El Señor Presidente

El señor Presidente
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La descripción y la denuncia de las tiranías latinoamericanas han servido de trasfondo argumental a novelas de gran calidad literaria.
Título originalEl señor Presidente
Autor(a)(es)(as)Miguel Ángel Asturias
Editorial:Alianza Editorial, 2008
GéneroNovela
EdiciónSelena Millares
Primera edición1946
ISBN978-842-065-876-6
PaísBandera de Guatemala Guatemala

El señor Presidente. Novela realizada por el escritor guatemalteco Miguel Ángel Asturias en 1946. Narra la descripción y denuncia de la dictadura de Manuel Estrada Cabrera, sanguinario dictador guatemalteco de la primera mitad del siglo XX y, por extensión de todas las dictaduras latinoamericanas. El autor muestra aspectos sociales y políticos de Guatemala, la miseria de ese tiempo. Asturias nos lleva a otra dimensión donde lo mágico con lo real se fusionan y nos entregan esta increíble novela que le ayudó a ser galardonado con un "Premio Nobel de Literatura".

Sinopsis

La descripción y la denuncia de las tiranías latinoamericanas han servido de trasfondo argumental a novelas de gran calidad literaria. El señor Presidente –inspirada en la figura del guatemalteco Estrada Cabrera– elevó a su máxima capacidad expresiva esa línea narrativa y lanzó a la fama a Miguel Ángel Asturias (1899-1974), Premio Nobel de Literatura en 1967. El relato constituye un descenso a los infiernos a través de la reconstrucción de una atmósfera de pesadilla, forjada por el ejercicio ilícito del poder y por la omnipresencia de la tortura y el miedo. La visión esperpéntica de la realidad y el lirismo descarnado logran la transfiguración de una situación histórica concreta en una realidad literaria autónoma.

Argumento

En 1898 comienza la presidencia de Manuel Estrada Cabrera. Este someterá al país a un régimen autoritario y será acusado de crueldades con las clases campesinas y de haber entregado latifundios a extranjeros para su exportación. Fue derrocado en 1920. Así, el autor en la obra, narra las crueldades que este dictador corrupto hizo con las personas de su pueblo.

Es la condensación literaria de ese ambiente de círculo infernal. Toda la ciega y fatal máquina de terror está vista desde afuera. Son como círculos concéntricos que abarcan toda una sociedad. Los une y los ata el idéntico sentido de la inseguridad y de la aleatoria posibilidad del mal.

Análisis literario

Desde los mendigos y groseros del portal de la Catedral, que viven en su pesadilla de miseria y de embrujamiento y que pueden desatar, sin proponérselo, toda una reacción sin fin que va a torcer los destinos de las más ajenas y distantes individualidades, hasta la desamparada clase popular, enredada en el tejido de sus creencias tradicionales, sus reverencias, sus esperanzas, sus inacabables tristezas, su sentido azariento del destino y su pasiva resignación, como Vásquez, Godoy, Felina o la Masacuata, para pasar por los militares de conspiración y burdel y la clase letrada y amenazada de los juristas, los comerciantes y los dueños de haciendas, como los Canales y los Carvajal, para rematar en la inestable y constantemente renovada cús­pide de los favoritos del tirano.

Aquellos hombres "de la mulita", Cara de Ángel o el Auditor de Guerra, condenados a tener más al precio de sentir mayor riesgo y miedo que todos los otros. Más que círculos concéntricos constituyen una especie de espiral que dando vueltas sobre sí misma, lleva, en una forma continua, desde los men­digos hasta el Señor Presidente. Es esa atmósfera enrarecida o sofocante la que constituye la materia del libro de Asturias. Allí está lo esencial del país de su adolescencia. Ya nunca más se pudo borrar de su sensibilidad ésa estación en el infierno.

En “El Señor Presidente” regresa a ella, con distancia de años, para revivir lo inolvidable de aquella situación. A todos esos personajes nos los presenta en la inolvidable verdad de su visión de testigo preocupado. Conocemos a Cara de Ángel, aquel bobo de Velásquez que es el Pelele, con su quejido inagotable de huérfano de la vida, al general Canales, a sus hermanos abyectos y a la desventurada Camila, su hija.

Al quien no llegamos a conocer es al tirano. El autor nos presenta desde afuera aquella figura enteca y malhumorada. No llegamos a asomarnos a su interioridad o a tratar de explicarlo. Está allí y se mantiene allí por una especie de designio fatal. No lo vemos decidir, dudar o siquiera maquinar, no nos percatamos de su manera de andar por entre el sendero de las intrigas, las denuncias, los falsos testimonios y las maniobras de todos los que lo rodean.

Tal vez el autor quería decir con esto que, en aquella tragedia colectiva, no era lo más importante la personalidad del tirano, que había uno allí y siempre habría uno allí, sin nombre, sin personalidad, un "Señor Presiden­te" producto y efecto de toda aquella máquina colectiva de inseguridad, desintegración y miedo.

No es fácil conocer y calificar al "Señor Presidente" de la novela. Nos ayuda a comprenderlo, saber que su modelo histórico fue Estrada Cabrera y que, por lo tanto, pertenecía más a la familia pintoresca y temible de los dictadores hispanoamericanos, que a la otra más restringidas y representativas de los caudillos criollos. No son los mismos y la distinción es importante. Los típicos caudillos del Siglo XIX fueron la creación social y política que el mundo hispanoamericano dio de sí frente al caos creado por el fracaso reiterado de las instituciones políticas imitadas de Europa y de Estados Unidos.

