Dataísmo

Dataísmo
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Concepto:Dataísmo es un término que ha sido utilizado para describir la mentalidad, filosofía o religión creada por el significado emergente del Big Data, la Inteligencia Artificial y la Internet de las cosas (IoT).

Dataísmo. Es la creencia de que el universo, los seres vivos y el hombre son solo flujos de datos que vienen y van y por tanto todos los procesos y fenómenos asociados pueden comprenderse en términos de procesamientos de datos.

Orígenes

La primera persona en utilizar el término con esta connotación fue el analista cultural David Brooks en el periódico New York Times en febrero de 2013. Brooks argumentaba que en un mundo con cada vez mayor complejidad, confiar en los datos puede reducir los sesgos cognitivos y “alumbrar patrones de comportamiento que todavía no hubiéramos percibido”. Posteriormente, en 2015 el también periodista del New York Times, Steve Lohr publicó su libro “data-ism” en el que hablaba acerca del impacto del Big Data . Pero el hombre que ha aportado el sustrato filosófico actual al Dataísmo ha sido el filósofo surcoreano y nacionalizado alemán Byung-Chul Han.

Filosofía

Noah Harari, un historiador israelí y futurista, autor del libro “Homo Deus: Breve historia del mañana y del best seller “Sapiens: de animales a dioses” propone el término Dataísmo como la creencia de que todo el universo se puede explicar en términos de flujo de información y algoritmos capaces de procesarlos. Harari argumentó que El Dataísmo presenta un desafío existencial a la ideología moral dominante del humanismo, que ve a los sentimientos humanos como la última autoridad del mundo.

Argumentos del Dataísmo

El Dataísmo defiende que el valor de cualquier fenómeno o entidad está determinado por su contribución al procesamiento de datos. Para este, no hay una frontera nítida entre el cerebro humano y un ordenador: ambos son extraordinarios procesadores. Mientras el hardware del cerebro consiste en miles de millones de neuronas, el ordenador cuenta con circuitos electrónicos. En cuanto al software, el cerebro humano tal vez tenga el algoritmo más sofisticado del universo conocido, pero la inteligencia artificial está avanzando a pasos agigantados sin las restricciones biológicas del hardware cerebral. En la era moderna, la explosión demográfica y la revolución digital han disparado la capacidad global de procesamiento de datos. La cantidad de datos disponibles en la red, crece de forma exponencial. Miles de personas comparten datos personales para que un algoritmo encuentre al amor de sus vidas. Otros algoritmos empiezan a ayudar a decenas de empresas en su proceso de contratación. Y todo eso lo hacen con una mínima fracción de la información que vamos dejando online, a través de las redes sociales: email y mensajes enviados, historial de búsquedas, artículos leídos, series y películas descargadas, y en un futuro cercano, secuenciación completa del genoma o un desglose de los signos vitales al segundo. Con toda esa información, no solo sobre un individuo, sino sobre miles de millones de personas, un superprocesador podría con mayor exactitud, predecir qué estudios, pareja, trabajo o aficiones se deberían elegir para satisfacer las preferencias individuales.

Algunas marcas

  • Emergencia involuntaria: A medida que las aplicaciones se multipliquen, sofistiquen e interrelacionen, éstas irán ganando peso en la historia humana. Conforme los profetas dataístas (Google, Facebook, etc) vayan ganando adeptos (avance ideológico) se acelerará la dependencia de la acumulación y procesamiento de datos (avance del fenómeno).
  • Individualización contra individualismo: El acto de elegir es una de las más altas expresiones del individualismo moderno. Si un superprocesador es capaz de satisfacer las preferencias individuales entonces no le queda nada al individualismo Al triunfar la visión del cerebro humano como un procesador biológico desfasado frente a los procesadores electrónicos que ha sido capaz de producir, la idea del libre albedrío quedaría herida de muerte.

Una nueva religión en ciencia

El "'Dataísmo"' es propuesto como la religión del futuro, la cual exige una fe universal en el poder de los algoritmos (programas computacionales). El funcionamiento de los átomos, las interacciones planetarias, e incluso nuestros deseos y emociones, sería solo datos que pueden ser calculados, ellos bajo el supuesto que el ser humano sería solo materia estructurada con algoritmos bioquímicos. A partir de lo anterior queda claro que el Dataísmo está fundamentado en el cientificismo, el que habría permitido comprobar que en esencia los seres humanos no somos más que algoritmos, similares a los que controlan a los teléfonos celulares, computadoras, etc.

El nuevo 'dios' de esta religión será algo así como el actual Google, aunque mucho más potente, y estará formado por un sistema de procesamiento de datos omnisciente y omnipresente, un dios al cual los seres humanos estaríamos constantemente conectados. La razón vital humana sería grabar hasta el último detalle]] de cada vida y compartirlo en la nube. La aspiración final de la humanidad sería la integración de toda la información del universo en un superprocesador cósmico con el que se fusionaría.

Fuentes