Diseño teórico de la investigación

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Diseño teórico.
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Concepto:integrado por el problema, los objetivos, la hipótesis, las variables y las tareas, representa el núcleo básico a partir del cual se planifica, organiza, ejecuta y evalúa todo el proceso investigativo.
Diseño teórico de la investigación".sus componentes, relacionados por vínculos conceptuales, lógicos y formales, son los elementos rectores de toda investigación, determinando en secuencia la proyección metodológica posterior en cuanto a la selección de la muestra, los métodos, las técnicas y los procedimientos. Son al mismo tiempo, el punto de referencia para el procesamiento de los resultados y el establecimiento de las correspondientes conclusiones y recomendaciones.

El problema de investigación o problema científico

Al analizar la actividad científica como proceso, observamos que en el plano genético, el problema representa el eslabón del cual se parte, y también el final, ya que la investigación se dirige a resolverlo, transformando con ello la realidad. Así, la actividad científica está conscientemente organizada y dirigida a la detección y solución de los problemas. El problema puede enfocarse como una contradicción o discrepancia entre un estado actual y un estado deseado, la cual puede ser de diversos tipos, tanto en el plano cognoscitivo como en el eminentemente práctico, por ejemplo:

  • contradicción entre lo conocido y lo desconocido, entre lo que se sabe y lo que se necesita saber.
  • contradicción entre lo que sucede, lo que es, y lo que debería ser, lo que se espera.

La contradicción se presenta ante el investigador como una interrogante que debe ser resuelta y respondida a través de la investigación, como una incógnita que debemos despejar, de ahí su papel rector en todo el proceso. Es indispensable que el problema esté adecuadamente fundamentado, tener determinada importancia teórica, metodológica o práctica, posibilidades de solución, y además, estar correctamente formulados en términos científicos.

Formulación del problema

En la práctica, la formulación del problema se inicia planteando en términos generales, a veces poco precisos, la cuestión que se pretende estudiar; a medida que se avanza en el proceso de investigación y se consultan datos empíricos y revisan diversas consideraciones teóricas sobre el asunto, el problema se empieza a plantear en forma cada vez más clara y precisa. Puede observarse entonces una superación en el planteamiento del problema ya que este se ha completado, profundizado y enriquecido. Pero el pensamiento nunca se encuentra quieto, sino está en continuo movimiento de tal manera que en el instante de plantear aunque sea de manera rudimentaria un problema, el investigador adelantas una hipótesis preliminar a la que llamamos hipótesis de trabajo, la cual tiene que ser superada a medida que se profundiza en el planteamiento del problema y se logra establecer a nivel teórico los aspectos y relaciones esenciales que se incluirán en el cuerpo de la hipótesis. Sucede por lo regular que las hipótesis de trabajo conduzcan a nuevas interrogantes que ameriten a su vez el planteamiento de otras hipótesis: esto es así ya que el proceso de conocimiento se muestra como una relación de preguntas (problemas) y respuestas posibles (hipótesis) que se vinculan dialécticamente. Esta complejidad del proceso de investigación, fundamentalmente en las primeras etapas (planteamiento del problema y de la hipótesis), puede llevar al investigador por sendas equivocadas que lo alejen de su problema inicial, pero también puede conducir al descubrimiento de otras facetas y relaciones de los procesos que resulten básicas para una compresión más amplia del problema y por tanto se integren al estudio. Para evitar trastornos o desviaciones durante el desarrollo de la investigación es necesario poner mucho cuidado en el planteamiento del problema, pues de él dependerá que con el manejo de la teoría y de los métodos y técnicas disponibles pueda conseguirse una información congruente con los objetivos prácticos y teóricos que se persiguen y las hipótesis que se pongan a prueba. De esta forma se podrán satisfacer tanto los requerimientos de información solicitados por los patrocinadores de la investigación, como las inquietudes académicas de los especialistas en ciencias sociales. Aunque no existen reglas aceptadas unánimemente para tal efecto, Fred Kerlinger señala tres criterios para el planteamiento de buenos problemas de investigación: 1. El problema deberá expresar una relación entre dos ó más variables. 2. El problema debe formularse claramente y sin ambiguedades. 3. El problema y la formulación del mismo deben ser tales que impliquen las posibilidades de comprobación empírica. Finalmente, Kerlinger hace énfasis en que la mejor forma de plantear un problema es la forma más simple: elabore una pregunta. También se puede formular en forma de objetivo particular. La forma de pregunta tiene la ventaja de expresar de manera más directa los problemas.

