El amor en la literatura

El amor en la literatura
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Concepto:El amor, motivo constante de la creación literaria

El amor en la literatura. El amor ha sido y es motivo constante de la creación literaria, así como también de muchas otras manifestaciones de la cultura. Lo encontramos tanto en mitos y leyendas de la antigüedad, como en obras literarias contemporáneas; en expresiones musicales, pictóricas y escultóricas de distintas épocas, como en textos filosóficos, en películas, teleseries, en las letras de canciones, en fin, en múltiples y diversos productos de la cultura

Diversos contexto del amor

El amor constituye frecuente referencia en las conversaciones de los seres humanos, en lo que ellos escriben suele decirse que casi sin excepción todos alguna vez hemos escrito o un poema o una carta de amor o por lo menos una nota expresiva de ese sentimiento.

El amor es también frecuente tema de diálogos interiores, de las confidencias que se hacen entre amigos, de las consultas que reciben psicólogos, médicos o especialistas en temas afectivos. Y es que el sentimiento y experiencia amorosa, en la inmensa variedad de sus manifestaciones, son decisivos en la existencia humana, expresión de anhelo de traspasar los límites de nuestra individualidad, de proyectarse en el otro, de fundirse y ser uno con él. El amor es una experiencia compleja que muchas veces resulta inefable, que se resiste al análisis de la razón y que ha dado lugar, en el ámbito de la creación artística, a variadas formas y modos de representarla y expresarla.

Amor en la literatura

Como figura mítica, Eros y Cupido aportan algunos de los símbolos con los que se sigue aludiendo al amor: arcos, flechas, ojos vendados, dardos, antorchas con los que el travieso niño inflama el corazón de los mortales, concebido también, la cosmogonía órfica, como la fuerza que emerge del huevo de la Noche infinita que al romperse da origen al Cielo y la Tierra, el amor se representa como el centro del Universo, el núcleo de la unidad, el principio de la regeneración y de la vida, una fuerza cósmica que lo aglutina todo, un poder irresistible que puede conducir a los mortales a grandes desastres o a la plenitud de la felicidad y de la realización personal.

Como tema literario, las obras de la tradición nos entregan las mil caras del amor, las que corresponden a diversas variantes de los dos tipos o concepciones del amor que dominan en la literatura amorosa de occidente: la del amor pasión o sensual y la de la idealización del amor y del ser amado, ambos asociados a otros grandes temas literarios como el tiempo, la finitud, la muerte, la trascendencia, el ansia humana de infinito, la búsqueda de la unidad, lo que completa al ser, el anhelo de felicidad y plenitud, la experiencia de la soledad, el dolor, el sufrimiento por la imposibilidad, la ausencia, la separación del ser amado, en fin, toda la gama de aspectos y dimensiones de la interioridad que se desatan y fluyen a influjos del sentimiento amoroso.

La literatura amorosa viene a ser así un asedio a esa compleja experiencia afectiva que resulta tan difícil de expresar, que parece resistirse al poder de la palabra para expresarla y que, sin embargo, ha producido algunas de las más hermosas y significativas obras de la literatura universal.

A lo largo de la historia se ha amado de manera distinta; entiéndase, se han producido distintas visiones histórico-culturales del amor hacia el otro o el mismo sexo. Hasta el Renacimiento, el amor fue el concepto de un ideal; virtud y belleza eran el espejo de la mujer, una mujer idealizada. La Beatriz de Dante o la Laura de Petrarca. En el siglo XVIII, el amor no es solo una cuestión de las clases más favorecidas, es una cualidad interior para la que están capacitados todos los hombres. Es con el Romanticismo cuando comienza a fraguarse un modelo que sigue vigente hasta hoy; donde todo está permitido: Las conquistas en cadena del siglo XVIII, el amor platónico, el amor furtivo, el destructor, y cuantas maneras se le ocurran al amante.

