Eduardo IV de Inglaterra

Eduardo IV de Inglaterra
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Rey de Inglaterr
Rey de Inglaterra Eduardo IV.jpg

Rey de Inglaterra y Señor de Irlanda
4 de marzo de 146131 de octubre de 1470
Predecesor Enrique VI de Inglaterra
Sucesor Enrique VI de Inglaterra
Otros títulos Señor de Irlanda
Nacimiento 28 de abril de 1442
Ruan, Normandía
Fallecimiento 9 de abril de 1483
Westminster, Londres, Bandera de Inglaterra Inglaterra
Entierro Castillo de Windsor, Berkshire, Bandera de Inglaterra Inglaterra
Consorte Isabel Woodville
Descendencia Isabel de York, María de York, Cecilia de York, Eduardo V, Ricardo de Shrewsbury, Ana de York, Catalina de York, Brígida de York
Casa Real Casa de York
Padre Ricardo de York
Madre Cecilia Neville


Eduardo IV de Inglaterra (Ruan, Normandía, 28 de abril de 1442 - Westminster, Londres, 9 de abril de 1483). Fue un noble inglés que ocupó el trono de Inglaterra y de Irlanda en dos períodos: desde el 4 de marzo de 1461 hasta el 31 de octubre de 1470, y luego nuevamente desde el 11 de abril de 1471 hasta su muerte. Siendo el primer monarca británico que perteneció a la Casa de York.

Eduardo IV fue el segundo hijo (pero primogénito en la práctica, pues su hermano mayor, Enrique, murió al nacer en 1441) de Ricardo, duque de York y de Cecilia Neville. Fue el rey más importante de la familia de York, durante las Guerras de las Dos Rosas, conflicto que marco considerablemente la primera mitad de su mandato.

Síntesis biográfica

Primero años

Eduardo de York nació en Rou, en Francia, era el segundo hijo de Ricardo, tercero duque de la Casa de York, quien tenia una fuerte demanda genealógica al trono de Inglaterra, y Cecilia Neville. Fue el mayor de los cuatro hijos que sobrevivieron hasta la edad adulta.

Su hermano menor, Edmundo, Conde de Rutland, murió junto con su padre luchando por que la Casa de York fuera la heredera del trono británico. Este conflicto, conocido como la Guerra de las Dos Rosas, se desató en 1460 cuando Ricardo como protector del rey Enrique VI de Inglaterra, líder de la Casa de Lancaster, decidió quitarle la corona y convertir a su Casa como la heredera legitima al trono británico.

Al morir Ricardo en el propio 1460, durante la Batalla de Wakefield, Eduardo heredó su reclamación.

Reinado

Ascensión al trono

Con el apoyo de su primo Ricardo Neville, conde de Warwick, Eduardo derrotó a los de Lancaster en las batallas sucesivas. Mientras Eduardo iba venciendo en las batallas donde se presentaba, los monarcas Enrique VI de Inglaterra y Margarita de Anjou incursionaban en una campaña bélica en el norte de Inglaterra, lo que le posibilito al Conde de Warwick ocupar la capital inglesa y declarar a Eduardo como nuevo monarca en el año 1461. Eduardo reforzó este proclamación con una victoria decisiva en la batalla de Towton en propio año de 1461, fecha en la cual el ejército leal a la Casa de Lancaster fue casi totalmente eliminado, imposibilitándole a los reyes derrocados recuperar el trono inglés.

A sus 19 años de edad, momento en que alcanzó el trono británico, Eduardo poseía una notable perspicacia militar y un físico destacado. Su altura se estima en 6 pies 4 pulgadas (1,93 m) lo hizo ver como un rey gigante de su tiempo.

El Conde de Warwick aprovechó la ayuda brindada por él para que Eduardo IV fuese proclamado nuevo rey y intento mover los hilos del nuevo gobierno a su favor, buscando de esta manera tener más poder en la vida político-militar de Inglaterra. Warwick, para lograr su objetivo, presionó a Eduardo para que entrara en una alianza matrimonial con una gran potencia europea. Pero Eduardo no le gusto la idea y a espaldas de Warwick contrajo matrimonio con Isabel Woodville, viuda de un simpatizante de la Casa de Lancaster.

Isabel Woodville, esposa de Eduardo IV.