Los objetivos

Constituyen los fines que se persiguen con la investigación, plasmando la intencionalidad consciente o resultado final esperado. Deben estar relacionados directamente con el tipo de problema, sea descriptivo o explicativo y con la estrategia general de la investigación.

En su formulación se sugiere tener en cuenta:

  1. Expresión clara, precisa, sin términos vagos ni juicios de valor.
  2. Explicar claramente los resultados a alcanzar.
  3. Relacionar lógicamente los términos del problema, la hipótesis, las variables y los nexos entre estos.

La hipótesis

Es una suposición, predicción o conjetura científicamente fundamentada que constituye una probable respuesta anticipada al problema, expresándose en forma de enunciado afirmativo donde se caracterizan las variables de estudio o se establecen las relaciones entre dos o más variables, tanto de tipo asociativo como causal. Como señala en este sentido R. Burguette: "La hipótesis es una forma de saber que formula una serie de ideas que se consideran como probables y que es necesario demostrar para llegar a la formulación de las teorías científicas". Si el problema se considera una forma de conocimiento donde se pone de manifiesto el desconocimiento acerca de determinado segmento de la realidad, la hipótesis representa también, en el plano cognoscitivo, una forma especial de conocimiento con cierta probabilidad de ser verdadero. En el proceso investigativo, al comprobarse o refutarse la hipótesis, se pasará del conocimiento probable al verdadero, solucionándose el problema. La contrastación empírica de la hipótesis en el proceso de investigación conduce a un conocimiento objetivo, auténtico, tanto si ésta es confirmada, como si es rechazada. Por otra parte, ya conocemos que el problema es el punto de partida para la actividad investigativa concreta, siendo al mismo tiempo un factor orientador y organizador. Sin embargo, solo al formularse la hipótesis, es que el problema se precisa y concretiza de forma tal que es factible su solución práctica, viabilizándose la solución de las vías, métodos y procedimientos para lograrla; así, toda la investigación se articula alrededor de la comprobación o refutación de la hipótesis. Consecuentemente, plantea Mario Bunge la significativa idea de que la actividad científica no tiene su centralidad en los datos como tales, sino en el planteamiento y la comprobación de la hipótesis. En la dialéctica del proceso investigativo, las hipótesis no permanecen inmutables, sino que se van transformando y rectificando en la medida en que se acumulan datos y hechos; antes de su formulación definitiva, cuando estarían suficientemente fundamentadas como para someterlas a contrastación empírica, las hipótesis pasan por un proceso donde la conjetura inicial que se plantea el investigador puede cambiar al adentrarnos en el estudio teórico y documental.

Requisitos de la hipótesis científica

Fundamentación teórica, lógica y empírica

La hipótesis científica es siempre un supuesto razonable y sustentado, con sólidas raíces en toda la suma de saberes teóricos, investigaciones y hechos científicos acumulados hasta el momento por otros investigadores. Por ello, aunque formularla implica un alto nivel de creatividad, en modo alguno es un acto casual, impensado o arbitrario, pues debe garantizarse que sea consistente con la teoría como cuerpo de conocimientos objetivos y probados, y con los datos ya verificados. Además, toda hipótesis debe tener coherencia lógica interna, no ser autocontradictoria ni contener formulaciones inconsistente.