Clasificación del amor según la literatura

  • Amor imposible: Se refiere al amor que no puede concretarse por situaciones externas que lo condicionan. Algunas obras representativas de este tipo de amor son "Tristán e Isolda", "Las desventuras del joven Werther" y "El amor en los tiempos del cólera"(Gabriel García Márquez). Romance - ¿Es una de las especies , por lo general con historia épica. Los problemas por lo general hablan de los héroes amor. Se llena de vueltas y revueltas, complicaciones inesperadas, a menudo maravilloso, hechos fantásticos. Esta especie se origina en la antigüedad tardía y la flor de romance cae en la decadencia de la Edad Media. La leyenda de “Tristán e Isolda” es una de las más bellas historias de amor y de destino. Esta es una canción muy antigua, se pueden encontrar en los hilos de las aplicaciones de la celta, galesa e irlandesa. El más popular fue en Francia, donde obtuvo carácter extensivo.
  • Amor idealizado: Amor perfecto e inalcanzable donde no hay contacto carnal. En él se hace alusión a aquellas relaciones amorosas que se conciben como vía legítima para aproximarse a la belleza, al bien o a Dios, es decir, a la felicidad y así trascender dentro de esta concepción, el ser amado se entiende como un bello y noble ser de devoción y culto. La idealización se genera sobre cómo debe ser el amor, cómo debe ser el ser amado. Ejemplo de este tipo son "El ingenioso hidalgo Don Quijote de La Mancha". A lo largo de toda la obra El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha, se observa en el protagonista una actitud romántica hacia los ideales medievales que contrasta notablemente con el pensamiento renacentista de la época. Su sentido del honor y su amor idealizado, característicos de cualquier caballero andante, provocan las risas en cualquier personaje coetáneo. No obstante, aunque don Quijote parezca un demente extravagante, ¿no se podría tratar del último personaje que intenta defender unos valores, que aunque parezcan anticuados, defiendan al ser humano como persona noble que es por naturaleza? ¿Quién está más loco, aquél que defiende sus derechos y sus ideales por encima de todo lo demás o quién deja que jueguen con sus libertades y se adapta a la situación por muy opresiva que sea? Quizá deberíamos pensar en si los desencaminados somos las mayorías o los raros.
  • Amor tirano: El amor se asocia con la libertad, en este sentido, el amor tirano es aquel que priva a un ser de su libertad. Ejemplo de esta categoría es la obra de H. Ibsen, "Casa de muñecas." El Protagonista es el actor que representa el papel principal en una obra y el que lleva la acción hacia adelante. En general los protagonistas en una obra de teatro son masculinos, más aún en la época en que se escribió “Casa de muñecas”, (1879), en Noruega, un lugar donde la sociedad era totalmente machista, al igual que en el resto de Europa. Pero Henrik Ibsen, conciente de este hecho dice: “Nuestra sociedad es masculina, y hasta que no entre en ella la mujer no será humana.” e incluso escribe esta obra de teatro, la cual tiene como protagonista una figura femenina. Este hecho y su comportamiento a lo largo de la obra fueron un escándalo para la sociedad y una revolución para las mujeres de la época, quienes tomaron a Nora como un modelo de mujer moderna y libre. La sociedad de la época tenía una idea muy equivocada de cual era el rol de la mujer en la familia e incluso en la sociedad; pasaban de las manos de los padres directamente a la de sus maridos, sin tener libertad alguna. Es por esto que el libro “Casa de muñecas”, de Henrik Ibsen es concebido como un amor tirano, una revolución para la sociedad y Nora un modelo a seguir.
  • Amor sensual: Implica pasión amorosa; relaciones en las que la atracción física y el goce de la belleza corporal estimula el sentimiento. También se entiende por esto la posesión y unión física de los amantes. Sus características se manifiestan en la implicación del anhelo de fusión completa con la otra persona, su exclusividad y, en ciertas ocasiones, en expresar formas de amor engañosas. Ejemplo de esta categoría es la obra de Tirso de Molina, "El burlador de Sevilla o convidado de piedra." Tirso de Molina crea en esta obra el mito de don Juan Tenorio, que luego recrearían grandes escritores de todo el mundo. Se trata de un drama religioso-filosófico claro, eficaz y perfectamente centrado en su asunto. Describe las andanzas de un conquistador y libertino caballero español, que se divierte abandonando a las mujeres después de “gozarlas” tras haberles prometido el matrimonio o tras ocupar el lugar del hombre que ellas esperaban. Cada vez que su criado, su padre o cualquier otro personaje le recrimina su comportamiento y le dice que aunque salga impune de sus tropelías Dios se lo hará pagar tras la muerte, don Juan Tenorio responde cínicamente “ Qué largo me lo fiáis!”, frase que se convierte en un leitmotiv de la obra. El final ejemplarizante describe cómo don Juan es castigado.
  • Amor cortés: Se caracteriza por tomar del feudalismo la concepción de la dama como un señor a veces inflexible y cruel, al que se debe respetar y servir. La dama está llena de perfecciones y es moralmente superior al hombre, es el fiel reflejo de la suma belleza celestial, comparada con la virgen María. Puede o no corresponder al amor. Si lo corresponde, lleva implícito el goce erótico concreto como retribución al amor. El amor debe ser difícil y en secreto. La esposa y madre es venerada por su esposo, pero a menudo es la ardorosa amante de otro hombre Un ejemplo de esta categoría es la historia de Paolo y Francesca que ilustra Dante Alighieri en su "Divina Comedia"
  • Amor recíproco: Corresponde al amor mutuo entre amantes. No obstante, el hecho que sea correspondido, no significa que quede libre de dificultades. En esta categoría pueden incluirse obras como "Romeo y Julieta" de William Shakespeare e incluso "La Iliada" de Homero, ya que el amor recíproco estará acompañado de algún matiz de conflicto para que al obra adquiera originalidad.
  • Amor trágico: Se caracteriza por la fatalidad de un amor irreprimible y prohibido. Los personajes se entregan a fuerzas superiores a las cueles no pueden resistirse. La pareja es presa de los juegos del destino y no pueden ir en contra de él. El destino trágico, las familias rivales, la soledad y muerte son elementos recurrentes. Ejemplo de este tipo es "Romeo y Julieta" de William Shakespeare. Pasión, odio y muerte son los temas que envuelven esta historia con el fin de reflexionar acerca del perdón y darse cuenta que el amor supera cualquier obstáculo. Es una historia de amor realizada en 1597. Actualmente, la definición de amor en nuestra sociedad no va acompañada con el romanticismo, por ello, es difícil comprender cómo el cariño puro y verdadero, la pasión y la alegría se hacen presentes en tan poco tiempo, una sola noche en una fiesta donde un par de chicos se conocen y se juran amor eterno: Romeo y Julieta.

