El Jíbaro (La Sierpe)

Plantilla:TerritorioEl Jíbaro Consejo Popular del municipio La Sierpe de la provincia Sancti Spíritus, Bandera de Cuba Cuba

Desde hacía varios años, a orillas del río Jatibonico del Sur y muy próximo a Las Nuevas, existía una hacienda que era propiedad de Don Francisco Carvajal y Montejo, que en sus años de existencia había pasado por los mismos problemas que sus vecinos. El 16 de febrero de 1742 éste vendió sus tierras a Don Juan González Coloma, a quién definitivamente la bautizó con el nombre de El Jíbaro; en el año 1765 la hacienda El Jíbaro va formando su centro en la margen derecha del río Jatibonico del sur al surgir un caserío de construcciones rústicas fabricadas por campesinos que realizaban labores de peonía, pero que también habían logrado de diferentes formas, fomentar pequeñas estancias y conucos en las vegas naturales del río. Junto a ellas también comenzarían a surgir algunas casas que se diferenciaban de los pobres bohíos y que pertenecían a personas con mayor poder económico; desde sus inicios se evidenciaba la división de la sociedad en clases.

Ubicación

Se encuentra ubicado en los márgenes del rió Jatibonico del Sur, perteneciente al municipio La Sierpe, provincia Sancti Spíritus, dentro de los muros de protección cuya zona es afectada todo los años por el desbordamiento de los ríos. Limita al Norte con el Municipio La Sierpe, al Sur con el Mar Caribe, al Este con el Consejo Popular Las Nuevas y al Oeste con el Consejo Popular de San Carlos. Es esta población, el principal asentamiento de población urbana, contando además con otros asentamientos dispersos como: Pitajones, El Recurso, Maloja, los barrios de Torrijos y La Vega.

Historia

Al iniciarse el siglo XIX las haciendas comuneras de la zona continuaban con su principal renglón económico: la ganadería, con excepción del realengo Mapos, en el cual se iba imponiendo lentamente la industria azucarera. A pesar de que existía cierto grado de evolución en cuanto a los límites de las mismas y a las relaciones de propiedad, estas continuaban manteniendo su esencia, a diferencia de otras zonas del país, como era el caso de occidente donde el desarrollo económico era muy superior a partir del cese de la dominación inglesa. En el hato de El Jíbaro se unía la cría de ganado, el cultivo del tabaco en cantidades bastantes considerables destacándose dos vegas por encima de las demás, una ubicada a orillas, en la parte occidental del mismo y la otra conocida como vega de Paso Viejo. A esto contribuyó la llegada a la zona de algunas familias que ya tenían conocimiento del cultivo de la hoja; sin embargo sus producciones no las podemos comparar con la de lugares como Vuelta Abajo o la zona de Cabaigúan, aunque es llamativo que en años tan lejanos el tabaco formara parte de la base económica del territorio. El Jíbaro al paso de los años había dejado de ser un simple caserío y se convierte en un poblado rural. Recibe al presbítero Don Luis Cañizares quién una vez observadas las características del lugar, propuso a la máxima dirección eclesiástica de Sancti Spíritus la construcción de una ermita donde los ricos hacendados y la población en general pudieran oficiar sus creencias religiosas. El 5 de marzo de 1816 con la colaboración de los vecinos se termina de construir la ermita, hecha de materiales rústicos. El padre Cañizares propuso como nombre para el poblado el de San Antonio de Abad de El Jíbaro, fue aceptado debido a que muchos de los habitantes procedían o tenían sus ascendientes en un pueblo de España donde el santo patrón era precisamente San Antonio, que según los creyentes representaba a la agricultura, la lluvia y la prosperidad en general. Los predios jíbareños comenzaban de esta forma a convertirse en el centro de toda la comarca; entre otras cosas porque era un sitio de paso obligado para los que por tierra iban a occidente o viceversa, ya que el camino real de Sancti Spíritus a Puerto Príncipe atravesaba el poblado. Esto naturalmente traía como consecuencia que los viajeros pernoctara y sé reabastecieran el lugar para después continuar viaje, favoreciendo de este modo el comercio y las comunicaciones de San Antonio de Abad de El Jíbaro con las haciendas vecinas. En 1827, la ermita de San Antonio de Abad, fue convertida en una parroquia y recibe ese mismo año la figura del santo patrón. Este hecho se produce el 17 de enero con una festividad religiosa cuya parte principal era el paseo de esta efigie por sus callejuelas. Se da inicio así, a lo que con el decursar de los años se convirtiera en las llamadas Fiestas tradicionales de enero. El censo realizado en esa década nos da cuenta de que El Jíbaro, además de contar “... con una iglesia auxiliar de su capital, cuenta además con unas 45 vegas de tabaco, sitios de labor, algunos potreros y dos trapiches, y una población de 273 personas la mayor parte blanca...” Once años después, en 1838, ha sido tanto el desarrollo alcanzado por la zona que su población se multiplicó considerablemente. La industria azucarera ha tenido un gran despegue en cuanto a áreas cultivables, la ganadería ha sido concentrada, los sitios de labor introducen nuevos cultivos y en algunas haciendas se comienza a talar maderas para el comercio. Todo esto trajo como resultado la introducción sin precedentes de gran cantidad de negros esclavos y de negros libres. Al terminar la década del cincuenta, El Jíbaro se consolidaba como el asentamiento poblacional más importante de la región, no obstante existían algunos bateyes en los ingenios de la zona, destacándose entre ellos los de Natividad y Mapos, y es precisamente en este último lugar donde el 20 de abril de 1859, nacería una de las figuras más importantes del siglo pasado, nos referimos a Aniceto Valdivia Sisay, quien luego marcharía a Madrid donde se titularía como abogado. Allí inició su vida literaria y escribió para el teatro las famosas obras la Ley Suprema y la Muralla de Hielo, e infinidad de poesías. Sus trabajos eran firmados con el seudónimo de Conde Kostia. Regresó varias veces a Cuba donde presentó sus obras, sirviendo posteriormente en el cuerpo diplomático en los primeros años de la República.