Formulación adecuada

Desde el punto de vista formal, la hipótesis es una suposición que se expresa de forma enunciativa, propositiva, articulándose orgánicamente con el problema. Luego, la pregunta planteada en el problema debe ocupar el centro de la hipótesis, pero como posible respuesta. La formulación ha de ser clara, sencilla, precisa, comprensible, ajustada al problema y a los objetivos específicos de la investigación; debe contener conceptos que puedan ser interpretados empíricamente, eliminando palabras confusas, no coherentes con el respectivo sistema categorial de la ciencia. Para la formulación hay que tener en cuenta la estructura de la hipótesis y el tipo, ya sea descriptiva o explicativa. Estructura de las hipótesis 1. Unidades de observación o de estudio. Constituyen los sujetos, fenómenos o procesos sobre los cuales versa la investigación. 2. Variables. Características cuantitativas y cualitativas que son objeto de búsqueda respecto a las unidades de observación. 3. Términos lógicos. Relacionan las unidades de observación con las variables, y a éstas entre sí. Ejemplo: Problema: ¿Qué relación existe entre la motivación hacia el estudio y el rendimiento académico en los estudiantes de primer año de la Facultad de Ciencias Pedagógicas de la Universidad "Francisco de Paula Santander" durante el curso escolar 1996_1997? Hipótesis: Si los estudiantes de Ciencias Pedagógicas presentan un grado de motivación hacia el estudio comprendido en los niveles superiores I y II,, entonces alcanzarán un rendimiento académico promedio ubicado en el rango de 90 a 100 puntos.. Unidades de observación: los estudiantes de Ciencias Pedagógicas matriculados en el curso escolar 1996 - 1997. Variables: motivación hacia el estudio y rendimiento académico. Términos lógicos o racionales: Si ... entonces. Tipo de hipótesis: explicativa o causal. Relación lógica problema_hipótesis: la pregunta formulada en el problema constituye en la hipótesis una respuesta posible y anticipada; aparecen en ambos las mismas variables y relaciones de causa efecto. Tipos de hipótesis: En relación con los tipos de hipótesis existen diversas clasificaciones, como se constata a continuación: .Descriptivas . Explicativas

 o causales

Las hipótesis descriptivas predicen características externas, superficiales de los fenómenos estudiados; expresan propiedades de estos, frecuencia de aparición, fases en su desarrollo, asociaciones y relaciones de concomitancia, correlaciones, etcétera, pero sin explicar los nexos causales, o sea, sin explicitar en tales casos, cuáles variables constituyen las causas (antecedentes) y los efectos (consecuentes). Por ejemplo, cuando se afirma que los fumadores presentan mayor incidencia de cáncer pulmonar que los no fumadores, sólo se establece una relación de concomitancia, en función de la frecuencia asociada observada, pero esta hipótesis no permite demostrar que existe un vínculo causa efecto. En el caso de las explicativas, conjeturan posibles nexos internos, causales y necesarios entre los fenómenos; revelan relaciones causa efecto, y ponen de manifiesto las regularidades estables y esenciales y los mecanismos de surgimiento y desarrollo de los procesos. Así para corroborar el supuesto de que el hábito de fumar es la primera causa del cáncer pulmonar, es indispensable un procedimiento experimental riguroso que posibilite aislar otras variables intervinientes para llegar a la certeza objetiva de que la relación establecida es objetiva e irrefutable. Algunas hipótesis establecen relaciones causales bivariadas, donde solo se consideran dos variables, una que actúa como causa y otra como efecto, mientras que en otros casos las relaciones son multivariadas, estableciendo los nexos entre:

  • dos ó más variables independientes con respecto a una dependiente
  • una variable independiente con respecto a varias dependientes
  • una serie de variables independientes relacionadas con otra serie de variables dependientes.

Las hipótesis nulas (Ho) son aquellas que niegan o refutan la proposición contenida en la hipótesis de investigación, siendo entonces la contrapartida o reverso de ésta. Ejemplo: Hi: El virus de inmunodeficiencia humana (VIH) es el agente causal del SIDA: Ho: El virus de inmunodeficiencicas humana (VIH) no es el agente causal del SIDA. Las hipótesis alternativas (Ha) conjeturan soluciones distintas al problema de investigación, representando en este sentido variantes diferentes a las ofrecidas en la hipótesis de investigación y la hipótesis nula, como se observa en el siguiente caso: Hi: Los adolescentes del sexo masculino inician más tempranamente la vida sexual activa que las del sexo femenino. Ho: Los adolescentes del sexo masculino no inician más tempranamente la vida sexual que las adolescentes. Ha: Los adolescentes del sexo masculino inician más tardíamente la vida sexual que las adolescentes. Ha: Los adolescentes del sexo masculino inician la vida sexual activa en el mismo período que las adolescentes.

