Delfos (Grecia)

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Delfos
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Ciudad de Grecia
EntidadCiudad
 • PaísBandera de Grecia Grecia
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Delfos . Antigua ciudad griega, conocida por sus sitios arqueológicos ubicada a 165 kilómetros de Atenas, cerca de la costa norte del Golfo de Corinto.

Descripción

La mayoría de sus construcciones son templos dedicados a Dioses griegos de la época clásica hoy es Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO.

Historia

Originalmente recibió de nombre Pito, y se llamaba así aún en la época de la Guerra de Troya (hacia el 900 a. n. e.). Después pasó a llamarse Pitón, como la serpiente de la diosa Gea, que aguardaba el antiguo oráculo de la diosa Temis. Se dice que, después de matar a la serpiente, el dios Apolo fundó su oráculo en este lugar. Entonces tomó como primeros sacerdotes a navegantes cretenses, a los que apareció y guió en forma de delfín. Así los condujo al golfo de Corintio y seguidamente los llevó al monte Parnaso.

Ellos dieron el nombre de Delfos a la ciudad, a petición de Apolo, que según la tradición les pidió que se dirigiera a él y lo venerasen bajo el nombre de Apolo Delfino.

Considerada por los antiguos griegos el centro del mundo por encontrarse el oráculo de la diosa de la tierra, Gaia, llamado Oráculo de Delfos.

La ocupación del yacimiento de Delfos se remonta al Neolítico, con una amplia ocupación y uso a partir del período micénico (1600-1100 a. n. e.). En la época micénica, Krissa era una de las principales potencias terrestres y marítimas griegas, quizá una de las primeras de Grecia, si nos atenemos a la datación heládica temprana de Kirra. Las fuentes antiguas indican que el nombre anterior del golfo de Corinto era golfo de Krisa. Al igual que Krisa, Corinto era un estado dórico, y el golfo de Corinto era un lago dórico, por así decirlo, especialmente desde la migración de los dorios al Peloponeso a partir del año 1000 a. n. e. aproximadamente.

El poder de Krisa fue roto finalmente por los estados recuperados de habla eólica y ático-iónica del sur de Grecia por la cuestión del acceso a Delfos. El control de la misma fue asumido por la Liga Anfictiónica, una organización de estados con interés en Delfos, a principios del período clásico. Krisa fue destruida por su arrogancia. El golfo recibió el nombre de golfo Corinto. Para entonces, Corinto era como los estados jónicos: ornamentada e innovadora, no como el estilo espartano de los dóricos.

La antigua Delfos

Los mitos anteriores incluyen la tradición de que Pitia ―el oráculo de Delfos―, ya era el lugar de un importante oráculo en el mundo griego preclásico (ya en el año 1400 a. n. e.) y, reeditado desde aproximadamente el año 800 a. n. e., cuando sirvió como el principal lugar durante la época clásica para el culto al dios Apolo.

Delfos fue desde la antigüedad un lugar de culto a Gea, la diosa madre relacionada con la fertilidad. La ciudad comenzó a adquirir relevancia panhelénica como santuario y oráculo en el siglo VII a. n. e.

Inicialmente bajo el control de los colonos focenses asentados en la cercana Kirra (actual Itea), Delfos fue reclamada por los atenienses durante la Primera Guerra Sagrada (597-585 a. n. e.). El conflicto dio lugar a la consolidación de la Liga Anfictiónica, que tenía una función tanto militar como religiosa que giraba en torno a la protección del templo de Apolo. Este santuario fue destruido por un incendio en el año 548 a. n. e., y luego cayó bajo el control de los alcmeónidas, prohibidos en Atenas.

En el 449-448 a. n. e. se libró la Segunda Guerra Sagrada, en el contexto más amplio de la Primera Guerra del Peloponeso, entre la Liga del Peloponeso (liderada por Esparta), y la Liga Délico-Atítica (liderada por Atenas) dio lugar a que los focianos obtuvieran el control de Delfos y la gestión de los Juegos Píticos.

En el año 356 a. n. e., los focianos, bajo el mando de Filomelos, capturaron y saquearon Delfos, lo que dio lugar a la Tercera Guerra Sagrada (356-346 a. n. e.), que terminó con la derrota de los primeros y el ascenso de Macedón bajo el reinado de Filipo II. Esto condujo a la Cuarta Guerra Sagrada (339 a. n. e.), que culminó con la batalla de Queronea (338 a. n. e.) y el establecimiento del dominio macedonio sobre Grecia.

