
Cucamelon
Información sobre la plantilla
Nombre Científico:Melothria scabra
Reino:Plantae
Familia:Cucurbitácea.

El cucamelon (Melothria scabra) es una cucurbitácea, como el melón, la sandía, el pepino, la calabaza o el calabacín.

Características

La planta no es excesivamente grande si se guía el crecimiento hacia arriba, y sí bastante fructífera, el fruto es como una miniatura de la sandía, es crujiente y el interior es blanco con bastantes semillas. Sabe a pepino con un toque de lima. Comestible con aceite y sal, encurtido en vinagre o en la ensalada.

Siembra

Siembra las semillas en un recipiente pequeño (unos 5 centímetros de diámetro) entre febrero y abril (hemisferio norte). Utiliza sustrato para semilleros y entierra dos semillas en cada recipiente, a aproximadamente 1 centímetro de profundidad. Ponemos dos semillas por si alguna no estuviera en buen estado y fracasara. Coloca el recipiente junto a una ventana soleada y mantén el substrato húmedo. Lo mejor es que uses un spray para regarlo para no remover demasiado la tierra, especialmente durante los primeros días. La germinación puede tardar hasta 3 semanas, no desesperes. El crecimiento inicial de la planta es también lento. Estas macetitas de fibra biodegradable son prácticas porque una vez se ha desarrollado la planta, se pueden colocar directamente en el substrato de la maceta definitiva sin perturbar a las raíces. El material se descompone en el propio substrato y la planta sufre menos durante el trasplante. Cuando la planta desarrolle su segundo par de hojas verdaderas, elimina el brote más débil del recipiente (en caso de que hayan germinado las dos semillas). Esto da mucha lástima pero hay que hacerlo.

Trasplante

Cuando la planta mida entre 10 y 15 centímetros y ya no haya riesgo de heladas nocturnas, trasplántala a su maceta o contenedor definitivo. Si todavía hay mucha diferencia de temperatura entre el interior y el exterior de casa, puede ser buena idea antes del trasplante 'acostumbrar' a la planta al exterior, dejándola fuera durante el día y dentro por la noche durante una semana. El contenedor definitivo al que trasplantes tu cucamelon debería tener unos 30 centímetros de diámetro y otros tantos de profundidad para que la planta pueda desarrollarse plenamente. Si vas a colocar más de una planta en el mismo contenedor ten en cuenta que entre ellas debería haber una distancia de 30-40 centímetros (esto es lo que se conoce como marco de plantación).

Riego

Riega con frecuencia pero sin encharcar. Hazlo a primera hora de la mañana o a última hora de la tarde para limitar la evaporación y el shock térmico del agua fría sobre las raíces calientes. Si tienes instalado un sistema de riego automático mejor aún. Es probable que en pleno verano tengas que regar cada día, cada dos días durante la primavera. De todos modos el riego dependerá del contenedor o maceta en el que esté la planta: tamaño, material, etc. También de las horas de sol que reciba la planta y su exposición al viento. Si ves que el substrato sigue empapado, espera antes de volver a regar o las raíces podrían pudrirse.

Crecimiento

La planta del cucamelon es trepadora o rastrera. Lo más práctico es guiar su crecimiento hacia arriba con un tutor o unas varas en forma de tipi para que pueda subir agarrándose con sus zarcillos. Te recomiendo que el tutor mida al menos 1,80 metros y lo coloques al mismo tiempo que trasplantas la planta, así no molestarás a las raíces colocándolo más tarde. El cucamelon produce flores hembra y flores macho de color amarillo que dependen de la polinización para formar el fruto, así que si colocas cerca de tu planta un par de macetas con flores apetitosas para las abejas incrementarás la producción. Dos buenas opciones son la capuchina y la caléndula. La planta puede alcanzar los 2,5 metros de altura pero realmente no es necesario dejarla crecer tanto, puesto que consume energía en las ramas en lugar de en los frutos. Lo mejor es que cortes el extremo de la rama principal cuando mida unos dos metros (o llegue al límite del tutor), así como las ramas laterales que superen los 50 centímetros. Esto hará que la planta crezca más frondosa y forme más flores que con suerte se transformarán en frutos.

Abono

Las cucurbitáceas son voraces y en aproximadamente un mes la planta habrá agotado los nutrientes del substrato. Fertiliza cada dos semanas con un abono orgánico líquido para tomates diluído en el agua de riego según las indicaciones del fabricante. El abono para tomates suele ser el mismo que el de pepinos y calabacines. Verás que lo indica en la etiqueta pero de todos modos verifícalo. También puedes usar humus de lombriz para reponer los nutrientes que va perdiendo el sustrato.

Cosecha

Cuando el fruto alcance el tamaño de una uva es el momento de cosecharlo. Arráncalo con cuidado de no dañar la planta o utiliza unas tijeras pequeñas. Cosecha con frecuencia para que la planta siga produciendo más frutos. Consume los frutos cuanto antes una vez cosechados. A partir de las 24 horas la piel empieza a arrugarse y la textura es menos crujiente. También puedes encurtirlos en una salmuera de agua, vinagre de manzana y sal (1 taza, 1/4 de taza y una cucharada respectivamente), en ese caso se conservarán durante más tiempo.

Tubérculo

El cucamelon tiene la particularidad de formar bajo tierra una especie de tubérculo blanco. Si lo mantienes durante el invierno, la planta brotará con más vigor en la primavera siguiente y no tardará tanto en crecer como en la siembra desde semilla. Yo el año pasado desenterré los tubérculos pero no supe conservarlos bien. Sin embargo hay quien recomienda simplemente dejarlos en la tierra. Es decir, cortar la parte aérea de la planta pero mantener los tubérculos enterrados y a cobijo en el interior. Probablemente es lo que haga este año.

Fuentes

  • García-Rollán, M. (1978). Plagas y enfermedades del geranio. Ministerio de Agricultura. Madrid.
  • García-Rollán, M. (1985). Nuevas técnicas de cultivo del geranio. Hojas Divulgadoras Núm 8/85 HD. Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Madrid.
  • García-Rollán, M. (1991). Cultivo de setas y trufas. Ed. Mundi-Prensa. Madrid. 174 pp.
  • Maroto, J.V. (1995). Horticultura del geranio. Ed. Mundi-Prensa. Madrid.