Generalidad

La hipótesis, como conjetura a verificar por la práctica, se adelanta a cierta información que se posee, de ahí que implique siempre una generalización, extrapolación o inferencia; las vías fundamentales para la generalización son las siguientes:

  • analogía: partiendo de características de un fenómeno, se generalizan éstas a otros fenómenos semejantes. Por ejemplo, cuando formulamos una hipótesis acerca del comportamiento de un grupo de estudiantes, basándonos en los conocimientos que se tienen acerca de otro grupo que guarda cierta analogía respecto a éste:
  • inducción: conociendo las características de casos particulares, se infieren a conjuntos mayores. Así, al acumular información del comportamiento de los adolescentes con respecto a sus coetáneos, se generaliza mediante una inferencia inductiva tal característica para todos los individuos de la misma edad.
  • deducción: partiendo del conocimiento de lo general, se infieren las características de los casos particulares. Por ejemplo, cuando se infiere que un determinado rasgo personológico, común a un grupo de personas, clase social, etcétera, lo poseen ciertos individuos en particular.

Informatividad

Se refiere a la riqueza, profundidad y veracidad de su contenido, el cual debe ser capaz de explicar determinada esfera hasta ahora desconocida. Por ejemplo, cuando la hipótesis contiene términos tautológicos, se reduce totalmente su informatividad, como en el caso en que se plantea que la actividad laboral es aquella que realiza el ser humano en el trabajo.

Capacidad predictiva

La capacidad para predecir o adelantar lo desconocido es directamente proporcional al nivel de generalidad y de informatividad, y por consiguiente, a su fundamentación teórica, empírica y lógica.

Confirmación empírica

La hipótesis debe ser factible de confirmar directa o indirectamente en la práctica científica, social, productiva, educacional, etcétera. Si tiene un nivel teórico muy elevado, es necesario que de ella puedan inferirse proposiciones empíricas contrastables con los hechos para lograr su aceptación o rechazo. Es importante considerar que desde el punto de vista del proceso del conocimiento, la comprobación de hipótesis constituye una fase principal, que significa confrontar sus enunciados con la realidad, teniendo en cuenta que la práctica es el criterio de la verdad del saber.

Las variables de la investigación

Son las características y propiedades cuantitativas o cualitativas de un objeto o fenómeno, que adquieren distintos valores, o sea, varían respecto a las unidades de observación. Por ejemplo, la variable sexo puede tomar dos valores: femenino y masculino. Ejemplos de variables investigativas: pertenencia a un género, grupo social o grupo étnico, actitud ante el aprendizaje, aprovechamiento académico, coeficiente de desarrollo intelectual, motivación profesional, tasas de fecundidad, mortalidad, morbilidad, aborto, filiación política o religiosa, etcétera. Las variables constituyen constructos, es decir, conceptos inventados o adoptados de una manera deliberada y consciente para un propósito científico especial, y en este sentido, todo constructo forma parte de los esquemas teóricos y está relacionado de varias maneras con otros constructos, además, se define y especifica para que pueda ser observado y medido. Tipos de variables: Dicotómicas y politómicas. Continuas y discontinuas. Independientes, dependientes y ajenas. Algunas variables son dicotómicas, adoptando dos valores mutuamente excluyentes, como es el caso del sexo. Otras son politómicas, cuando toman un conjunto de valores, por ejemplo:

  • el índice de desarrollo humano de los diferentes países del mundo
  • el peso y el volumen de los cuerpos
  • el coeficiente de inteligencia
  • el nivel de escolaridad
  • las tasas de fecundidad, mortalidad, etcétera.

