Cultura Sicán

Cultura Sicán
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Concepto:Cultura Sicán es un pueblo Pre – Inca que sobresalió en arquitectura y metalurgia, aportes que han dado prestigio al Perú actual generándose un gran flujo de turismo.

Cultura Sicán. Sicán es una cultura arqueológica con núcleo territorial, compuesto de los contiguos valles de Motupe, La Leche, Lambayeque, y Zaña.

Ubicación

La Cultura Sicán se desarrolló en el valle medio del Río La Leche en la reserva Nacional Arqueológica y Ecológica de Pómac en Batangrande, provincia de Ferreñafe. El territorio Sicán llegó a extenderse desde Sullana (Piura) hasta el valle de Chicama (Trujillo).

Orígenes

La denominación de Sicán a esta cultura proviene del antiguo nombre con que se le conocía a la zona de Pómac, y significa "Casa de la Luna" en la desaparecida lengua Muchik. Uno de los importantes hallazgos que revelan la importancia económica y religiosa de Sicán fue un centro de producción de cerámica de 3,000 años de antiguedad con docenas de hornos tecnológicamente eficientes.

Según un mito que recogieron los españoles a su llegada a la región, el primer rey, Naylamp, habría desembarcado en la costa fundando esta cultura y dando origen a una dinastía de 9 a 11 soberanos. Conforme a la arqueología, en cambio, la cultura Sicán habría surgido después de la disolución de Moche y durante la influencia Wari en la costa, durante el Horizonte Medio, consolidándose como tal en el Período Intermedio Tardío. Hacia fines del siglo XIV, fue anexada por el vecino Imperio Chimú y más tarde toda la región cayo bajo el dominio de los inkas.

Manifestaciones artísticas

Mediante moldes crearon diferentes variedades de vasijas de cerámica. Uno de los motivos más representados es el distintivo “ojo alado” utilizado para sacralizar las imágenes. Lo aplican en la representación de figuras humanas, animales o accidentes geográficos, como cerros y olas. Este motivo se encuentra también en objetos de hueso, calabaza, madera y metales, además de estar presente en la textilería más fina.

Metalurgia

Los Sicán desarrollaron finamente la metalurgia. Son ellos, por su trabajo y motivos, los mejores exponentes de todas las culturas prehispánicas en este campo. Esta tradición es conocida en la costa norte desde los Moche, pero recién es en el Intermedio Tardío que logra su máxima expresión, usando el oro, la playa, y una aleación de ambos, además del cobre arsenical. Se han encontrado tal cantidad de vestigios relacionados a la extracción y trabajo de material que los arqueólogos han logrado reconstruir casi todo el proceso, hasta el punto de identificar las impresionantes y complicadas técnicas de aleaciones utilizadas por los Sicán para conseguir un dorado con poca presencia aurífera. Trabajaron el cobre, la plata y el oro con técnicas como el vaciado, laminado, martillado; realizan soldaduras y aleaciones; además de ponerles aplicaciones de hueso y piedra. En cobre realizaron elementos para uso cotidiano, artesanal o guerrero.

La Cultura Sicán inició la era de Bronce del norte peruano con la producción de gran escala de cobre arsénico - aleación de cobre con arsenico- con avanzadas técnicas de fundición para la época. Luego esos metales pasaron a manos de los expertos orfebres para convertirlos en los delicados e impresionantes ornamentos de oro y piedras preciosas halladas en las tumbas excavadas en Batangrande.

La inmensa concentración de hornos Sicán para la fundición encontrados en el cerro Huaringa en Batangrande no tiene precedentes en el Nuevo Mundo.

La técnica de fundición tenía como combustible el carbón de algarrobo abundante en la zona. Los hornos alcanzaron temperaturas entre 1000 a 1100 grados centígrados, cuya fuerza para alcanzarla era proporcionada por la capacidad pulmonar de varios hombres que invertían de dos a tres horas soplando al mismo tiempo a través de tubos de caña. Los sicanes concibieron el trabajo de fundición como una actividad mágico religiosa, pues la construcción de hornos fue precedida por complicados rituales en los que se ofrendaban fetos de llamas.

Proyecto arqueológico

El proyecto Arqueológico Sicán se inició en 1978 bajo la dirección del profesor Izumi Shimada, y se constituyó en el primer proyecto de investigación tras décadas de huaqueo sistemático y a gran escala de los monumentos arqueológicos del Bosque de Pómac.

Los investigadores contaron desde un inicio con un equipo interdisciplinario e internacional de especialistas en química, geología, conservación de artefactos, antropología física, etnografía andina, etnohistoria, paliobotánica, zooarqueología, conservación de textiles y otros. A los profesionales peruanos se unieron otros de Estados Unidos, España, Inglaterra, Alemania, Hungría y Japón.

