Ekeko

Ekeko
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Venerado enAmérica

Ekeko, es un dios de la abundancia, fecundidad y alegría de origen aimara o colla, que todavía recibe cierto culto en el altiplano andino, sobre todo en el solsticio de verano, cuando se celebra la feria de la Alasita. Es un ídolo que se cree provee de abundancia al hogar donde se le tributaba ofrendas de alcohol y cigarrillos. Toma la forma de una persona sonriente, ligeramente obesa, vestida con ropas típicas del altiplano y cargando gran cantidad de bultos de alimentos y otros objetos de primera necesidad que cuelgan de sus ropas.

Su historia

El ekeko es una deidad venerada desde siglos antes de la conquista del territorio por los españoles. Sus seguidores creían que ahuyentaba la desgracia de los hogares y atraía la fortuna. Se piensa que se originó entre los habitantes de la cultura Tiwanaku. Tras la conquista por los aymaras y luego por los incas, adoptaron la deidad, y la convirtieron en símbolo de la fertilidad y la buena suerte. Ecaco, I. Thunnupa. Nombre de uno de quien los indios antiguos cuentan muchas fábulas y muchos aún en estos tiempos las tienen por verdaderas y así sería bien procurar deshacer esta persuasión que tienen, por embuste del demonio. El arqueólogo boliviano Carlos Ponce Sanginés opinaba que las antiquísimas figuras antropomorfas (con joroba prominente y apéndice fálico) serían de la época del Imperio inca, y antecesoras del equeco de la época de la colonia.4 Manuel Rigoberto Paredes escribió que estas diminutas estatuillas fálicas serían remanentes de remotas fiestas sagradas del solsticio de verano.5 En sus inicios, el Ekeko era de piedra, jorobado, tenía rasgos indígenas y no llevaba ningún tipo de vestimenta: su desnudez era el símbolo de la fertilidad. En la colonia el culto a la deidad tomó nueva fuerza en La Paz (actual sede de gobierno de Bolivia) durante el cerco que ésta ciudad soportó durante el alzamiento indígena de Túpac Katari contra el control español. La Iglesia Católica intentó erradicar su culto en tiempos de la colonia, sin mayor éxito, aunque la imagen llegó a sufrir ciertos cambios: fue vestida y sus rasgos cambiaron a los de un mestizo. Hoy en día, existe en la sierra sur del Perú como en el occidente de Bolivia la creencia de que el ekeko es capaz de conceder los deseos de sus seguidores si estos le ofrecen una copia de ellos en miniatura, y muchos tienen en casa una imagen para que les resuelva los problemas, dejando dinero a su lado y manteniendo un cigarro encendido en su boca, que si se consume hasta la mitad es señal de mal augurio. Las figuras que le ofrecen son de cerámica, metal o piedra reproduciones exactas del objeto de sus peticiones: automóviles, electrodomésticos y alimentos. Cuando se desea amor, se le entregan miniaturas de gallos y gallinas. La deidad es conocida en los diferentes lugares del mundo donde colonias de emigrantes bolivianos han extendido su culto. La figura del Ekeko tomó gran popularidad en la provincia de Buenos Aires (Argentina) durante el periodo hiperinflacionario de los años ochenta. Allí sus adeptos lo toman como una especie de patrono de la fortuna.

Idiomas indígenas relacionados con Ekeko

  • Quechua (28% de la población, Censo 2001): Fue la lengua de oficio del Imperio inca. Es hablado principalmente en los departamentos de Cochabamba, Chuquisaca y Potosí.
  • Aymara (18% de la población, Censo 2001): Lengua de origen anterior a la civilización inca. Hablado principalmente en los departamentos de La Paz y Oruro.
  • Guaraní (1% de la población, Censo 2001): Es hablado en el departamento de Santa Cruz y en la región de Gran Chaco.

Otros (4% de la población, Censo 2001): Destacándose el moxeño en el Beni dentro las lenguas indígenas

Fuentes

  • CAVOUR, Ernesto: Alasitas. La Paz (Bolivia): Maquev, 1996. DÍAZ VILLAMIL, Antonio: Leyendas de mi tierra. La Paz: Urquizo, 1989.
  • POSNASKY, Arthur: «El Ekeko y la fiesta de Alasitas». En Revista de Antropología de Bolivia. La Paz, 1942. PORTELA, Juan B. 1909. Compendio de las tradiciones pampeanas. Editorial Argentina. Buenos Aires.