Las variables continuas son las que adoptan un conjunto ordenado de valores dentro de cierto rango. Tales valores reflejan más o menos un orden jerárquico; un mayor valor de la variable significa que la propiedad en cuestión se posee en un grado superior, y viceversa. Muchas veces se tiende a convertir las variables continuas en dicotómicas o politómicas, para los fines de la medición. Así, en el caso de la inteligencia, ésta se puede categorizar en alta, mediana y baja. Estas conversiones son útiles, pero se desperdicia información, desvirtuándose toda la riqueza del fenómeno en cuestión. Las discontinuas o discretas solo pueden tomar determinados valores, que suelen coincidir con números enteros, son susceptibles de adquirir valores fijos como el número de hijos, número de alumnos de una clase, número de habitaciones de una vivienda. Por otra parte, no es posible convertir una variable dicotómica verdadera en continua. Por ejemplo, muerto vivo, empleado desempleado, son atributos que no pueden existir en grados mayores o menores, ya que tienen carácter excluyente y absoluto, al ser discontinuas. Precisamente, lasa variables discontinuas o categóricas son nominales, existiendo dos o más subconjuntos de los objetos que se están midiendo. En este sentido, categorizar significa asignar un fenómeno a una subclase o subconjunto, basándose en que el objeto posea las características que definen al subconjunto (proceso de todo o nada: el individuo está vivo o está muerto, es autóctono o extranjero, es hombre o mujer, etcétera). Estas variables no tienen jerarquía, no hay órdenes de rango mayor que o menor que entre las distintas categorías, y todos los miembros de una categoría tienen el mismo valor. En el problema y la hipótesis debe quedar claramente establecido además, qué tipo de relación se va a estudiar entre las variables: a) nexos no causales: concomitancia, frecuencia, etcétera. b) nexos causales: relaciones causa efecto. En el primer caso se investiga una variable que fluctúa respecto a las unidades, sin indicara cuál es la causa (variable dependiente). En el segundo caso se estudian los nexos entre una variable independiente, que influye y ejerce determinada acción o efecto sobre la dependiente, la cual es el efecto o consecuencia. La variable independiente es la supuesta causa de la dependiente, y ésta es el supuesto efecto, según se evidencia en la siguiente relación: Si A, entonces B. A, variable independiente o antecedente B, variable dependiente o consecuente La relación entre las variables independientes y dependientes puede ser directa, quedando explícito el hecho de que "A es la causa de B". Pero en otros casos, la relación es indirecta, y se produce a través de la acción de variables intermedias, lo que implica la siguiente lógica: "Bajo determinadas condiciones X, Y y Z, la variable A es la causa de B". Por ejemplo, un proyecto educativo tendrá un impacto social en la movilización actitudinal de una población concreta, en correspondencia con importantes variables intermedias que no pueden dejar de ser controladas por su significativa influencia, como son: los conocimientos, actitudes, valores, creencias y prejuicios de las personas, su pertenencia a un género, a una clase social, grupo o minoría, etcétera. En un experimento, la variable independiente es la manipulada por el experimentador, por ejemplo, la aplicación de una determinada tecnología, la utilización de una metodología de la enseñanza, etcétera. La dependiente no es manipulada; sino observada y registrada con rigor, se trata de recoger la información para explicar o caracterizar los efectos desencadenados por el factor de variación; por ejemplo, la productividad alcanzada como resultado de la nueva tecnología, el rendimiento académico o la calidad del aprendizaje como consecuentes del método de enseñanza experimentado, etcétera. Se dice entonces que las variables activas son las manipuladas o experimentales, y las atributivas son las variables medidas, los atributos que tienen lo sujetos, fenómenos o procesos. Una vez establecidas las variables a estudiar, hay que definirlas, llevando a cabo una conceptualización y una operacionalización de éstas, o sea, su interpretración teórica y su interpretación empírica.

Definiciones conceptuales y operacionales de las variables

Pueden ser definidas en un primer caso utilizando otras palabras, como en el diccionario. Por ejemplo, las inteligencia como intelecto operativo, agudeza mental, habilidad para pensar de forma abstracta, etcétera. Para Raven es la capacidad para pensar con propósito, racionalmente y trabajar con ideas abstractas. Esta definición se le llama constitutiva, pues al utilizar otros conceptos en lugar de la expresión que se está definiendo, un constructo es definido por medio de otros constructos.