Isabel provenía de una familia noble emparentada con Enrique VI de Inglaterra, su madre, Jacquetta de Luxemburgo, era la viuda del tío de Enrique VI y su padre, Ricardo Woodville, era un barón del reino. La unión de su hija con el nuevo monarca trajo buenas alianzas para su familia ya que posibilitó que los doce hermanos solteros de la nueva reina contrajesen matrimonio con familias cercanas al Rey.

Derrocamiento

A pesar de que no representaba una amenaza inmediata al poder de Warwick, el Conde no estaba contento con la influencia que la familia de Isabel tenía sobre el Rey. Esta situación fue aprovechada por el hermano menor de Eduardo, Jorge de Clarence, para revelarse contra el monarca, contando con el apoyo de su suegro Ricardo Neville. Sus ejército conjuntos derrotaron a las fuerzas reales en la Batalla de Edgecote en 1469 para luego capturar al rey en Olney. Junto al monarca fueron hechos prisioneros su suegro y su segundo hijo, ordenando que fueran decapitados el 12 de agosto del mismo año. Eduardo se mantuvo vivo y Neville gobernó por un tiempo en su nombre.

La situación fue muy mal vista por algunos nobles que debían su rango a Eduardo IV y se produjo una serie de rebeliones en contra de Neville llegando al punto de que el Conde de Warwick le entregase nuevamente el cargo al rey prisionero. Una vez regresado al trono el Rey Eduardo no ordeno la muerte de Wasrwick ni de su hermano sino que intento reconciliarse con ellos.

En 1470, Warwick y Clarence se rebelaron de nuevo. Esta vez fueron derrotados y obligados a huir a Francia. Allí, formaron una alianza con Margarita de Anjou, donde Warwick acordaba restaurar a Enrique VI si el ejército francés lo apoyaba en una invasión a Inglaterra, hecho que ocurrió a finales de 1470. A su vez John Neville, primer marqués de Montagu y aliado incondicional de la Casa de Lancaster, atacó con su ejercito desde el norte, lo que motivo a Eduardo a huir debido a su débil posición militar.

Exilio y restauración en el trono

Enrique VI fue restaurado en el trono inglés en el año 1470, este evento es conocido en la historia como la Restauración de Enrique VI. Mientras que el derrocado Eduardo se refugió en Borgoña, Francia, a donde llego acompañado por su hermano menor, Ricardo, duque de Gloucester. Los gobernantes de Borgoña estaban emparentado con el derrocado monarca, este región era gobernada por Carlos el Temerario, esposo de Margarita de York, hermana de Eduardo y de Ricardo. A pesar de la negativa inicial de Carlos a brindar su ayuda a Eduardo no le quedo más remedio que apoyar a su hermano político en su empresa de recuperar el trono inglés cuando Enrique VI le declaró la guerra a Borgoña.

Eduardo regresó a Inglaterra al mando de un pequeño ejército que le había dado Carlos en Borgoña, con el evitó la captura por parte de las fuerzas de Enrique VI y se refugió en la ciudad de York, condado que le pertenecía a su familia. De allí marcho al sur de Inglaterra buscando el apoyo de alguno su leales pobladores y hasta consiguió que su hermano Clarence, quien había puesto su espada para restaura a Enrique, cambiara su posición y se le uniera.

Eduardo entró sin oposición de Londres, donde tomó prisionero Enrique VI, para luego derrotar al Conde de Warwick en la batalla de Barnet, donde este resulto asesinado. Luego se enfrento a las fuerzas de los Lancaster en la Batalla de Tewkesbury, en 1471, donde resulto victorioso y logro la muerte de Eduardo de Westminster, príncipe de Gales y heredero de la Casa Lancaster. La noche en que Eduardo regresó a Londres el depuesto Enrique VI murió. Algunos indicaron que de nostalgia por el asesinato de sus seguidores pero otros estudiosos afirman que fue asesinado por ordenes del propio Eduardo para eliminar por completo la oposición de los Lancaster.