En Delfos, el dominio macedonio fue sustituido por los etolios en el 279 a. n. e., cuando se rechazó una invasión gala, y por los romanos en el 191 a. n. e.

El lugar fue saqueado por el general romano Lucio Cornelio Sula en el 86 a. n. e., durante las Guerras Mitrídicas, y por el ejército del emperador Nerón en el año 66 n. e.

Aunque los siguientes emperadores romanos de la dinastía Flavia contribuyeron a la restauración del lugar, este fue perdiendo importancia. A lo largo del siglo III, los cultos mistéricos se hicieron más populares que el panteón griego tradicional.

El cristianismo ―que apareció repentinamente en Alejandría (Egipto) hacia el año 320― comenzó como un culto mistérico más, pero pronto ganó terreno, lo que acabó provocando la persecución de los paganos en el Imperio Romano tardío. La legislación antipagana de la dinastía Flavia despojó a los antiguos santuarios de sus bienes. El emperador Juliano intentó revertir este clima religioso, aunque su «renacimiento pagano» fue especialmente efímero.

Cuando el médico Oreibasius visitó el oráculo de Delfos, para preguntarse por el destino del paganismo, recibió una respuesta pesimista:

Εἴπατε τῷ βασιλεῖ, χαμαὶ πέσε δαίδαλος αὐλά,
dile al rey que la flauta ha caído al suelo
οὐκέτι Φοῖβος ἔχει καλύβην, οὐ μάντιδα δάφνην,
Febo ya no tiene casa, ni laurel oracular, ni fuente parlante,
οὐ παγὰν λαλέουσαν, ἀπέσβετο καὶ λάλον ὕδωρ.
porque el agua parlante se ha secado

El oráculo fue clausurado en el año 381 durante la persecución y matanza de los no cristianos por el cristiano Teodosio I (emperador del Bajo Imperio Romano).

Consejo Anfictiónico

El Consejo Anfictiónico era una asamblea de representantes de seis tribus griegas que controlaban Delfos y también los Juegos Píticos cuatrienales. Se reunía cada dos años y procedía de Tesalia y de la Grecia central. Con el paso del tiempo, la ciudad de Delfos adquirió más control sobre sí misma y el consejo perdió gran parte de su influencia.

El recinto sagrado en la Edad de Hierro

Las excavaciones en Delfos ―que empezó siendo un asentamiento posmicénico de finales del siglo IX― han sacado a la luz artefactos cuyo volumen aumenta constantemente a partir del último cuarto del siglo VIII a. n. e.

La cerámica y el bronce, así como las dedicatorias de trípodes, continúan en un flujo constante, en contraste con Olimpia. Ni la variedad de objetos ni la presencia de dedicatorias de prestigio demuestran que Delfos fuera un foco de atención para un amplio abanico de adoradores, pero la gran cantidad de bienes de valor, que no se encuentra en ningún otro santuario de tierra firme, alienta esa opinión.

El recinto sagrado de Apolo en Delfos era un santuario panhelénico, donde cada cuatro años, a partir del 586 a. n. e. los atletas de todo el mundo griego competían en los Juegos Píticos, uno de los cuatro Juegos Panhelénicos, precursores de los Juegos Olímpicos modernos. Los vencedores en Delfos recibían una corona de laurel (stéfanos) que era cortada ceremonialmente de un árbol por un niño que representaba la muerte de Pitón (estas competiciones se llaman también Juegos Estefánticos, por la corona).

Estos Juegos Píticos ocupan el segundo lugar cronológico y de importancia entre los cuatro juegos estefánticos, pero se diferencian de los juegos de Olimpia en que no tenían tanta importancia para la ciudad de Delfos como los juegos de Olimpia para sus alrededores. Delfos habría sido una ciudad de renombre independientemente de que albergara estos juegos; tenía otros atractivos que la llevaron a ser calificada como el «ómfalos» (‘ombligo’ o centro) del mundo.

En la «hestia» (‘hogar’, fuego) interior del templo de Apolo ardía una llama eterna. Después de la batalla de Platea, las ciudades griegas apagaron sus fuegos y trajeron un nuevo fuego del hogar de Grecia, en Delfos; en las historias de fundación de varias colonias griegas, los colonos fundadores se consagraron por primera vez en Delfos.

