Eduardo Toldrá

Eduard Toldrà
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NombreEduard Toldrà i Soler
Nacimiento7 de abril de 1895
Barcelona, Bandera de España España
Fallecimiento31 de mayo de 1962
Barcelona, Bandera de España España
NacionalidadEspañola
OcupaciónMúsico y compositor.
PremiosGrand Prix du Disque de la Académie Charles Cross.
Eduard Toldrà fue un músico y compositor español, considerado una de las figuras más importantes de la música catalana de mediados del siglo XX, especialmente por su importantísima labor como director de la Orquesta Municipal de Barcelona.

Síntesis biográfica

Nació el 7 de abril de 1895 en Villanueva y Geltrú, ciudad y municipio de la provincia de Barcelona, España. Su padre, Francesc Toldrà i Carbonell, músico también, le introdujo desde muy joven en el mundo de la música: a los siete años debuta acompañado al violín por su padre. A los diez años toda la familia se trasladó a Barcelona y comenzó sus estudios musicales, primero en el Conservatorio Superior de Música del Liceo y después en la Escuela Municipal de Música de Barcelona, donde estudió solfeo.

En 1912 debutó como violinista en el Ateneu barcelonés. Ese mismo año fundó el cuarteto de cuerda Renaixement. Pensionado por el Ayuntamiento de Barcelona, realizó estancias de perfeccionamiento musical en París, Berlín y Viena.

Como director, inició su actividad en 1924 con la Orquestra d'Estudis Simfònics, integrada por una veintena de músicos no profesionales, y actuó también ocasionalmente al frente de la Orquestra Pau Casals.

Se destacó como compositor noucentista, especialmente con su ópera El giravolt de maig, que en 1928 estrenó en el Palacio de la Música Catalana. En toda su carrera no dejó jamás de componer: compuso una treintena de sardanas, pero el género que más cultivó fue la canción.

En 1936 obtuvo el premio Isaac Albéniz, instituido por la Generalidad de Cataluña, por La rosa als llavis (letra de Joan Salvat-Papasseit), que dedicó a la soprano Conchita Badía.

En 1941 se le ofreció la dirección de la Orquesta Nacional de España, puesto que rechazó, pero en 1942 se avino a dirigirla. El Ayuntamiento de Barcelona le encargó organizar y dirigir una gran orquesta, que revitalizase la vida musical de la ciudad, y el resultado fue la Orquesta Municipal de Barcelona, de la que fue nombrado primer director titular y que fue presentada al público en 1944.

A lo largo de su vida dirigió distintas orquestas, entre las que cabe destacar la Orquesta Lamoureux de París, la Orquesta Municipal de Bilbao, la Orquesta Filarmónica de Madrid y la Orquesta de Cámara de Madrid, así como otras de Alemania, Italia y Portugal. Ganó el Grand Prix du Disque de la Académie Charles Cross.

Muere en 1962 en Barcelona.

Como compositor

Como compositor, se encuadra perfectamente en la senda de un claro nacionalismo de raíz folclórica (en especial, catalán), hábilmente presentado en armazón armónica impresionista, línea melódica clara, definida, siempre dentro del marco tonal. Entre su música orquestal cabe destacar la Suite en mi mayor (1919); Danses de Vilanova (1920), que fue premio de la Fundació Patxot; el poema sinfónico La maldición del conde Arnau (1922); la sardana de concierto Empúries (1926); la suite sinfónica La filla del marxant, en origen pensada como música incidental para el drama de Adrià Gual; y cerca de cuarenta sardanas, entre las que son célebres Sol ponent (Sol poniente), de 1917; Lluna plena (Luna llena), de 1921; Sol ixent (Sol naciente), de 1922; Caterina d'Alió, de 1922; Camperola (Campesina), de 1923; Cantallops, de 1931; Vilanovina (1946); y Vallgorguina (1950), la última que compuso.

Es autor de la ópera cómica El torbellino de mayo siendo uno de los mayores éxitos en el panorama del teatro lírico catalán, que todavía se mantiene en el repertorio. En el campo de la música de cámara se le debe un Cuarteto de cuerda en do menor (1914) y Vistes al mar, de 1920, una fantasía para cuarteto de cuerda que es quizás su obra más conocida e interpretada y obtuvo el Premio de la Fundació Rabell en 1921. Destacan también sus Seis sonetos (Sis sonets) para violín y piano, premio de la Fundació Patxot en 1921.

Sobresalió asimismo como compositor de canciones. Sobre textos de Carner compuso Canticel (1923) y Cançó incerta (1927), entre otras. Se le deben además el ciclo A l'ombra del lledoner (1928) y otras canciones sobre textos de Tomás Garcés y sobre poemas de Josep Maria de Sagarra, Lope de Vega, Garcilaso de la Vega, Francisco de Quevedo (Seis canciones sobre poemas del Siglo de Oro, de 1942) y muchos otros, y algunas sobre texto original. Destaca su ciclo para voz y orquesta sobre La rosa als llavis , de Salvat-Papasseit (1935), que le valió el Premio Albéniz, sin que deba olvidarse su obra coral.

Fuente