Eduardo y sus dos hermanos menores, George, duque de Clarence, y Ricardo, duque de Gloucester, más tarde rey Ricardo III de Inglaterra, se casó con Isabel Neville y Ana Neville. Los dos eran hijas de Warwick por Ana Beauchamp y herederos de su rival a la considerable herencia de su madre que aún vivía, dando lugar a una disputa entre los hermanos. En 1478, Clarence fue finalmente encontrado culpable de conspirar contra Eduardo, y fue encarcelado en la Torre de Londres y ejecutado privadamente el 18 de febrero de 1478.

Estabilidad

Eduardo no se enfrentó a ninguna otro rebelión después de su restauración. Los seguidores de la Casa Lancaster habían sido prácticamente extinguidos y solo tenía como fuerte rival a Enrique Tudor, quien vivía en el exilio.

Resuelto los problemas en casa Eduardo le declaró la guerra a Francia en 1475, llegando a un acuerdo de paz conocido como el Tratado de Picquigny, el cual le proporcionó un pago inmediato de 75.000 coronas y una pensión anual de 50.000 coronas. También apoyó un intento de Alejandro Estuardo, I Duque de Albany y hermano del rey Jaime III de Escocia, de tomar el trono de Escocia en 1482. El Duque Ricardo de Gloucester, hermano de Eduardo, encabezó una invasión de Escocia que dio como resultado la captura de Edimburgo pero Albany renegó de su acuerdo con Eduardo así que las fuerzas inglesas se retiraron hacia su territorio. En su retirada Gloucester recuperó Berwick-upon-Tweed para Inglaterra.

Muerte

En los primeros años de la década de 1480 la salud de Eduardo y fue objeto de un creciente número de dolencias. Cayó fatalmente enfermo en la Semana Santa de 1483, pero permaneció estable el tiempo suficiente para preparar los destinos del reino tras su muerte, para ello nombro a su hermano Ricardo, duque de Gloucester, como protector del reino después de su muerte. Su fallecimiento se produjo el 9 de abril de 1483 siendo enterrado en la Capilla de San Jorge, en el Castillo de Windsor. Fue sucedido por su hijo Eduardo V de Inglaterra que solo contaba con doce años de edad.

No se sabe lo que realmente causó la muerte de Eduardo. Las investigaciones han indicado como posible causa de muerte la neumonía o la fiebre tifoidea, así como el veneno. Algunos atribuyen su muerte aun estilo de vida poco saludable.

Caracterización

Eduardo IV de Inglaterra es descrito como un comandante militar muy capaz y audaz. Eduardo destruyó la casa de Lancaster en una serie de espectaculares victorias militares, nunca fue derrotado en el campo de batalla. A pesar de sus ocasionales reveses políticos - por lo general a manos de su eterno rival, el maquiavélico Luis XI de Francia - Eduardo era un rey popular y muy capaz. Aunque carecía de previsión y, en ocasiones la maldición de un mal juicio, poseía una comprensión extraordinaria de los temas más útiles, haciendo que la gran mayoría de los que le servían permanecieran siempre siendo fieles a su persona.

Durante su reino se restableció la ley y el orden en Inglaterra, el lema real de Eduardo IV era modus et ordo (el método y el orden). Los últimos años del reinado esta situación fue empeorando, aumentando la piratería y el bandidaje.

El monarca también era un astuto hombre de negocios y un exitoso comerciantes. Invirtio grandes cantidades de dinero en varias empresas de la ciudad de Londres obteniendo ganancias personales que le sirvieron para fortalecer su poder. También convirtió al ducado de Lancaster en propiedad de la corona, hecho que trascendió hasta la actulidad. Además de tener un mayor control sobre las finanzas del reino, renglón catastrófico en el reinado anterior, presionando bajo duras amenazas a los funcionarios que no pagaban el tributo al reino.

Su dinastía no sobrevivió mucho, a poco más de dos años de su muerte se reinstauró nuevamente la Casa de Lancaster en el poder. Eduardo fue uno de los pocos hombres de su dinastía a morir de causas naturales. Tanto su padre como su hermano murieron en la batalla de Wakefield, mientras que su abuelo y otro hermano fueron ejecutados por traición. En menos de un año después de su muerte dos de sus hijos fueron encarcelados y desaparecidos. Su hermano menor y futuro rey como Ricardo III cayó en combate durante la batalla producida en Bosworth, contra Enrique Tudor, quien puso fin al reinado de los York.

Enlaces externos

Fuentes