El intenso trabajo arqueológico ha permitido establecer más de 100 fechados radiocarbónicos y una larga estratigrafía que se remonta de 1000 AC. hasta la época Colonial, siendo Batangrande la región arqueológica mejor fechada de los Andes. El Proyecto Sicán contó con aportes económicos de la National Science Foundation, la National Geographic Society y la Universidad de Princeton, Harvard e Illinois, entre otras instituciones. El trabajo de campo y laboratorio fue financiado por la TokyoBroadcasting System del Japón y otras entidades internacionales En 1991 el Proyecto Arqueológico Sicán suscribió un convenio científico y museográfico con el Museo de la Nación , mediante el cual se llevó acabo el análisis y la conservación del material encontrado en las diversas excavaciones. Análisis osteológicos-dentales practicados a los personajes de élite enterrados en las tumbas Este y Oeste de la Huaca El Loro en Batangrande, ha determinado preliminarmente que la nobleza Sicán habría tenido interconexiones culturales y biológicas con la cultura Manteña de la costa sur central del Ecuador.

Llamó la atención de los investigadores del Proyecto Arqueológico Sicán la disposición de los enterramientos de la Tumba Oeste de la Huaca donde los especialistas ubicaron un entierro a 12 metros de profundidad con 18 mujeres repartidas en 12 fosas. Estas fosas se ubican seis a cada lado de la cámara central a tres metros de profundidad de este nivel donde se ubicó el personaje principal. Ubicados a ambos lados del entierro principal se hallaron dos nichos con una mujer en cada uno. Frente al personaje principal yacía enterrado un niño o adolescente. Según los exámenes osteológico-dentales y los análisis comparativos de otras características físicas como deformaciones craneanas, patologías y traumas practicados a las mujeres se ha podido establecer que las ubicadas hacia el norte del entierro principal provienen de la zona del Ecuador, mientras que las de la izquierda poseen ascendencia Moche. De otro lado, estos mismos estudios determinaron cierta relación genética entre el personaje principal, las mujeres de los nichos laterales a éste y el niño, protagonistas del entierro central.

Ante este interesante contexto, los investigadores han hecho pruebas comparativas similares con los entierros de la Tumba Este de la Huaca El Loro encontrando igualmente relación de sangre entre los personajes principales de ambas tumbas, por lo que se presumía pertenecen al mismo linaje. La similitud de procedencia entre los personajes de la Tumba Oeste y Este ha despertado el interés por buscar relaciones genéticas con los enterramientos del Complejo Arqueológico "El Brujo", Sipán y en Tumbas prehispánicas del Ecuador, de donde ya se tomaron muestras dentales para establecer con mayor certeza el origen y la procedencia de las castas o élites Sicán y su relación con la de otras culturas. Otra de las hipótesis que manejan los investigadores es que cada una de las pirámides ubicadas en el Complejo Sicán sería además de recintos rituales lugares de enterramiento para una de las diversas castas, algo así como los que hoy conocemos como mausoleos. Esto se sustenta en los estudios que se han realizado a través del uso de un radar de penetración de suelos cuyo objetivo final fue el de aclarar el rol que cumplían las dos tumbas de élite excavadas en Huaca Loro.

El radar permitió reconocer una serie de pozos profundos colocados ordenadamente alrededor de la Huaca Loro, los cuales formarían parte de un cementerio de élite Sicán. En ese sentido, la construcción piramidal asentada sobre el cementerio representaría una lápida monumental para el mausoleo del ancestro fundador fallecido y para los miembros del linaje enterrado.

Cultura material

Este es uno de los cinco sonajeros encontrados en la tumba este. Al sacudirlo, los 38 colgantes pareados del sonajero se habrían golpeado entre sí para producir ligeros sonidos metálicos. Los bucles de alambre que sostienen los colgantes fueron unidos al eje central mediante proto-templado—una técnica de precisión que funde un metal de aporte, tal como el cobre o una aleación de plata, en lugar de fundir las secciones a fusionar.

Símbolos y visión del mundo

Señores Sicán vestidos como deidades

Estas figuras eran adornos de túnica, cosidas a la tela. Junto con cuatro bandas de elaborado diseño geométrico, decoraban la manga derecha de la túnica usada por las mujeres enterradas con el Señor Sicán en la tumba este. Báculos ornamentales, como los que sostienen las figuras aquí, son importantes símbolos de status y posición en las culturas andinas. La mascara que se muestra sobre las figuras es similar a la máscara usada por la deidad Sicán enterrada.

Véase también

Fuentes