Abandono y redescubrimiento

Los otomanos turcos finalizaron su dominio sobre Fócida y Delfos hacia 1410. La propia Delfos permaneció casi deshabitada durante siglos. Parece que uno de los primeros edificios de principios de la era moderna fue el monasterio de la Dormición de Panagia María (‘santísima’, siendo «pan»: ‘todo’; «agia»: ‘santidad’), construido sobre el antiguo gimnasio de Delfos. Debió de ser hacia finales del siglo XV o en el XVI cuando comenzó a formarse allí un asentamiento que acabó formando el pueblo de Kastri.

Poco a poco se empezó a investigar la Delfos otomana. El primer occidental que describió los restos de Delfos fue Ciríaco de Pizzicolli (Ciríaco de Ancona), un comerciante del siglo XV convertido en diplomático y anticuario. Visitó Delfos en marzo de 1436 y permaneció allí durante seis días. Registró todos los restos arqueológicos visibles basándose en el historiador Pausanias para su identificación. Describió el estadio y el teatro en esa fecha, así como algunas piezas escultóricas independientes. También registró varias inscripciones, la mayoría de las cuales se han perdido. Sin embargo, sus identificaciones no siempre fueron correctas: por ejemplo, describió un edificio redondo que vio como el templo de Apolo, mientras que este era simplemente la base del exvoto de los argivos.

Un fuerte terremoto en 1500 causó muchos daños en las ruinas.

En 1766, una expedición británica financiada por la Sociedad de Diletantes incluyó a Richard Chandler (epigrafista de Oxford), al arquitecto Nicholas Revett y al pintor William Pars. Sus estudios se publicaron en 1769 con el título de Antigüedades jónicas, seguidos de una colección de inscripciones, y de dos libros de viajes, uno sobre Asia Menor (1775), y otro sobre Grecia (1776) Además de las antigüedades, también relataron algunas vívidas descripciones de la vida cotidiana en el poblado de Kastri, como el tosco comportamiento de los turcoalbaneses que vigilaban los pasos de montaña.

En 1805 Edward Dodwell visitó Delfos, acompañado por el pintor Simone Pomardi.

Lord Byron (1788-1824) lo hizo en 1809, acompañado por su amigo John Cam Hobhouse:

Yet there I've wandered by the vaulted rill;
He vagado por el arroyo abovedado;
yes! sighed o'er Delphi's long deserted shrine,
¡sí!, he suspirado por el santuario de Delfos, abandonado desde hace mucho tiempo,
where―save that feeble fountain―all is still.
donde ―salvo esa débil fuente― todo está quieto.

Lord Byron esculpió su nombre en la misma columna del gimnasio que Lord Aberdeen, posterior primer ministro de Reino Unido, que lo había visitado unos años antes. Las excavaciones propiamente dichas no comenzaron hasta finales del siglo XIX (véase la sección "Excavaciones"), después de que el pueblo se hubiera trasladado.

Excavaciones

En 1676 Jacques Spon y Geroge Wheler llegaron al emplazamiento del santuario convertido en un poblado llamado en ese momento Castri. En su visita por el lugar se fijaron en muchas inscripciones en la iglesia de un monasterio que había sido construida justamente sobre los muros del antiguo gimnasio. En estas inscripciones leyeron la palabra Delphi. Aún así no hubo excavaciones. Pasados dos siglos, en 1840, un arqueólogo alemán llamado Karl Otfried Müller trabajó en esta zona y descubrió entre las casas del poblado una parte del gran muro poligonal del recinto del santuario. Arqueólogos franceses y alemanes fueron poco a poco descubriendo indicios y vestigios de la joya arqueológica que se escondía en aquel lugar. Pero la tarea era muy difícil, pues la presencia del poblado impedía hacer excavaciones. Comenzaron los proyectos para trasladar a otro sitio todo el poblamiento de Castri, hasta que en 1881 hubo un acuerdo entre el gobierno griego y el gobierno francés para expropiar, trasladar y reconstruir el nuevo emplazamiento, la ciudad actual llamada Dhifis. Comenzó una gran actividad arqueológica dirigida por el jefe de la Escuela Francesa de Arqueología de Atenas, Téophile Homolle.

Fueron apareciendo piezas restos de estatuas criselefantinas piedras de edificios y columnas rotas, Los mayores descubrimientos incluyen templos, el gran altar, un estadio, los muros de la antigua ciudad y edificios considerados ofrendas con inscripciones de himnos a Apolo. Algunas de sus construcciones fueron reconstruidas.

Restauraciones

  • El Tesoro de los Ateniense
  • El Templo de Apolo
  • El Estadio
  • El Tholos o santuario de Atenea
  • La fuente Castalia
  • El ágora romana
  • El altar de Quíos
  • Varias columnas

Fuentes