Deísmo

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Deísmo
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Concepto:Doctrina filosófica que admite la existencia de un Dios creador, pero niega la revelación y la providencia

Deísmo. Es la creencia en un ser supremo, que permanece desconocido e intocable.Dios es visto simplemente como la "primera causa" y el principio subyacente de racionalidad en el universo. Los deístas creen en un dios de la naturaleza -- un creador no interactivo -- que permite que el universo se gobierne a sí mismo de acuerdo con las leyes naturales. Como un "dios relojero" que inicia los procesos cósmicos, el universo avanza, sin necesitar la supervisión de Dios. El deísmo cree que leyes precisas y fijas definen el universo como auto-operante y auto-explicativo. Estas leyes se revelan a sí mismas a través de "la luz de la razón y de la naturaleza". Confianza en el poder de razonamiento intercambia la fe por la lógica humana.

Historia

En Inglaterra, el movimiento deísta pareció ser una salida casi necesaria de las condiciones políticas y religiosas de la época y del país. El Renacimiento hizo desaparecer al escolasticismo tardío y, con él, a la filosofía constructiva de la Edad Media. La Reforma Protestante, en su abierta agitación contra la autoridad de la Iglesia Católica, inauguró una lenta revolución en la que todas las pretensiones religiosas debían estar involucradas.La Biblia , como sustituta de la voz viva de la Iglesia; y la religión estatal, como sustituta del catolicismo, pudieron permanecer juntas un tiempo; pero, lógicamente, la mentalidad que las convierte en sustitutos no podía apoyarse confiadamente en ellas. El principio del juicio individual sobre asuntos de religión no llega aún a aceptar a la Biblia como la Palabra de Dios. Una oportunidad favorable le daría fuerza para impulsarla una vez más; pero de esa aceptación a desgano surge un nuevo examen de las Escrituras que resulta en un rechazo final de la misma.

La nueva vida de las ciencias empíricas, la enorme expansión del horizonte físico en nuevos descubrimientos como los de la astronomía y la geografía, la duda filosófica y el método racionalista de Descartes, el empirismo de Bacon, los cambios políticos de la época -todas estas cosas fueron factores que contribuyeron a la preparación y al orden de un estado sobre el cual un criticismo nivelado con la religión revelada tenían lugar para desarrollarse y jugar su papel con cierto grado de éxito. Y aunque los primeros ensayos del deísmo fueron algo velados e intencionalmente indirectos en sus ataques a la revelación, con la revolución y la libertad tanto civil como religiosa que fueron consecuencia de ello, con la diseminación del espíritu crítico y empírico ejemplificado en la filosofía de Locke, el momento ya estaba maduro para el desarrollo completo del caso en contra de la cristiandad tal como fue expuesto por la Iglesia Establecida y las sectas. La cuña del juicio privado llegó hasta la autoridad. Ya había dividido al Protestantismo en un gran número de sectas en conflicto. Ahora, estaba intentando destruir la religión revelada llevándola a convertirse en cualquier cosa.

Características

El deísta cree en Dios, pero se encuentra fuertemente insatisfecho con las religiones y se plantea constantemente sus principales afirmaciones.

  • Cree en Dios, pero no acepta los credos de ninguna religión particular.
  • Cree que la palabra de Dios es el Universo y la naturaleza, pero no en libros o escritos sagrados.
  • Le gusta usar la razón para reflexionar acerca de cómo puede ser Dios, en lugar de que le adoctrinen sobre Él.
  • Cree que las ideas religiosas deben reconciliarse y no contradecir a la ciencia.
  • Cree que Dios puede encontrarse con más facilidad fuera que dentro de un templo o construcción religiosa.
  • Disfruta de la libertad de buscar la espiritualidad por sí mismo.
  • Prefiere guiar sus opciones éticas a través de su conciencia y reflexión racional en lugar de por el dictado de libros sagrados o autoridades religiosas.
  • Es un pensador individual cuyas creencias religiosas no se han formado por la tradición o la autoridad.
  • Prefiere considerarse racional o espiritual antes que religioso.
  • Cree que la religión y el Estado deben estar separados.
  • Cree que hay creencias básicas religiosas que son muy racionales tras eliminar lo que pueda haber de superstición.

Tendencias

La tendencia deística pasó por una serie de fases más o menos definidas. Todas las fuerzas posibles se unieron en contra de su avance. Los Parlamentos tuvieron conocimiento del mismo. Algunas de las publicaciones de los deístas fueron quemadas públicamente. Los obispos y la curia de la Iglesia Establecida opusieron una fuerte resistencia. Por cada panfleto o libro escrito por un deísta, se ofrecieron al público varias "respuestas" para que sirvieran como antídotos. Los obispos dirigieron cartas pastorales a sus diócesis advirtiendo al público del peligro. El "Moderador" de Woolston provocó que el obispo de Londres emitiera no menos de cinco cartas pastorales. Todo aquello que fuera eclesiásticamente oficial y respetable, fue puesto en contra del movimiento, y los deístas fueron resistidos por un rechazo general en los términos más fuertes. Cuando los principios críticos y el espíritu del libro pensamiento se filtraron hacia las clases medias, cuando hombres como Woolston y Chubb se pusieron a escribir, se levantó una tormenta de anti-crítica. Como resultado, varios hombres cultos y educados se inclinaron hacia una mayor tolerancia religiosa. El "entendimiento y el ridículo" por el que el Conde de Shaftesbury hubiese comprobado todo, como lo hizo notar Brown acertadamente, no significó nada más que urbanidad y buenas costumbres. Pero bajo ningún concepto hubiera admitido Shaftesbury que él mismo era un deísta, excepto en el sentido en que el término es indistinto de teísta; y Herbert de Cherbury, por mucho el representante más culto del movimiento, fue el más moderado y el que menos se opuso a las enseñanzas de la Cristiandad.

Primera fase

Se puede decir que el deísmo logró sobrepasar fue la del examen crítico de los primeros principios religiosos. Impuso su derecho a la perfecta tolerancia de parte de todos los hombres. El libre pensamiento era el derecho de cada individuo; mejor aún, fue un paso hacia delante en el principio recibido del juicio privado. Representantes del deísmo como Toland y Collins pueden ser considerados típicos de esta fase. Hasta entonces, mientras se mantenían críticos e insistían en sus derechos de una tolerancia completa, se manifestaron hostiles hacia la religión.

Segunda fase

Fue aquella en la que se criticó a la moral o la parte ética de las enseñanzas religiosas. Por ejemplo, el Conde de Shaftesbury estuvo en contra de la doctrina del castigo y la recompensa futura como sanción de la ley moral. Obviamente, tal actitud es incompatible con la enseñanza aceptada de las iglesias. Siguió entonces un juicio crítico de las escrituras del Antiguo y del Nuevo Testamento, enfatizando en forma particular la verificación de la profecía y de los incidentes milagrosos registrados. Antony Collins se encargó de llevar a cabo la primera parte de esta tarea, mientras que Woolston centró su atención principalmente en lo último, aplicando a los registros Escriturales los principios que fueron establecidos por Blount en sus notas a "Apollonius Tyanæus". Finalmente, hubo una etapa en la que la religión natural como tal, se oponía en forma directa a la religión revelada. Tindal, en su obra "La Cristianidad es tan vieja como la Creación ", reduce, o al menos intenta hacerlo, a la revelación al nivel de la razón, haciendo ver a los enunciados cristianos de las verdades reveladas como superfluos en cuanto están contenidos en la razón en sí misma, o positivamente dañinos, en cuanto van más allá de la razón o bien que la contradicen.

Fuentes