Sensualidad o idealización

A través del desarrollo de la literatura sobre el amor, así como en el devenir de otras expresiones culturales, descubrimos que existen al menos dos concepciones básicas, la del "amor sensual" y el "amor idealizado"

¿A qué se puede deber esto?

Para poder contestar a esta pregunta no hay que dejar de lado el contexto social de las épocas a las cuales nos acerquemos, las distintas concepciones de amor, del objeto amor, de la mujer y el hombre y sus roles en el plano del amor y la relación amorosa. Don Quijote y su "sin par" Dulcinea del Toboso.

Mientras que el amor sensual, erótico o pasional se manifiesta en el amor correspondido, feliz, tirano, posesivo o liberador; el amor idealizado es aquel que considera que sus sentidos no son capaces de percibir toda la perfección del objeto amado, y que ha de guiarse por los ojos del alma, que le ponen en contacto con la misma esencia, con el amor por excelencia. Ambas concepciones corresponden a diversas variantes de los dos tipos o concepciones del amor que dominan en la literatura amorosa de occidente: la del amor sensual o pasión y la de la idealización del amor y del ser amado, ambos asociados a grandes temas literarios como el tiempo, la finitud, la muerte, la trascendencia, el ansia humana de infinito y trascendencia, la búsqueda de la unidad y la completación del ser, el anhelo de felicidad y plenitud, la experiencia de la sociedad, el dolor, el sufrimiento por la imposibilidad, la ausencia, la separación del ser amado, en fin, toda la gama de aspectos y dimensiones de la interioridad que se desatan y fluyen a influjos del sentimiento amoroso.

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