Eran hombres de la tierra, de raíz rural, que representaban a una sociedad tradicional y sus valores que implantaban, instintivamente, un orden patriarcal animado de un sentido de equidad primitiva y de defensa de la tierra. Todos fueron dictadores, pero en cambio, muy pocos de los dictadores fueron, en el correcto sentido de la palabra, caudillos. Los otros dictadores fueron militares o civiles que lograban por artimañas o por [[[fuerza]] asaltar el poder y mantenerse en él, sin ninguna forma de legi­timidad posible o alegable.

El caudillo, en cambio, representaba una espe­cie de consecuencia natural de un medio social y de una situación histórica. No era un usurpador del poder, sino que el poder había crecido con él, dentro de la nación, desde una especie de jefatura natural de campesinos hasta la preeminencia regional ante sus semejantes, a base de mayor astucia, de mayor valor o de mejor tino, para terminar luego teniendo en su per­sona el carácter primitivo de jefes de la nación en formación. No de un modo distinto se formaron los reinos de la Europa medieval.

Temas

Principal

“El señor Presidente” (1946) en la que traza el retrato de un dictador de una manera caricaturesca y esperpéntica pero siguiendo una estructura regida por la lucha entre las fuerzas de la luz (el Bien, el pueblo) y las fuerzas de las tinieblas (el Mal, el dictador) según los mitos latinoamericanos. Es un libro de protesta militante: la descripción de un régimen dictatorial en términos de terror, maldad y muerte. En las cuatro cadenas de episodios que integran la trama predominan el miedo y la crueldad.

Secundarios

  • El miedo.
  • La tiranía.
  • La zozobra.
  • La desesperación.
  • La deserción.
  • El revanchismo.
  • Fugitivo.
  • Falta de los derechos fundamentales de la persona, etc.

Personajes

Principales

  • El señor Presidente: era el presidente de la república, no le importaba la calidad de su gobierno solo la reelección.
  • Miguel Cara de Ángel: hombre de confianza del Señor Presidente, protagonista de la novela.
  • Auditor General de Guerra: persona encargada de manejar los crímenes en la nación, asesino al Mosco por no declarar que el asesino de José Parrales era Pelele.
  • Camila: era la hija del Eusebio Canales, Cara de Ángel se la lleva a la fonda el "Tus-Tep" y la resguardan de todo lo que pasa.

Secundarios

  • Bobo de Velásquez que es el Pelele.
  • Don Benjamín.
  • Genaro.
  • Don Juan.
  • Niña Fedina.
  • La Masacuata el coronel Prudencio Perfecto Paz.
  • Juan Antonio Mares.
  • Luís Raveles.
  • Nicómedes Aceituno.
  • Lucio Vásquez.
  • Catarino Regisio.
  • El general Magadeo Rayón.
  • Alfredo Toledano, muchos más.

Referenciales

Espacio y tiempo

  • Macrocosmos.Guatemala.
  • Microcosmos. Los ambientes del Palacio de Gobierno. El entorno gubernamental de El Señor Presidente.
  • Tiempo cronológico. Se elabora geológicamente en diez años, desde 1922 a 1932. Y todavía deberá aguardar hasta 1946 para su publicación. Literalmente vivía con la obra y dentro de la obra. Como en un clima inescapable o como en una entrada de conquistador. Hablaba de ella, la rumiaba pacientemente, la salmodiaba, la convertía en relato oral, para las mesas de la madrugada, o la sentía cambiar y transformarse en un duermevela alucinado del que no terminaba de salir nunca.
  • Tiempo histórico. Se desarrolla aproximadamente en el año 1946 en adelante.
  • Tiempo psicológico. La novela data de los recuerdos del autor en unos 10 a 20 años, durante su niñez.

Técnica Narrativa

El lenguaje

  • Lenguaje del autor. El estilo es lírico, con algún pequeño momento de realismo mágico. Se adapta a cada personaje, por lo que se vuelve algo dificultoso de leer cuando se trata de conversaciones, ya que muchas de las palabras que utilizan nos son desconocidas aquí, pero esto no impide entender el sentido de la obra.
  • Lenguaje de los personajes. Es de forma vulgar, empezando por los pordioseros del portal, terminando con una mejora en caso del personaje Cara de Ángel y del mismo Señor Presidente.

Apreciación crítica

En la novela se percibe el claro sentido de denuncia contra la crueldad de los gobiernos autoritarios, y diremos que este hecho que sucedió y aún todavía existe, fue elaborada a través de la fantasía de la literatura que el autor plasmo de manera tan real.

El análisis textual revela un compromiso con la historia, pero no se dejan de lado las formas surrealistas y poéticas de la ilación argumental de Miguel Ángel Asturias. Sin embargo, son muchos los factores reales del panorama político social y pone en evidencia circunstancias presentes en la historia latinoamericana. Se nos presenta, así como innovador de las letras americanas por su originalidad.

Datos del autor

Miguel Ángel Asturias (1899 - 1974). Autor, diplomático y premio Nobel. Nació en Guatemala. Sus poemas y novelas, de contenido fuertemente antiimperialista, le valieron el Premio Lenin de la Paz en 1966 y el Premio Nobel de Literatura en 1967. La muerte le sobrevino, tras una penosa enfermedad, en 1974, cuando se encontraba en Madrid (España). Otras obras de Miguel Ángel Asturias en esta colección: «Leyendas de Guatemala», «Hombres de maíz», «Maladrón».

Fuentes