Cantidad de habitantes

  • 2417 Habitantes.
  • 451 Niños de 0 – 15 (Población Infantil)
  • 537 Jóvenes 16 – 30 (Población Juvenil)
  • 806 Adultos Mayores de más de 60 años
  • 623 Adultos de 30 – 60 años

Tradiciones

Cada enero en el Consejo Popular El Jíbaro se desarrolla como principal característica tradicional la Fiesta de San Antonio de Abab.

Patrimonio

Acumula un rico arsenal histórico, sobre todo de las guerras de independencia, ya que el territorio fue teatro de operaciones del Mayor General Máximo Gómez. Se distinguen principalmente: Archivo:El Algarrobo de El Jibaro.jpg Monumento Maximo Gomez.jpg Archivo:Obelisco Capitan Antonio Rodriguez Penton.jpg

Principales cuencas hidrográficas

  • Río Jatibonico del sur.
  • Arroyo Las Nuevas.
  • Canal magistral de la presa Zaza.

Principales renglones económicos

  • Arroz
  • Ganadería
  • Cultivos Varios.
  • Cultivo de La Caña de Azúcar
  • Cría de Alevines

Fuentes

Testimoniales

  • Fundador de La sierpe; Sandalio Fernández:
  • Fondo Hemeroteca. Archivo Provincial de Historia Serafín Sánchez Valdivia y Colecciones particulares.

Expedientes consultados

  • Fondo ayuntamiento. Etapas coloniales y republicanas. Archivo provincial de Historia Serafín Sánchez Valdivia. Sancti Spíritus.
  • Archivo Personal de la Lic. María Antonieta Jiménez Margolles.
  • Archivo Histórico del PCC Provincial de Sancti Spíritus.
  • Documentos existentes en el Museo Municipal de La sierpe.
  • Documentos archivados en el PCC y la Asamblea Municipal del Poder Popular en La Sierpe.