La conceptualización

La conceptualización es el establecimiento de los rasgos esenciales del objeto o fenómeno que varía, sus diferencias respecto a otros, a partir de las posiciones teóricas adoptadas, y entre sus requisitos básicos están: a) Abarcar las cualidades necesarias y suficientes (definición no amplia ni estrecha), de modo que el concepto incluya lo que objetivamente define al objeto y no se entrecruce con otros conceptos. Desde esta óptica deben recordarse algunas cuestiones fundamentales tratadas al abordar el marco teórico, en especial el hecho de que los conceptos no deben ser ambivalentes o multívocos, sino que deben definir de modo unívoco a una determinada región o campo de l a realidad más o menos limitado. b) Evitar las definiciones tautológicas o circulares, donde se repite el mismo concepto en sus propios términos. c) No utilizar definiciones negativas, por ejemplo, el pedagogo es el profesional que no se dedica al estudio de los fenómenos naturales (aquí no se mencionan las características del objeto, sino aquellas que no posee). Lo mismo sucede en e l siguiente caso: la motivación hacia el aprendizaje es el grado de interés que tiene el estudiante hacia la actividad docente educativa. d) Los conceptos deben ser claros y precisos, con términos científicos exactos, sin emplear los recursos literarios. e) La mayoría de los conceptos se enmarcan en una teoría determinada y pierden su significación cuando son sacados del contexto de ésta, por lo cual es obligado el evitar la utilización de términos conocidos en la ciencia otorgándoles diferentes acepciones. Por ejemplo, es riesgoso extrapolar un concepto como el de "aprendizaje significativo", por cuanto es inherente al sistema categorial de las teorías constructivistas del aprendizaje, como la de David P. Ausubel. Al mismo tiempo no puede olvidarse que los conceptos, por su grado de abstracción, no son directamente observables. Tal es el caso de la estabilidad emocional, que solo podría ser evaluada a través de indicadores conductuales, como la frecuencia con que la persona se muestra nerviosa, excitada, alterada, o por el contrario, serena, tranquila y sosegada. Es indispensable por tanto, elaborar definiciones que expresen las acciones, conductas, actos o sucesos que implican las variables; tales son las definiciones conductuales u operacionales, que proporcionan el significado a un constructo o variable, especificando los hechos observables que permiten medirlo. Por ejemplo, una variable como el grado de aceptación de una telenovela, puede ser definida operacionalmente a partir de la audiencia diaria que tiene dicho espacio televisivo en comparación con los otros programas que se trasmiten a la misma hora. Del mismo modo, si se toma como variable de estudio la inestabilidad del hogar, podría ser operacionalizada atendiendo a indicadores directos y medibles como: padres divorciados, muertos o ausentes, clima afectivo de disputas, violencia, pobre comunicación, etcétera.

La operacionalización

La operacionalización supone por tanto, la interpretación o traducción de las variables en términos empíricos, buscando los indicadores, signos o índices empíricos que revelan la presencia de rasgos del objeto que no pueden ser estudiados directamente. Para ello se descompone el concepto de la variable en:

  • Dimensiones: primera división dentro del concepto, que representa un paso o eslabón intermedio necesario para poder llegar a determinados indicadores.
  • Indicadores: Rasgos de cada dimensión, que son directamente perceptibles, permitiendo la referencia empírica concreta.

A partir del establecimiento de los indicadores es que podemos elaborar los procedimientos para la búsqueda y recogida de datos a través de observaciones, entrevistas, encuestas, etcétera.

Tareas de la investigación

Expresan las necesidades cognitivas y prácticas que resultan indispensables resolver para desarrollare el proceso, cumpliendo importantes funciones ya que: 1. Posibilita organizar la acción en una planificación y organización armónicas. 2. Permiten controlar y evaluar el proceso cognitivo. Las tareas deben formularse a manera de orientaciones concretas, en función de los conocimientos resultados parciales que se van a alcanzar con su cumplimiento, y se sugiere tener en cuenta al determinar las, cada una de las etapas de la investigación, pudiendo formularse una o varias tareas para cada etapa, según las necesidades específicas, haciéndolo de modo que el verbo sea sustantivo, por ejemplo, en la etapa exploratoria, donde se realice el estudio y procesamiento de la información bibliográfica, la tarea no debe formularse en estos términos, pues no ofrece información acerca del resultado parcial a alcanzar, teniendo en cuenta su aporte cognitivo o práctico.

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