Diprosopia

Diprosopus o Diprosopia
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Las criaturas que nacen con esta anomalía suelen fallecer al poco tiempo de su nacimiento. por suerte es una afección muy fácilmente detectable en los embriones.

Diprosopia. Es un desorden de la anatomía facial muy raro. Hipotéticamente, se postula que es una duplicación inicial del notochord el cual conduce a dos platos de los nervios y crestas, y posteriormente, se manifiesta en la duplicación de la cara o partes de ella.


Características

En esas condiciones, derivados de las crestas de los nervios parcialmente serán duplicados; lo cual, las estructuras duplicadas serían derivados de cresta de los nervios; por lo tanto, los que padecen de esta enfermedad nacen con dos caras, tienen un cuerpo y sus extremidades normales, aunque la mayoria de los rasgos nombrados se repiten. Según el grado de la alteración pueden tener dos, tres o cuatro orejas; cuatro ojos (o sólo tres), y dos labios separados o uno sólo de mayor tamaño que lo normal.

Síntomas y signos

Anomalías faciales

Genética

A pesar de lo que se puede pensar no se produce como fusión o la división de dos embriones. Existen diversas teorías al respecto, una de las que más fuerza tiene nombra como causante de esta anomalía a una proteina que determina la formación facial del feto, cuando existe en exceso puede provocar una segunda cara y en su defecto el rostro puede aparecer con algunas carencias.

Pronóstico

Las criaturas que nacen con esta anomalía suelen fallecer al poco tiempo de su nacimiento. por suerte es una afección muy fácilmente detectable en los embriones.

Edward Mordrake, el hombre con dos rostros

Edward Mordrake se afirma que era un heredero del siglo XIX a uno de los títulos de nobleza en Inglaterra que es conocido por tener un rostro adicional en la parte posterior de la cabeza.

Según la historia, el rostro adicional no podía comer, ni hablar pero podía llorar y reír. Edward le rogó a los médicos que le quitaran al [[gemelo diabólico, según él, porque, supuestamente, le susurraba cosas horribles durante la noche, pero ningún médico se atrevió a intentarlo. A los 23 años, el jóven no aguantó más y se suicidó.

Se dice que Edward Mordrake era heredero de una familia noble de Inglaterra, su gemelo parásito era en realidad ella y hasta se escribió una opera con su historia llamada:

"Poor Edward"

¿Has oído lo que dicen de edward?
En la parte de atrás de sucabeza
Tenía otra cara
Era la de una mujer
O la de una joven.
Decían que quitársela lo mataría
Así que el pobre edward estaba perdido.

La cara reía y lloraba
Era su hermana gemela malvada
Por las noches ella le hablaba
De cosas solo mencionadas en el infierno
Era imposible separarlos
Encadenados juntos de por vida.

Al final, la campana dobló por su condena
Alquiló unas habitaciones
Y se ahorcó con ella
De los barrotes del balcón
Algunos todavía creer que se liberó de ella
Pero yo la conocía muy bien
Y digo que le llevó al suicidio
Y se llevó al pobre
Edward al infierno...

“Una de las historias más raras así como de las más melancólicas de la deformidad humana es la de Edward Mordrake, quien iba a ser el heredero de una de las familias más nobles de Inglaterra. Sin embargo nunca reclamó el título y se suicidó a los veintitrés años. Vivía en un retiro absoluto, evitando las visitas incluso de los miembros de su familia. Era un joven de grandes conocimientos, un buen estudiante y un músico de rara habilidad. Su figura era remarcable por su gracia natural, y su rostro –su rostro natural- era como el de Antinoo. Pero en la parte de atrás de su cabeza había otra cara, la de una chica muy guapa(¿?), “adorable como un sueño, atroz como un demonio”.

El rostro femenino era una mera máscara, “ocupando sólo una pequeña zona de la parte posterior del cráneo, aunque mostrando signos de inteligencia de aire maligno”. Se la había visto sonriendo y burlándose mientras Mordrake lloraba. Sus ojos seguían los movimientos del espectador, y sus labios se movían sin cesar. La voz era inaudible pero Mordrake aseguraba que durante la noche no podía conciliar el sueño debido a los odiosos susurros de su “gemela diabólica” como él la llamaba, “que nunca duerme, pero que me habla de tales cosas de las que sólo se oyen en el infierno.

La imaginación no puede concebir las tentaciones espantosas en las que me envuelve. Por alguna imperdonable maldad de mis antepasados estoy cosido a este demonio –porque estoy seguro que es un demonio. Yo ruego y suplico para que lo eliminéis del mundo, aunque yo muera”. Estas eran las palabras del desventurado Mordrake a Manvers y Treadwell, sus médicos. Aunque lo vigilaban constantemente consiguió procurarse veneno, debido a lo cual murió, dejando una carta en la que pedía que la “cara demoníaca” fuera destruida antes de su funeral, “para que no continuase con sus espantosos susurros en la tumba”. Por petición propia fue enterrado en tierra baldía, sin ninguna lápida o marca que dejara constancia de su tumba.”

Fuentes